'Documentos en la onda' 2018

 

> El nacimiento de la Lotería en España

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 20 de diciembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 20 de diciembre de 2018.


Un juego moderno implantado por Carlos III
'Documentos en la onda' nos muestra esta semana tres documentos relacionados con la implantación de la Lotería en España. El más importante es un Real Decreto promulgado por Carlos III en 1763 que establece la creación de la Lotería en Madrid. Los otros dos son la copia impresa de una resolución que aprueba las fechas de las extracciones de lotería que tendrán lugar en 1794 y la lista de los números premiados en el sorteo de la “Real Lotería Moderna” celebrado el 1 de octubre de 1817.

El primero de los documentos, fechado en 1763, es una copia impresa de un Real Decreto promulgado por Carlos III para el establecimiento de una lotería en Madrid. Se trata de un documento breve, refrendado por el Marqués de Esquilache, en el que se explica que se establece este juego en la capital a imitación de lo que ya se realiza en la Corte de Roma y otros países.

20190624 095804

1763. Real Decreto promulgado por Carlos III en 1763 que establece la creación de la Lotería en Madrid.
Vea el documento completo.

Este Real Decreto señala que, por seguridad, la Real Hacienda actuará como garantía, de modo que, si en las arcas de la Lotería faltase dinero para pagar a los premiados, esos fondos serán puestos por la Real Hacienda. Del mismo modo, si, una vez pagados los premios o suertes, sobrase dinero de la Lotería, esas cantidades se depositarán en la Real Hacienda y se destinarán a hospitales, hospicios, obras pías y obras públicas, ya que en todos estos ámbitos se consumen muchos caudales del Real Erario. Otro apunte curioso que podemos leer en el documento es que, para cobrar sus suertes, los premiados sólo precisarán la certificación del importe que viene en los billetes.

En cuanto a la extracción de los números, el documento señala que se hará en la Sala de Gobierno del Consejo de Hacienda con la mayor publicidad posible, con el fin de que no haya dudas de la fidelidad del sorteo. Los sorteos se llevarán a cabo después de las horas ordinarias de despacho y a ellos asistirán: el Gobernador del Consejo de Hacienda, siempre que pueda, (en caso de ausencia, el Ministro más antiguo de este Consejo); cuatro Ministros de Capa y Espada (eran consejeros que, por no ser letrados, no podían votar en asuntos de justicia, pero sí en asuntos de gobierno y consultivos); tres Togados, es decir, que visten toga; un Fiscal de Hacienda; dos Ministros del Consejo de Castilla; y representantes de la jurisdicción contenciosa y económica, por si se producían incidentes.

El segundo documento forma parte del Fondo Inclusa de Madrid y está fechado en 1794. Es una copia impresa de la resolución del Superintendente Nato de la Renta de la Lotería en la que se aprueban las fechas de las nueve extracciones de lotería que tendrán lugar durante el año 1794.

La figura del Superintendente representaba al máximo responsable de la lotería dentro del Consejo de Hacienda. En la fecha del documento, el cargo lo ocupa Diego de Gardoqui, un personaje importante porque fue el primer Embajador de España en Estados Unidos durante los años 1784 – 1789.

EXTRACCIONES

Copia impresa de la resolución del Superintendente Nato de la Renta de la Lotería en la que se aprueban las fechas de las 9 extracciones de lotería que tendrán lugar durante el año 1794.

La fechas que marca el documento para la celebración de los sorteos son el 27 de enero, el 10 marzo, el 14 de abril, el 26 de mayo, el 7 de julio, el 11 de agosto, el 22 de septiembre, el 10 de noviembre y el 22 diciembre, por lo que hay extracciones todos los meses excepto los de febrero, junio y octubre.

El documento también detalla los días que pasan entre un sorteo y el siguiente y, curiosamente, salvo en una ocasión, siempre trascurren 35 o 42 días entre los distintos sorteos y, además, de forma alternativa (es decir, 35 – 42 – 35 – 42). La única excepción se encuentra en el sorteo del mes de noviembre, que se celebra 49 días después del de septiembre y 49 días antes del de diciembre.

Cada día de extracción había varios sorteos de la llamada “Lotería por números”: en ella no se premiaba un número ya formado, sino una serie de números sueltos, independientes entre sí, que formaban una combinación. Se llamó “Lotería por números” hasta 1812, fecha en que apareció la “Lotería moderna” y, para diferenciarlas, se llamó a la primera “Lotería primitiva”. La “Lotería por números” o “Lotería primitiva” estuvo vigente hasta 1862. Después desapareció hasta 1985, momento en que se rescató, gozando desde entonces de gran popularidad.

El tercer documento también forma parte del Fondo Inclusa de Madrid, está fechado en 1817 y es la lista de los números premiados en el sorteo de la “Real Lotería Moderna” celebrado el 1 de octubre de ese año.

La “Real Lotería Moderna” se crea a finales de 1811 con el fin de recaudar fondos que destinar al sostenimiento de la Guerra de la Independencia. El primer sorteo se celebra en Cádiz en marzo de 1812 y desde 1814 se celebra en Madrid. Desde su creación hasta el año 1833 alterna el nombre de “Lotería moderna” con el de “Lotería Nacional de Billetes”. Tras la muerte de Fernando VII, en 1833, adoptará el nombre de “Lotería Nacional” que sigue manteniéndose hoy en día.

LISTA LOTERÍA 629 2

Lista de los números premiados en el sorteo de la “Real Lotería Moderna” celebrado el 1 de octubre de 1817.

La diferencia con la “Lotería primitiva” es que en esta lotería se juega un número ya formado e impreso en un décimo. La lista de números premiados es prácticamente igual a la que hoy en día se hace en papel. Se trata de una hoja grande dividida en 8 columnas. Cada una de ellas detalla el número premiado y el importe del premio, especificándose de menor a mayor: primero las centenas, luego los miles, dos miles, tres miles, etc. La mayoría son premios de 24 reales y luego alguno de 50, 100, 200 y 300 reales, pero el documento no informa de lo que costaba jugar.

 

 

> Recogiendo vagos y ociosos para el Ejército

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 14 de diciembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 14 de diciembre de 2018.


Un documento del Archivo Municipal de Valdilecha
El documento de esta semana es una Ordenanza de Carlos III, fechada en 1775, cuyo propósito era el de recoger a vagos, ociosos y mal entretenidos por medio de levas anuales y destinarles al ejército. Se trata de un documento impreso que forma parte del fondo del Archivo Municipal de Valdilecha, aunque en la actualidad se custodia en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid junto a los fondos de otros treinta y ocho municipios madrileños.

El monarca comienza el documento explicando que quiere reglamentar los reemplazos del Ejército con el fin de que tenga menos integrantes en tiempo de paz y se aumente a todo lo necesario en tiempos de guerra. A continuación, señala que quiere evitar toda corrupción en el alistamiento y sorteo de los que deben integrar dichos reemplazos, para que sólo se realicen las excepciones que estén legalmente autorizadas.

ORDENAZA MALEANTES 001 629

Ordenanza de Carlos III para recoger a vagos, ociosos y mal entretenidos por medio de levas anuales y destinarles al Ejército (1775).
Vea el documento completo

Seguidamente, el documento explica que, desde ese momento, el Rey ordena que se realicen levas anuales (es decir, reclutamientos forzosos) en las capitales, pueblos considerables y otros parajes donde se encuentren vagos, gentes ociosas y sobrantes, que vivan distraídas, baldías y mal entretenidas, sin aplicación al trabajo. De esta manera, se conseguirá aumentar la fuerza militar en ciertos destinos y se contribuirá a evitar que haya ociosos voluntarios en el reino.

¿A quiénes se consideraba 'vagos'?
El documento aclara qué personas se incluyen dentro del concepto de “vagos” y señala a todas aquellas que viven ociosas, sin dedicarse a la labranza o a los oficios, y carecen de rentas de las que vivir. También, a las que andan mal entretenidas en juegos, tabernas y paseos, sin que se les conozca aplicación alguna, así como a las que, habiendo tenido aplicación, la han abandonado por completo, dedicándose a la vida ociosa o a ocupaciones equivalentes a ella. Por último, también, se consideran "vagos" a los que que se encontraran “a deshoras de las noches, durmiendo en las calles desde la media noche arriba, o en casas de juego o en tabernas, que, advertidos por sus padres y maestros, amos o jueces por tercera vez o más, reincidan en estas faltas o en la de abandonar la labranza u oficio en los días de trabajo, dedicándose a una vida libre y voluptuosa y despreciando las amonestaciones que se le hayan hecho”.

foto levas

Muchos vagos, al asentarse en grandes núcleos urbanos, se transformaron en tunantes y rufianes, ingresando en bandas que se dedicaban a engañar y robar.

¿Cómo se formaban las levas?
Las levas debían empezarse siempre por Madrid, donde se apresaría a todos los “vagamundos” que se encontraran y se les llevaría a cualquiera de las cárceles de corte y villa de la ciudad. Luego, se proseguiría con el resto de pueblos del reino. También, se harían en los Reales Sitios y no se admitirían como excusa para no hacerlas el disfrutar de un fuero o jurisdicción privilegiada. Las levas afectarían tanto a los ociosos naturales de la ciudad o villa donde se hiciera como también a los forasteros y extranjeros que estuvieran en ella siempre que concurrieran en ellos “la ociosidad y la mala costumbre de perder su tiempo en el ocio o diversión”.

El apresado por vago tendría tres días para poder probar que tenía ocupación. Si alegaba que se dedicaba a la labranza, debía demostrar la yunta y las tierras propias o ajenas que cultivaba. Si alegaba que se dedicaba a un oficio, debía mostrar el taller propio o ajeno donde realizaba su trabajo y el maestro y oficiales con quienes trabajaba de forma continua.

La permanencia en las cárceles debía ser de muy corta duración, para no molestarles inútilmente con la prisión y para evitar gastos de manutención. Así, los vagos y ociosos que fuesen hábiles y de edad competente (es decir, entre 17 y 36 años cumplidos en ambos casos) se mantendrían en custodia pero sin prisión, es decir, sin grillos o cadenas, siempre que las cárceles donde estuvieran fueran seguras. En caso contrario, serían asegurados con prisiones.

Una vez pasado “el reconocimiento de sanidad”, se verificaría la medida de los apresados. La estatura sería la misma que la establecida para los reemplazos del ejército, es decir, cinco pies cumplidos (aproximadamente, 1,50 metros). Se “tendría consideración” a aquellas personas que, aunque aún no tuvieran esa altura, “prometieran disposición de crecer y adquirir mayor estatura”, refiriéndose con esto a los adolescentes.

Realizados estos pasos, estas personas serían destinadas al servicio de las armas y no se les impondrían penas de destierro u otras más graves, “atendiendo al honor de sus familias y a lo que dictan la humanidad y el beneficio público de aprovechar a estas personas que, por descuido de sus padres y deudos en no destinarles al trabajo, viven ociosos y expuestos a caer en graves delitos”.

De esta selección, quedan excluidas las personas que fueran delincuentes. Igualmente, a ningún vago que estuviese casado se le podía aplicar al servicio de las armas, aunque cumpliera todas las condiciones establecidas. No obstante, debían tomarse las medidas necesarias para evitar que hubiese abusos con esta situación.

Los vagos dedicados al Ejército serían conducidos desde los lugares donde estuvieran apresados hasta cuatro depósitos constituidos para este fin en La Coruña, Zamora, Cádiz y Cartagena. En cada uno de estos depósitos, se formarían compañías integradas por un capitán, un teniente, un sub-teniente, un primer sargento, dos segundos sargentos, cuatro cabos primeros, un tambor y cien soldados.

Por último, los soldados de leva completarían los cuerpos militares que fueran de guarnición a América.

 

 

> La primera página impresa de 'El Sol'

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 29 de noviembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 29 de noviembre de 2018.


Un ejemplar de prueba
'Documentos en la onda' nos trae el primer ejemplar de prueba del periódico 'El Sol', realizada el 29 de noviembre de 1917. Este importante rotativo, fundado por Nicolás Urgoiti, llegó a convertirse en un modelo de calidad periodística y promotor de la cultura. Se creó con dinero procedente de los beneficios de La Papelera Española, el gran proyecto industrial de Urgoiti, y tenía su sede en la calle Larra, donde contaba con las más modernas rotativas y máquinas de composición del momento. 

918785-4

Dentro del Fondo Urgoiti se conserva esta fotografía, fechada el 29 de noviembre de 1917, del primer día de trabajo en 'El Sol' que muestra a los empleados y editores junto a  las más modernas rotativas y máquinas de composición del momento.

'El Sol' intentó crear una opinión pública capaz de sustentar un proyecto de renovación política y modernización económica del país, de ahí que estuviera dirigido a la burguesía más progresista y a los intelectuales, en clara contraposición con 'La Voz', otro de los periódicos fundados por Urgoiti, que trató de llegar al público general que no captaba 'El Sol'. Colaboraron en él personajes tan destacados como Ortega y Gasset, Ramón J. Sender, Ramiro de Maeztu, Fernando de los Ríos o Mariano de Cavia y publicó las viñetas de Luis Bagaría. Tenía una serie de características que le diferenciaban del resto de periódicos: no incluía crónicas taurinas; ofrecía información muy escueta sobre sucesos y ecos de sociedad; y, sin embargo, daba más información de lo que era habitual en esa época de lo que ocurría en el extranjero. Quizá, por todo ello, recibió duras críticas de la prensa más conservadora. Tras la Guerra Civil, se incautaron sus talleres y se comenzó a editar en ellos el periódico 'Arriba'.

918785-5

Talleres de ‘El Sol’. Urgoiti con Félix Lorenzo, Manuel Aznar –director del periódico-, y Luis Bagaría, entre otros.

El documento que se comenta es un original de la primera prueba gratuita que se hizo de este periódico el 29 de noviembre de 1917. En ella se explica que “este número se ha impreso y tirado exclusivamente para los que nos visiten esta tarde. Rogamos a todos que no lo divulguen. Es un secreto que confiamos a los amigos y entregamos a los colaboradores”.

En la portada del ejemplar, destacan dos cosas a primera vista:
• La primera, un gran dibujo del fundador del rotativo, Nicolás Urgoiti, que ocupa toda la parte central de la hoja y lleva en su pie la siguiente dedicatoria: “Cuantos hacen este diario le ofrecen, con este número de prueba, una prueba más: la de su adhesión, su respeto y su cariño”
• La segunda, un pequeño artículo titulado “Saludo a nuestros amigos” que, en realidad, es toda una declaración de intenciones de lo que pretendía ser el nuevo periódico y, entre sus proclamas, se dice que “el presente número de ensayo es la primera concreción de nuestra ansia y esfuerzo que comienzan a traducir la aspiración de España a un porvenir más dichoso”.

La portada publica, casi en exclusividad, noticias sobre el desarrollo de la I Guerra Mundial, que, en esa fecha, está en un momento álgido, entre ellas: 
• La inauguración de una “Conferencia Interaliada”, con presencia de representantes de Francia, Reino Unido y EE.UU. (que había entrado en el conflicto en abril de ese año 1917). 
• Una “advertencia” de los aliados a Rusia en relación a los resultados, inmediatos y futuros, que sucederán si continúa la situación de caos que había en ese momento y se firma una paz separada. Justo a principios de ese mes de noviembre de 1917 se había producido la “Revolución de Octubre” (llamada así por el calendario juliano que se utilizaba en Rusia) que había permitido la llegada de los bolcheviques al poder. La situación era muy confusa y, de hecho, Rusia acabó firmando la paz por separado con Alemania y Austria – Hungría en marzo de 1918 (ocho meses antes de que se firmara el armisticio que puso fin a la contienda mundial).

906890-1

Primer ejemplar de prueba del periódico “El Sol”, realizada el 29 de noviembre de 1917.

Otras noticias del ámbito internacional que encontramos es esta portada hacen referencia a los siguientes temas:

• El desarrollo de la batalla al norte de Verdún, con un ataque francés que había permitido tomar al asalto un sistema de cuevas y trincheras alemanas. 
• Como España era un país neutral en el conflicto, los periódicos ofrecían noticias de ambos bandos. Así, otra de las noticias de portada hacía referencia a que el Imperio Alemán contaba con un nuevo Canciller, el Conde de Hertling, y que se esperaba con expectación que pronunciara su primer discurso el 30 de noviembre. 
• Hay, asimismo, un editorial muy interesante sobre el poder cada vez mayor que tiene Japón en el Lejano Oriente y cómo esto puede alterar el equilibrio en la región entre el Reino Unido, Estados Unidos y Rusia.

Además de las noticias sobre la guerra, la portada de este ejemplar de prueba recoge otras noticias: 
• El disgusto del Presidente del Congreso por el nombramiento del nuevo Gobernador de Logroño. 
• Un grave accidente de automóvil en Navarra en el que fallecieron dos personas. 
• Un apartado bastante amplio titulado “Chistes para hacer llorar” en el que se incluyen algunos chistes cortos que se habían hecho sobre 'El Sol', algunos de dudosa gracia, por ejemplo: 
“Ya sabemos que EL SOL le va a gustar a todo el mundo; pero aparte de esto, ¿saben ustedes qué sol es el que más gusta a las gentes?. Por regla general, el sol…omillo”
“Sabemos de muchas mujeres, ya pasaditas, a las que acaso no les guste EL SOL. Y la razón es muy sencilla. El título de nuestro diario les recordará al SOL-tero que no llega nunca para casarse”.

Finalmente, se dedica un apartado a pensamientos profundos y declaraciones sobre lo que pretende ser el nuevo periódico: 
• “En EL SOL quedan absolutamente suprimidos todos los adjetivos laudatorios con que la rutina periodística, para halagar vanidades personales y para hurtar la verdad a los lectores, suele ocupar un espacio que otros menesteres necesitan. Cada cual es quien es y para nombrarle no hace falta (tenga altísima o bajísima personalidad) ponerle guirindolas ni sambenitos. Con decir, por ejemplo, “ahí viene Castelar”, “por ahí pasan los Sacamantecas”, huelga todo género de adjetivos. El que los necesite para que le conozcan las gentes, no los hallará en EL SOL”
• “EL SOL es puntual: saldrá todos los días a la misma hora. Es desinteresado: dará todo lo suyo. Es demócrata: llegará a todas partes. Es justo: su calor ablandará la cera de las masas moldeables para el bien y secará el barro de los falsos ídolos. Tendrá brillante independencia: no le nublarán los vahos inmundos que quieran empañarle. Será firme y constante: sólo Dios podría torcer su curso”.

El primer ejemplar como tal del periódico salió el sábado, 1 de diciembre de 1917 y costaba 10 céntimos.

Nicolás María de Urgoiti y Achúcarro

Sus biógrafos coinciden en señalar que Nicolás Urgoiti fue el primer, y último, empresario que fue capaz de tener una visión global de todo el sector de la industria papelera. En realidad, ésa no fue su única virtud, ya que Urgoiti fue mucho más que un hombre de negocios; en efecto, terminó siendo eso, pero había comenzado como ingeniero, destacando en primer lugar en la fabricación papelera y luego como editor y promotor de la cultura.

Los inicios del primogénito de los Urgoiti fueron turbulentos: procedente de una familia de convicciones carlistas (por parte paterna) y liberales (por parte materna), nació en Madrid, a donde habían emigrado sus padres como consecuencia de las guerras carlistas. Luego, emigraron a París y San Sebastián. Siendo aún un niño de apenas ocho años falleció su madre y fue internado en los Escolapios de Tolosa. Pasados los años volvió a Madrid a estudiar la carrera de ingeniero de caminos.

Urgoiti

1905. Nicolás Urgoiti retratado con chistera durante un viaje a Londres.

La primera oferta profesional seria que se le presentó fue trabajar de ingeniero en la fábrica de papel del Cadagua, en las Encartaciones. Este fue un momento importante en su trayectoria profesional, pues tal y como escribió más tarde su nieta: "en la fábrica vio Urgoiti el elemento tangible con que amarrar a la realidad su proyecto, en cierto modo utópico, de englobar en una vasta y flexible organización las industrias del papel, desde el cultivo del árbol que da su materia prima, hasta el libro y el periódico en que se hace vehículo del pensamiento". En seguida, sin embargo, se percató de los problemas del sector. A finales del siglo XIX, Guipúzcoa, en especial la comarca de Tolosa, concentraba la mayoría de máquinas de papel continuo. Al introducirse la pasta de madera, el consumo no creció tanto como se esperaba y el mercado no tardó en comenzar a saturarse.

En 1899 y de nuevo en 1900, el joven Urgoiti recorrió Alemania y otros países del norte, conociendo in situ la situación de otras empresas papeleras. A su regreso, se percató en seguida de que las papeleras más perjudicadas eran las vizcaínas, que estaban sumidas en una anarquía de precios, con precios incluso por debajo del coste. En 1901, se le encargó estudiar la posibilidad de la fusión, o descubrir si era conveniente una unión empresarial que facilitase el control del mercado, de la situación anárquica.

Consecuentemente, se le ocurrió la idea básica del trust, la idea de que había que lograr una integración horizontal mediante la fusión de distintas fábricas, al mismo tiempo que una integración vertical que abarcase todo el proceso, desde la producción de materias primas hasta la creación de almacenes y la participación en periódicos ('El Sol''La Voz') y editoriales (Calpe).

Se buscaba, principalmente, abaratar los precios de venta e incentivar el consumo, pero se trataba de un concepto novedoso en España, con un enorme riesgo. Las once compañías que conformaron La Papelera Española, el gran trust creado el 25 de diciembre de 1901 con Urgoiti como director general, se ajustaban perfectamente a este concepto.

Durante las dos décadas siguientes a la aplicación, pionera en el Estado, del concepto de trust, Urgoiti se enfrentó a la reestructuración productiva, pero también a los que terminarían siendo sus mayores enemigos: los periódicos. En 1912, dio un paso de gigante en tal reestructuración, al inaugurar la fábrica modelo de Rentería, que era capaz de producir pasta y papel y que contaba con los medios técnicos más avanzados. El efecto fue que La Papelera aumentó considerablemente su producción, bajando el papel de periódico de precio; sin embargo, perdió cuota de mercado, como resultado del boom de nuevas fábricas. Urgoiti impulsó una cartelización del sector, que se materializó en enero de 1914 con el nombre de Central Papelera, uno de los objetivos que persiguió con mayor ahínco. Se trataba, en suma, de una central de ventas que unía el mercado de papeles corrientes, asignando cupos de venta en función de lo que producía cada fábrica.

La amplitud y diversidad de su visión empresarial permitieron a Urgoiti promover iniciativas pioneras en Madrid. Mantuvo sus responsabilidades en la industria papelera (fundando, por ejemplo, la Sociedad de Fabricantes del Papel en 1919), desembarcando, asimismo, en el mundo de la prensa y la cultura, áreas en las que brilló con luz propia durante las siguientes dos décadas. En colaboración con el pensador José Ortega y Gasset, fundó el periódico 'El Sol' (no sin recibir, por cierto, las más agrias críticas, que le acusaban de portavoz del sector papelero), a lo que sumó la presidencia de Prensa Gráfica Española. Pocas veces antes un hombre de negocios, se adentró en círculos intelectuales y políticos, en actividades culturales y en polémicas, como lo hizo él.

918785-8 c

[1926 – 1936] Sala de lectura del edificio Espasa Calpe en Madrid.

Progresivamente fue perdiendo protagonismo en la fabricación papelera, adentrándose en los campos de la cultura y la editorial, áreas en las que también impulsó realizaciones notables, como la fundación de Calpe (asociada, más tarde –en 1923– con Espasa, que emplearía el papel fabricado por su trust empresarial), la inauguración de La Casa del Libro (referencia cultural y mercantil en Madrid), o la publicación del vespertino 'La Voz'.

A partir de 1932, su figura prácticamente desaparece. La razón, el deterioro de su salud mental, que llevó a sus hijos a ingresarle en un sanatorio suizo. Allí, pasó los años de la Guerra Civil. Regresó en 1939 y comenzó a escribir una autobiografía que nunca terminó. Murió en Madrid en 1951.

 

 

> El segundo entierro de Julián Romea

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 22 de noviembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 22 de noviembre de 2018.


Un gran actor de teatro
El documento que presentamos, fechado en 1886 y perteneciente al Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, es un acta notarial en el que se detalla la exhumación de los restos mortales del actor Julián Romea y su traslado y enterramiento definitivo junto a su esposa en un mausoleo situado en el cementerio sacramental de San José y San Lorenzo.

800px-Julián Romea
Retrato de Julián Romea por Federico de Madrazo en el Museo Nacional del Romanticismo (Madrid).

Julián Romea fue un famosísimo actor de teatro romántico que falleció en 1868 a la edad de cincuenta y cinco años. Su renombre fue tal que en Madrid existe una calle que lleva su nombre y en Murcia, su tierra natal, un teatro, al igual que en Barcelona. Romea fue actor dramático y director del Teatro del Príncipe (actual Teatro Español), donde modernizó el patio de butacas y el alumbrado. También escribió obras de teatro y un manual de declamación; cultivó la lírica; participó en la famosa revista literaria “El artista”; asistió a la tertulia “El Parnasillo” junto con figuras como los Madrazo, Espronceda o Zorrilla; y hasta participó en un duelo con un crítico de teatro que le había hecho una mala crítica, como resultado del cual mató a uno de los padrinos.

Al fallecer, fue enterrado en el cementerio de San Sebastián, en un entierro que las crónicas dicen que fue multitudinario. Curiosamente, parte de ese cementerio se encontraba en donde hoy se levanta el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

En 1886, fue trasladado a un mausoleo en la sacramental de San José y San Lorenzo, siendo esos actos lo que refleja el documento que se comenta.

Un relato minucioso y detallado
Se trata de un acta notarial que se levanta a petición de la comisión encargada de construir el mausoleo donde se enterrarán los restos mortales del actor y su esposa. Llama mucho la atención que el relato que se hace es minucioso y detallado hasta el punto de describir las actitudes de las personas congregadas durante los actos. Por ejemplo, el documento explica que, tras exhumarse el cuerpo del actor, fue trasladado desde el cementerio a la Capilla de Nuestra Señora de la Novena, situada en la iglesia de San Sebastián, capilla que era propiedad de los actores españoles (en esta iglesia, situada en la calle Atocha, está enterrado Lope de Vega). Allí, fue recibido por el clero parroquial y el féretro se colocó sobre una “suntuosa cama imperial” de un metro de altura, entonándose un responso. 

EXHUMACIÓN JULIÁN ROMEA 026 629
Acta notarial en el que se detalla la exhumación de los restos mortales del actor Julián Romea y su traslado y enterramiento definitivo junto a su esposa en un mausoleo en el cementerio sacramental de San José y San Lorenzo (1886).
Vea el documento completo

A continuación, se procedió a abrir el féretro y ver, a través de un cristal, el busto y la mano izquierda del actor. Sin entrar en los detalles que ofrece el documento, parece que el cuerpo y las ropas del fallecido estaban en muy buen estado a pesar del tiempo transcurrido. Tanto el féretro como el túmulo estaban envueltos en el manto de la Orden de Carlos III (azul tachonado de estrellas de plata), rodeados de candelabros con hachones de cera; del techo colgaban grandes arañas con velas; y había multitud de coronas de flores. 

El féretro fue velado por turnos por distintos actores, mientras una gran multitud de personas “de todas las clases de la sociedad” pasaron por delante de él para presentarle sus respetos, hasta el punto de que el documento dice que, en un momento determinado, se tuvieron que cerrar las puertas para que no entrase más gente. Se describen también hechos curiosos, como por ejemplo que se hizo un retrato al óleo del busto del fallecido que se terminó a las 3,30 horas de la madrugada o que hubo que apartar a una señora que, de negro riguroso y envuelta en un velo, se emocionó demasiado ante la visión del fallecido.

0289-R
A la derecha, el Teatro Español, conocido como Teatro del Príncipe, en el que Julián Romea ejerció como actor y director. Colección 'Postales de Madrid'. ARCM.

Tras casi veinticuatro horas de capilla ardiente, se celebró una misa funeral y un responso asistido por un coro de bajos. Según el documento, en ese momento era “difícil penetrar en la iglesia como pasar por sus alrededores o por los del teatro Español”. A continuación, se colocó el féretro sobre una carroza propiedad de una funeraria de la calle Preciados que, según el propio documento, era una verdadera obra de arte. Estaba realizada en ébano y bronce dorado, iba tirada por ocho caballos negros con grandes penachos, totalmente cubierta de coronas de flores y ramas de laurel y acompañada de 8 lacayos vestidos “a la Federica con empolvadas pelucas”. Es decir, con casacas de seda o terciopelo bordadas en oro, plata o azabache; chaleco bordado; camisa con chorreras y tricornio.

El cortejo fúnebre estaba compuesto por casi todos los actores del momento (dramáticos, líricos, de zarzuelas), escritores, periodistas, amigos, admiradores del fallecido y público anónimo que quiso participar en él. Este cortejo desfiló por la calle Atocha, plaza de Matute, calle de las Huertas, calle del Príncipe, calle Sevilla, calle Alcalá, Puerta del Sol, calle Arenal, plaza de Isabel II, plaza de Oriente, calle Bailén, calle Mayor, plaza Mayor y calle Toledo hasta llegar a la sacramental. Curiosamente, fueron a pie hasta la calle Toledo y allí muchos de ellos se montaron en carruajes hasta llegar al cementerio.

El documento describe que el Teatro Español estaba engalanado lujosamente; que la calle donde está el teatro estaba cubierta de una espesa alfombra de hojas verdes; que las actrices estaban asomadas a los balcones del teatro y arrojaron sobre la carroza ramos de flores y poesías; y que varios profesores del Teatro Real interpretaron en ese momento la marcha fúnebre de Chopin. Homenajes parecidos se hicieron en el Círculo Artístico y Literario (calle Alcalá), el Conservatorio de Música y Declamación y el teatro Novedades (calle Toledo).

El documento concluye haciendo una descripción minuciosa de doce de las coronas de flores que se dejaron en el mausoleo; copiando 6 de las poesías que se recitaron en honor al fallecido y describiendo el mausoleo en el que, finalmente, fue enterrado junto con su esposa, la también actriz Matilde Díez, que ocupaba, según el documento, 20 metros cuadrados.

 

 

> El testamento ológrafo de José Canalejas

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 15 de noviembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 15 de noviembre de 2018.


Un testamento cerrado
'Documentos en la onda' trae esta semana el testamento cerrado ológrafo otorgado por José Canalejas Méndez en 1908, documento que se conserva en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. José Canalejas fue un político liberal de gran relevancia que desempeñó diversos cargos políticos: tuvo diferentes responsabilidades ministeriales; fue Presidente del Congreso; y también Presidente del Consejo de Ministros desde 1910 hasta que fue asesinado, el 12 de noviembre de 1912, por el anarquista Manuel Pardiñas mientras contemplaba los libros expuestos en el escaparate de la Librería San Martín, que se encontraba en la Puerta del Sol esquina a la calle Carretas. Su asesino se suicidó allí mismo al verse rodeado de público y policía.

TESTAMENTO CANALEJAS 002 629
Testamento cerrado ológrafo otorgado por José Canalejas Méndez, Presidente del Consejo de Ministros (1908). Archivo Histórico de Protocolos de Madrid.
Vea el documento completo

Como ya se ha mencionado, las principales características de este testamento es que es ológrafo, es decir, escrito de puño y letra por el propio Canalejas, y que se trata de un testamento cerrado. Este fue el último que hizo, por lo que invalida los anteriores que había otorgado el político.

Entre los testamentos, podemos encontrar dos tipos: los abiertos, que son los más habituales y se hacen ante un notario; y los cerrados, como éste que se comenta, se guardaban en un sobre cerrado y se entregaban a alguien para su custodia, de modo que no pudieran abrirse hasta el fallecimiento de la persona. Tras su apertura, había que realizar varias diligencias para garantizar la autenticidad del documento y que no hubiera sido manipulado ni abierto en ningún momento. Seguidamente, se procedía a su protocolización, es decir, a escriturarlo ante notario. 

El testamento de Canalejas estaba guardado en un sobre cerrado y sellado con un lacre en el que figuran las iniciales “JC”. En el sobre figuraba el siguiente texto: “Mi último testamento ológrafo por mí escrito en dos de diciembre de 1908 [cuatro años antes de su muerte], que entrego a María para que se abra y entregue al Juzgado a los tres días de mi fallecimiento”, junto con la firma y rúbrica de Canalejas.

TESTAMENTO CANALEJAS 003 629
Sobre cerrado en el que se guardó el testamento de José Canalejas hasta su lectura.
TESTAMENTO CANALEJAS 014 629
Última página del testamento con la firma del político.

El testamento va acompañado de las diligencias que se hicieron para dar validez al documento. Las actuaciones se llevaron a cabo por el Juzgado de Primera Instancia del distrito de La Latina a solicitud de uno de sus albaceas, Salvador Raventós. Para ello, se adjunta el certificado de defunción, en el que se detalla su asesinato, y también las declaraciones de los testigos llamados por el Juez para corroborar que la letra del testamento correspondía efectivamente a la letra de Canalejas. 

Finalmente, el Juzgado redacta un auto en el que declara probada la autenticidad del testamento y ordena se proceda a su protocolización, lo que se llevó a cabo el 1 de diciembre de 1912 ante el notario Emilio López Aranda, un mes y medio después de su fallecimiento. 

TESTAMENTO CANALEJAS 015 629
Acta de protocolización del testamento, fechado el 1 diciembre de 1912 ante el notario Emilio López Aranda.

El testamento tiene una peculiaridad que el propio Canalejas explica en el documento, ya que se realizó “horas antes de contraer segundas nupcias con Dª María Pura Fernández Cadenas, a quien desde años ha me uní, a la que vengo considerando como mi esposa y deseo y espero que mis hijos la consideren y respeten, seguro de que nuestras anormales relaciones no responden a nada que pueda desdorarla ni a deslealtades de mi parte. Los orígenes y los desarrollos de este período de mi vida se explicarán en carta a mis hijos y acaso en mis memorias”.

Canalejas se casó en primeras nupcias con María Saint – Aubin Bonnefon, quien falleció sin tener descendencia. Tiempo después, inició una convivencia con María Pura Fernández Cadenas, con la que, en el momento de casarse, ya tenía cuatro hijos (tendrían otros dos una vez casados). El político declara en este testamento que ya tenía “cuatro hijos: Pepe y María, nacidos en Bayona, y Luisa y Rosa, nacidos en Madrid, a todos los cuales considero como hijos legítimos antes de que legalmente queden legitimados por subsiguiente matrimonio”.

José Canalejas deja el tercio de libre disposición y varios legados a sus sobrinos, de los que dice que “los quiero y quise como si fuesen mis hijos” y a quienes encomienda que “recuerden a mi santa y nunca olvidada primera esposa”. Entre los bienes que reciben sus sobrinos, se encuentran los siguientes: una casa palacio en la calle Huertas valorada en 150.000 pesetas; los muebles del salón de baile valorados en 40.000 pesetas (incluían un gran comedor, arañas artísticas, jarrones de porcelana, cuadros, candelabros…); una casa chalet en El Ferrol (La Coruña) valorada en 70.000 pesetas; y los muebles y libros de sus despachos y alcoba.

Los otros dos tercios de sus bienes los deja a sus hijos, no mejorando a ninguno de ellos “porque por igual los amo y entre ellos quiero se distribuyan por igual partes los dos tercios de mis bienes”. Entre esos bienes, figuran: un solar en la calle Fernando el Santo, valorado en 125.000 pesetas; una casa en la Plaza de Santa Ana valorada en 155.000 pesetas; y 600.000 pesetas en el Credit Lyonnais de Madrid.

A su esposa “nada especial lego […] porque tiene bienes consistentes: en la casa hotel de la Prosperidad […] en la finca de Otero (provincia de Segovia), muebles de ambas casas, alhajas, cuadros, que supongo valen unas 165.000 pesetas, y es beneficiaria de un seguro de 100.000 pesetas contratado con New-York de los Estados Unidos”.

Finalmente, nombra como albaceas de su testamento: a su esposa; a su hermano Luis; a su cuñado de su primer matrimonio; Alejandro Saint – Aubin; y a los políticos Valentín Gayarre y Salvador Raventós, íntimos amigos suyos.

 

 

> 1918: fin de la 'Gran Guerra' y 'gripe española'

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 8 de noviembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 8 de noviembre de 2018.


La neutralidad de España
El Archivo Regional custodia interesantes documentos que tienen como protagonista el año 1918. Entre ellos destacan los que se produjeron con motivo de la I Guerra Mundial y con la que se denominó como 'gripe española'.

El primer documento que se comenta es el parte oficial que se publicó en la Gaceta de Madrid, el 7 de agosto de 1914, pocos días después de haberse iniciado la I Guerra Mundial el 28 de julio. En dicho parte oficial, el Gobierno declara la neutralidad del país en estos términos: "Declarada, por desgracia, la guerra entre Alemania, por un lado, y Rusia, Francia y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, sucesivamente, de otro, y existiendo el estado de guerra en Austria – Hungría y Bélgica, el Gobierno de Su Majestad se cree en el deber de ordenar la más estricta neutralidad a los súbditos españoles, con arreglo a las leyes vigentes y a los principios de Derecho público internacional. En su consecuencia, se hace saber que los españoles residentes en España o en el extranjero que ejercieren cualquier acto hostil que pueda considerarse contrario a la más perfecta neutralidad, perderán el derecho a la protección del Gobierno de Su Majestad y sufrirá las consecuencias de las medidas que adopten los beligerantes, sin perjuicio de las penas en que incurriere con arreglo a las leyes de España. Serán igualmente castigados, conforme al artículo 159 del Código Penal, los Agentes nacionales o extranjeros que verificaren o promovieren en territorio español el reclutamiento de soldados para cualquiera de los Ejércitos o escuadras beligerantes”.

GUERRA GRIPE 003 629
Parte oficial que se publicó en la “Gaceta de Madrid” el 7 de agosto de 1914, pocos días después de haberse iniciado la I Guerra Mundial el 28 de julio.

La Gaceta de Madrid comenzó a publicarse a finales del siglo XVII y hasta 1886 tuvo un doble cometido: por un lado, recogía todas las disposiciones oficiales que daban tanto la Corona como el propio Gobierno y, por otro, insertaba las noticias que llegaban de Europa y otras partes del mundo. Estas noticias unas veces se copiaban de otros periódicos o gacetas (en ese caso, se citaba la fuente origen de la información) y otras las enviaban algo así como lo que hoy son los corresponsales, que había en otros países.

A partir de 1886, la Gaceta de Madrid dejó de publicar noticias y sólo incluyó en sus páginas documentos y disposiciones oficiales del Gobierno. Finalizada la Guerra Civil, se convirtió en el actual Boletín Oficial del E stado que todos conocemos hoy en día.

 GUERRA GRIPE 005 629    GUERRA GRIPE 008 629
Primeras páginas del tomo III de la Gaceta de Madrid correspondiente al año 1914.

El fin de la 'Gran Guerra'
La 'Gran Guerra', como fue conocida en su tiempo la que hoy conocemos como I Guerra Mundial, finalizó con la firma de un armisticio entre las partes beligerantes que entró en vigor a las 11:00 horas del día 11 del mes 11 de 1918. El final de esta horrible contienda supuso un sentimiento general de alivio y así lo prueba el segundo documento que se comenta, el cual permite ver que dos días después de su conclusión, el 13 de noviembre de 1918, la Diputación Provincial de Madrid aprueba una proposición en la que se manifiesta su alegría por la conclusión de la guerra. Dicha proposición fue la siguiente: “El más fausto suceso nos llena de santa emoción a todos. La paz ha llegado; la Humanidad dirige sus miradas hacia la justicia, el derecho y la democracia que triunfaron, y en días de tan claro optimismo, debemos significar nuestro júbilo inmenso, teniendo el honor de proponer los Diputados que suscriben a la Diputación haga constar en acta su alegría y acuerde levantar la sesión a fin de conmemorar fecha tan gloriosa para la vida de los pueblos”.

GUERRA GRIPE 017 629
Acta de sesiones, fechada el 13 de noviembre de 1918, en el que la Diputación Provincial de Madrid aprueba una proposición en la que se manifiesta su alegría por la conclusión de la guerra.

La 'gripe española' que no era de España
Finalmente, se comentan tres documentos que reflejan el impacto que tuvo la 'gripe española' de 1918 en Torrelaguna. La 'gripe española', también conocida como 'la gran gripe' o 'la gran epidemia de gripe' fue una pandemia de extrema gravedad que se desarrolló, fundamentalmente, durante el año 1918 (dos primeras oleadas), aunque parece que se dieron algunos casos ya a finales de 1917 y se prolongó durante 1919 (tercera oleada). No sólo afectó a ancianos y niños, sino que también atacó a jóvenes y adultos saludables. Se estima que murieron entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo. No se sabe muy bien dónde surgió y hay diversas teorías que hablan de focos iniciales en el este de Asia, Francia y el Estado de Kansas (EE.UU.). Gran parte de los países afectados estaban involucrados en la I Guerra Mundial, razón por la que apenas dieron noticias e información de lo que estaba ocurriendo, tanto para no desmoralizar a la población de esos países, como para no ponerlo en conocimiento de los enemigos militares. España, sin embargo, era un país neutral en el conflicto y los medios de comunicación no ocultaron las informaciones sobre la gravedad y virulencia de la enfermedad, razón por la que la pandemia fue conocida como 'gripe española', a pesar de no haber surgido en nuestro país. La guerra no causó la gripe, pero se cree que la concentración de tropas en los cuarteles y campamentos, el movimiento de las mismas y el estado inmunológico de los soldados contribuyeron a su rápida difusión mundial.

Se calcula que en España murieron cerca de 300.000 personas y el primer caso oficial se registró en Madrid en mayo de 1918, aunque el momento más grave fue la oleada que se produjo en otoño de ese año (en general, la segunda oleada de octubre a diciembre de 1918 fue la más virulenta en todo el mundo). Los documentos que se comentan reflejan la gravedad de la enfermedad y las actuaciones que se realizaron para intentar contrarrestarla:

 AlcaldeTorrelaguna 1   JUNTA SANIDAD 1    ENFRENTAMIENTO 1 
 En el primero de ellos, fechado en octubre de 1918, el Alcalde de Torrelaguna ordena que, tras haberle informado el médico de la localidad de la “existencia de la enfermedad epidemia de gripe”, durante dicha epidemia los cadáveres se lleven al cementerio por la vía más corta.

Vea el documento completo
  En el segundo, fechado en abril de 1919, el Alcalde de la localidad convoca a la Junta de Sanidad de la misma por haber protestado el vecindario sobre el acuerdo de trasladar a los cadáveres al cementerio por la vía más corta. Asimismo, en este documento, el Alcalde decreta que se derribe el cobertizo destinado a nichos en el cementerio a fin de utilizar su terreno para enterramientos de fallecidos por ser insuficiente el espacio en el mismo.

Vea el documento completo
   Finalmente, en un tercer documento se explica el enfrentamiento que se produjo entre las autoridades municipales y el párroco de la villa, por infringir este último la orden de conducir los cadáveres directamente desde la casa mortuoria al cementerio por la vía más corta y por dentro del casco de la población: en varios casos, los fallecidos fueron llevados a la puerta de la parroquia por la vía más larga, lo que dio lugar a quejas del vecindario.

Vea el documento completo

 

 

> Quioscos – bibliotecas en el Metropolitano Alfonso XIII de Madrid

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 1 de noviembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 1 de noviembre de 2018.


El contrato de Calpe y la sociedad mercaltil Juan Rochelt
El documento que presentamos es una copia del contrato entre la compañía anónima Calpe y la sociedad mercantil Juan Rochelt para instalar en las estaciones del Metro de Madrid quioscos – bibliotecas (1919). Forma parte del Fondo Nicolás María de Urgoiti y Achúcarro, empresario muy importante del primer tercio del siglo XX del que ya hemos hablado en otra ocasiones en esta sección. Entre otros negocios, fue el propietario de la editorial Calpe, creada en 1918 y fusionada en 1925 con Espasa, formando la tan conocida editorial Espasa – Calpe.

IMG 20190214 133747166 629
Copia del contrato entre la compañía anónima Calpe y la sociedad mercantil Juan Rochelt para instalar en las estaciones del Metro de Madrid quioscos – bibliotecas (1919).

Vea el documento completo

No queda claro si el contrato que se comenta se llegó a poner en práctica, pero su contenido resulta curioso y de gran interés. En ese momento, la sociedad Rochelt había recibido del Metro la concesión exclusiva para instalar y explotar en esas estaciones unos quioscos-librerías para la venta de periódicos, revistas, libros y otros artículos. Apenas un mes después, en noviembre de 1919, Rochelt acuerda transferir y conceder a Calpe el derecho de instalación y explotación de dichos quioscos bajo las siguientes condiciones: 

1º. Calpe podría instalar en cada una de las ocho estaciones inauguradas un armario – biblioteca y sus complementos para vender libros, impresos, diarios, revistas y publicaciones en general sin distinción de matices políticos, quedando sólo excluidos aquellos que ofendieran a la moral a juicio de Metro y aquellos cuya venta fuera prohibida por las autoridades gubernativas. También, podría vender álbumes de postales, postales sueltas, libretas, cuadernos, blocs y otros artículos análogos.

2º. Ambas empresas determinarían de común acuerdo los lugares preferentes y más adecuados para instalar los quioscos en cada estación teniendo en cuenta los más accesibles para el público y de más tránsito.

043952 001
1918. Metropolitano Alfonso XIII de Madrid. Obras del vestíbulo de la estación de la Glorieta de Bilbao. Fondo fotográfico Martín Santos Yubero.

3º. La venta de los productos debería hacerse únicamente en el propio quiosco o frente a ellos, quedando excluida la “venta en ambulancia” por la estación o la venta dentro de los coches del Metro. En compensación, se prohibiría cualquier tipo de venta ambulante por parte de otros particulares o empresas en cualquier punto de la estación.

4º. Los quioscos serían de madera, de acuerdo a un modelo que presentaría Calpe y que sería aprobado por Rochelt y el propio Metro. Los gastos de construcción los asumirían estos últimos, pero tendrían que ser adelantados por Calpe.

5º. Calpe pagaría la contribución industrial o de comercio que correspondiera a cada establecimiento.

6º. Metro autorizaría a Calpe y le daría los medios necesarios para que pudiera transportar gratuitamente en los vagones los diarios, revistas, libros y demás artículos de venta, siempre que ello no causara perjuicio ni al público ni a la compañía. Además, concedería un pase de libre circulación al director de Calpe y a dos inspectores de esa compañía.

7º. Metro suministraría gratuitamente a Calpe el fluido eléctrico del quiosco. En el caso de que Calpe decidiera aumentar el número de luces inicialmente establecido, su instalación y consumo correrían de su cuenta.

8º. Mientras los empleados de Calpe permanecieran en las estaciones estarían sujetos a los reglamentos y disposiciones generales de Metro, por lo que tendrían que obedecer las órdenes que les dieran los jefes o encargados de la línea. Cualquier falta cometida sería corregida por Calpe, pudiendo llegar a la destitución inmediata dependiendo de la gravedad de la misma.

9º. La concesión se acuerda por un período mínimo de cinco años a contar a partir del mes de enero de 1920. Pasado este tiempo, si Metro iniciara un nuevo concurso para adjudicar este servicio, se obligaba a dar preferencia a Calpe en caso de que hubiera igualdad de condiciones.

10º. La concesión se haría por un precio total de 10.000 pesetas al año en pagos de 5.000 pesetas cada seis meses.

11º. En el caso de que se hiciesen nuevas líneas y estaciones, se reservaría a Calpe la opción de disfrutar de esta concesión. Si sucediera eso, se incrementaría el precio fijado proporcionalmente al incremento del número de estaciones. 

Madrid Metro 1919.svg

Cien años de existencia
El Metropolitano Alfonso XIII de Madrid, conocido como 'Metro', inició su andadura en octubre de 1919 con la inauguración de ocho estaciones de la Línea 1 que cubrían el trayecto entre Sol y Cuatro Caminos con seis estaciones intermedias: Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), Chamberí (hoy sin circulación), Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía).

El nuevo medio de transpote tenía una longitud de unos 3,5 kilómetros y su trayecto duraba 10 minutos. El éxito del Metro fue tal que en su primer año de existencia fue usado por más de 14 millones de usuarios. Dos años más tarde, se inauguraría la primera ampliación hasta la estación de Atocha.

043952 006
1918. Metropolitano Alfonso XIII de Madrid. Túnel de la calle Fuencarral. Fondo fotográfico Martín Santos Yubero.

 

 

> El contrato de 'El Chiclanero'

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 25 de octubre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 25 de octubre de 2018.


Las condiciones que firmó para torear en Madrid
Esta semana ‘Documentos en la onda’ presenta el contrato firmado por el matador de toros José Redondo, conocido como ‘El Chiclanero’, con varios empresarios de la plaza de toros de Madrid en el que se acuerdan las condiciones en las que toreará en la capital. Se trata de una escritura notarial, fechada en 1845, que se conserva en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid.

800px-El Chiclanero
Retrato del matador José Redondo, 'El Chiclanero'.

Nacido en Chiclana de la frontera en 1818, José Redondo, ‘El Chiclanero’, fue un matador de toros que tuvo gran éxito en su profesión. Destacó en el arte del “volapié” (el momento de matar a los toros) y mantuvo una gran rivalidad con 'Cúchares', otro torero importante de esa época (tanto que de su apodo viene el denominar al toreo “el arte de Cúchares”).

Tuvo siempre una salud delicada y murió de tuberculosis en 1853, con tan sólo 34 años. Cuentan que falleció viendo pasar por la ventana al público que acudía a la plaza de toros a ver una corrida en la que él tenía que haber participado. A su entierro, acudieron miles de personas y su cortejo fúnebre estuvo encabezado por el Gobernador de Madrid y otros cargos institucionales.

La primera plaza fija de la capital
El contrato recoge las condiciones en las que 'El Chiclanero' habría de torear en la plaza de toros de Madrid, que en ese momento estaba en las inmediaciones de la Puerta de Alcalá en el espacio de las actuales calles de Claudio Coello y Conde de Aranda. Fue la primera plaza fija que se construyó en Madrid y llegó a tener un aforo de unas 12.000 personas. Se derribó en los años 70 del siglo XIX por la construcción del barrio del Marqués de Salamanca, trasladándose la plaza de toros a la zona que hoy en día ocupa el Palacio de los Deportes. Esta segunda plaza tampoco sería la definitiva de Madrid, ya que fue sustituida por la actual Plaza Monumental de Las Ventas, inaugurada a principios de los años 30 del siglo XX.

Madrid 1854- Vista aérea
Litografía de Alfred Guesdon, 1854. La Illustration (París).

Mucho esmero para el mejor lucimiento de las corridas
Entre las condiciones que se establecen en el contrato se determina que 'El Chiclanero' trabajaría “en regla y con el mayor esmero posible para el mejor lucimiento de las corridas” desde la Pascua de Resurrección de 1846 hasta el 31 de octubre de ese año. Sería la empresa la que determinaría los días en que se habían de realizar las funciones, el número de toros que se lidiarían en cada corrida y los matadores que intervendrían.

Se le concederían a 'El Chiclanero'“dos salidas para trabajar fuera de la Corte”, sin que en cada una pudiera faltar más que a una corrida ni reclamar dinero alguno por las que se celebraran durante su ausencia. Para ello, debía avisar al empresario con quince días de antelación.

003 629
Contrato por el que varios empresarios de la plaza de toros de Madrid y el matador de toros José Redondo “El Chiclanero” acuerdan las condiciones en las que el segundo toreará en Madrid (1845).

Vea el documento completo

El contrato también recoge que si resultara herido o lastimado durante una corrida por efecto de la lidia y permaneciera en la Corte, seguiría cobrando lo que le correspondiera hasta que se hubiera restablecido y estuviera en disposición de poder trabajar de nuevo. Para ello habría de ser reconocido por los facultativos de la empresa, que serían los que decidirían si podía trabajar o no. Una cuestión importante destacada en el documento es que, si continuara enfermo,sólo se le abonaría su haber hasta el 31 de octubre de 1846, fecha en que finalizaba el contrato. Si, pasada esta fecha, el matador siguiera sin restablecerse la empresa no le pagaría ninguna cantidad por ningún concepto y lo que costara la recuperación a partir de ese momento correría a cuenta suya.

Otro aspecto que se detalla en el contrato es el sueldo que cobraría el torero y se determina que serán 2.500 reales de vellón por cada corrida, que recibiría el segundo día después de verificada la función, corriendo la empresa con los gastos de desplazamiento, estimados en 2.000 reales (viaje de ida y vuelta).

006 629
Última página del contrato con las firmas de José Redondo, 'El Chiclanero'; de Julián Javier, en representación de los empresarios de la plaza de toros; y del notario.

En cuanto a la cuadrilla del maestro, el contrato estipula que podría traer dos banderilleros de Andalucía, que debían de ser útiles y capaces para desempeñar su oficio a satisfacción de la empresa. En caso de no ser así, ésta podía exigir al matador que los reemplazara por otros. Cada uno de ellos cobraría 400 reales de vellón por corrida y se les abonarían 1.000 reales por gastos de viaje de ida y vuelta. Se les autorizarían dos salidas para trabajar fuera de la Corte, en las mismas condiciones que el matador.

En caso de resultar heridos o lastimados, se les aplicarían las mismas circunstancias que al maestro que, por su parte, no podría reclamar nada a la empresa en el caso de que no fuese posible o no conviniese a la misma ejecutar las corridas ya anunciadas por trastornos políticos o circunstancias de cualquier clase. Igualmente, si las corridas no se pudiesen celebrar por mal tiempo, muerte del Rey o la Reina u otras causas imprevistas.

 

 

> El rey clemente que indultó a los contrabandistas

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 18 de octubre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 18 de octubre de 2018.


Un documento del fondo documental histórico del Archivo Municipal de Valdilecha
El documento que se presenta, fechado el 15 de enero de 1791, es una copia impresa dirigida a las autoridades del municipio madrileño de Valdilecha del Real Decreto de Carlos IV por el que el monarca concede indulto general del delito de contrabando. En las primeras líneas el Rey se lamenta de las muchas cuadrillas de contrabandistas y malhechores que vagan por todo el Reino, especialmente por Extremadura y Andalucía. Debido a los daños que causan al Estado, a la Hacienda y a la seguridad pública, el monarca ordena, como primera medida, que el ejército y la armada los persigan y apresen.

Carlos IV de rojo
Retrato de Carlos IV, por Francisco de Goya (1789).

Pero, unas líneas más adelante, recapacita, piensa en las familias de estas personas y, llevado por un sentimiento de clemencia y benignidad, decreta un indulto general del delito de contrabando dirigido a tres grupos de personas. Por un lado, a los contrabandistas que no hubieran cometido delito de homicidio, incluyéndose en este grupo los desertores del ejército y la armada.  Por otro, a los contrabandistas que hubieran cometido delito de homicidio no premeditado ni alevoso. En este caso, el homicidio se conmutaría por el delito de contrabando con la condición de que si estas personas reincidían y eran apresadas, desde el momento de su detención, sin examen o juicio alguno, serían condenadas a diez años en los presidios de África, Puerto Rico o Filipinas.

El tercer grupo de indultados serían los defraudadores que estuvieran en prisión, bien porque su causa estuviera pendiente de juzgarse, o bien porque la sentencia aún no se hubiera ejecutado. En este caso, se les pondría en libertad y se les aplicarían las condiciones del indulto. En caso de que estos defraudadores fueran soldados, volverían de inmediato a sus cuerpos militares para terminar de cumplir el tiempo de servicio militar que tuvieran establecido. 

INDULTO CONTRABANDO 001 629
Copia impresa dirigida a las autoridades de Valdilecha del Real Decreto de Carlos IV por el que concede indulto general del delito de contrabando (1791).
Vea el documento completo

La aplicación del indulto conllevaba una serie de obligaciones para los contrabandistas. El primer paso era entregar la mercancía. Así, en el plazo de un mes, si estaban en los territorios del Reino, o de dos meses, si estaban fueran de él, los contrabandistas debían presentarse a los Intendentes y Subdelegados de Rentas y entregarles el tabaco, las armas o cualquier otro género de comercio ilícito que tuvieran en ese momento. En caso de que no cumplieran este requisito, serían perseguidos por el ejército, por las autoridades judiciales y por los “Resguardos”, autoridades encargadas de custodiar un determinado paraje para evitar que se introdujera contrabando en él.

 

INDULTO CONTRABANDO 003 629
Página final del Real Decreto con la firma del notario, Juan Ignacio de Ortega, fechado el 15 de enero de 1791 en Alcalá de Henares.
contrabandistas

A continuación, los contrabandistas estaban obligados a tres cosas. La primera era entregar una fianza de 200 ducados, aunque el decreto deja la puerta abierta a que esto no se realice en caso de que se acredite no poder pagar esta cantidad. La segunda, retirarse a los pueblos donde tengan establecido su domicilio. Y, la tercera, dedicarse en adelante a un oficio o trabajo honesto para mantenerse.

A partir de ese momento, los contrabandistas no podían salir de los pueblos donde residieran. Si, por necesidad, tuvieran que ausentarse de su población, debían explicar a la Justicia las causas que lo justificaban. Si la Justicia entendía que estas razones eran legítimas, se les concedía una licencia por un tiempo determinado. Si no regresaban en el tiempo estipulado, se iniciaba una averiguación (investigación) para saber si había motivos para ello o si fueron a lugares sospechosos, recibiendo en este último caso un castigo por ello.

El documento también explica que la justicia de los pueblos donde residían tenía la obligación de vigilar su conducta, de modo que, si se detectaba que reincidían en el delito, se les apresaría, se reunirían todos los datos y serían enviados al Subdelegado de Rentas para que éste les enviara directamente a presidio. En el caso de que las autoridades judiciales no cumplieran con este deber de vigilancia, serían multados con 400 ducados la primera vez que se detectara y con 800 la segunda vez aplicándoles, a partir de ese momento, las penas que les pudiese corresponder. La autoridades judiciales serían también vigiladas por los Visitadores de la Renta del Tabaco y por los Cabos y Tenientes de las Rondas, que eran los encargados de comprobar que hacían su trabajo e informar sobre el cumplimiento del mismo.

Este Real Decreto finaliza explicando que el mismo debe estar “asentado” (inscrito) en los libros de cada Ayuntamiento, de modo que al inicio de cada año el escribano municipal debía leerlo para que las autoridades municipales conocieran su obligación y las multas a las que estarían sometidos en caso de incumplimiento. En caso de que el escribano no llevara a cabo esta lectura sería también castigado con una multa de 300 ducados.

Valdilecha
Plaza de Valdilecha, municipio madrileño al que corresponde el documento. Aquí se encuentra el ayuntamiento y una fuente muy especial que data del año 1870. Cuentan que la fuente del pilón fue hecha por D. Manuel Saturnino Almazán, un seminarista que llegó a ser alcalde y que fue bandolero bienhechor de los más pobres. Según la leyenda murió asesinado por su propia banda que operaba en los alrededores y por toda la comarca del Tajuña.

 

 

> El divorcio de la infanta Eulalia de Borbón

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 11 de octubre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 11 de octubre de 2018.


Un convenio que establece la 'separación de cuerpos'
El documento que se presenta, suscrito en París en el año 1900, forma parte de los fondos custodiados en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Se trata de un convenio suscrito entre la infanta María Eulalia de Borbón y Borbón (hija de Isabel II) y su esposo el también infante Antonio de Orleans y Borbón (hijo de la infanta Luisa Fernanda y, por tanto, primo carnal de su esposa) en el que se describen las condiciones en que se lleva a cabo la “separación de cuerpos” de ambos Infantes, que es como se denominaba la separación de cónyuges en un momento en el que no estaba reconocido el divorcio.

SEPARACIÓN CUERPOS 001 629
Convenio suscrito entre la Infanta María Eulalia de Borbón y Borbón y su esposo el Infante Antonio de Orleans y Borbón en el que se establecen las condiciones de su “separación de cuerpos” (1900).

Vea el documento completo (traducción al español y original en francés)
SEPARACIÓN CUERPOS 004 350
Firmas de la infanta y su marido en el convenio.

Este convenio resulta muy interesante porque trata de la separación de un miembro de la realeza, algo atípico en aquel momento, y también por la propia personalidad de la Infanta Eulalia, una mujer muy adelantada a su tiempo, incansable viajera y escritora. De hecho, tras su separación, escribió y publicó varias obras: “Al filo de la vida”, “La vida en la Corte desde dentro”, “Cortes y países después de la guerra”, “Cartas a Isabel II (mis viajes a Cuba y Estados Unidos)” y sus “Memorias”.

La benjamina de la familia
La infanta María Eulalia era la hija menor de la reina Isabel II y don Francisco de Asís Borbón, hermana, por tanto, de Alfonso XII. Cuando tenía sólo cuatro años de edad, partió al exilio en París junto a su madre, que había sido destronada por la Revolución de 1868. Se casó en 1886, con 22 años, contra su voluntad y por razones de Estado, con su primo carnal, el infante Antonio de Orleans y Borbón. Fue una boda un tanto “especial”, ya que los asistentes a la misma en la capilla del Palacio Real iban de riguroso luto, ya que acababa de fallecer Alfonso XII.

El matrimonio fue un desastre y la separación de los cónyuges se plantea, tal como consta en el documento, el 31 de mayo de 1900, después de mucho insistir la Infanta en ello, a pesar de las negativas de su familia y del gobierno. El convenio está redactado en francés y, como ambos residían en París, el documento se presenta ante el cónsul de España en esta ciudad, ya que esta figura es la que ejerce de notario en los distintos consulados españoles. El convenio recoge las condiciones de la separación del matrimonio, entre ellas que los esposos acuerdan vivir separadamente a partir de ese momento, teniendo habitaciones y personal de servicio distintos. Mientras que el infante Antonio fija su residencia principal en París, la infanta María Eulalia afirma que su residencia principal se encontrará en España. En todo caso, ambos acuerdan informar al otro si deciden cambiar su lugar de residencia.

d7546b585f2b6570021c22358082f771
Eulalia de Borbón y Antonio de Orleans.

Cada uno de los cónyuges acepta asumir por su cuenta los gastos que se deriven de su alimentación, el alquiler de sus habitaciones, el salario de las personas de su servicio y el sostenimiento de sus casas separadas. Los efectos públicos y valores constitutivos de la dote de la Infanta serán asegurados y depositados a su nombre en la banca Rothschild en París. El total de esos valores ascendía a 2.228.631 francos, obteniendo la Infanta el disfrute y libre administración de las rentas que ese capital produjera a partir de ese momento. 

Ambos Infantes acuerdan también que, en el momento en que se disuelva su matrimonio, liquidarán de acuerdo a las reglas del derecho civil español la sociedad de gananciales que formaron cuando se casaron. El Infante disfrutará en exclusiva de una serie de rentas que, durante su matrimonio, habían sido comunes. En compensación, le entregará a la Infanta la suma de 20.000 francos. Si las rentas disminuyeran, también se reducirá proporcionalmente la cantidad a compensar a la Infanta.

Por otro lado, determinan que la custodia de los dos hijos nacidos del matrimonio (los Infantes Luis Fernando y Alfonso de Orleans y Borbón) “pertenecerá a título igual a su padre y a su madre”. En todo caso, el convenio especifica que el infante Antonio “no podrá tomar ninguna medida relativa a la salud, educación y lugar de residencia de los dos infantes ni sobre la designación de las personas de su servicio sin haberse puesto de acuerdo con S.A.R. la Infanta Doña Eulalia”.

Eulalia of spain 629
La infanta Eulalia en el centro de la foto junto a su marido, el infante Antonio de Orleans, duque de Galliera. Detrás de ellos, Alejandro Rodríguez Arias (Capitán General y Gobernador de la isla de Cuba), en la visita que hizo la infanta a La Habana, en mayo de 1893.
Homocrónicas - Borbones malditos 2 0067 red
Eulalia de Borbón con sus hijos Alfonso (izda.) y Luis Fernando (dcha.)

Ambos cónyuges deciden que, por el momento, los hijos permanecerán en el Beaumont College de Inglaterra. Las vacaciones de los niños serán “divididas en dos partes iguales, una mitad para su padre y una mitad para su madre”. Igualmente, las salidas y entradas al colegio también se alternarán entre los dos progenitores “a fin de mantener la más perfecta igualdad en los derechos de cada uno de los esposos”. En todo caso, como curiosidad, los cónyuges se comprometen a no tener a su lado a persona alguna extraña a su familia mientras estén en el período de tiempo en que les pertenece la custodia de los hijos.

Se fija la cantidad de 17.000 francos anuales como cantidad necesaria para afrontar la educación y cuidado de cada uno de los hijos. Además, los padres recibirán 50 francos diarios por cada hijo durante el tiempo que éstos pasen en casa de cada uno de ellos para “atender a los gastos inherentes a estas estancias”.

En caso de que ambas partes no se pusiesen de acuerdo en algunos de los puntos del convenio o surgieran conflictos o dificultades, el documento remite a unas personas que habrán de mediar entre ellos como árbitros amigables componedores y decidirán lo que mejor convenga, debiendo los Infantes acatar su decisión. Esos mediadores son Práxedes Mateo Sagasta y Juan de Zavala y Guzmán (Duque de Nájera).

Los gastos del convenio y los honorarios de los árbitros serán satisfechos "por mitad por cada uno de los esposos".

 

 

> Carta secretas de Baltasara al marido de la Reina

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 3 de octubre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 3 de octubre de 2018.


Forman parte del Fondo Juan Donoso Cortés
'Documentos en la onda' nos trae esta semana las cartas privadas y secretas que la Reina regente Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias enviaba a su segundo esposo, Agustín Muñoz, que había fijado su residencia en Francia para acallar los rumores y críticas entorno al matrimonio morganático que habían contraído. Estas cartas, fechadas entre 1839 y 1840, forman parte del Fondo Juan Donoso Cortés, personaje que ocupó diversos cargos, entre ellos el de secretario particular de la Reina regente. Las cartas se encuentran dentro de una carpeta denominada Papeles importantes. Papeles que se deben consultar para la historia. Se cree que le fueron entregadas como fuente de información para que Donoso Cortés pudiera escribir una historia de la Regencia de Mª Cristina, pero murió antes de terminar la obra y los documentos quedaron dentro de su testamentaría.

IMG 2420 629
En estas cartas la Reina muestra su lado más humano y personal interesándose por la salud de su esposo y por temas cotidianos relacionados con sus hijos, que se encuentran en París junto a Agustín Muñoz.
 
 IMG 2425 400    IMG 2426 400

Un matrimonio morganático con ocho hijos
Mª Cristina de Borbón–Dos Sicilias fue la cuarta y última esposa de Fernando VII y madre de Isabel II. Al morir el Rey, en 1833, asumió la Regencia del Reino, dado que Isabel II tenía en ese momento sólo tres años de edad. A los tres meses del fallecimiento de Fernando VII, contrajo matrimonio morganático con Agustín Muñoz, militar de la Guardia de Corps de Palacio.

 Marie-Christine de Bourbon-Siciles Reine dEspagne     Agustín Fernando Muñoz Sánchez duque de Riánsares
Retrato de María Cristina de Borbón–Dos Sicilias por Franz Xaver Winterhalter realizado en París en 1841. A la derecha su esposo, Agustín Fernando Muñoz y de Borbón, duque de Riánsares.

El enlace se intentó mantener en secreto ya que, de haberse sabido, María Cristina hubiera perdido la Regencia y todos sus títulos. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, siempre hubo rumores de este matrimonio, especialmente durante la época de los cinco embarazos que la Reina tuvo durante la Regencia hasta 1840 y que trató de ocultar utilizando vestidos muy amplios. Al nacer, los niños eran bautizados y enviados a Francia, donde eran atendidos por el propio Agustín Muñoz y personal de confianza. En 1840, la Reina tuvo que ceder la Regencia al General Espartero, marchándose a continuación al exilio a París, donde se reunió con su marido y sus hijos y donde nacerían tres hijos más. El matrimonio fue legitimado por el Papa en Roma y, posteriormente, siendo ya reina Isabel II, se celebró una nueva boda oficial.

IMG 2431 629
En estas cartas, María Cristina nunca se dirigía a su marido por su nombre y se entregaban en mano por personas de confianza de los cónyuges.
 IMG 2429 400    IMG 2430 500
 

¿Quién era Baltasara?
En estas cartas, María Cristina nunca se dirigía a su marido por su nombre y se entregaban en mano por personas de confianza de los cónyuges, aunque no siempre se enviaban y recibían con la regularidad que ellos deseaban. Para saber las que llegaban, los esposos numeraban las cartas. Ello permitía a la Reina indicar a su marido cuáles había recibido y cuáles le faltaban.

Sin embargo, el dato más curioso de esta correpondencia es que las misivas no aparecen firmadas con el nombre de la Reina, sino como Baltasara, que es uno de los nombres tradicionales que llevan gran parte de las mujeres de la Casa de Borbón. De ese modo, se intentaba mantener el anonimato y el secreto de quién era la persona que escribía las misivas, por si las cartas caían en manos de personas extrañas.

Firma Baltasara 629
Quizás, el dato más curioso de esta correpondencia es que las misivas no aparecen firmadas con el nombre de la Reina, sino como Baltasara.

Estas cartas son un testimonio histórico de primera magnitud y ofrecen información valiosísima desde dos puntos de vista. Desde la perspectiva política, la Reina le cuenta a su marido los acontecimientos convulsos de aquellos años: los problemas que hay en los partidos políticos, los enfrentamientos que llevan a la disolución de las Cortes, los nombramientos de ministros como Narváez, los problemas con Espartero (que acabará asumiendo la Regencia y expulsando a la Reina Gobernadora de España) o los problemas con los carlistas. Lo curioso es que Mª Cristina relata estos acontecimientos hablando de la Reina en tercera persona, como si la monarca y la redactora de las cartas fueran dos personas distintas.

IMG 2435 629

El lado más humano de la Reina
Pero, quizás, lo más destacado sea el lado personal de las cartas, donde la Reina sí escribe en primera persona a su marido, pero sin identificarse como la monarca, y permiten conocer a la persona que está detrás del cargo, los sentimientos personales y profundos de la Reina hacia su marido, su preocupación constante por él y por sus hijos, a los que llama “pichones” y “alhajas” y su interés por las cosas domésticas que les ocurrían. Las cartas comienzan con apelativos como “consuelo mío”, “amor mío” o “vida mía” y terminan con despedidas tan cariñosas como: “Toma mil mil mil besos, adiós, tu Baltasara”; "Adiós, querido mío, da muchos besos a nuestras alhajas, salúdame a todos y recibe tú, amor mío, millones de millones de abrazos de tu Baltasara”; o “Cuídame los pichones mucho, dales muchos besos y toma tú tantos millones de ellos como letras hay en esta carta, adiós consuelo mío, adiós, toma otro beso de tu Baltasara”.

IMG 2433 629
Las cartas están escritas en un papel muy delicado que puede estar adornado con orlas, pequeñas ilustraciones de animales y personajes bucólicos o de ciudades y también hay algunas en color.
 IMG 2434 400    IMG 2432 400
 

La Reina gobernadora hace todo tipo de preguntas y se preocupa por todo lo que ocurre a su familia, hasta los detalles más pequeños. Es una mujer profundamente enamorada de su marido, al que continuamente da muestras de su amor y cariño, y se angustia cuando éste le dice que se encuentra enfermo, hasta el punto de decirle en una carta que le dan ganas de ponerse ella también mala hasta que se recupere. Le insiste en que haga todo lo que le dice el médico y le informa de que su propio médico le recomienda que no tome agua de flores de malva porque debilita y afloja el estómago.

Es también una madre que, desde la distancia, se preocupa por todos sus niños. En el momento en que escribe las cartas, está embarazada de su quinto hijo con Agustín Fernando Muñoz y en alguna de las cartas le dice a su marido que “el bulto está bien”. Aconseja y tranquiliza a su esposo en temas infantiles. Así, por ejemplo, le dice que no pasa nada porque uno de los hijos esté “acalorado”, ya que eso se debe a que le están saliendo los dientes. En otras cartas, se preocupa porque otro de los niños todavía no habla e insiste en preguntar si ni siquiera dice media palabra. En otras, explica a su marido qué tipo de zapatos deben llevar los niños según la época del año en que se encuentren (zapatos de piel para el paseo; zapatos de merino forrados de franela para el invierno; para medio tiempo, sin el forro; de piqué para el verano).

El Fondo Juan Donoso Cortés, al que pertencen estas misivas, puede ser consultado en su integridad a través del Portal de Archivos de la Comunidad de Madrid o directamente en su 'Buscador de documentos y archivos'. Este fondo esta totalmente digitalizado, por lo que puede accederse a la lectura íntegra de cualquiera de estas cartas.

 

 

> Menús elegantes del siglo pasado

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 26 de septiembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 26 de septiembre de 2018.


Los menús de Nicolás de Urgoiti
'Documentos en la onda' presenta cinco documentos que contienen los menús de diferentes restaurantes ubicados en Madrid, Barcelona, París y Burdeos. En todos los casos se trata de establecimientos frecuentados por las clases más altas y sus menús son de gran calidad gastronómica. La mayor parte de ellos forman parte del Fondo Nicolás Mª de Urgoiti y Achúcarro, empresario polifacético de extraordinaria importancia durante el primer tercio del siglo XX que se dedicó, entre otras actividades, a la industria papelera, siendo el gran impulsor de la misma en España y el fundador del periódico El Sol.

En concreto, el primer documento que se muestra es el menú de la comida que tuvo lugar en el restaurante Maison Dorée de Barcelona el 14 de febrero de 1914, restaurante que estuvo abierto hasta 1918 y que destacó por su decoración modernista y por ser un lugar de encuentro y tertulia de intelectuales, artistas y burguesía. El menú está redactado íntegramente en francés, algo muy elegante en aquella época, en una tarjeta de cartulina rectangular beis y muestra como decoración en su parte izquierda una pequeña cadena de la que pende una herradura de caballo.

 Maison Doree 1 300     Maison Doree 2 300
Menú de la Maison Dorèe servido en Barcelona el 14 de febrero de 1914. En la parte posterior encontramos las firmas de algunos de los comensales que acompañaron a Nicolás de Urgoiti en este banquete.

El menú, servido en la Maison Dorèe, comenzaba con la degustación de ostras verdes de Marennes. Estos moluscos presentan un color muy característico que reciben de una pequeña alga que se da en esta zona, llamada navícula azul. A continuación se sirvieron entremeses variados y un consomé a las perlas. Después una lubina con salsa Riche, que es un acompañamiento que suele servirse con los pescados. Se hace con vino blanco Sauterne o vino del Rhin, caldo de pescado sustancioso, mondaduras de setas frescas y limpias, trufas, manteca, harina, caldo de cocer ostras o almejas, yemas de huevo, zumo de limón, nata, sal y un pequeño detalle de pimienta cayena. Es, como se observa, una salsa muy elaborada, que incluye varias cocciones y batidos. A continuación se sirvió Punch de Grand Marnier, un cóctel al que se añade zumo de naranja, zumo de limón, zumo de piña y almíbar. Los siguientes platos fueron paté de Italia a la jalea; capón de Prat a la broché, que se presentaba envuelto en hojaldre y acompañado de salsa de oporto y trufa; y helado, pasteles y cestas de frutas. Los vinos que acompañaron a este menú fueron: vino dulce Sauternes, Rioja Claret, Diamante y champán Pommery Greno helado. 

 1910-Antiguo-cafe-restaurante-Maison     MaisonDoree-Barcelona 1903
Exteriores y detalle de uno de los salones de la Maison Dorèe. Este restaurante, ubicado en la plaza de Cataluña de Barcelona, funcionó de 1897 a 1918. Destacaba por su decoración, de inspiración modernista, y por ser lugar de encuentro y tertulia de intelectuales, artistas y burguesía barcelonesa de la época.

El segundo documento es el menú de la comida que tuvo lugar en el restaurante Tournié de Madrid el 12 de abril de 1920. Es una tarjeta rectangular, también de color beis, muy pequeña, sin ninguna decoración y, como en el caso anterior, el menú está redactado en francés: 

 Tournie 1          

MENÚ DEL RESTAURANTE TOURNIÉ
- Entremeses variados.
- Crema velouté a la Reina. (Su nombre parece que proviene de la Reina Margot de Valois, muy aficionada a él. Se prepara con pechugas de pollo o gallina, cebolla, zanahorias, repollo, nata, sal y pimienta). 
- Langostinos a la bellavista. 
- Mosaico de silla de ternera. (Se refiere a un corte de la carne denominado “silla de ternera” que es el costillar con el lomo en su conjunto. El término mosaico puede referirse a que se cocinaban varios filetes finos y, entre ellos, se ponía algún tipo de guarnición). 
- Foie-gras a lo Víctor Hugo. 
- Pularda a la bróche. 
- Ensalada japonesa. 
- Bombe glacée Salambó. (El término “bombe glacée” se refiere a un postre helado en molde esférico. El término “Salambó” define al postre, que se elabora con crema pastelera, pasta choux y un helado hecho con clara de huevo, azúcar glacé, zumo de limón, colorante verde, fideos de chocolate y fondant blanco). 
- Pastel, pajitas a la parmesana, golosinas y postres. 
- Vinos: Heredia blanco, Marqués de Riscal y champán Piper Heidsieck. 

Restaurante Tournié
Esta es una de las pocas imágenes que se conservan de este restaurante. Se trata del almuerzo de boda del torero 'Regaterín'. 
Menú servido en el restaurante Tournié de Marid el 12 de abril de 1920.    

Urgoiti fue un viajero incansable que recorrió gran parte de Europa y América. Como recuerdo de una de sus estancias en Burdeos (Francia), se conserva un pequeño libreto fechado en mayo de 1928 en el que se relacionan todos los vinos que se servían en el Hotel-Restaurante Chapon-Fin de esta ciudad, fundado en 1800 y que hoy día sigue funcionando.

Chapon 1 Contraportada y portada del libreto que Nicolás Urgoiti guardó como recuerdo de su estancia en Burdeos en 1928.

097-Chapon

El restaurante fue fundado en 1800.

le-chapon-fin-salle-du-restaurant-df5ca El Chapon – Fin sigue funcionando en la actualidad.

CURIOSIDADES DEL LIBRETO DE VINOS DEL CHAPON – FIN

- El vino tinto en botella más antiguo que servían en ese momento era del año 1887 y costaba 70 francos. 
- El vino blanco en botella más antiguo era de 1869 y costaba 150 francos. 
- En la contraportada del libreto se explica que el hotel está completamente transformado, que tiene “confort moderno”, que todas las habitaciones disponen de agua caliente y fría, que hay calefacción central, y que dispone de ascensor eléctrico.

El cuarto documento es el menú del almuerzo celebrado con motivo de las bodas de oro de Nicolás de Urgoiti y su esposa. Tuvo lugar en Madrid el 9 de febrero de 1943 y, aunque el documento no indica en qué restaurante, sabemos que fue en Lhardy por la imagen que se conserva del Fondo fotográfico Martín Santos Yubero en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Se ha destacado este documento porque, dada la época en la que se produce, en plena posguerra, el almuerzo, aún siendo de gran riqueza, no tiene el glamour de los menús anteriores y está redactado en castellano: 

Bodas de oro

Menú del banquete de celebración de las bodas de oro de Nicolás de Urgoiti y su esposa celebrado el 9 de febrero de 1943 en el restaurante Lhardy de Madrid.

ES28079ARCM 167 000116345 00005 629

Fotografía perteneciente al Fondo Nicolás María de Urgoiti y Achúcarro que recoge la celebración de las bodas de oro del matrimonio Urgoiti, rodeados de sus hijos y nietos, el 9 de febrero de 1943 en el restaurante Lhardy de Madrid.

 

Banquete de gala para el Presidente de la Nación Argentina
El quinto documento es el menú del banquete de gala que ofreció el Alcalde de Madrid, José Finat y Escrivá de Romaní, Conde de Mayalde, al Presidente de la Nación Argentina, Arturo Frondizi, el 8 de julio de 1960, en los Jardines de Cecilio Rodríguez de El Retiro. 

MENÚ DEL BANQUETE DE GALA
- Sopa clara de tortuga fría. Esta sopa suele servirse en cenas de gala y hay muchas formas de prepararla. Está considerada un lujo y una delicia. 
- Timbal de bogavante del Cantábrico con arroz Pilaff. También se llama arroz turco. Es el que más se sirve como guarnición y se elabora con arroz redondo, mantequilla, cebolla, laurel, tomillo, perejil y sal. 
- Silla de ternera de Ávila Souvaroff con guisantes de yema dulce. Se cocina con foie fresco, trufa, oporto, coñac, caldo, sal y pimienta. 
- Peras de Puigcerdá al caramelo. 
- Crema de helado perfumada al licor de cerezas. 
- Pestiños madrileños. 
- Café.

El menú, muy sobrio y elegante, incluye el programa del concierto que interpretó la Banda Municipal de Madrid bajo la dirección del Maestro Arámbarri:

- “Rondalla” de Gómez.
- “Huella y gato” de Aguirre.
- “Pan y toros” de Barbieri.
- “Madrid” de Villa.
- “El Ombú” de Gaito.
- “La del manojo de rosas” de Sorozábal.
- “Las golondrinas” de Usandizaga.

Como curiosidad y reflejo de una época, en la contraportada del menú se inserta una nota en la que se explica que el Obispo de Madrid-Alcalá ha otorgado dispensa de la ley de abstinencia para esta cena a todos los católicos que no gocen de los privilegios de la bula.

022069 177 Los invitados leyendo el menú de este banquete de gala.
022069 181 Arturo Frondizi en su discurso de agradecimiento.
022069 178 Vista general del salón donde se celebró este banquete de gala. Todas las imágenes pertenecen al Fondo fotográfico Martín Santos Yubero, custodiado en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

 

 

> Un invento español que mejoraba el submarino

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 19 de septiembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 19 de septiembre de 2018.

El generador de aire de Adrián Álvarez
'Documentos en la onda' presenta el expediente, fechado entre los años 30 y 40 del siglo XX, de un invento español que pudo haber tenido gran éxito pero que, por razones desconocidas, no prosperó. Se trata de un generador de aire para submarinos, creado y patentado por el palentino Adrián Álvarez Ruiz, que fue Jefe de Talleres de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA).

Parece que, además de ser un ávido lector de Julio Verne, Adrián era un hombre ingenioso y muy mañoso. Esas cualidades le llevaron a crear un aparato que permitía generar aire dentro de un espacio hermético y sumergido por tiempo indefinido. Utilizando agua, consiguió inventar un sistema que creaba oxígeno al tiempo que expulsaba el dióxido de carbono que se produce al respirar. La cantidad de aire que se producía era proporcional a la capacidad del espacio en el que estaban las personas.

042374 001 El Fondo fotográfico Martín Santos Yubero cuenta con imágenes como esta, tomada en el lago de la Casa de Campo durante la realización de las segundas pruebas con este invento, el 30 de octubre de 1932.
planos fig 1y2 300
planos fig 3y4 300
plano 629 Diferentes planos realizados por el inventor.

Los documentos que se conservan en el Archivo Regional reflejan que se realizaron varias pruebas de este invento. Las primeras, de las que no hay constancia documental, se realizaron en Madrid en 1932. Las segundas se llevaron a cabo el 30 de octubre de 1932 en el lago de la Casa de Campo de Madrid y fueron anunciadas por el periódico 'Ahora' en un artículo en el que se comentan los beneficios del invento y se detalla que el tanque que se iba a utilizar había sido construido por dos compañías ferroviarias.

Las pruebas propiamente dichas se describen en un "acta de presencia" de las mismas que firmaron el Concejal Delegado de Vías y Obras y dos técnicos municipales. En este acta, se detalla que las tres personas mencionadas formaban una comisión nombrada por el Alcalde de Madrid para que emitieran un dictamen sobre el invento. El documento explica que el inventor permaneció más de cinco horas sumergido en el lago en un tanque hermético sin más aire que el creado por su aparato. Durante todo el tiempo que duró la prueba, Adrián lanzó a la superficie mensajes guardados en bolsitas de celuloide, también inventadas por él, a modo de prueba de vida en los que enviaba saludos a las autoridades. El acta también explica que al salir, una vez finalizada la prueba, Adrián estaba bien de salud y no mostraba señales de fatiga. A la vista de los resultados, la comisión reconoció que el invento era digno de elogio y merecedor de protección económica oficial y recomendó que se realizaran pruebas de investigación más completas en centros oficiales. Por deseo expreso del inventor, el acta no detalla las características técnicas del invento, ya que Adrián quería guardar el secreto técnico del mismo hasta el momento que él considerase más conveniente.

noticia prensa 2 Noticia aparecida en el periódico 'Ahora' donde se comentan los beneficios del invento.

Las terceras pruebas se realizaron en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona, en enero de 1933. En el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, se conserva una factura por importe de 24 pesetas en concepto de recogida y transporte del invento a la Ciudad Condal y un recorte de periódico donde se anuncia esta prueba y se comenta la realizada meses antes en la Casa de Campo de Madrid.

factura Factura en concepto de recogida y transporte del invento a Barcelona y recorte de periódico donde se anuncia esta prueba y se comenta la realizada en la Casa de Campo de Madrid.

Las últimas pruebas se llevaron a cabo en Cartagena, en marzo y abril de 1935. El expediente contiene el pasaporte que expidió el Contralmirante Jefe de la Jurisdicción Gubernativa de Madrid para realizar el viaje Madrid – Cartagena – Madrid por ferrocarril para realizar experimentos prácticos con el fin de determinar si el invento era o no aplicable a los submarinos. También, se conservan diversos documentos del Registro de la Propiedad Industrial y de la Delegación de Industria que prueban que el invento fue patentado en varias ocasiones, algo que también se recoge en un apunte manuscrito que el propio Adrián hizo en un dibujo de su invento que no tiene fecha. Gracias a ello, sabemos que la patente principal se hizo en agosto de 1931 y que en 1933 se añadieron varias patentes de adición por mejoras en la patente principal. Además, permiten conocer que el invento se patentó en Francia en mayo de 1934 y en Inglaterra en junio de 1934. En este último caso, se conserva en el expediente una carta original redactada en inglés en la que la Oficina de Patentes de Londres informa a Adrián del registro de su invento.

patente extranjera 1934 Carta original en la que la Oficina de Patentes de Londres informa a Adrián del registro de su invento.

Las patentes extranjeras reflejan que el invento tuvo repercusión internacional. No se puede olvidar la época en la que estamos, a pocos años de comenzar la Segunda Guerra Mundial, en la que los submarinos desempeñaron un importante papel. De hecho, el expediente también incluye una hoja de una revista alemana fechada en enero de 1933 en la que se habla del invento y contiene un apunte firmado por el inventor en el que se explica que el texto y las fotos se corresponden a las pruebas de 1932.

prensa extrajera

Se desconoce que pudo pasar a partir de ese momento, pero la realidad es que el invento no se materializó. Lo último que contiene el expediente son dos documentos fechados en 1947 y 1949 en los que, a solicitud del inventor, el Ayuntamiento de Madrid le informa que el tanque sumergible utilizado en las pruebas no se encontraba en el fondo del lago de la Casa de Campo. De hecho, tras la Guerra Civil, el lago quedó seco y se pudo ver que no había nada en él.

 

 

> Recetas y remedios caseros del siglo XVIII

Emisora: Onda Madrid
Programa: Dos hasta las dos
Fecha: 12 de septiembre de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Dos hasta las dos', 12 de septiembre de 2018.


Medicina casera para curar los males
En esta ocasión, se comentan tres documentos fechados en la segunda mitad del siglo XVIII, pertenecientes a la testamentaría de Rosa Mª de Castro y Centurión, Marquesa viuda de Aytona y Condesa de Lemos, en los que se encuentran recetas de medicinas y remedios caseros para curar algunos males y enfermedades. 

El primero de ellos recoge una “receta especial para la gota, el reumatismo y otros muchos males”. El remedio se debía preparar en una redoma de vidrio, parecido a los utensilios de laboratorio que tienen una base ancha que se va estrechando, y las medidas se hacían en cuartillos que, más o menos, equivalen a medio litro.

2017120322310017064

El primer paso era mezclar 1 cuartillo de aguardiente de cabeza (el primero que sale de la destilación de cada calderada); 1,5 onzas de mirra (más o menos, 43 gramos); y 1 onza de acíbar, también conocido como aloe (más o menos, 29 gramos).

Una vez mezclados los tres elementos, se envolvían y aplastaban hasta que quedara una masa con granos gruesos. En ese momento, se le añadía media onza de opio muy menudo (14,5 gramos) y 2 adames de azafrán muy menudo también (1,80 gramos).

Se introducía todo en la redoma, se tapaba, se batía muy bien y se dejaba reposar hasta el día siguiente. Pasado este tiempo, la redoma se calentaba al baño María y se dejaba reposar dos horas. A continuación, se sacaba de la redoma la cantidad que se necesitaba para cada uso, teniendo especial cuidado de no echar de nuevo en el recipiente la cantidad que hubiera sobrado.

reumatismo 629 Vea el documento completo

El ungüento se aplicaba con la mano en la parte dolorida y después se cubría con un paño delgado usado que no fuera de algodón y que, previamente, también se había mojado con el ungüento. A continuación, si era posible, se vendaba la zona dolorida con tiras mojadas en el ungüento, procurando que no quedara ni flojo ni apretado.

Esta operación se tenía que repetir dos horas antes de la comida y dos horas después de comer. Si después de dos o tres veces no se notaba mejoría, el médico podía incrementar la dosis de opio dependiendo de la complexión del enfermo.

Como todas las medicinas, había que seguir ciertas precauciones, tales como que nunca se podía aplicar caliente o que no era compatible con el uso de otros remedios. Pero, el documento dice que, si se hacía todo bien, el ungüento se podía conservar años en la redoma.

Cómo hacer una muñequilla para los ojos

El segundo documento explica cómo hacer una muñequilla para los ojos. La base principal de esta receta es la zabila o aloe vera a la que se quita la parte externa verde, se corta en rebanadas delgadas y se ponen en agua durante 24 horas para desflemar, debiendo cambiarse el agua cada hora. Pasado este tiempo, no debe quedar baba y los dedos deben rechinar.

Por otro lado, es necesario moler mucho y por separado los otros dos componentes: cardenillo (pátina verdosa o azulada que se forma sobre superficies de cobre y gran fungicida) y azúcar candi (azúcar blanco con aspecto de cristal).

Hecho esto, se extienden en tiras de lienzo que haya servido a hombre, a modo de capas de lasaña: en una, el cardenillo y el azúcar candi; en otra, la zabila; hasta formar una muñequilla del tamaño de una nuez. Se introduce en un recipiente de vidrio con agua para que estén frescas y se aplican en los ojos sin calentar el agua.

 

Remedio para curar la pena

Finalmente, el tercer documento es una carta del capellán Domingo Barela en la que explica un remedio para curar la calentura y el desánimo después del fallecimiento de un ser querido. Se trata de un documento muy curioso por su forma de redacción. 

carta capellán Vea el documento completo

TRANSCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO

“Muy señor mío y mi señor. No uso de cumplimentos por llegar a contar mi cuento. Estando en Orán de guarnición con mi regimiento, tuve la noticia de haberse muerto en Ceuta un hermano mío sacerdote a quien yo quería más que a hermano, por lo que la pesadumbre que tuve fue mayor. Tanto, que me quitó después las ganas de comer y me fui poniendo flaco y después una calentura lenta, que caminaba a estar ético [consumido]. De esta suerte estuve algún tiempo, poniéndome peor cada día, hasta que (bendito Dios), estando en casa de mi coronel una noche, y refiriendo mis males mi coronela a otras mujeres que estaban de visita, respondió una de ellas que peor había estado ella, y hecha un esqueleto, casi ética, consumada, y que ahora bien la veían como estaba, gorda, rolliza, colorada, etc. Preguntósele el modo de haberse puesto buena y dijo le habían aconsejado comprase dos cuartos de alquitira [planta de la familia del cactus] y dos cuartos de agua rosada [agua de rosas], y echase en infusión la alquitira y, cuando estuviese deshecha, mojase un pañito angosto de 2 o 3 dedos y que llegase desde la nuca a la rabadilla, y así mojado lo pusiese en la canal de la espalda, y que cuando estuviese el pañito seco, se volviese a mojar y vuelto a poner. Pero con advertencia que si el pecho se enfriase de modo que diera tos, se suspendiera el remedio hasta tanto que volviera a su ser el pecho. Así dijo que lo había ejecutado y que en cuatro o seis días se le había quitado la calentura, teniendo apetito, y se había puesto de la suerte que la veíamos, buena y gorda, etc. Yo que oí semejantes razones, me fui corriendo a casa y puse en ejecución todo lo que había oído. Y a los dos días que tenía puesta la lista de lienzo (que discurro no sería fino porque nunca he gastado ropa fina) suspendí el remedio porque conocí el pecho demasiado frío y que amenazaba la tos. Y pasados cuatro días volví a ponerlo otros dos días, que bastó para conocer que estaba bueno y nunca más volví a tener semejante calentura, pues este remedio la quita aunque esté en los huesos.
Yo me alegraré que aproveche también este remedio a quien necesite usar de él.
La cantidad del agua y alquitira que yo puse fue de dos cuartos de cada cosa, que no llegó a llenarse una jícara [taza para el chocolate], pues la cantidad no es lo más, sino la cualidad, y siendo remedio exterior no hay que recelar.
Vuestra Señoría mande otra cosa, pues no deseo sino tener en qué servirle y que Vuestra Señoría no me tenga ocioso.
El señor conde, mi señora la condesa y más señores agradecen las expresiones que Vuestra Señoría les hacen y las vuelven mucho más grandes.
Nuestro Señor guarde a Vuestra Señoría muchos años. Madrid y mayo 1º de 1757. Besa las manos de Vuestra Señoría su más rendido capellán y afecto servidor, Domingo Barela”.

 

 

> La 'Quinta del Sordo' y las 'pinturas negras'

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 10 de julio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 10 de julio de 2018.


Escrituras notariales fechadas entre 1819 y 1854
Los documentos que se presentan, custodiados en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, están fechados entre 1819 y 1854. Poseen un gran valor histórico, pues representan uno de los pocos vestigios que quedan de la casa palacio en la que vivió Francisco de Goya desde 1811 hasta 1823, a la que se denominó 'Quinta del Sordo' y de las 'pinturas negras' con las que decoró parte de sus estancias. 

DOCUMENTOS GOYA 011 629 Las escrituras notariales sobre la 'Quinta del Sordo' y las 'pinturas negras' con las que se decoraron algunas de las estancias de esta casa palacio forman parte de los fondos custodiados en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid.

La primera escritura se fecha en 1819, momento en el que Francisco de Goya compra a Pedro Marcelino Blanco una casa situada pasado el puente de Segovia, en el camino de la Ermita de San Isidro, en el llamado Cerro Bermejo, en el actual término de Carabanchel Bajo. Esta escritura recoge la firma autógrafa de Goya y en ella se cierra la compra–venta de la finca por un precio de 60.000 reales. A partir de la fecha de su compra, el pintor comenzará a decorar varias de sus estancias con las peculiares “pinturas negras”, sin que se conozcan las razones que le llevan a ello.

DOCUMENTOS GOYA 008 629 Escritura de 1819 que recoge la firma autógrafa de Goya. En ella se cierra la compra venta de la finca por 60.000 reales.
1280px-Grabado Quinta del Sordo Grabado publicado en el libro Goya, de Charles Yriarte, editado en París en 1867, página 91, capítulo sobre la casa de Goya (La maison de Goya). Este palacete era de la época de sus descendientes.

El segundo documento es de 1823 y testimonia el momento en que Goya dona la quinta a su nieto Mariano, de 17 años, explicando la escritura que lo hace como “prueba del cariño que profesa a su nieto”. Al margen de esta razón personal, se piensa que es posible que hubiera otra razón para realizar esta donación: preservar la propiedad de posibles represalias contra el pintor.

Hay que recordar que en 1823 concluye el llamado Trienio Liberal y se produce la vuelta al Absolutismo con Fernando VII, que comienza la represión de liberales. De hecho, es en este momento cuando Goya marcha para su exilio a Francia. 

El documento nos aporta dos datos curiosos: el primero, que la escritura se leyó en voz muy alta “por hallarse falto de oído”; y, el segundo, que desde que compró la casa en 1819 hasta el momento de la donación, en 1823, Goya había hecho bastantes mejoras en la finca. 

La tercera escritura es de 1830 y detalla los bienes que Mariano de Goya (el nieto del pintor) aporta a su matrimonio con Concepción Mariategui, bienes entre los que se incluye la Quinta del Sordo. Gracias a este documento se sabe que la finca contaba con 6 fanegas de tierra de regadío, ocho de secano, casa de recreo, jardín, casa de labor, cuadras, estanque, noria, árboles frutales, etc. 

Quinta del sordo Vista del palacete que construyeron los herederos. Aspecto de la transformada Quinta de Goya, hacia 1900. (Fotografía de Asenjo, publicada en la revista La Ilustración Española y Americana, el 15 de julio de 1909).

Finalmente, el último documento se fecha entre 1854 y 1859 y refleja las actuaciones que se llevaron a cabo en este período para realizar la venta judicial de la quinta como forma de hacer frente al pago de las deudas que tenían los herederos del pintor. La venta se realiza por subasta pública, lo que exigía disponer de un precio de venta. Con ese fin, se realizan varias tasaciones de la casa con todas sus pertenencias, incluidas las “pinturas negras”

Según se aprecia en el documento, la tasación de las pinturas supuso un auténtico quebradero de cabeza. En un primer momento, cuando se hace un reconocimiento de la quinta, se hace referencia a unos “lienzos de las paredes del gabinete del piso bajo y de una de las salas del piso principal, obras de su profesión y de desigual mérito, no habiéndolas justipreciado por respeto a su memoria y por la circunstancia de estar pintadas en la pared y estar en muy mal estado y ruinosas las paredes en que se hallan”. La causa de este mal estado probablemente se debiera a que Goya las pintó al óleo directamente sobre paredes recubiertas de yeso.

AHPM T.26525 f.386r 629-
AHPM T.26525 f.386v 629 Documento de 1854 en el que se hace alusión a las 'pinturas negras'.

El heredero, Mariano de Goya, no está de acuerdo con que las pinturas no fueran tasadas económicamente y reclama que el profesor de pintura José Peláez realice la tasación de unas obras de las que “le han informado que son de gran precio y de no tasarlas por persona perita a ello se pueden irrogar perjuicios”. La reclamación es atendida y el profesor Peláez examina 14 pinturas al óleo que “representan varios asuntos que sólo su autor podría clasificar” y, por “la ejecución tan franca y bien entendida”, las tasa en la considerable cantidad de 226.000 reales.

Sin embargo, en la subasta de la finca no aparece ningún postor, razón por la que se vuelve a retasar de nuevo toda la propiedad y, en esa nueva tasación, el mismo profesor Peláez rebaja el valor de las pinturas a 166.000 reales. Al no encontrarse postor que comprase la finca, se hace una nueva rebaja y en la tercera retasación el valor de las pinturas queda establecido en 120.000 reales.

En 1856, la situación seguía estancada, ya que la Quinta no podía venderse, posiblemente por el alto precio de la misma, aunque el documento también hace referencia a la existencia de una epidemia de cólera en la Corte que había provocado la salida de muchos de los habitantes de la ciudad. Por ello, se elige a tres tasadores que llevan a cabo tres tasaciones distintas de las pinturas: Juan de Rivera, pintor del Rey, las valora en 60.000 reales; el profesor José Peláez las tasa en 100.000 reales; y el profesor Eugenio de Lucas las valora en 150.000 reales por el “estado ruinoso de las paredes en que se hallan estampadas o pintadas y de las que su traslación no es nada fácil”.

1024px-Quintasordo.svg Una hipótesis de la ubicación original de las 'pinturas negras' en la Quinta del Sordo.

Finalmente, la Quinta del Sordo es adquirida por Segundo Colmenares por un precio total de 470.000 reales, quien la vendió en 1860 a Louis Rodolphe Caumont, quien nuevamente la vendió en 1873 al Barón d’Erlanger, personaje muy interesado en las pinturas negras. 

El Barón hizo que, en 1873, el famoso fotógrafo Laurent fotografiara las pinturas tal como estaban en las paredes de la Quinta. Un año más tarde, en 1874, encargó al pintor Salvador Martínez Cubells que arrancara las pinturas de las paredes y las trasladara a lienzos. Con esa decisión trataba de parar el deterioro de las pinturas, pero también le permitió trasladarlas a París, donde intentó venderlas en la Exposición Universal que se celebró en 1878. Al no encontrar comprador, el Barón finalmente las cedió en 1881 al Estado Español, ingresando las pinturas en el Museo del Prado en 1882.

800px-Pinturas Negras de Goya Saturno foto de Laurent en 1874 VN-03194 P 
'Saturno' en la Quinta de Goya, en 1874.​ Fotografía de J. Laurent. Esta pintura estaba rodeada por un marco de papel. El negativo original se conserva en la Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España. 
 
1280px-thumbnail
Pintura mural 'Duelo a garrotazos', cuando estaba en la antigua casa de Goya, según fotografía de J. Laurent en el año 1874. Ampliando la imagen se distingue que una gran grieta vertical atravesaba la pintura y el papel pintado del muro. El rótulo indicando «Museo del Prado» se añadió al negativo hacia 1890. Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

  

 

> La vida doméstica en palacio

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 3 de julio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 3 de julio de 2018.


Documentos fechados entre 1829 y 1877
Los documentos que se presentan están fechados entre 1829 y 1877 y forman parte del Fondo Condado de Chinchón y Marquesado de Valmediano. Todos ellos son comunicaciones sobre diferentes aspectos de la vida en palacio que se envían a la Camarera Mayor o que esta envía a las Damas de la Reina, unos en la corte de Fernando VII y, la mayoría, en la de su hija, Isabel II.

Fernando VII y Maria Cristina Fernando VII y su cuarta esposa, María Cristina de Borbón – Dos Sicilias.

El primer documento, fechado en 1829, es una comunicación que envía el Mayordomo Mayor de Palacio a Rosa Mª de Carvajal, Marquesa Viuda de Bedmar y Escalona, persona que en ese momento desempeñaba el cargo de Camarera Mayor de Palacio. La Camarera Mayor servía de forma directa e inmediata a la Reina y se ocupaba de la monarca y sus habitaciones.

Este documento se redacta en un momento muy especial, ya que acababa de fallecer la tercera esposa de Fernando VII y no había Reina y el monarca aún no se había casado con su cuarta y última esposa (Mª Cristina de Borbón – Dos Sicilias). Esa ausencia de Reina obliga a redefinir las funciones de la Camarera Mayor, que son las que se detallan en el documento:
• Debía seguir viajando con el Rey a los Reales Sitios o a cualquier otro lugar donde fuera. 
• Debía elaborar una lista con las embajadoras y señoras que solicitaban audiencia al Rey y, si ésta se producía, las anunciaba al monarca.

• Debía establecer las órdenes oportunas para mantener el decoro y recogimiento en la Portería de Damas del Palacio Real de Madrid y del resto de los Reales Sitios. El documento se refiere a la puerta que daba acceso a las habitaciones de las mujeres que se ocupaban del servicio de la Reina en Palacio. Esta puerta era vigilada por dos Porteros de Damas que eran elegidos por la Camarera Mayor.
• Debía dar su venia (permiso) antes de que cualquier persona por debajo de ella hiciese una solicitud al Rey.
• Debía presentarse ante el Rey todas las mañanas para recibir las órdenes del día, momento en que ella debía referir al monarca todas las incidencias que, a su entender, el Rey debía conocer.
• En casos urgentes, debía comunicar al Rey en cualquier momento aquellas cuestiones que considerara que necesitaban su aprobación.

Isabella II e hijas La reina Isabel II con sus hijas.

Los otros documentos que se comentan están fechados en 1865, 1868 y 1875 y son distintas comunicaciones que la Camarera Mayor de Palacio envía a la Condesa Viuda de Corres, Dama de la Reina. El contenido de los mismos es muy variado:
• En uno de ellos, Isabel II le concede una licencia de 3 meses por motivos de salud para tomar las aguas de Cestona (Guipúzcoa) (1865). (Doc. 1).
• En otro, Isabel II señala la hora de asistencia a los actos de la Semana Santa y a servir una comida a los pobres (1868). (Doc. 2).
• En el siguiente, fechado en 1868, Isabel II manda que todas las Damas asistan a los desposorios y velaciones de su hija, la Infanta Isabel (conocida como 'La Chata') con el Infante Cayetano, que se han de celebrar a las diez de la noche. Este fue un matrimonio muy desgraciado pues, al ser concertado, los esposos nunca tuvieron afinidad ni cercanía y, tras un aborto de la Infanta, su esposo se suicidó. Las velaciones era un acto en el que se unía a los cónyuges con un manto en la misa nupcial que se celebraba tras el casamiento. (Docs. 3 y 4).

• En otro, con motivo de la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II, se comunica el cese del abono de 5.000 escudos anuales del disfrutaban las cuatro Damas de la Reina (1868). (Doc. 5).
• Finalmente, en otro documento el Conde de Pinohermoso invita a la Camarera Mayor a asistir a la recepción de llegada de Alfonso XII, en 1875, tras el restablecimiento de la monarquía. (Doc. 6).

Todas las comunicaciones tienen un punto en común: la Condesa Viuda de Corres debe asistir a los actos y eventos con el traje de gala de las Damas, que estaba formado por una falda larga de tul blanco, una mantilla de encaje blanco y una cruz de color malva colocada en el lado izquierdo del escote.

Documento 1865 300 licencia Doc. 1

Vea el documento completo
Documento 1868 semana santa 300 Doc. 2

Vea el documento completo
 
Documento 1868 boda isabel 300 Doc. 3

Vea el documento completo
Documento 1868 velaciones 300 Doc. 4

Vea el documento completo
 
Documento 1868 300 abono Doc. 5

Vea el documento completo
Documento 1875 recpcion Alfonsoxxii 1 300 Doc. 6

Vea el documento completo
 

 

Funciones y requisitos generales de camareras reales y damas de la reina

Duquesa de Medinaceli Retrato de la Duquesa de Medinaceli, Dama de la Reina Victoria Eugenia de España, esposa de Alfonso XIII.

CAMARERAS REALES:

- Le acercaba el agua y la toalla con la que se lavaba la Reina.
- Proporcionaba la ropa mientras vestían a la Reina.
- Acompañaba a la Reina en todo momento: iba siempre con ella en el coche y dormía en su habitación (en el caso de que los Reyes durmieran juntos, la Camarera dormía en una habitación contigua).
- Decidía las audiencias que concedía la Reina.
- Tenía autoridad sobre el resto de personas que atendían a la soberana.
- Era Grande de España y solían ser viudas y de cierta edad. En la práctica, era un nombramiento con cierto carácter político.

DAMAS DE LA REINA:

- Las Damas de la Reina estaban por debajo de la Camarera Mayor de Palacio, por lo que dependían de ella. 
- Pertenecían a la nobleza. 
- Acompañaban a la Reina por turnos que se establecían dependiendo de la antigüedad que tuvieran en el desempeño del cargo. Hacían guardia con la Reina durante las audiencias que concedía la soberana, almorzaban con ella en la mesa real, o la acompañaban a los espectáculos públicos. 

 

 

> Traslado de licencia que Carlos III concede a su hermano por matrimonio morganático

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 26 de junio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 26 de junio de 2018.


Procuró un matrimonio morganático a su hermano Luis
Documentos en la onda nos acerca esta semana a un curioso documento, fechado en 1776, por el que Carlos III autoriza a su hermano, el infante Don Luis Antonio, a contraer matrimonio morganático con una joven aristócrata aragonesa, María Teresa de Vallabriga. Detrás de este enlace, se esconde una argucia del Rey, preocupado porque sus hijos quedaran excluidos de la sucesión al trono español.

Los desvelos de Carlos III se fundaban en el Reglamento de Sucesión de 1713 dictado por su padre, Felipe V, que dejaba claro que los futuros Reyes de España debían ser príncipes nacidos y criados en este país. Los hijos de Carlos III vinieron al mundo y se educaron fuera de España, durante el período en que fue Rey de Nápoles y de Sicilia, así que, por ley, quedaban excluidos de la sucesión al trono español siempre que hubiera otros herederos.

En aquel momento, el único heredero posible era el infante Don Luis, que hasta ese momento no había supuesto ningún problema, pues desde pequeño se le orientó a la vida religiosa. Sin embargo, carente de toda vocación, abandonó la carrera eclesiástica y, años después, pidió contraer matrimonio. El Rey, temiendo la amenaza que suponía su hermano y la posible descendencia fruto de su casamiento, sólo aceptó autorizar su enlace si éste se producía con una aristócrata y, en ningún caso, con un miembro de la realeza, lo que convertía esa unión en un matrimonio morganático, de manera que sus hijos quedarían excluidos de la sucesión.

El documento que se custodia en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, perteneciente a la Colección Francisco de Laborda, es el traslado de la licencia que Carlos III concede a su hermano para casarse con María Teresa de Vallabriga. En él, se recoge la autorización expresa del Rey para que el infante Don Luis Antonio contraiga matrimonio, así como las duras condiciones que el monarca impuso para que la unión pudiera celebrarse. Entre ellas, llama la atención el alejamiento al que somete a la familia de su hermano: “La residencia de esta mujer del infante deberá ser en alguna provincia fuera de la corte y sitios reales e, igualmente, la de los hijos durante la vida del padre, y cuando el infante Don Luis, mi hermano, manifieste su deseo de venir a la corte lo ejecutará sin que su mujer e hijos le acompañen”.

Pag 1 629 Traslado de la licencia que Carlos III concede a su hermano, el infante Don Luis Antonio, para casarse con Mª Teresa de Vallabriga. 1776.

Vea el documento completo

El infante Don Luis Antonio de Borbón y Farnesio (1727 – 1785)

luis-antonio-de-borbon El infante don Luis retratado por Goya.
infante cardenal El Infante retratado como Cardenal niño.

Luis Antonio Jaime nació el 25 de julio de 1727 en el Palacio del Buen Retiro de Madrid. Era el sexto hijo de los Reyes de España, Felipe V e Isabel de Farnesio, aunque para su padre era el décimo, pues había estado casado en primeras nupcias con María Luisa Gabriela de Saboya, que le había dado cuatro hijos varones, de los que habían sobrevivido dos: Luis y Fernando. Luis había sido Rey de España (Luis I), tras la abdicación de Felipe V en una de sus depresiones, en el reinado más corto de la historia de la monarquía española, pues a los siete meses de ceñir la corona unas viruelas se lo llevaron a la tumba. De nuevo, Felipe V volvía a reinar, con gran esfuerzo y mucha desgana. Al morir su primera esposa, el Rey contrajo matrimonio con Isabel de Farnesio, que cumplía perfectamente con su misión de dar hijos a la Corona.

Orientado a la vida religiosa
Isabel de Farnesio, mujer de gran ambición, había conseguido "situar" a sus hijos mayores: al príncipe Carlos como Rey de Nápoles y de Sicilia y al príncipe Felipe como soberano de los Ducados italianos de Parma y Piacenza y Guastalla. Pero, para Luis Antonio no quedaba trono libre. Así, cuando en 1734 murió el cardenal y arzobispo de Toledo, Diego de Astorga y Céspedes, la Reina vio claro el futuro del menor de sus varones: sería la máxima autoridad eclesiástica en España, ya que lo más parecido a una corona era una mitra, que además de gran poder, ofrecía unas sustanciosas rentas para el interesado. El 10 de noviembre de 1735, se nombra a Luis Antonio administrador del Arzobispado de Toledo y, poco después, le concede el capelo cardenalicio como Cardenal–Diácono de la Santa Romana Iglesia de Santa María de la Scala. Seis años después, en 1741, Luis Antonio es investido también Arzobispo de Sevilla. El estatus que llegó a alcanzar y sus cuantiosos beneficios económicos eran elevadísimos, pero él era sólo un niño y sus administradores se harían cargo de las dos sedes arzobispales hasta su mayoría de edad.

En 1754, el infante Don Luis toma una de las grandes decisiones de su vida. No sentía ninguna vocación por la vida religiosa, ni siquiera se había ordenado sacerdote, y grandes dudas empiezan a atormentar su conciencia, pero al fin su honestidad pesa más que su ambición y decide renunciar a sus cargos. Se lo comunica al Rey, que por entones ya era Fernando VI, y al Papa, que acepta su renuncia y le concede una pensión vitalicia anual sobre las rentas del Arzobispado de Toledo.

Su hermano Carlos es nombrado Rey de España
El 10 de agosto de 1759, muere Fernando VI, que nombra sucesor al trono a su hermano Carlos, que vivía en Nápoles siendo Rey de las Dos Sicilias. Los dos hermanos compartían cacerías y entretenimientos, les unía la gran afición al arte y al infante Don Luis le fascinaban las conversaciones que tenía con Carlos, en las que le contaba sus experiencias en Italia, cuna indiscutible del arte, los descubrimientos de Pompeya y Herculano, las ruinas romanas, las importantes construcciones que había hecho en Nápoles,… En una de sus largas charlas, Luis Antonio expresó al monarca su deseo de formar su propia familia, por lo que le pidió permiso al Rey para contraer matrimonio, pero para éste era un asunto espinoso del que Carlos III no quería ni oír hablar.

El infante, mientras tanto, comenzó a formar su propio patrimonio. En 1761, compró a su hermano Felipe el condado de Chinchón y el señorío de Boadilla en el que se construyó el palacio diseñado por Ventura Rodríguez. También, comenzó a reunir una importante pinacoteca y vastas colecciones de muebles, libros, relojes y varios objetos. En los siguientes quince años, el palacio de Boadilla se convirtió en una pequeña corte ilustrada con la presencia de gran número de artistas, celebraciones y festejos. El Infante tuvo algunas aventuras amorosas que se convirtieron en escándalo para su casto hermano Carlos, que le recriminaba duramente sus relaciones con muchachas plebeyas como Mariquita García y Antonia Rodríguez. Luis aprovechaba los momentos de ira del Rey para reivindicar su derecho al matrimonio, que acabaría con este tipo de aventuras. Pero, el Rey, implacable, no cedía.

Matrimonio morganático
Después de muchas presiones del Infante, Carlos III ya no tuvo más argumentos que dar para mantener su negativa al casamiento de su hermano, pero, antes de ello y para proteger los intereses de sus propios hijos, dictó unas disposiciones sobre matrimonios desiguales y su descendencia, recogidas en la Real Pragmática de 1776, aunque intentó que fuera de carácter general, lo que dejaba bien claro la difícil situación en la que se encontraría su hermano si contraía matrimonio. Lo primero que ordenaba era que ningún Infante podría contraer matrimonio sin permiso del Rey so pena de perder los derechos sucesorios. Si el matrimonio fuera con persona desigual, ésta y sus descendientes quedarían privados de los títulos, honores y prerrogativas que les concedían las leyes. Tampoco podrían utilizar los apellidos y armas de la Casa de cuya sucesión quedaban privados.

teresa de vallabriga

María Teresa de Vallabriga, por Goya (1783 – 1784).

Bien atados los cabos para que su hermano, de una manera o de otra, quedara apartado de la sucesión, le concede por fin el permiso para casarse, expresando claramente sus condiciones.

El infante Don Luis no discutió los términos de la pragmática, no puso objeciones para tomar por esposa a una mujer que no fuera de su rango. Ni siquiera se sintió humillado por las condiciones de su hermano. Él sólo quería casarse y formar una familia feliz, cuanto antes, pues ya tenía cuarenta y nueve años. La elegida fue María Teresa de Vallabriga y Rozas, una joven zaragozana, treinta y dos años más joven que él, guapa y sana que prometía darle hijos. Al Rey le pareció bien la elección, pero aún le quedaban condiciones que poner: la boda se celebraría lejos de la Corte y no asistiría ningún miembro de la familia real; el matrimonio viviría a veinte leguas de la Corte, a la que Don Luis podría acercarse cuando al Rey le pareciera oportuno, pero la esposa no. Además, el Infante sólo podría utilizar el título de Conde de Chinchón y los hijos que tuviera el matrimonio no utilizarían el apellido Borbón, sino el materno.

Condesa de Chinchon La condesa de Chinchón, por Francisco de Goya, 1800.

SU AMISTAD CON GOYA

El Infante pasaba sus horas entre la caza y su gran dedicación a los libros, sus colecciones y aficiones artísticas y científicas, pues fue una de las personas reales más cultas e interesadas por las artes del siglo XVIII. En aquella época, conoció al todavía poco afamado pintor Francisco de Goya, con el que entabló una buena relación amistosa, le invitó a pasar dos veranos en su palacio y le encargó numerosos cuadros de él y su familia. Luis Antonio quedó impresionado por los retratos y, además de pagarle muy bien por su trabajo, se encargó de promocionarlo entre la aristocracia madrileña y los ilustrados de la época. Goya, agradecido, tuvo mucho cariño y reconocimiento al Infante y escribió a su amigo Zapater: "estos señores son unos ángeles". Unos años después, conseguiría ser pintor del Rey con un sueldo anual muy importante.

 

María Teresa de Borbón y Vallabriga, XV condesa de Chinchón y I marquesa de Boadilla del Monte (Velada, Toledo, 26 de noviembre de 1780 – París, 24 de noviembre de 1828), fue una aristócrata española, hija del infante don Luis y de Teresa de Vallabriga, principalmente conocida por su matrimonio con Manuel Godoy.

La familia del infante don Luis 1 Familia del infante don Luis. Francisco de Goya y Lucientes. 1784.

A mediados de agosto de 1783, Goya se traslada a Arenas de San Pedro por invitación del infante don Luis. El pintor estuvo con la familia del infante hasta el 19 de septiembre, realizando numerosos retratos individuales de los miembros de la familia. Al año siguiente, volvió para ejecutar uno colectivo que aquí contemplamos. Don Luis se sintió feliz en compañía del pintor –llegó a decir de él: "Este pintamonas casi caza tan bien como yo"– y quedo francamente contento con los retratos por lo que regaló al maestro 1.000 duros y una bata para su mujer valorada en 30.000 reales. El retrato familiar es una de las primeras obras maestras de Goya. En el centro de la imagen, encontramos a doña María Teresa de Vallabriga, esposa del Infante, siendo peinada por su peluquero. A su lado, Don Luis, de perfil, ensimismado con las cartas que se depositan sobre la mesa. Tras él y también de perfil, encontramos a su hijo, Don Luis María de Borbón y Vallabriga, más tarde cardenal y arzobispo de Toledo. A su lado, la pequeña María Teresa de Borbón y Vallabriga, por la que Goya sentía predilección. Esta niña se casaría más adelante con Godoy, retratada por el pintor en un soberbio retrato cuando estaba embarazada. Algunas damas de la pequeña corte y el pintor delante de su caballete completan esta zona izquierda del lienzo. La derecha está ocupada por diferentes amigos y miembros de la corte de don Luis junto a una ama de cría que sujeta a una niña en sus brazos. Goya ha individualizado perfectamente cada uno de los personajes, creando un magnífico ambiente a través de la luz, ambiente distendido como debían ser las veladas de Don Luis. La composición se organiza a través de dos diagonales que se cruzan en el centro, lugar ocupado por Doña María Teresa. Las calidades de telas y adornos han sido representadas de manera exquisita, abriéndose el maestro la puerta como retratista de corte. Por desgracia para Goya, su primer mecenas fallecerá dos años después, siendo sustituido por los Duques de Osuna.

 

 

> Inventario de bienes de Velázquez y de su esposa tras su fallecimiento

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 19 de junio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 19 de junio de 2018.


Un documento muy detallado
El documento que se presenta es una escritura notarial, fechada el 27 de junio 1661, que se conserva en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. Se trata de un inventario de bienes realizado por Gaspar de Fuensalida (Grefier del Rey, una especie de secretario) y Juan Bautista del Mazo (uno de los yernos del pintor y Ayudante en las Caballerizas del Rey). El documento refleja cómo ambos van recorriendo una a una las estancias que ocupaba el matrimonio Velázquez y enumeran con minuciosidad y detalle todas las posesiones que tenían, hasta el punto de que este es el principal documento que se conserva para conocer la vida privada del pintor y permite observar que disfrutaba de una situación muy acomodada.

Inventario bienes Velázquez 002 629 Inventario de los bienes quedados al fallecimiento de Diego de Silva Velázquez, pintor, aposentador del rey y caballero de la Orden de Santiago, y su de mujer, Juana Pacheco, realizado en 27 de julio de 1661, ante el escribano del rey, Juan de Burgos. AHPM, T.8137, f.693r-709r.

Vea el documento completo

Residencia en la Casa del Tesoro
Diego de Silva Velázquez y su esposa, Juana Pacheco, fallecen en agosto de 1660 con muy pocos días de diferencia (Velázquez el día 6 y ella el 14). A partir de ese momento, sus testamentarios realizan el inventario de todos los bienes que el matrimonio tenía en la Casa del Tesoro, donde residían. La Casa del Tesoro es un edificio que se construye a partir de 1568 como anexo al Alcázar Real, con el que tenía comunicación directa. Por hacernos una idea, estaba en lo que hoy es la Plaza de Oriente. 

1. Plano Texeira Ubicación de la Casa del Tesoro en el plano de Texeira.

El pintor y su esposa vivieron en parte de las dependencias de este edificio porque el rey Felipe IV admiraba su obra, le tenía afecto personal y le distinguió con diferentes cargos en la Corte: además de ser Pintor de Cámara, Velázquez ostentó los cargos de Ayuda de Cámara del Rey, Aposentador Mayor, Asistente a la Superintendencia de Obras Reales y Veedor de Obras Reales.

Relación de bienes  

Algunos de los bienes que se detallan en el documento son:
- Galones de oro (insignias similares a las que llevan los militares).
- Espadines de plata (espada de hoja muy estrecha que se usa como complemento en algunos uniformes).
- Compases de bronce.
- Un juego de damas de marfil y ébano.
- 95 doblones de oro y un taleguillo de monedas antiguas (de estas últimas no especifica el número y qué monedas eran).
- 2 mulas negras y viejas y un coche colorado, grande y viejo.
- Muchos muebles repartidos por las diversas estancias: más de 20 bufetes, con y sin cajones, de distintos materiales (nogal, pino, mármol de San Pedro, pizarra, ébano y marfil); varios escaparates (similar a lo que hoy conocemos como aparador); sillas y taburetes tapizados en tafetán, raso o baqueta de Moscovia; baúles y cofres de casa y “de camino”, es decir, para viajar; espejos de casa y “de camino”; camas; almofrej para llevar colchones (es una funda en la que se llevaba la cama “de camino”, hecha con tejidos bastos).
- Objetos decorativos varios: 2 cocos de la India guarnecidos de plata; 1 vaso de cuerno de rinoceronte; varias tembladeras de plata (vasijas redondas de base pequeña, con dos asas, tan delgadas que vibran fácilmente).
- Diferentes piezas de tejidos: baqueta, algodón, tafetanes, rasos.
- Importantes joyas: cadenas de oro (lisas, de cordoncillo y de doble vuelta); medallas de oro (con las efigies del Rey, del papa Inocencio X y con ángeles); relojes de distintas formas y tamaños, alguno de ellos de diamantes; relicarios de oro, plata y lapislázuli; una venera de diamantes (insignia que llevaban los caballeros de las órdenes militares. Velázquez era miembro de la Orden de Santiago).

Inventario bienes Velázquez 007 629 Una de las páginas del inventario en la que puede verse la pormenorizada relación que se realiza.

- Ropa lisa y bordada de distintos tejidos: calzones; ropillas (vestimenta corta que llevaban los hombres en el siglo XVII sobre el jubón; era una prenda con mangas que se ceñía sobre los hombros y de ahí pendían las mangas); ferreruelos (capita corta); mangas; puntas; polleras (faldas que cubren parte o la totalidad de las piernas); jubones; capas; sombreros; guantes; peinadores; enaguas; vestidos; o talíes (cinturón), alguno con hebillas de plata.
- Ropa de casa para uso doméstico, hecha con tejidos más burdos: cortinas; sábanas; mantas; colchas; alfombras; doseles de cama; toallas (de plata y seda, de plata y nácar, …).
- Vajilla: cubiertos de plata; platos de plata; bandejas de plata; azucareros de plata; jarras de plata; tazas doradas; fuentes de estaño; cántaros de cobre.
- Pinturas y esculturas: retrato de Luis de Góngora; retrato del Conde de Siruela; varias pinturas de Felipe IV; un capitán a caballo; varias pinturas de santos; y “una Venus tendida de Velázquez, de dos baras”, expresión que, durante un tiempo, se pensó que hacía referencia a la 'Venus del espejo' (actualmente, expuesta en la National Gallery de Londres), pero que hoy se sabe que era otro cuadro distinto que tenía la familia del pintor Guerra Coronel.
- Una importante biblioteca formada por más de 150 obras que reflejan la erudición y conocimientos del pintor, muchas de ellas en latín e italiano (país en el que vivió durante un tiempo): “Cosmografía” de Pedro Apiano; “Historia natural” de Plinio; Tratados de varios autores italianos sobre la pintura y escultura de Miguel Ángel; “De arquitectura” de Vitrubio; “Arquitectura” de Alberti; “Arquitectura” de Palladio; “Geometría” de Vitelio;  “Elementos geométricos” de Euclides; “Transporte de los obeliscos a Roma” de Fontana; “Composición del cuerpo humano” de Juan de Valverde; “Diálogos de medicina” de Francisco Villalobos; “Hechos de Alejandro” de Quinto Curcio; “Política” de Aristóteles; y “Gramática” de Antonio de Nebrija.

  
  LA MUERTE DE VELÁZQUEZ
Autorretrato de Velázquez en las Meninas En la imagen el autorretrato que el propio Velázquez realiza en su cuadro 'Las meninas'.

En 1660, el rey (Felipe IV) y la corte acompañaron a la infanta María Teresa a Fuenterrabía, cerca de la frontera francesa, en la llamada Isla de los Faisanes donde se encontró con su nuevo esposo Luis XIV de Francia. Velázquez, como Aposentador Real (cargo que había jurado en 1652), se encargó de preparar el alojamiento del séquito y de decorar el pabellón donde se produjo el encuentro. El trabajo debió ser agotador y a la vuelta enfermó de viruela. Cayó enfermo a finales de julio y, unos días después, el 6 de agosto de 1660, murió a las tres de la tarde en Madrid. Al día siguiente, 7 de agosto, fue enterrado en la desaparecida Iglesia de San Juan Bautista con los honores debidos a sus cargos y como Caballero de la Orden de Santiago.

En una carta que el mismo pintor escribió al pintor vallisoletano Diego Valentín Díaz, se refería a su cansancio, pero que gozaba de buena salud. Pero al mes y después de haber servido al Rey en el Alcázar se sintió indispuesto y se retiró a sus aposentos en la Casa del Tesoro. Los médicos de cámara de su majestad le diagnosticaron unas fiebres tercianas muy peligrosas y el 6 de agosto falleció después de haber recibido los santos sacramentos. Su inesperada muerte fue notificada por el nuncio Benelli a la Secretaría del Vaticano a la semana siguiente.

Así nos cuenta su muerte Antonio Palomino:
“Sábado día de San Ignacio de Loyola, y último del mes de Julio, aviendo estado Velázquez toda la mañana assistiendo a su Magestad, se sintió fatigado con algún ardor, de suerte, que le obligó a irse por el pasadizo a su casa. Comenzó a sentir grandes angustias, y fatigas en el estómago y en el corazón: visitóle el Doctor Vicencio Moles, Médico de la Familia; y su Magestad, cuidadoso de su salud, mandó al Doctor Miguel de Alva, y al Doctor Pedro de Chavarri (Médicos de Cámara de su Majestad) que le viesen; y conociendo el peligro, dixeron, era principio de terciana sincopal minuta sutil: afecto peligrosísimo por la gran resolución de espíritus; y la seda, que continuamente tenía, indicio grande del manifiesto peligro de esta enfermedad mortal. Visitóle por orden de su Majestad Don Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno (Arzobispo de Tiro, Patriarca de las Indias), hízole una larga plática para su consuelo Espiritual; y el Viernes 6 de Agosto, año del Nacimiento del Salvador 1660 día de la Transfiguración del Señor, aviendo recibido los Santos Sacramentos, y otorgado poder para testar a su íntimo amigo Don Gaspar de Fuensalida, Grefier de su Magestad: a las dos de la tarde, y a los sesenta y seis años de su edad dio su Alma, a quien para tanta admiración del mundo le avía criado: dexando sigular sentimiento atodos, y no menos a su Majestad, que en los extremosde su enfermedad avía dado a entender los mucho, que le quería y estimaba. (…)

Pusieron al cuerpo el interior humilde atavío de difunto, y después le vistieron, como si estuviera vivo, como se acostumbra hazer con los Cavalleros de Ordenes Militares: puesto el Manto Capitular, con la roja Insignia en el pecho, el sombrero, espada, botas, y espuelas; y de esta forma estuvo aquella noche puesto encima de su misma cama en una sala enlutada; y a los lados algunos blandones con hachas, y otras luzes en el Altar, donde estaba un Santo Christo, hasta el Sábado, que mudaron el cuerpo a un Ataúd, aforrado en terciopelo liso negro, tachonado, y guarnecido con passa-manos de oro, y encima una Cruz, de la misma guarnición, la clavazón, y cantoneras doradas, y con dos llaves: hasta que llegando la noche, y dando a todos luto sus tinieblas, le condujeron a su ultimo descanso en la Parrochia de San Juan Bautista, donde le recibieron los Cavalleros Ayudas de Cámara de su Magestad y le llevaron hasta el Túmulo, que estaba prevenido en medio de la Capilla Mayor; encima de la Tumba fue colocado el cuerpo; a los dos lados avía doze blandones de plata con hachas, y mucho número de luzes. Hízose todo el Oficio de Entierro con gran solemnidad, con excelente Música de la Capilla Real, con la dulzura, y compás, y el número de Instrumentos y vozes, que en tales actos, y de tanta gravedad se acostumbra. Asistieron muchos Títulos, y Cavalleros de la Cámara, y Criados de su Magestad; luego baxaron la Caxa, y la entregaron a Don Joseph de Salinas, de la Orden de Calatrava, y Ayuda de Cámara de su Magestad, y otros Cavalleros de la Cámara, que allí se hallaron, y en sus hombros le llevaron hasta la Bóbeda, y Entierro de Don Gaspar de Fuensalida, que en muestra de su amor, le concedió este lugar para su Depósito".

Ocho días después, el 14 de agosto falleció también su esposa Juana Pacheco("discretísima compañera de su marido y gran responsable de la mesura que acompañó siempre al artista").

Al morir Velázquez, el rey Felipe IV ordenó añadir al autorretrato del pintor la Cruz de Santiago, que tanto había ambicionado en vida y que lograría al fin en 1658, aunque no tendría tiempo de ser investido en ceremonia formal. Hay quien dice que fue el propio monarca, aficionado a las artes y con un notable talento para la pintura y la escritura, quien dibujó la cruz roja en el pecho del artista .

Si finalmente se hallaran sus restos se podría determinar el tipo de virus que acabó con su vida y que poco después acabó con la vida de su mujer, Juana Pacheco. El análisis de su ADN no sólo aclararía las circunstancias de su muerte sino también el tipo de alimentación del pintor, su estatura, complexión física, proporciones de su rostro y si padecía alguna enfermedad desconocida.

La primera vez que los expertos trataron de dar con los restos del pintor fue en el año 1845. Pero, la aventura acabó en fracaso. En la década de los años 60, se volvió a intentar de nuevo con el mismo resultado por un error de cálculo en el emplazamiento de la iglesia originaria.

Lo cierto es que como caballero de la Orden de Santiago, Velázquez fue enterrado con todo lujo de honores y detalles como corresponde a un caballero. En la cripta, una lápida a modo de epitafio relataba “Aquí yace, ¡Oh, dolor!, Don Diego de Silva...en compañía de héroes...mientras la pintura lloraba con ellos”.

 

Transcripción del documento

IMG 20180821 130405968

En 1999, la Comunidad de Madrid publicó '25 documentos de Velázquez en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid', con motivo del cuarto centenario del nacimiento de este pintor universal.

Además del documento que presentamos, cuya transcripción puede consultarse en esta obra, se dan cita otros destacados documentos de la vida de Velázquez.

Este libro puede adquirirse a través de PublicaMadrid.

 

 

> Expediente de creación de dos plazas de serenos para el municipio de Paracuellos

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 12 de junio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 12 de junio de 2018.


Una colecta de los vecinos
El expediente, fechado en 1873, comienza mostrando la relación de veintinueve vecinos de Paracuellos que deciden asociarse entre sí con el objetivo de crear dos plazas de sereno para el municipio, cuyos sueldos serán sufragados durante un año por ellos mismos. Las cantidades con las que contribuyen son diferentes: dos vecinos aportan 150 reales cada uno, seis vecinos lo hacen con 100 cada uno y veintiún vecinos colaboran con 70 cada uno, reuniendo un total de 2.370 reales.

SERENOS PARACUELLOS 004 Relación de los vecinos de Paracuellos que se asocian para contratar a dos serenos durante un año.

A continuación, esos mismos vecinos asociados elevan al Ayuntamiento del municipio una solicitud para que el consistorio cree de forma oficial esas dos plazas de serenos pues, hasta que eso no ocurra, cualquier actuación carecería de fuerza legal. Los motivos en que se basa la solicitud son varios. El primero son las circunstancias anormales que atraviesa el país en ese momento. En febrero de ese mismo año (1873), se había proclamado la Primera República Española después del fiasco del reinado de Amadeo I de Saboya, régimen que existirá hasta que un año después, en diciembre de 1874, el levantamiento del General Martínez Campos permita la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII, hijo de la destronada Isabel II. El segundo de ellos es garantizar la tranquilidad, seguridad e intereses generales del vecindario. Y, finalmente, el tercer motivo es el precario estado en que se encuentran los fondos municipales para ese año económico, que hace imposible que el Ayuntamiento pueda financiar esas plazas. En aquella época, era muy habitual hablar de “año económico”, que no coincidía con el año natural y empezaba a contarse una vez que había comenzado el año natural. A veces iba de marzo de un año a febrero del siguiente; otras veces de junio a mayo.

IMG 20180808 131021482 629 Solicitud presentada por los vecinos.

El Ayuntamiento acuerda por unanimidad aceptar la propuesta y elevarla a la aprobación final del Gobernador Civil de la provincia de Madrid, hecho lo cual se redacta un reglamento que regula el funcionamiento y actuación de los dos serenos y de la sociedad que les crea. Algunos de los artículos que recoge este reglamento son:

- La sociedad de vecinos puede admitir en ella tanto a la persona que así lo solicite como a la que venga propuesta por un socio. En ambos casos, el ingreso en la misma implica el pago de la cuota contributiva que le corresponda.
- El cometido principal de los serenos es publicar la hora y el tiempo durante la noche. A esto se añade: velar por garantizar la seguridad personal y la del domicilio; conservar el orden público y el respeto a las leyes y a la moral pública; auxiliar al necesitado, llamando, si fuera necesario, al facultativo del municipio o amparando al desvalido pobre o enfermo; avisar a las autoridades en caso de incendio y, al mismo tiempo, dar conocimiento del mismo a cualquier vecino o domiciliado del municipio, para tratar de evitar los funestos resultados que pudiera ocasionar el mismo; ayudar a las autoridades administrativas y judiciales en la averiguación de los delitos y apresamiento de los delincuentes; y acudir a la Alcaldía a las horas que se les indique para dar el parte diario y recibir las órdenes que las autoridades hayan de comunicarles.
- Las plazas han de ser ocupadas por personas de notoria moralidad y honradez, teniendo preferencia los que hubieran militado con buena hoja de servicios (es decir, hubieran estado en el ejército), “puesto que a ellos se confía el sagrado deber de impedir la agresión a las personas, los ataques al domicilio, toda clase de desórdenes y escándalo, mantener expedita la vía pública para la cómoda circulación del vecindario durante la noche y ejecutar las órdenes de la autoridad que tiendan al cumplimiento de las leyes”. En ese sentido, el reglamento deja claro que los dos serenos serán “sumisos y obedientes” a la Autoridad local.
- Recibirán por su trabajo un sueldo de 1,50 pesetas al día que se les pagará a mes vencido por la sociedad que propone su creación. Sin embargo, los útiles de defensa y abrigo de los serenos serán costeados a cargo del presupuesto municipal, en el capítulo de “Imprevistos”, por considerarse que son gastos de poco valor que pueden ser asumidos por el Ayuntamiento.

Antonio Rodríguez - Sereno Grabado “¿Que vaya por la Comadre? Sereno.” (1802) en el catálogo de 'Trajes de España', dibujado por Antonio Rodríguez.

- Se establecen distintos horarios de trabajo dependiendo de la estación del año y teniendo en cuenta que el perímetro que ocupa la localidad es pequeño. En invierno, los serenos prestarán sus servicios desde las 8 de la noche a las 5 de la madrugada, publicando todas las horas desde las 10 de la noche en adelante en todas las calles del municipio. En primavera, trabajarán desde las 10 de la noche hasta las 4 de la madrugada, dedicando una hora anterior (desde las 9 de la noche) y una hora posterior (hasta las 5 de la madrugada) para vigilar por las inmediaciones de la localidad para evitar desmanes.
- Los serenos llevarán para su defensa y abrigo: una gorra de paño azul; una capota de abrigo (capa); un pito; un farol; y un chuzo. El chuzo era un palo con una púa de hierro en un extremo que se usaba a modo de lanza para atacar o defenderse y fue el arma propia de los serenos y vigilantes nocturnos. En sus orígenes, era un arma muy usada por los suizos, palabra que se fue deformando hasta convertirse en “chuzo”
El reglamento deja claro que los serenos han de ser comedidos en el uso de las armas de defensa y deben guiarse en todo momento por la prudencia. 
Los serenos debían procurar la mejor conservación de todos estos útiles y debían responder ante la autoridad en el caso de que el extravío o desperfectos en ellos se debiese a descuidos o abandonos.

IMG 20180808 125622485 Artículos 10 y 11 del reglamento donde se establece cuál será el equipamiento de los serenos y sus limitaciones con el uso de las armas de defensa que se les asignan.

El reglamento también señala que en caso de que los serenos incumpliesen sus obligaciones y la autoridad municipal tuviese conocimiento de ello por “delación fundada de cualquier vecino”, serían multados como medio para corregir su mal comportamiento. La primera vez la multa ascendería a cuatro pesetas; la segunda, a ocho; y la tercera implicaría la suspensión del cargo.

Finalmente, el expediente recoge que las plazas de sereno serán ocupadas por Alejo Carlero y Ezequiel Ruiz, vecinos de Paracuellos.

IMG 20180808 124549772 Firma de Alejo Carlero y Ezequiel Ruiz, vecinos de Paracuellos, contratados como serenos del municipio.
 
  El oficio de sereno

 

 

avant-servicios-sereno-serenos-709x480

 

 

Debido al gran tamaño de las llaves de los portones antiguos que hacían de llevarlas una carga pesada, se popularizó durante el siglo XVIII la profesión de sereno, se trataba de una persona que por las noches abría a los vecinos los edificios de la calle haciendo las veces de “portero nocturno”, salvaguardando además la seguridad de los barrios evitando altercados, avisando a los bomberos en caso de incendio y controlando el alumbrado público. Se cree que el primer Cuerpo de Serenos nació en Valencia por iniciativa de su alcalde de entonces, Joaquí Fos, en 1777 con intención de recolocar a los trabajadores de la industria de la pirotecnia que estaba de capa caída debido a una prohibición de la fabricación y consumo de fuegos artificiales.

Su nombre es debido a que, los primeros serenos además de las funciones anteriormente descritas informaban de la hora y del tiempo al grito de “las doce en punto y lluviaaa”, en verano como casi nunca llovía, lo que solían gritar era “las doce en punto y serenooo” y la gente de tanto oír su canto empezó a llamarles así para diferenciarlos de otro tipo de vigilantes.

Los requisitos para entrar a formar parte del Cuerpo de Serenos consistían en no tener antecedentes policiales, medir cinco pies de altura como mínimo (metro y medio, la media española de la época), tener voz fuerte y clara y estar entre los 20 y 40 años de edad.

avant-servicios-sereno-manuel-amago-300x224 Estatua al último sereno de Madrid, Manolo Amago, situada en la calle Gómez Ulla.

 

 

En principio iban uniformados con un capote gris (que después se cambiaría por un batín), gorra de plato y además iban armados con una garrota o chuzo (un palo de madera acabado en una punta de hierro) y llevaban un silbato de bronce para poder avisar a las autoridades pertinentes en caso de altercado o incendio y comunicarse entre ellos. Hubo un momento en el que hacían sonar el silbato por cualquier motivo, así que la policía, ante tanta alarma injustificada, optó por no hacerle caso. De ahí, viene la expresión “Te han tomado por el pito del sereno”.

En Badalona, los serenos tenían una función especial aparte de las antes mencionadas, que era despertar a los pescadores. Sabían la hora a la que se levantaba cada uno por un sencillo código. Los pescadores ataban una cuerda en el picaporte de casa con los nudos correspondientes a cada hora, es decir, si la cuerda tenía tres nudos quería decir que se despertaba a las tres, si era a las tres y media, la cuerda llevaba tres nudos y un lazo.

     
 

 

Durante la época del franquismo ejercían de vigilantes para salvaguardar el modo de “vida ejemplar” impuesto por la dictadura. En Madrid, la mayoría de ellos eran asturianos, algo lógico al tratarse de un oficio que se heredaba de padres a hijos y además era normal que entre ellos se recomendaran los unos a los otros para plazas que quedaran vacantes.

La figura del sereno en España desapareció en 1977 con la llegada de los porteros automáticos y de la modernización de las cerraduras. Las personas ya podían llevar sus propias llaves y, además, de la vigilancia se empezó a ocupar la policía local.

El último sereno en Madrid se dice que fue Manuel Amago y como reconocimiento a su labor tiene una placa conmemorativa en la calle Gómez Ulla, entre los portales 8 y 10, donde se puede leer: ”A Manolo Amago, el último sereno de Madrid, en agradecimiento a sus servicios desde 1956”.

 

 

> Expediente de limpieza de sangre para trabajar en el Hospital de Antón Martín

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 5 de junio de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 5 de junio de 2018.


Demostrar una vida recta y ser cristiano viejo
El documento que se comenta es un expediente de limpieza de sangre, obligatorio hasta mediados del siglo XIX para todos aquellos que quisieran ingresar en universidades, colegios, ejército, órdenes religiosas y para contraer matrimonio. Con su lectura podemos seguir las pesquisas que realiza el Padre Prior del Hospital Antón Martín con el fin de recabar información sobre los orígenes, vida y costumbres de Juan Vicente García, natural de Cartagena, que deseaba ingresar en la Orden de San Juan de Dios para trabajar en el hospital de Antón Martín.

limpieza de sangre 004 629 Primera página del expediente, fechado en 1826.

El primer documento del expediente es la solicitud que hace el interesado en la que expone su deseo de ingresar en la Orden y explica que sabe leer y escribir; que es hijo legítimo de sus padres, que tanto sus padres como sus cuatro abuelos no descienden de moros, judíos, herejes, negros ni mulatos y son todos cristianos viejos y que procede de familias limpias de infamia pública y no han ejercido oficios viles (en general, así se consideraba a los oficios manuales o artesanales). Finalmente añade que realiza su solicitud de forma voluntaria, sin verse obligado por sus padres o por la Justicia; que no está casado; que no tiene hábito en otra orden religiosa; y que no tiene enfermedad alguna que le impida el trabajo en el hospital.

limpieza de sangre 029 629 El expediente comienza con esta solicitud de Vicente García en la que expone su deseo de ingresar en la Orden de San Juan de Dios y da cuenta de su limpieza de sangre, vida y costumbres.

A partir de ese momento, los responsables de la Orden comienzan a recopilar información que confirme lo expuesto por el solicitante. En primer lugar, el Maestro de Novicios y Enfermero Mayor del hospital elabora un informe en el que explica que Juan Vicente ha permanecido un tiempo trabajando en el mismo, durante el cual ha asistido a los pobres con humildad y caridad y ha manifestado la mayor obediencia a sus superiores. A continuación, se solicitan las partidas de bautismo y los certificados de matrimonio de los padres y cuatro abuelos del solicitante, por lo que el expediente incluye los documentos que emiten los párrocos de las iglesias de Aljorf (Valencia), Villarrobledo (Cuenca) y La Solana (Ciudad Real), localidades de origen de todos ellos. 

limpieza de sangre 011 Firma de los escribanos dando fe de que es el párroco de La Solana (Ciudad Real) el que certifica el bautismo del abuelo paterno del solicitante.
limpieza de sangre 009 629 1 Certificado de los escribanos dando fe de que, efectivamente, el firmante del certificado de bautismo de los abuelos paternos del solicitante ha sido emitido por el cura de Aljorf (Valencia).

Por último, el expediente incorpora las declaraciones de cinco testigos presentados por Juan Vicente a los que se les hace un interrogatorio que responden a favor del solicitante. Las preguntas que se les formulan son las siguientes:

- Si conocen al pretendiente y sus padres, cómo se llaman y si le criaron y educaron como hijo legítimo.
- Si conocen a los abuelos paternos y maternos y, en caso afirmativo, su nombre y origen.
- Si conocen si el pretendiente y sus ascendentes hasta la cuarta generación descienden de moros, judíos, negros, mulatos, herejes o alguna secta.
- Si conocen si el pretendiente es libre para disponer de su persona porque no está ligado con el vínculo del matrimonio y no se halla dentro del tiempo del bimestre. El bimestre es un privilegio que concede la Iglesia católica para que los cónyuges, una vez contraído matrimonio, puedan reflexionar y valorar la opción de entrar en religión. Para que pudiera llevarse a cabo era imprescindible que los cónyuges no consumasen su matrimonio durante los dos primeros meses del mismo.

limpieza de sangre 013 629 Segunda de las preguntas que se realizan a los testigos presentados por el solicitante en la que se indaga sobre si sus abuelos paternos y maternos han sido y son cristianos viejos y si descienden de moros, judios, herejes o cualquier secta reprobada.
limpieza de sangre 014 629 3 La tercera cuestión pregunta si el pretendiente es libre para disponer de su persona y no está ligado con el vínculo del santo matrimonio.
limpieza de sangre 014 629 4 La cuarta pregunta se hace al objeto de averiguar si el pretendiente es temeroso de Dios y si ha cometido delitos por los que pueda ser castigado por un tribunal.

- Si conocen que el pretendiente es virtuoso, temeroso de Dios y no ha cometido delitos por los que pueda ser castigado por la Inquisición u otros tribunales.
- Si conocen que el pretendiente tiene hacienda de la que rendir cuentas, ya que eso puede dar lugar a enfados o quebrantos a la religión.
- Si conocen si los padres y abuelos del pretendiente han tenido oficios viles como verdugo, pregonero, carnicero, pastelero u otros de afrenta.
- Si conocen si los padres, hermanos y abuelos del pretendiente son tan pobres que no podrán pasar cómodamente sin la ayuda y favor del pretendiente.
- Si conocen si el pretendiente ha tenido hábito en otra orden religiosa y, en ese caso, por qué motivo se lo quitaron o lo dejó.
- Si conocen si el pretendiente es robusto y con fuerzas naturales para resistir el trabajo en el hospital.

 

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

250px-Manuel Gómez-Moreno González. San Juan de Dios salvando a los San Juan de Dios salvando a los enfermos del incendio del Hospital Real, Manuel Gómez – Moreno González (1880). Museo de Bellas Artes de Granada.

San Juan de Dios, fue el fundador de la Orden Hospitalaria que lleva su nombre. Tras su muerte, su obra continuó a través de los siglos hasta alcanzar nuestros días.

El Santo realizó una obra extraordinaria abriendo un hospital, modelo de organización, en el cual pasó los últimos once años de su vida, atendiendo enfermos con una abnegación heroica y con el más absoluto desinterés. En aquel hospital recibió a algunos hombres que, deseosos de imitar su vida, le pidieron ser admitidos en su compañía para asistir a los enfermos y ayudarle en los demás menesteres del mismo.

Después de probar por algún tiempo la sinceridad y firmeza de sus deseos, si los encontraba bien dispuestos y aptos, les imponía un hábito igual al que él había recibido, quedando incorporados a la Orden, recibiendo de estos compañeros el cariñoso nombre de Padre. Entre los primeros a quienes tuvo como Hermanos, a finales de 1546, se encontraba Antón Martín, el más dispuesto y aventajado de todos, y sobre el que San Juan de Dios puso su confianza.

 

Antón Martín, primer hermano de la Orden

Antón Martín nació el 25 de marzo de 1500 en Mira, provincia de Cuenca. Pasó los primeros años de su vida en la casa paterna dedicado a las faenas del campo, hasta que habiendo fallecido su padre y contrayendo su madre segundas nupcias, abandonó su casa y se dirigió a Valencia, en cuya ciudad se colocó como atalayero o vigía en las costas del Mediterráneo en previsión de las "razzias" de los piratas moros. Dejó esta ocupación y marchó a la ciudad de Requena, en la cual trabajó como guarda del registro en la aduana o puerto seco, donde pagaban impuestos las mercaderías que pasaban de Valencia a Castilla y viceversa.

AntonMartin Antón Martín, por Santiago Derer. 1961.

Estando en Requena, recibió la noticia de la muerte de su hermano Pedro de Aragón, que era labrador en Guadahortuna (Granada), a manos de Pedro de Velasco. Con poderes de su madre para entablar el pleito se dirigió a la ciudad de Granada, donde consiguió que se encarcelara al asesino de su hermano; pero no satisfecha su venganza, prosiguió en sus gestiones hasta obtener la sentencia de muerte a pesar de los grandes empeños que los amigos de Velasco hacían para conseguir el perdón.

Teniendo noticias de este proceso, San Juan de Dios habló con Antón Martín, pidiéndole que perdonase a aquel hombre que estaba sentenciado a muerte, y fueron tales las persuasiones y palabras del Santo, que no solo consiguió convencerle para excarcelar a Pedro de Velasco, sino que Antón Martín le pidió que le admitiese en su compañía:
"Yo os he de llevar a la cárcel para que se haga en forma oficial el perdón del preso; pero me habéis de llevar después a vuestro hospital donde quiero quedar de enfermero y criado de los pobres que allí sufren, para toda la vida".
De este modo quedó incorporado a la Orden, lo mismo que Pedro Velasco. Y así fue como San Juan de Dios tuvo sus dos primeros Hermanos.

San Juan de Dios para garantizar la asistencia a los pobres en su hospital, arreglar el local, asegurar el personal a sueldo (médicos, cirujanos, boticarios, barberos,…) fue a pedir limosna a la Corte que por entonces estaba en Valladolid, pero antes de emprender el viaje presentó a Antón Martín ante sus compañeros como Hermano Mayor en su ausencia. A la vuelta de este largo viaje encontró el hospital en tan perfecto orden, que alabó y dio gracias al Señor por lo bien que habían sucedido las cosas en su ausencia. 

Tras la muerte de San Juan de Dios, Antón Martín tomó las riendas del hospital por designación del santo como su sucesor, quedando a la muerte de éste como Hermano Mayor del Hospital de la Cuesta de la calle de los Gomeles, siendo confirmado en el cargo por el Arzobispo de Guerrero después del entierro de San Juan de Dios. Con Antón Martín, al frente de aquella pequeña comunidad de hermanos hospitalarios, la institución continuó en la misma línea que en vida del Fundador.

 El Hospital de Antón Martín

hospi anton martin Hospital de Antón Martín. Calle de Atocha. 1895.

Su nombre era Hospital de Nuestra Señora del Amor de Dios, aunque siempre se conoció por el nombre de su fundador, el fraile de la Orden de los Hospitalarios, Antón Martín, que fundó en 1552 este hospital destinado a las enfermedades venéreas y contagiosas.

La primitiva iglesia se construyó entre 1658 y 1678, añadiéndosele en 1714 la Capilla de Nuestra Señora de Belén, que prácticamente constituía una iglesia idependiente. En 1798 se reedificó todo el conjunto.

En 1836 fueron expulsados los religiosos y se hizo cargo del hospital la Beneficencia Municipal. La parte del edificio que correspondía al hospital se derribó en 1899, abriéndose en su lugar el Pasaje de Doré, y la iglesia quedó completamente destruida en el incendio de 1936. Actualmente, ocupa su lugar la parroquia del Salvador y San Nicolás, construída en 1948.

 

 

> Los sueldos de los empleados del Coliseo de los Caños del Peral

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 29 de mayo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 29 de mayo de 2018.


Oficios y trabajos en el teatro del siglo XVIII
El Archivo Regional de la Comunidad de Madrid guarda entre sus legajos verdaderas joyas históricas como los documentos pertenecientes a los Corrales de Comedias, al que pertenece este documento, que recoge la relación de sueldos que se pagaba a los empleados del Coliseo del los Caños del Peral durante el mes de diciembre de 1787 y es relevante porque permite conocer qué oficios y trabajos se realizaban en un teatro que fue el antecedente directo del actual Teatro Real.

En concreto, el documento seleccionado corresponde a lo cobrado en el mes de diciembre de 1787. Entre estos empleados, dentro de los cuales hay musicos, cantantes, bailarines, sastres, apuntadores, pintores, repartidores, etc., vemos la diferencia de sueldo en función de su jerarquía. Por ejemplo, el primer violín, Melchor Ronci, cobraba la cantidad de 1.000 reales de vellón, muy por encima del concertino o del tercer violín, que percibían 375 y 457 reales, respectivamente.

001 629 Nómina de los sueldos que se pagan a los empleados del Coliseo de los Caños del Peral (1787).

Aunque Ronci, seguramente, envidiaría la nómina mensual de Teresa Oltrabelli, que figura como primera dama dentro de la compañía de operistas, que cobraba la nada despreciable cantidad de 3.000 reales, lo que confirma que desde los albores de la ópera los sueldos de las primeras voces podían triplicar al de los músicos más destacados, aunque esta cifra sigue creciendo si observamos los emolumentos del primer bailarín, Gaspar Ronzi, que ascienden a 3.250 reales.

003 629 Primera página del documento en la que aparecen los miembros más destacados de la orquesta.

Es curioso comprobar cómo este documento de nóminas hace también las veces de ‘recibí’, pues bajo cada una de las anotaciones aparece la firma del interesado, menos en la de Teresa Oltrabelli en cuyo nombre firma Francisco Oltrabelli, probablemente su padre. Otra curiosidad, esta vez paleográfica, es la utilización de un signo gráfico numeral, el calderón, que se empleaba para expresar los múltiplos de mil.

nóminas teatro Caños del Peral 001 629

Detalles del documento
El esquema que refleja el documento es siempre el mismo. Primero se indica el oficio o trabajo realizado, a continuación, el nombre y apellidos de cada persona, después el sueldo que ganan (que a veces es mensual, otras es por día trabajado y otras veces por función representada) y, finalmente, su firma y rúbrica al recibir su sueldo, que se pagaba en reales. Salvando las distancias, un real vendría a equivaler, más o menos, a algo más de 6 euros.
Los primeros trabajadores que recibían sus honorarios eran los integrantes de la orquesta, entre los que destacan:
- El maestro de capilla, que ganaba 833 reales al mes. Era un compositor de experiencia y prestigio que dirigía a los cantantes e instrumentalistas de música sacra. 
- Los 12 violines, cuyos sueldos oscilaban desde los 1.000 reales del primer violín hasta los 375 reales del último. 
- El primer violín sólo para bailes, cuyo sueldo ascendía a 475 reales. 
- Como curiosidad, había músicos que sólo tocaban en las representaciones de óperas, pero no tenían obligación de tocar en bailes como es el caso, por ejemplo, del primer contrabajo. 
- El traductor traducía las óperas al español y ganaba 687 reales al mes. 
- Los operistas eran los cantantes que representaban las óperas. A diferencia de hoy en día, el documento no los denomina tenores, sopranos, etc., sino que se refiere a ellos como "Damas""Carácter" y "Bufo" y, curiosamente para la época, ganaban más las mujeres que los hombres.
- La “Dama” era una actriz, considerada según su jerarquía o según el tipo de papel que representaba. En el documento, la primera dama ganaba 3.000 reales y la segunda, 1.250. 
- En las óperas, el “Bufo” era el actor que representaba el papel de gracioso. En el documento, el primer bufo cobraba 2.500 reales, mientras que el segundo ganaba 1.250. 
- El “Carácter” solían ser actores que representaban papeles secundarios. En el documento, tanto el primero como el segundo cobraban 1.800 reales al mes. 
- El apuntador ganaba 15 reales al día, por lo que durante el mes de diciembre de 1787 cobró un total de 465. 
- Los “Sobresalientes” eran los actores que realizaban el trabajo de la persona que faltaba, algo similar a un suplente. El documento se refiere a un sobresaliente mujer, que ganaba 666 reales, y un sobresaliente hombre que cobró 333 reales, lo que demuestra de nuevo una gran diferencia de sueldos a favor de la mujer. 
- El Coliseo tenía diferentes categorías de bailarines (serios, grotescos y figurantes), cada uno de ellos con un sueldo distinto. 
- El "Templador" cobraba 225 reales al mes. El templador era la llave o martillo con que se templan algunos instrumentos de cuerda para que puedan producir los sonidos que le corresponden. Es decir, más o menos, era la persona que afinaba los instrumentos.

Senesino Cuzzoni Berenstadt Representación operística en el siglo XVIII.

- El teatro disponía de dos tipos de avisadores, que eran las personas que traían y llevaban recados desde el exterior y el interior del teatro: los que avisaban a los más ricos, que cobraban 4 reales al día y los que avisaban a los operistas, que cobraban 7.
- El peluquero del teatro cobraba por noche de representación y, durante diciembre de 1787, ganó 300 reales.
- El pintor cobró un sueldo de 558 reales.
- El teatro contaba con varias categorías de sastres: el maestro sastre, que ganaba 18 reales al día, el primer oficial, que cobraba 12, el sastre, cuyo sueldo era de 8, y el sombrerero, que ganaba 10.
- Los repartidores de boletines y los recogedores de boletines cobraban 5 reales por día.
- El abridor de palcos ganaba 8 reales al día.
- Todos los acomodadores cobraban 5 reales diarios y había de distintos tipos: de luneta, de galería, etc. En la luneta estaban los asientos preferentes, tenían respaldo y brazos, y estaban colocados en filas frente al escenario en la planta inferior.
- Los comparsas eran los personajes que se disfrazaban en determinadas festividades o que aparecen en una representación, pero no hablan. Los comparsas diarios cobraban 140 reales al mes, los comparsas sueltos ganaban 4 reales por aparición, el avisador de coches ganaba 93 reales y el barrendero tenía un sueldo de 124. 

El Coliseo de los Caños del Peral
La afición del primer Borbón, Felipe V, por la ópera italiana sirvió de pretexto para la construcción del último gran corral de comedias madrileño: el primer Coliseo de los Caños del Peral, así llamado por levantarse en un solar cercano a unos lavaderos conocidos con ese nombre. El escenario de los Caños sirvió de albergue a las compañías italianas en los primeros años del siglo XVIII y se convirtió en 1737 en el primero de los teatros de planta italiana levantados en lo que hoy es la Plaza de Isabel II, manteniéndose en pie hasta 1817 para dar paso al Teatro Real.

teatrocanosdelperal Reconstrucción de la fachada del Coliseo de los Caños del Peral.

El nuevo teatro, con capacidad para 1.680 espectadores, estuvo a cargo del cantante Farinelli y contó con la dirección del marqués de Scotti. Fue inaugurado el 16 de febrero de 1738 en los festejos de Carnaval con la representación de la ópera 'Demetrio', de Johann Adolph Hasse, con libreto de Pietro Metastasio. El funcionamiento del teatro, dependiente del apoyo de la Casa Real, fue irregular con sucesivos periodos de cierre. También se utilizó para bailes de máscaras según el gusto francés. En este Coliseo, se representó en escena principalmente ópera italiana, zarzuela y obras clásicas de nuestros autores del Siglo de Oro.

 

 

> El ajuar de ingreso en el colegio de San Antonio de los Portugueses

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 8 de mayo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 8 de mayo de 2018.


Historia del colegio de San Antonio de los Portugueses
Documentos en la onda nos presenta un documento muy curioso que detalla cuál era el ajuar, ropa y gastos que debía aportar una niña de familia noble para ingresar en el colegio de San Antonio de los Portugueses a mediados del siglo XVIII. Normalmente, estas jovencitas estaban destinadas a la vida religiosa y la relación de objetos que se detalla nos da una valiosa información sobre los usos de la época. 

800px-Iglesia de San Antonio de los Alemanes Madrid 01 Iglesia de San Antonio de los Alemanes.

En 1580, bajo el reinado de Felipe II, Portugal pasó a formar parte de la Monarquía Hispánica, situación que se prolongó hasta 1640. En 1604, Felipe III fundó un conjunto eclesiástico y hospitalario denominado San Antonio de los Portugueses cuya finalidad era atender a los súbditos portugueses residentes en Madrid. Tras la separación de Portugal, el complejo pasa a denominarse San Antonio de los Alemanes, seguramente por el hecho de que las esposas de Felipe IV y Carlos II fueran austriaca y alemana (Mariana de Austria y María Ana de Neoburgo).

La iglesia y el hospital pasaron a pertenecer desde 1700 a la Hermandad del Refugio. Esta institución tenía el compromiso de prestar ayuda a los necesitados de Madrid. Un sacerdote y dos seglares de la hermandad, salían a las calles para buscar mendigos a los que ofrecer agua, pan blanco y un huevo duro. Se conserva todavía la plantilla de madera cuyo agujero servía para desestimar el huevo si por allí entraba, pronunciando la famosa frase: Si pasa, no pasa, lo que indicaba que el huevo era demasiado pequeño para el prestigio de la Hermandad a la que han pertenecido los reyes de España desde siempre, incluidos los actuales.

Relación de muebles, ropa y gastos
El complejo tenía asociado un colegio que acogía a niñas huérfanas de entre siete y doce años a las que se enseñaba humildad, obediencia, paciencia, mortificación, paz y conformidad. También podían entrar en el centro las llamadas colegialas porcionistas, que es el caso del documento que presentamos. Estas pagaban por su estancia y manutención y, en la mayoría de los casos, eran hijas de familias nobles destinadas a la vida religiosa. 

relacion ajuar 629

El documento detalla lo que debía llevar y aportar una colegiala porcionista para entrar en el colegio y en él se anotan todos los enseres, ropas, muebles e incluso alimentos y gastos que debían acompañar a estas niñas:

- Una cama de cuatro tablas dadas de verde.
- Tres colchones.
- Dos fundas.
- Dos mantas.
- Dos colchas blancas.
- Cuatro sábanas.
- Cuatro almohadas.
- Veintiséis varas de estameña blanca para hacerse dos hábitos.
(Estas niñas vestían con hábito de monja. La estameña es un tejido basto de estambre que se usaba para abrigos, capas y hábitos religiosos. La vara es una medida que equivale, más o menos, a 0,8 metros, por lo que son casi 21 metros de estameña).
- Seis varas (4,8 metros) de sempiterna azul oscura.
(La sempiterna es una tela de lana basta muy tupida).
- Ocho varas (6,4 metros) de Coruña para forros.
- Nueve varas (7,2 metros) de holandilla encarnada para forros.
(La holandilla es un lienzo teñido y prensado).
- Dos varas (1,6 metros) de beatilla para velos de comulgar.
(Hasta mediados del siglo XX, las mujeres tenían que estar en la iglesia con la cabeza cubierta. La beatilla, también llamada muselina, es un tejido de algodón delgado, transparente, delicado y fino que se elaboraba en las Indias Orientales).
- Dos varas (1,6 metros) de cotanza para mangas de verano.
(La cotanza es una tela fina de algodón).
- Dos varas (1,6 metros) de estopa para una talega.
(La talega es una bolsa ancha y corta hecha de tela fuerte y basta, que se utilizaba para transportar cosas. La estopa es la parte basta del lino o del cáñamo).
- Veinticuatro botones blancos de hilo.
- Veinticuatro botones azules de seda.
- Cuanta ropa interior quisiera llevar cada niña.
- Dos capotillos blancos de bayeta fina con su cinta.
(El capotillo era una capita que llegaba hasta la cintura).
- Dos zagalejos blancos de bayeta.
(El zagalejo era una especie de refajo para los días de diario, aunque no se impedía que las niñas trajeran otros para el tiempo de verano).
- Un guardapiés de lana.
(El guardapiés era la parte externa del vestido, de los hombros a los pies, hecha de distintos tejidos: lana, seda, telas lujosas, etc.).

ajuar El ajuar era una costumbre que, aún hoy en día, se mantiene en muchas familias.

- Cuatro 'debantales' largos.
(Es decir, delantales).
-Cuatro corbatas o pañuelos.
-Tres toallas y tres servilletas.
-Dos vasos y dos jícaras.
(La jícara era una taza pequeña con el fondo más grueso que las paredes que se solía utilizar para tomar chocolate).
-Un cubierto del material que quisieran formado por cuchillo, cuchara y tenedor.
-Cinta casera, peines, alfileres negros y blancos y cordones de seda.
-Un cofre y una silla de paja
-Cincuenta reales de vellón para que el colegio hiciera los hábitos.

merienda Elaboración de una merienda típica en el siglo XVIII.

Para el día de la entrada en el colegio se organizaba un refresco, que era el conjunto de bebidas, dulces y otros alimentos que se ofrecían en reuniones. El gasto derivado de organizarlo también debía correr a cuenta de la nueva alumna. En este caso, el refresco para el colegio debía estar formado por:

- Veinte azumbres de la bebida que pidiera el colegio. (Un azumbre equivale más o menos a dos litros, por lo que en este caso la colegiala debía aportar 40 litros de bebida).
- Seis libras de bizcochos de garapiña, bizcochos largos y delgados, más suaves y delicados que los ordinarios. (Una libra equivale a 0,4 kg, así que tenían que aportar 2,4 kg de bizcochos).
- Siete libras de chocolate. (Es decir, 2,8 kilos).
- Sesenta bollos o tortas.
- Dos libras de bujías para iluminar la sala de visitas.
En caso de que la colegiala trajera visitas y otras personas, también tenía que pagar el refresco para ellas.

El documento está escrito en letra impresa, pero al pie del mismo hay unas líneas manuscritas que añaden que deberán abonarse nueve reales diarios pagados por medios años anticipados para hacer frente a los gastos de alojamiento, manutención, médico, cirujano, botica, ropa limpia, enseñanza de labor, números, lectura, escritura y música.

 

 

> El cautiverio de Cervantes en Árgel: documentos para su liberación

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 24 de abril de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 24 de abril de 2018.


De Lepanto al cautiverio en Argel
Los documentos que se presentan se custodian en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid y formaron parte de la exposición 'Pasó ante mí: Cervantes en los documentos notariales', que tuvo lugar del 20 de septiembre al 8 de diciembre de 2016 en la Sala 'El Águila'. Todos ellos están relacionados con el cautivero de Cervantes en Argel, por lo que ofrecen una información privilegiada sobre un período de su vida muy importante.

Miguel de Cervantes estuvo en el ejército en torno a cinco años. Como soldado, participó en la famosa batalla naval de Lepanto (1571), a pesar de que en ese momento se encontraba enfermo. En el transcurso de la misma, recibió un arcabuzazo que le afectó a la movilidad de su brazo izquierdo, motivo por el cual recibió el apodo de 'El manco de Lepanto'.

cervantes lepanto Batalla de Lepanto.

En 1575, Miguel, junto con su hermano Rodrigo (también soldado), regresaban a España con intención de abandonar la vida militar y seguir con otros proyectos. Sin embargo, frente a las costas catalanas, su barco es apresado por piratas y ellos son vendidos como esclavos en la ciudad de Argel. Miguel llevaba cartas de recomendación de don Juan de Austria y del Duque de Sesa por los servicios que había prestado durante su etapa como militar, lo que hizo pensar a sus captores que se trataba de una persona importante y, en consecuencia, pidieron por él un rescate elevadísimo: 500 ducados. Aunque, en la actualidad, es difícil de calcular, según algunas estimaciones, esa cantidad podría rondar los 14.000 euros.

cervantes hassan Cervantes, prisionero del rey Hassán (grabado de Eusebio Planas).

Miguel estuvo cautivo cuatro años, hasta que pudo ser rescatado, en 1579 (su hermano consiguió ser liberado un año antes, en 1578) y, durante ese tiempo, proyectó hasta cuatro intentos de fuga que fracasaron. Curiosamente, a pesar de esta actitud inconformista con su situación, Cervantes no sufrió represalias por estos proyectos. 

En 1579, y cuando parece que iba a ser trasladado a la ciudad de Constantinopla (lo que hubiera supuesto la casi imposibilidad de volver a casa), Cervantes es rescatado por dos frailes pertenecientes a los Hermanos Trinitarios, orden religiosa cuyos miembros se encargaban de negociar con los captores los rescates de los prisioneros, bien pagando las cantidades estipuladas, o bien canjeándose por los presos en algunas ocasiones. En el caso de Cervantes, los monjes trinitarios pagaron los 500 ducados establecidos: 300 que pudieron ser reunidos por la familia del escritor y 200 que aportaron los mercaderes españoles que tenían negocios en la ciudad de Argel.

Documentos para el rescate
Los documentos notariales que se comentan reflejan parte de las actuaciones que la familia de Cervantes realizó desde 1575 hasta 1579 para conseguir el dinero del rescate. Una de las escrituras está fechada en 1576 y expone la situación en que se encontraban. Como la familia no tiene el dinero del rescate, lo solicitan a la Justicia argumentando que el escritor había sido apresado mientras aún estaba en el ejército, por lo que, de alguna forma, estaba “trabajando” para el Estado. En ese momento, el padre de Cervantes aporta el testimonio de varios testigos que han conocido a los dos hermanos en Argel y, ya de vuelta en España, pueden afirmar que estaban vivos, cautivos y que les habían indicado que sus padres eran pobres.

AHPM T.495 f.1479r 629 9 de noviembre de 1576. Madrid.
Informaciones de testigos, a petición de Rodrigo de Cervantes, sobre el cautiverio en Argel de sus hijos Miguel y Rodrigo, ante el teniente de corregidor Alonso Pérez de Salazar.
AHPM, Tomo 495, folios 1479r – 1480v. Protocolo de Rodrigo de Vera, escribano del número de Madrid.
Vea el documento completo

En el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid encontramos también varias escrituras que detallan cómo los padres y las hermanas de Cervantes consiguen reunir la cantidad de 300 ducados, que entregaron a dos frailes trinitarios. Los documentos recogen, por un lado, el compromiso de la familia a devolver con sus personas y bienes el dinero que han conseguido recaudar y, por otro, el compromiso de los frailes a rescatar a Miguel comprometiéndose a devolver el dinero entregado en caso de que no pudieran hacerlo por estar muerto o ya libre.
Curiosamente, en alguna de estas escrituras la madre de Cervantes figura como viuda, lo que no era cierto. Era un intento de ablandar a las autoridades y tratar de conseguir, de esa forma, que se les pagase todo o parte del dinero del rescate.

IMG 2217 629 25 de agosto de 1582. Madrid.
Poder otorgado por Leonor de Cortinas a favor del mercader Juan Fortunio, para sacar de Valencia con destino a Argel, 2.000 ducados en mercaderías, para pago del rescate de su hijo Miguel de Cervantes.
Vea el documento completo
IMG 2218 629 Detalle de la firma de la madre de Cervates, Leonor de Cortinas.

En 1580, ya liberado y de vuelta a Madrid, Cervantes inicia un proceso para que la Justicia devuelva a su familia el dinero del rescate. En esta escritura, se puede leer la firma y rúbrica originales del escritor. A lo largo del proceso, Miguel aporta los testimonios de otras personas que compartieron con él su cautiverio y de comerciantes que trataban en Argel. Gracias a esos testimonios, podemos saber que sus captores no le daban para comer o vestir, por lo que Cervantes debía dinero a los comerciantes españoles que se lo dejaban para que pudiera subsistir. Otros datos que sabemos es que andaba con una argolla y una cadena en un pie y que el monje encargado de su liberación fue Fray Juan Gil, quien lo pasó muy mal porque, al no llevar suficiente dinero, los captores no querían liberarlo, lo que le obligó a pedir la parte que le faltaba a los comerciantes que había en la ciudad, quienes accedieron a prestárselo a condición de que posteriormente le fuera devuelto por Cervantes o su familia.

AHPM T.499 f 629 18 de diciembre de 1580. Madrid.
Informaciones de testigos realizadas a petición de Miguel de Cervantes sobre su cautiverio en Argel y el pago de su rescate.
AHPM, Tomo 499, folios 1399r – 1401r. Protocolo de Rodrigo de Vera, escribano del número de Madrid.
Vea el documento completo
AHPM T.499 f.1399r firma629 Detalle de la firma de Cervantes.

 

 

> Regalía de aposento: cediendo la casa por imperativo legal

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 17 de abril de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 17 de abril de 2018.


Un privilegio para funcionarios reales
La 'regalía de aposento' es un impuesto de la Corona de Castilla que surge en la Edad Media y establecía la obligación de ceder una parte de las viviendas particulares (casi siempre la mitad de las mismas) para alojar a los miembros de la Corte, a los funcionarios reales y, a veces, también a los altos mandos del ejército. Hasta 1561, la Corte no es fija, sino que va itinerante por distintas ciudades de la Corona, lo que hace que esta regalía sea soportada por una ciudad o villa sólo durante el tiempo concreto que el Rey y la Corte permanecían en ese lugar. Sin embargo, la situación cambia a partir de 1561. Felipe II decide establecer la Corte de forma permanente en la villa de Madrid, la regalía cambia su nombre por el de 'carga de aposento' y el impuesto pasa a ser asumido exclusivamente por los madrileños, quienes tendrán que hacer frente a esta obligación hasta que es suprimido por la reforma de Alejandro Mon en 1845.

mancelli-1623-detalle Madrid, 1623. Detalle del plano de Mancelli.

Desde el punto de vista de esta carga, había varios tipos de casas. Por un lado, estaban las casas 'aptas' para el aposento, cuyos propietarios estaban obligados a ceder la mitad de sus viviendas para alojar a los miembros de la Corte. Por lo general, eran casas con más de una planta por lo que se solía ceder el segundo piso para esta función. Junto a ellas, existían las casas 'no aptas' para alojar a nadie externo porque sus dimensiones o su estructura dificultaban o impedían la distribución de sus espacios. Se conocían como 'casas de incómoda partición' cuyos propietarios, a pesar de todo, tenían que pagar un canon.

Estas casas fueron el origen de una triquiñuela por parte de los madrileños, que empezaron a construir lo que se denominaron 'casas a la malicia', es decir, casas con distribuciones extrañas que impedían aposentar a personas ajenas a la familia. Estos engaños se basaban en apreciaciones como que, vista desde fuera, la fachada daba la impresión de que había dos casas, aunque por dentro era una sola vivienda, o que pareciera que se trataba de casas con una sola planta, pero por dentro tenían dos pisos. En el exterior no había ventanas como tales, sino ventanucos, colocados de forma caótica por la fachada, que parecían respiraderos. Además, no se hacían tejados a dos aguas, sino tejados en pendiente con un lado recto y habitaciones se hacían pasar por cuadras para animales.

calle-redondilla Un ejemplo de 'casas de malicia' es la de la calle de la Redondilla nº 10, esquina calle de los Mancebos.

110 ducados para evitar el aposento
Junto a los tipos de casa descritos, estaban las casas 'privilegiadas', que eran aquellas que no tenían que aposentar a nadie, bien por donación real (aquí solían incluirse las casas de la nobleza), o bien porque sus propietarios compraban la exención de esta carga. Precisamente es en este tercer grupo en el que se incluye el documento que se presenta. Para comprender su importancia hay que tener en cuenta el contexto en el que se lleva a cabo, pues desde 1629, un año antes de la fecha del documento, Felipe IV necesita ingresar dinero para afrontar las guerras de Italia y una de las opciones recaudatorias que sus consejeros le proponen es conceder la exención perpetua de aposento a cambio de un pago a quien lo solicite.

IMG 20180620 084106773 Carta de privilegio y confirmación por la que Felipe IV concede a Juan de Olalla libertad perpetua de aposento para una casa en la calle Fuencarral (1630). Se trata, sin duda, de un documento muy importante que ha de perdurar en el tiempo, lo que explica que se redacte en pergamino y no en papel. Otro detalle que señala su relevancia es el sello pendiente de cera roja que cuelga de un cordón amarillo y rojizo. Desgraciadamente, el paso del tiempo ha hecho que el dibujo del sello no se pueda apreciar con precisión.
Vea el documento completo
IMG 20180620 084337950 Últimas páginas del documento con la firma del rey Felipe IV.

De acuerdo con ello, Juan de Olalla, vecino de Madrid, solicita (y se le concede) la exención perpetua de aposento para una casa de su propiedad situada al final de la calle Fuencarral, muy próxima a los "pozos de la nieve". A cambio de esta exención, tiene que pagar en un año la cantidad de 110 ducados. La propia casa es la garantía de ese pago, de manera que el documento habla de que se “hipoteca” y se convierte en aval para que el propietario cumpla las obligaciones contraídas. El documento especifica, además, que sólo se libera la casa que se describe en él, por lo que si el dueño actual o los futuros dueños (por herencia, compra o donación) incorporan nuevas dependencias, éstas no estarían exentas de la obligación de aposento.

pozos-de-la-nieve

Esta casa, según describe el documento, estaba en la calle Fuencarral esquina a la calle de la Palma, dos calles que aún existen en Madrid, lo que nos permite conocer su ubicación exacta. Por otro lado, el documento hace referencia a los “pozos de la nieve” que ocupaban una amplia zona comprendida entre la Glorieta de Bilbao y la calle Barceló. La Puerta de Bilbao, situada en la actual glorieta, se conoció durante mucho tiempo como “Puerta de los pozos de nieve”, porque por allí debían entrar las recuas que traían la nieve desde las sierras de Guadarrama y Navacerrada. Los pozos eran cuevas donde se guardaba y conservaba la nieve y existieron desde principios del siglo XVII hasta 1863, cuando desaparecieron definitivamente.

 

 

> Las cartas clandestinas de la reina María Cristina a sus hijas

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 10 de abril de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 10 de abril de 2018.


Cartas de una reina exiliada
Estas cartas, remitidas desde París, recogen las recomendaciones y consejos que María Cristina, exiliada de España, ofrece a sus hijas, especialmente a Isabel II, en un momento de gran trascendencia política, puesto que en el mismo año que fueron escritas, 1843, se declara la mayoría de edad de la joven con tan solo trece años. Se trata de seis cartas que la reina dirige de forma clandestina a sus hijas, cinco de ellas a Isabel II y una a la Infanta Luisa Fernanda y forman parte del Fondo Juan Donoso Cortés, importante político e intelectual del siglo XIX, que fue hombre de confianza y secretario personal de la reina María Cristina.

Donoso 00009 carta reina hijas 1843. Cartas cerradas de la reina María Cristina a sus hijas.

Durante su exilio en París, Mª Cristina mantiene dos tipos de correspondencia con sus hijas: la que envía por conducto oficial y las cartas particulares que llegaban a las niñas de forma clandestina, a través de personas de confianza de la Reina que tenían acceso a ellas. Entre estas personas, las propias cartas mencionan a Donoso Cortés, a la Marquesa de Santa Cruz (aya de las niñas) y a Amparo Sorrondegui (camarera en palacio) como personas de la máxima confianza de la Reina con las que las niñas podían tratar cualquier asunto. Parece que estas cartas “secretas” se entregaban en mano a las niñas, pero éstas no las guardaban una vez que las habían leído, sino que eran devueltas a las personas que hacían de mensajeras. De hecho, la propia reina comenta en alguna carta que existen cosas que no se pueden escribir y serán comentadas a las niñas por las personas que les entregan las cartas.

Todas las misivas muestran la afectividad y amor que la Reina tiene a sus hijas: las llama “pichona mía”, “mona mía”, “Isabelita querida, hija de mi corazón” o “Luisita de mi corazón, hija querida” y suele despedirse de ellas con “mil besos” y “bendiciones”.

Consejos y recomendaciones a su hija Isabel
La carta que se conserva dirigida a la Infanta Luisa Fernanda es una misiva que se centra, principalmente, en transmitir el amor que la reina tiene por su hija. En cambio, las cartas dirigidas a Isabel II abordan gran variedad de temas siempre tratando de influir y poner a su hija de su parte para tratar de contrarrestar la influencia que Espartero pudiera tener sobre ella. La Reina le explica que lo hace por su deber como madre, por el cariño que le tiene y porque nadie le va a hablar con la franqueza con que ella lo hace. Asimismo, le recomienda que cuando tenga que despachar con los ministros, nunca lo haga con uno solo, sino con varios o todos a la vez y que ponga como excusa su inexperiencia como monarca. De esta forma, se evita la posibilidad de que uno solo pueda influir en la niña. 

La Reina le pide a Isabel II que actúe siempre con la máxima reserva y discreción ante todos sobre cualquier asunto y que tenga cautela en las palabras que utilice. Con respecto a su familia, le indica que no debe hablar mal de sus tíos y resto de parientes, más bien todo lo contrario, debe hacerlo con respeto, cariño, afecto y urbanidad. Le pide que actúe en todo momento sin perjudicar al trono y a los súbditos y que, por ello, no debe comentar a quien no deba saberlo las flaquezas e intrigas que ella conozca de otras personas. 

Apunte Donoso Apunte realizado por Juan Donoso Cortés, que acompaña a las cartas de María Cristina, por el que sabemos que nunca llegaron a manos de Isabel y de su hermana Luisa Fernanda.

Mª Cristina regaña a su hija por el abuso de regalos que hace y le explica que ella, por su juventud, aún no conoce a fondo a las personas que la rodean. Le dice también que los reyes han de ser liberales, pero sin abusar de la fortuna que Dios les da. También le pide que tenga prudencia a la hora de realizar los nombramientos de su Casa, que no prometa cargos a nadie sin antes haberlo meditado y que, al mismo tiempo, no permita injerencias de los ministros en este tema.

Respecto a su boda, Mª Cristina le dice que no hable del tema con nadie hasta ser declarada mayor de edad y que alegue que tiene que pensarlo con madurez y consultarlo con su madre (ella misma, Mª Cristina). La Reina le dice que le agradaría que el elegido fuera persona del gusto de Isabel, pero que no puede olvidar que su elección debe conciliar su felicidad particular con la felicidad de los españoles. El matrimonio de Isabel II fue una cuestión de importancia europea y encontrar un candidato adecuado supuso un verdadero juego de estrategia en el que participaron las potencias del momento, principalmente Inglaterra, Francia y Austria, ya que el futuro consorte tenía que ser del gusto de todas ellas. Finalmente, el elegido como marido fue un primo de Isabel, Francisco de Asís de Borbón, y el matrimonio fue desdichado desde su inicio.

Tras ser declarada mayor de edad, Mª Cristina escribe a su hija para darle cuenta de cómo había administrado su patrimonio desde el fallecimiento de su padre, Fernando VII; de las joyas existentes; y de los motivos que tuvo para salir de España en 1840 y dejar la Regencia en manos de Espartero.

Las cartas permiten conocer otros aspectos curiosos, tales como: la letra de Mª Cristina es muy pequeña, tanto que a veces se hace difícil poder leerla; utiliza un papel francés semitransparente; se expresa muy bien en castellano, a pesar de que es napolitana de nacimiento; y escribe de forma espontánea y sin apenas signos de puntuación.

EXTRACTOS DE LOS CONSEJOS DE LA REINA MARÍA CRISTINA A SU HIJA ISABEL II

Carta 1
"París, 15 de julio de 1843.
No pudiendo escribir extensamente como quisiera por las razones que te dirá la persona que te enseñará estos renglones, únicamente te encargo que hagas caso de los consejos que ella te dará en mi nombre.
María Cristina"


Comportamiento como Reina

Posicion de Reina
Posicin de Reina 2
(…) “Por tu posición de reina, y que pronto debes empezar a gobernar, es preciso que te enteres bien de todo lo que pasa y si acaso tu deber te hace saber las flaquezas, intrigas de parientes o de otros, sirva esto para tu regla para tomar las medidas necesarias cuando mandes, para que nunca sean perjudiciales a tu Trono y a los súbditos que Dios te ha confiado, pero no lo divulgues, ni hables con personas que no necesitan enterarse de ello; y pide a Dios que ilumine a los extraviados, y que te libre de incurrir en semejantes faltas.” (...)


Sobre la boda y elección de marido

Boda
Boda 2
 
(…) “Yo deseo que sea de tu gusto, en cuanto sea posible, el que elijas para unir tu suerte a la suya, conciliando, en cuanto se pueda, tu felicidad particular con la de los españoles. Lo que te aconsejo por ahora es no hablar de boda, pero si te hablan de ello, que digas, sea a Olózaga, sea a quien se fuese, que este asunto lo quieres tratar con madurez, reflexionarlo mucho y consultarlo con tu madre, pues en la buena elección estriba la felicidad de los españoles y la tuya, y que cuando seas declarada mayor de edad, podrás pensar en ello con más libertad y hablar conmigo.”  (...)


Nombramiento del nuevo Gobierno y confianza en Donoso Cortés

Npombramiento gobierno
Npombramiento gobierno 2
(…) “Uno de los primeros pasos que tendrás que dar cuando empieces a gobernar será reformar, o nombrar en totalidad el Ministerio. Para esto cuando te digan los ministros que dan su dimisión, debes decirles que te la digan por escrito y cuando te la den decirles que no puedes menos de darles gracias por todo lo que han hecho a favor de tu causa. Pero luego que se marchen, enviarás a llamar los dos presidentes de las Cortes y les dirás que habiéndote dado el Ministerio sus dimisiones, quieres que ellos te propongan un nuevo Ministerio que al mismo tiempo que reúna, en cuanto sea posible, la opinión nacional, sean hombres imparciales, rectos, justos y fuertes, para que todas las medidas que te aconsejen sean por el verdadero bien de los españoles, pues deseas que el nombre de Isabel II sea querido y respetado de todos y que nunca quieres que en su tiempo se dé un paso contrario a la religión y a las leyes.
Desde que empieces a despachar, sea con el Ministerio que hay (pues podía suceder que te pidieran su confirmación) en este caso debes dársela, sea que despaches con uno nuevo, te pido que tengas el mayor cuidado con lo que te propongan y, por esto, tomando la excusa de tu inexperiencia hasta que te vayas enterando de los negocios, debes mandar que no suba un solo ministro al despacho y sí todos, aunque no despaches más que uno, pero quieres que los otros estén también, o a lo menos todos lo que puedan. Dirás también que cuando hubiera una medida trascendental quieres que sea con el acuerdo de todo el Ministerio.
Muchas otras prevenciones tengo que hacer sobre esto, pero como son del momento y mandan según las circunstancias, tendrás que atenerte a lo que te dirá Donoso por medio de Amparo por ahora, pues a Donoso habrá quien le diga todo lo que deba aconsejarte de mi parte, pues aunque lejos procuraré vigilar sobre ti para que no des un mal paso.” (…)


Sobre la costumbre de hacer regalos

Abuso regalos
Abuso regalos 2
(...) "Un abuso he notado que se hace y es, mona mía, el de dar tantos regalos. Yo no quiero que seas avara, no. Los reyes, más que ninguno, deben ser liberales, pero no deben tampoco abusar de la fortuna que Dios les ha concedido, deben de cada cosa hacer el uso conveniente. Que premies un gran servicio, que des una muestra de tu reconocimiento a alguna persona que te haya servido con fidelidad es muy bueno, pero para esto es preciso conocer las circunstancias de la persona, la cualidad de su servicio. Tú eres niña y no puedes por ahora calificar estas cosas, por esto es preciso una persona que te sepa aconsejar según tus verdaderos intereses y decoro exigen. Por esto es preciso que ya en adelante no hagas ningún regalo de las alhajas que tienes, hasta tanto que seas más grande y conozcas mejor lo que te conviene hacer. Como a la hermanita no le escribo así en particular, podrías tú aconsejarla respecto a regalos que, estando bajo tutela, no se pueden hacer regalos, pues uno no es dueño de disponer y máxime dar cosas que son regalos o herencias de nuestros padres. Con esto se lo dirás de modo que no entienda que yo te escribo particularmente." (...)


Motivos de su despedida hacia el exilio

Razones exilio
(...) "Bien quisiera hablarte también de las cosas políticas, pero esto es muy largo, hija mía. Sabes, sin embargo, que si salí de España despidiéndome de ti, como para ir a ver a la abuelita, lo hice porque convenía así al decoro del Trono y que sólo las terribles circunstancias me hicieron tomar esta, para mí, tan penosa posición. Algún día, y éste lo tendré por el más feliz de mi vida, podré decirte cuanto padecí al retirarme de mis queridas hijas y los motivos que para ello tenía." (...)

 

El Fondo Juan Donoso Cortés
El Fondo Juan Donoso Cortés, al que pertenecen estas cartas, es un conjunto de 30 legajos de enorme riqueza, pues reúne importantes documentos para el conocimiento de la Historia Contemporánea de España en la primera mitad del siglo XIX. Fue ingresado en marzo de 2014 por los herederos del relevante político y filósofo español y, completado el proceso de descripción y digitalización, puede ser consultado en su integridad por los usuarios tanto en la sala de consultas del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid como a través del 'Buscador de documentos y archivos' del Portal de Archivos.

Se trata de un fondo documental de gran valor, por ser inédito y por provenir del que fuera, entre otros cargos, diputado, embajador y hombre de confianza de la regente María Cristina de Borbón–Dos Sicilias, madre de Isabel II. Los documentos, en muy buenas condiciones, son fundamentalmente originales y, además, hay copias de la correspondencia enviada, minutas y borradores de determinados asuntos. También, hay periódicos, gacetas y boletines de la época.

Los propietarios de este legado, los hermanos Donoso – Cortés Esteve, y el Gobierno de la Comunidad de Madril decidieron aunar esfuerzos y firmar un convenio para depositar en el Archivo Regional este fondo documental por un plazo de cinco años prorrogables. En él, se recoge de modo expreso el deseo de ambas partes de procurar la mejor conservación del archivo, de forma compatible con la máxima difusión entre la comunidad científica, investigadores y público en general, de manera altruista y gratuita.

iconos pdf Cartas de la reina María Cristina a sus hijas Isabel II y Luisa Fernanda (acceso al contenido completo)

 MARÍA CRISTINA DE BORBÓN – DOS SICILIAS

 (Palermo, 27 de abril de 1806 – Sainte–Adresse, 22 de agosto de 1878)

 Fue Reina consorte de España por su matrimonio con Fernando VII en 1829 y Regente del Reino entre 1833 y 1840, durante una parte de la minoría de edad de su hija Isabel.

 Sus padres fueron Francisco I de las Dos Sicilias, Rey de las Dos Sicilias entre 1825 y 1830, y la infanta María Isabel de Borbón, hija de Carlos IV de España. Contrajo matrimonio en Aranjuez el 11 de diciembre de 1829 con su tío Fernando VII, convirtiéndose en Reina de España. Fernando VII murió en 1833.

María Cristina Luis Carlos Legrand, La reina María Cristina de Borbón, h. 1830, José de Madrazo, p., litografía, 59 x 43 cm.Biblioteca Nacional de España: IH/5390/11

El Rey la había nombrado en su testamento Gobernadora del Reino, cargo en el que sería confirmada por las Cortes Constituyentes en 1836. El 28 de diciembre del mismo año en que quedó viuda, contrajo matrimonio morganático en secreto con un sargento de su guardia de corps, Agustín Fernando Muñoz y Sánchez. Esta relación no fue bien vista por la sociedad de la época. Su hija y heredera al trono tenía solo tres años y actuó como Regente del Reino durante los siguientes siete años, hasta 1840.

Tras varios intentos fallidos de conciliar las tendencias políticas entre progresistas y moderados, María Cristina se vio obligada a ceder la Regencia a Baldomero Espartero y exiliarse. Salió del país el 17 de octubre de 1840, aún así, desde Marsella anunció que había sido forzada a renunciar y se trasladó a Roma, donde por el aquel entonces el papa Gregorio XVI le dio la bendición a su matrimonio morganático.

Se instaló también en París y desde allí intrigó –junto a sus más fieles– contra el Gobierno esparterista hasta su derrocamiento y posterior declaración de la mayoría de edad de su hija a sus 13 años. Una de las cuestiones más importantes durante este período fue la educación de las princesas, en una pugna entre el personal de la Casa Real impuesto por Espartero y el resto, proclive a la Regente, como fue la marquesa de Santa Cruz.

 

 

> Carta de horro que concede la libertad al esclavo Luis

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 3 de abril de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 3 de abril de 2018.


Libertad sin nada a cambio
El documento que se comenta, conservado en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, es una 'carta de horro y libertad'. Se trata de un documento que redacta un escribano público (antecedente del actual notario) a través del cual un amo libera a su esclavo, bien de forma “graciosa”, es decir, sin nada a cambio, o bien mediante el pago por parte del esclavo de un precio acordado con su propietario. Esto último era posible porque muchos esclavos trabajaban como asalariados de otras personas, de manera que el amo se quedaba con parte de los ingresos que recibían de este trabajo y con el resto el esclavo podía ir reuniendo la cantidad que acordara con su amo para pagar su libertad.

IMG 2093 recorte   
   
 IMG 2088 629      IMG 2092 629
Vea el documento completo
iconos pdf Transcripción del documento

En este caso concreto, el documento, fechado en 1672, explica cómo Juan Enríquez de Navarra, Caballero de la Orden de Santiago, concede libertad absoluta y perpetua, sin pago previo alguno, a un esclavo de su propiedad llamado Luis “de color mulato membrillo cocho, de buen cuerpo, calvo, ya muy entrecano”. El texto relata cómo se realiza la compra del esclavo en el año 1647, en la ciudad de Carmona (Sevilla), cuando Juan Enríquez de Navarra era Corregidor en dicha ciudad.

La llegada del esclavo Luis a Carmona es algo rocambolesca, pues, como explica el documento, fue capturado por varios vecinos de la ciudad de Jerez de los Caballeros (Badajoz), los cuales eran “soldados de a caballo” en la frontera de dicha ciudad con Portugal que servían al Rey “sin interés ni sueldo” y actuaban como “aventureros contra los rebeldes de Portugal”. En una de sus incursiones en la zona enemiga, estos aventureros capturaron a Luis y lo llevaron a la ciudad de Jerez de los Caballeros, donde no hallaron persona que quisiera comprarlo. Por esa razón, y con licencia expresa del Corregidor de dicha ciudad, lo llevaron a Carmona, donde finalmente lo compró Juan Enríquez de Navarra por 1.700 reales de vellón (los precios de compra oscilaban, más o menos, entre los 600 y los 2.700 reales). Era imprescindible que este tipo de documentos incluyeran la explicación sobre la adquisición del esclavo, para que quedara patente la propiedad jurídica del amo sobre esa persona.

Contexto histórico
El contexto histórico es muy importante para encuadrar este documento. Desde 1581, reinando Felipe II, Portugal formaba una unión dinástica con España y compartía el mismo soberano que el resto de los reinos y territorios que formaban parte de la Monarquía Hispánica. La situación cambió en 1640 (siete años antes de la compra del esclavo Luis), cuando Portugal se independizó. Desde esa fecha, hasta 1668, hubo varias tentativas de invasión por parte de Felipe IV y continuos enfrentamientos fronterizos entre ambos Estados.

mulata velazquez 'La mulata', 'La cocinera' o 'Escena de cocina' es una de las dos versiones de este tema pintadas por Velázquez en su primera etapa sevillana, con un abanico de fechas amplio, aunque la mayor parte de los especialistas llevan su ejecución a 1620 – 1622. Se conserva en el Instituto de Arte de Chicago.

El documento relata las razones por las cuales Juan Enríquez de Navarra decide conceder la libertad a su esclavo: “por aberme servido el dicho Luis mi esclavo desde el dia que le compre hasta oy dia de la fecha [1679] con mucha puntualidad y fidelidad y ser muy buen christiano y allarse ya viejo y aberme pedido y instado muchas y diversas vezes me sirviese de darle libertad para que pudiesse irse a su tierra o hazer y disponer de su persona libremente lo que quisiese a su eleccion y volunttad. Y yo atendiendo a las caussas referidas y a lo bien que me ha serbido y instancias y persuaçiones que sobre ello me ha hecho y por serbiçio de Dios nuestro señor lo he tenido y tengo por bien”.

La carta de libertad tenía validez en cualquier lugar en que pudiera encontrarse Luis y así lo refleja de forma explícita el documento: “otorgo que doy libertad absoluta al dicho Luis mi esclavo para que de aqui adelantte para siempre jamas y hasta el dia de su fallecimiento sea libre y pueda como tal hazer y disponer de su persona assi en esta corte como fuera della y en otros reynos estraños”.

Pero, para que todo esto pudiera llevarse a cabo, quedaban por hacer dos cosas. La primera, que su amo renunciara a todos los derechos que, hasta ese momento, había tenido sobre él y así queda claramente recogido en el documento: “me desisto quito y aparto de todo el derecho y accion que, contra la persona y vienes de Luis, mi esclabo, tenia y me pertenezia como su dueño y señor por razon de la compra venta que del se me hizo”. La segunda era la entrega a Luis de un original de la carta de horro y libertad que pudiera presentar allá donde fuera o estuviera, ya que era el documento acreditativo de su nueva situación jurídica: “le entrego original con esta escriptura para su resguardo”.

Objeto de lujo y símbolo de ostentación
La esclavitud es un ejemplo de lo compleja que era la sociedad en el Antiguo Régimen. Actualmente, es difícil pensar que, aunque de modo reducido, se mantuviera tal costumbre entre los miembros de la nobleza y las élites como un elemento de prestigio social. Sin embargo, tal comportamiento estaba generalizado entre los estratos altos de la población para remarcar las diferencias  propias de su clase, y dentro de ésta, las fortunas mayores o menores. Por eso, vemos referencias en los documentos relativas a su propiedad: cartas de compra – venta, donación y trueque, de libertad y de horro, y otras. Debido a que se trataba de una propiedad, recibían un trato de favor y cuidados por parte de sus dueños, pues de su estado dependía su mayor o menor precio en el mercado.

El esclavo de Velázquez

juan de pareja El retrato de Juan de Pareja es uno de los más destacados retratos pintados por Velázquez, conservado en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde ingresó en 1971.

Juan de Pareja (1606 – 1670) fue un pintor sevillano, nacido de padres esclavos. Sirvió a Velázquez también como esclavo, ocupándose en limpiar pinceles, moler colores y preparar cuadros, y se dedicó en secreto a la pintura, copiando e imitando las obras de su amo. Acompañó a éste a Italia, y siguió haciendo progresos. De vuelta a Madrid descubrió su habilidad delante del rey Felipe IV, al visitar éste un día el estudio de Velázquez, obteniendo de este modo la libertad.

Velázquez le concedió carta de libertad en 1650 con motivo del viaje que realizó a Roma, momento en el que Velázquez ejecutó su excepcional retrato. Una vez libre, continuó al lado del genial artista como pintor. Llegó a imitarle con tal perfección que sus obras se han confundido muchas veces con las de Velázquez y las de su yerno Juan Bautista del Mazo. Las más notables son: 'La vocación de San Mateo' (Museo del Prado); 'Bautismo de Cristo' (Museo de Bellas Artes. Huesca); 'San Juan Evangelista'; 'San Oroncio'; 'La Virgen de Guadalupe' (en Madrid).

 

 

> Receta para hacer chocolate a partir del cacao y los menús viajeros de Nicolás Urgoiti

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 27 de marzo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 27 de marzo de 2018.


Cómo se hacía el chocolate en casa de la Condesa de Lemos
'Documentos en la onda'  trae esta semana varias recetas que nos han resultado muy curiosas. La primera de ellas forma parte del Fondo Hospital General y de la Pasión, en concreto  se incluye en la Testamentaría de Rosa Mª de Castro y Centurión, Marquesa viuda de Aytona, Condesa de Lemos y nos explica de forma detallada cómo se hacía el chocolate en casa de la Condesa de Lemos, a finales del siglo XVIII. Los siguientes documentos son cuatro menús que forman parte del Fondo Nicolás Mª de Urgoiti, empresario polifacético de extraordinaria importancia durante el primer tercio del siglo XX que se dedicó, entre otras actividades, a la industria papelera, siendo el gran impulsor de la misma en España y el fundador del periódico 'El Sol'.

receta chocolate Receta para hacer chocolate en casa de la Condesa de Lemos. Finales del siglo XVIII.

Vea el documento completo

El documento para hacer chocolate dice textualmente:
“Para cada tarea o molienda de chocolate se toma 20 libras de cacao de Caracas, que sea mui fresco y bueno y tostado y limpio de su cáscara queda en 15 libras, y se junta con otras 15 de azúcar de pilón que sea bueno. Se a de tostar no mucho, pues se le a de dar en esto el punto que requiere. Luego se muele 5 vezes; y se le hecha a cada molienda o tarea 6 onzas de canela; y a la tercera vez, o, mano que se muele se le hecha un mazo de vainilla, que sea también fresca, y reciente, y sale de cada molienda 30 libras de chocolate. De manera que a de tener cada tarea o molienda:
Cacao de Caracas fresco y reciente……….20 libras con cáscara.
Azúcar de pilón……….15 libras.
Canela……………………..6 onzas.
Vaynilla…………………… 1 mazo.
Y se a de moler…………5 vezes."

El chocolate y su origen

chocolate-monasterio-piedra--644x362

Monjes de la Orden Cisterciense elaboran chocolate en la cocina del Monasterio de Piedra, en Nuévalos (Zaragoza).

«Cuando uno lo sorbe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse». Así, novelaba Hernán Cortés algunas de las virtudes que tenía aquel producto descubierto en su expedición por tierras dominadas por Moctezuma II en México y que era conocido en la mitología azteca como el «alimento de los dioses», nada menos. De hecho, según la leyenda, el dios Quetzalcoatl regaló a los hombres el árbol del cacao antes de ser expulsados del Paraíso. Con este fruto divino, los hombres adquirían vigor y fuerza. En la cultura española, la primera referencia al cacao se hace en una carta, con firma del propio Cortés, que data del 30 de octubre de 1520. En esas líneas, se describe a este producto como una fruta con almendras, que en tierras mexicanas «venden molida» y que usan por moneda para algunos pagos, símbolo de la importancia que concedían los aztecas a estos granos.

¿Por qué era amargo en un principio?
El nombre original de esta bebida era «xocolatl», del que deriva su denominación actual. Los aztecas elaboraban este líquido a partir del haba del cacao, lo mezclaban y aromatizaban con hierbas, vainilla, pimienta y otras especias como la guindilla y hasta lo condimentaban con chile, con el fin de obtener un líquido espeso, oscuro y espumoso que bebían frío o caliente.

Desde los primeros y remotos tiempos, el conquistador del Imperio azteca reseñó que esta bebida generaba a quien la degustaba cierta sensación de bienestar y energía inusitada, aunque era obligado endulzarla con miel, ya que el amargor del achiote que llevaba era complicado de digerir. En Zaragoza, los monjes se sirvieron de vainilla, azúcar y canela para lograr este propósito dulcificador.

images Images Cocoa-Beans

Tras su introducción en España por la expedición de Cortés, el chocolate tuvo una controvertida historia, fruto de los usos y costumbres de las mujeres refinadas de la aristocracia, que lo quisieron «trasladar» incluso al interior de las iglesias para hacer más llevadero el sermón y para combatir las frías jornadas de invierno. No obstante, el chocolate no se expandió tan rápidamente por Europa como uno se imagina. De hecho, mientras para la alta sociedad española del siglo XVI constituía un producto selecto y de gran valor, en otras naciones existen reseñas tan peyorativas como las del italiano Girolamo Benzoni en su volumen La Historia del Mondo Nuovo (1565): «El chocolate parece más una bebida para cerdos que para ser consumido por la humanidad».

Tardarían varios siglos en explorarse con detenimiento las virtudes medicinales que albergaba y que Cortés no había podido apreciar en esta bebida dulce. Entre los siglos XVI y XIX, se populariza como remedio digestivo y estimulante. En la actualidad, hay dietas que recomiendan tres onzas de chocolate negro como bálsamo para el dolor menstrual.


Los menús viajeros de Nicolás Urgoiti
Además de la receta para hacer chocolate casero, Nieves Sobrino comentó cuatro menús que forman parte del Fondo Nicolás Mª de Urgoiti, empresario polifacético de extraordinaria importancia durante el primer tercio del siglo XX que se dedicó, entre otras actividades, a la industria papelera, siendo el gran impulsor de la misma en España y el fundador del periódico 'El Sol'

 ES28079ARCM 167 000116102 00018r 350     ES28079ARCM 167 000116102 00010r 300 
Nicolás Urgoiti (a la derecha) en la cubierta del S.S. Kronprinz Wilhelm durante el trayecto entre Bremen (Alemania) y Nueva York. 29 de abril de 1906.   Imagen exterior del S.S. Kronprinz Wilhelm. 

Urgoiti fue un viajero incansable que recorrió gran parte de Europa y América. El primero de estos menús recoge 'la comida del Capitán',  que se sirvió a bordo del barco S.S. Kronprinz Wilhelm el lunes, 30 de abril de 1906, durante la travesía que hacía entre Bremen (Alemania) y Nueva York.

El menú forma parte de un cuadernillo informativo muy cuidado en cuya portada figura el nombre de la naviera (la “Norddeutscher Lloyd”, fundada en Bremen) y dibujos de diferentes lugares del mundo (el templo de la concordia en Sicilia, mezquitas y casas en Argelia, etc.). En el interior, se relacionan las marcas de los productos que se servirán durante la travesía (por ejemplo, chocolate Suchard o champagne Mercier). A continuación, se relaciona el menú de cada comida y cena en alemán y en francés/inglés, detallando el día que se servirá, y con dibujos de estampas marineras. El cuadernillo finaliza con el programa de música previsto para cada día.

 ES28079ARCM 167 000116102 00011r 300     ES28079ARCM 167 000116102 00012r 350 
Salón restaurante del barco en el que se ofreció 'la comida del Capitán'.    Cubierta del S.S. Kronprinz Wilhelm.
Comida del Capitán portada Cuadernillo informativo que incluye 'la comida del Capitán', que se sirvió a bordo del barco 'S.S. Kronprinz Wilhelm' el lunes, 30 de abril de 1906, durante la travesía que hacía entre Bremen (Alemania) y Nueva York.

Vea el documento completo

La 'comida del Capitán' fue extraordinaria. Para empezar, se ofrece la posibilidad de elegir entre cuatro platos:

- Chicken salad en coquilles (ensalada de pollo y vieiras).

- Potage tortue financière (sopa de tortuga a la financiera. Quizá el nombre derive del hecho de que fue el gran plato de la aristocracia financiera, navieros y piratas ingleses). 

- Potage de volaille Camerani (sopa de ave a la Camerani, nombre que toma de una sopa muy elaborada inventada por este cocinero cuya base principal son los hígados de pollo). 

- Consommé aux Jacobins (consomé a los jacobinos). 

El resto del menú lo componen los siguientes platos:

- Patties à la romaine (empanadas a la romana). 

- Filet de boeuf à la Champignol (filete de carne a la Champignol, quizá haga referencia a la forma de hacerse el filete en este pueblo de Francia). 

- Sweetbread à la Delmonico (pan dulce a la Delmonico, posiblemente reciba este nombre por un famoso restaurante que se abrió en Nueva York en 1837). 

- Strawberry sorbet with pine apple (sorbete de fresa con piña). 

- Poularde de la Bresse, lettuce salad y plums (pularda originaria de esa región francesa, con ensalada de lechuga y ciruelas).

- Argenteuil asparagus en branche Sauce divine (espárragos en rama de Argenteuil con salsa divina, hecha con limón y sherry). 

- Soufflé en surprise (postre de helado cubierto con merengue tostado).

- Transparent ice cream (helado).

- Macaroon table piece (dulce de almendra y clara de huevo). 

- Fruits (frutas).

- Dessert (postre).

- Cofee mèlange (café expreso, leche caliente, espuma, yemas de huevo batidas con azúcar y nata montada).

El siguiente menú corresponde a una comida que hizo Nicolás Mª de Urgoiti el 7 de noviembre de 1922 cuando viajaba por Argentina a bordo del Ferro Carril del Sud. Es mucho más sencillo que el anterior: en el anverso aparece el emblema del ferrocarril con dos estampas de 'Cervecería Argentina Quilmes' y el menú y, en el reverso, se plasma un mapa de la región argentina que se recorre.

 ES28079ARCM 167 000116162 00001r 350     Menú Ferro Carril 
Nicolás Urgoiti en una de las paradas realizadas en su viaje por Los Andes.   Menú ofrecido en el tren 'Ferro Carril del Sud' en el que Urgoiti viajaba por Argentina en 1922.

Vea el documento completo
 

La comida de ese día estuvo formada por:
- Grenobloise (salsa que acompaña a los pescados. Quizá es la salsa que acompaña al siguiente plato, el pescado frito). 
- Pescado frito
- Tournedos con alcauciles rellenos (corte transversal del centro del solomillo del buey o del cerdo con alcachofas rellenas). 
- Aves asadas con papas Lionesa y ensalada (patatas cortadas en rodajas fritas en sartén con cebolla fina y salteadas con mantequilla y otros condimentos). 
- Compota de fruta frappée
- Postre
- Café.

El tercer menú corresponde a un almuerzo – homenaje que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1925 en el Hotel Ritz de Madrid. Es una cartulina pequeña que tan sólo lleva en su parte superior el emblema del hotel: un escudo con un oso y un madroño en cuya parte superior se encuentra lo que parece ser la corona tumular de los Reyes de España. Los platos servidos en el menú de ese día fueron los siguientes: 

Menú Ritz Menú ofrecido en el Hotel Ritz el el 20 de noviembre de 1925.

Ostras de Marennes (Francia). 
Huevos escalfados Gran Duque. (Pan de molde untado con salsa Mornay, realizada a partir de la bechamel. Para ello se coloca encima el huevo escalfado, se cubre todo con salsa Mornay y queso rallado, se decora con dos puntas de espárrago y se gratina). 
Filetes de lenguado Escorial
Chuletas de ternera en cacerola con guisantes a la inglesa. (Son guisantes cocidos a los que, después de escurrirlos, se les echa mantequilla por encima para que se derrita con el calor). 
Capones de Bayona asados con ensalada Niçoise. (Es una ensalada procedente de Niza que lleva tomates pequeños, cebolleta, pimiento rojo pequeño, huevos, atún, anchoas, aceitunas negras, judías verdes redondas, patatitas nuevas, alcaparras, lechuga, sal, pimienta y una vinagreta de aceite, vinagre blanco y mostaza de Dijon). 
Helado sorpresa y pasteles. (El helado sorpresa se refiere al 'soufflée sorpresa' que se ha comentado antes). 
Frutas
Café. 
Vinos (Cepa Rhin, Vinícola 1900, Champán Dry Monopole y licores).

Un mes más tarde, el 9 de diciembre de 1925, se celebra un banquete en Lhardy. El menú se escribe en una pequeña cartulina rectangular de color rojo que lleva en la esquina superior derecha dos elefantes blancos. Los platos que se sirvieron (escritos en francés) son los siguientes:

Menú Lhardy

Menú servido en Lhardy el 9 de diciembre de 1925.

- Consommé (consomé). 
- Oeufs poches Rossini (huevos escalfados Rossini. Hacen referencia al músico Rossini, que fue también un extraordinario gastrónomo, siendo muy famosas sus recetas de pasta, tournedó y canelones. Se coge un trozo de pan de 4 a 5 centimetros de grosor, se dora y se hace en su interior un pequeño hueco en el que se pone foie gras y el huevo escalfado. Se cubre todo con bechamel, se espolvorea con queso, se salpica con mantequilla y se gratina). 
- Timballe de sole Cardinal (timbal de lenguado Cardinal. El timbal es un molde en forma de cono o cilindro, donde se coloca un lenguado con salsa bechamel, fumet de pescado y esencia de trufa, nata, mantequilla de cangrejos y cayena. Hay muchas variantes: se puede hacer también con leche y mantequilla de bogavante, por ejemplo). 
- Dindonneau rôti (pavo asado). 
- Salade demi-deuil (crema fresca, mostaza, lechuga, trufa, sal y pimienta). 
- Gâteau Montmorency (pastel/ponche Montmorency, típico de Lhardy. Tres finas capas de bizcocho remojado en ponche, dos capas de crema con nata y cobertura de yema tostada). 
- Mousse glacé à l’orange (mousse helada de naranja). 
- Postre
- Rioja blanco fino Lhardy; Rioja Marqués de Riscal; Champagne Clicquot Carte blanche; Champagne Clicquot Carte jaune.

ES28079ARCM 167 000116345 00005 629

Otro banquete de Urgoiti en el Lhardy. Esta vez celebrando con su mujer, María Ricarda, sus hijos y nietos sus bodas de oro. 9 de febrero de 1943.

 

 

> Carta de recibo de dote y arras

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos días Madrid
Fecha: 20 de marzo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 20 de marzo de 2018.


Mayor dote, mejores candidatos
'Documentos en la onda' nos presente esta carta de recibo de dote y arras otorgada por Francisco de Frutos a favor de Juana de Prado (1614), que forma parte del Fondo Villares – Toro. La dote era el conjunto de bienes o dinero que la mujer aportaba al matrimonio y era un elemento importantísimo a la hora de encontrar marido, ya que, si la dote era relevante, se convertía en un acicate para los candidatos a futuros esposos. Por el contrario, si la dote era escasa o no había, existían mayores dificultades para concertar una boda.

La carta de recibo de dote y arras era un documento público hecho ante un escribano (antecedente de los actuales notarios) en el que la novia o su familia declaraba los bienes que aportaba al matrimonio y el futuro marido reconocía haberlos recibido y se comprometía a conservarlos. Se trata, por tanto, de un documento fundamental para conocer el nivel de vida material e intelectual de la sociedad de siglos pasados y permite evidenciar las diferencias que existían entre las dotes según el estrato social al que perteneciera la novia.

portada carta dote 629 Vea el documento completo

38.000 reales de la novia y 1.000 ducados del novio
El documento detalla los bienes dotales que Juana de Prado aporta a su matrimonio con Francisco de Frutos, entre ellos: 1 cama de madera dorada con su cobertor y sobremesa; 1 bufetillo de estrado de ébano y marfil; 2 relicarios de ébano guarnecidos en plata; 12 platos trincheros de plata y 2 platos medianos; 1 jarro de plata con guarniciones de plata; 1 ollita de plata con su tapa; 1 arracada de oro con piedras azules por valor de 4 ducados (son aros que se usaban a modo de pendientes); 1 abanico de plata con una cadena de oro; 66 botones de oro esmaltados de negro; 50 sábanas de Holanda nuevas; 12 almohadas de Holanda y 12 acericos nuevos (almohadilla pequeña que se usa para clavar agujas y alfileres); 13 tablas de manteles de gusanillo y alemaniscos; 72 servilletas de gusanillo y alemaniscos; 8 camisas de mujer de diferentes tejidos; 4 abantales (delantales) de Holanda; 6 gorgorillas; 9 toallas de Holanda y de lienzo casero; vestidos, basquinas y jubones de mujer de diferentes tejidos y colores; medias y ligas; 2 pares de chapines (zapatos) con birillas (hebillas) de plata; 1 alombra (alfombra); y 2 cofres, uno viejo y otro nuevo traído de Flandes.

El total de los bienes dotales suma 19.073 reales, a lo que hay que añadir 19.530 reales en dinero metálico, por lo que el futuro esposo recibe un total de 38.603 reales. A ello, hay que sumar 1.000 ducados que Francisco de Frutos entrega a su futura esposa “por la honra” de la misma en concepto de arras proternupciales.

El documento concluye con el compromiso del futuro marido de conservar tanto la dote como las arras dentro de sus bienes, sin venderlos ni enajenarlos, de manera que si el matrimonio se disolviese o separase de acuerdo con el derecho, se restituirían a la futura esposa.

carta de recibo de dote 629 Detalle de algunos de los bienes que aportaba la dote de la novia.

 

La dote

Bridal-Shower-historia-Jean-Baptiste-Greuze 'The Village Bride o The Marriage' ('La novia de pueblo o el matrimonio, momento en el que el padre da a su yerno la dote de tu hija'). Jean–Baptiste Greuze. 1761.

La dote es el patrimonio que la futura esposa o su familia entregan al novio, siendo en muchos casos proporcional al estatus social del futuro esposo. Su significado, según diferentes culturas, bien sería el de contribuir a la manutención de la propia novia o contribuir a las cargas matrimoniales. En todo caso, la dote se otorga al hombre quien la administra durante la duración del matrimonio y de producirse el repudio, la separación o el divorcio tendría que devolverla.

En algunas culturas, la dote forma parte de un intercambio de riquezas entre las familias contrayentes acompañada de un cierto pago del novio o su familia a la familia de la novia, denominado excrex. Este pago es relativamente frecuente en algunas culturas africanas, mientras que la dote sería más propia de Asia del Sur y algunas sociedades europeas. En países como India, Pakistán, Bangladesh, Nepal o Sri Lanka, es la novia la que tiene que pagar una dote a la familia del novio.

A pesar de que en estos países asiáticos se prohibiera expresamente la dote a mediados del s. XX (en la India fue ilegalizada en 1961), esta práctica sigue siendo bastante común y en ocasiones ha suscitado problemas cuando no se pueden satisfacer las exigencias del marido, lo que acarrea maltrato o incluso uxoricidios u otros tipos de asesinatos.

En algunas regiones de Europa, se ha conservado la tradición del ajuar, que antiguamente consistía en el conjunto de enseres, muebles y ropas aportados por la familia de la novia y que hoy también puede hacerse extensible a la familia del novio.

En otras culturas, como en los pueblos germánicos del Medievo, aparece un fenómeno marital denominado Morgengabe, que consistiría en un pago del novio a la familia de la novia. El mahr es un fenómeno parecido al Morgengabe germánico, pero en la cultura islámica, que se menciona en el versículo 4:4 del Corán, donde el novio le paga a la novia un cierto monto de dinero, joyas o bienes inmuebles.

 

 

> Relación de condenas del Hospicio de Madrid

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 13 de marzo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
Buenos días Madrid', 13 de marzo de 2018.


Breve historia del Hospicio de Madrid
El Hospicio del Ave María y de San Fernando se funda en 1668, siendo en origen una casa para albergar a personas pobres. Deja de funcionar como institución benéfica en 1922; en 1929, se convierte en Museo Municipal de Madrid y, desde 2007, es el Museo de Historia de Madrid.

Antiguo hospicio de la calle Fuencarral en la maqueta de Modelo de Madrid, del ingeniero León Gil de Palacio, entre los años 1828 y 1830. Calle de Fuencarral, con la manzana del antiguo Real Hospicio de San Fernando, hoy Museo.

Primero, estuvo ubicado en la calle Santa Isabel (zona de Atocha), lugar en el que permaneció hasta 1674, fecha en la que se traslada a la que sigue siendo su ubicación actual en la calle Alta de Fuencarral (Tribunal). Las obras del edificio actual, con la magnífica fachada barroca de Ribera, finalizaron en 1726. 

La institución nace con la función de recoger toda clase de pobres y darles una ocupación. Pero, desde muy pronto, el hospicio empieza a acoger a otras personas: mendigos; huérfanos, ancianos y desamparados que no podían acogerse a otro tipo de beneficencia; vagos y delincuentes menores; hijos díscolos; jóvenes alborotadores; prostitutas; muchachas difíciles o esposas insumisas (como el caso de Jerónima Velasco que comentamos el pasado 6 de marzo).

Básicamente, era una institución asistencial pero, al mismo tiempo, también correctora. Un lugar donde las personas acogidas pudieran reordenar sus vidas y convertirse en personas útiles a sí mismas y a la sociedad, de ahí que, siempre que era posible, combinaba la instrucción elemental para las personas que aún estaban en edad de ello con la ocupación en talleres y fábricas, a veces propias, a veces externas.

 

1280px-Primera Casa de Socorro en Madrid Fotografía del Hospicio fechada a comienzos del siglo XX.

Un correccional para descarriados
El documento que se comenta son los libros registro de las mujeres y hombres que están recluidos en la fecha del mismo (1804), pertenecientes al Fondo Diputación Provincial de Madrid, en concreto, a sus instituciones antecesoras. Estos libros anotan, de forma separada, las condenas de hombres y mujeres reclusos en el departamento de corrección que existía en el Hospicio del Ave María y San Fernando. La primera información que se recoge son los datos de cada persona: nombre y apellidos; fecha de ingreso en el Hospicio; tiempo de condena y motivo de la pena; personas que “responden” por el recluso si las había (padre, marido, otro familiar); lugar de nacimiento; estado civil; alias; destino dentro del Hospicio; y conducta que tiene dentro de la institución. Este dato era considerado uno de los más importantes, ya que, periódicamente, las autoridades civiles y eclesiásticas “visitaban” a los reclusos y se anotaba en el libro registro el resultado de esa visita: concesión de libertad, reducción de condena, paso a otras ocupaciones, aumento de condena... 

A veces, si los reclusos tenían familiares, éstos pagaban una cantidad de dinero al día por su manutención, aunque esto no ocurría siempre. En algunas ocasiones, entraban en el Hospicio por voluntad de sus “responsables”: el padre o el marido. Algunos de los oficios a los que se destinaban los reclusos eran: tornos, desmonte, imprenta, medias, enfermería, etc.

CABECERA Libros registro en el que se detallan las mujeres y hombres que están recluidos en el Hospicio de Madrid, la causa de su reclusión y la pena a la que son condenados (1804).

condenas hombres AMPLIACION

Entre los diferentes casos que se relatan, encontramos diferentes tipos de delitos y de sanciones, en función de si han sido cometidos por hombres o por mujeres. Entre los hombres, los más comunes son: robo, embriaguez, exhibicionismo, intentos de suicidio, faltar al respeto, malos tratos físicos y psíquicos, infidelidades, mendicidad, fugarse de casa…

Entre las mujeres, los que más se repiten son: robo, asesinato, amancebamiento, alboroto, ser una ‘abandonada’, rapto de niños, tratos ilícitos, engaños y travesuras, fingir partos…

Este tipo de delitos, considerados de poca gravedad, se penaban con la reclusión simple en la cárcel, muy escasa, o, más frecuente, en instituciones como Hospicios y Casas de Misericordia, que se pretendía que funcionasen como modelo ideal de talleres donde aprender un oficio digno. Algunas de estas penas las podemos ver en los documentos, aunque la más habitual en los hombres era la de ir como voluntarios al Ejército.

caso hombres RED MEDIO

TRANSCRIPCIÓN

Libro 1º, folio 149 buelto
[Lateral] Siga
12 Francisco Ayllon edad 35 natural de Ajo-/
frin: soltero, recibido en 31 de Ma-/
yo de 1802 por providencia del/
señor Alcalde Don Ignacio Martínez/
de Villela por tiempo de 4 años/
para que con toda seguridad se le/
haga trabajar y no salga/
hasta que cumpla su tiempo por no/

caso hombres2 RED MEDIO

ser útil a el servicio de las/
armas, todo a virtud de un/
oficio, que el theniente del Rey Don Lo-/
renzo de la Hoz dirigió a dicho/
Señor Juez dándole parte, que/
el Excelentisimo Señor Ministro de Gra-/
cia y Justicia le mandaba/
de orden del Rey dirigir a Su Señoria/
y a su disposicion para que le diera/
el destino, que tuviera por con-/
veniente en la inteligencia de ser va-/
go, vicioso, y escandaloso, pues/
vendia la ropa, para embria-/
garse: que se presentaba en/
las casas a pedir limosna,/
y desembozaba enseñando/
sus partes pudendas a las/
mugeres lo que había execu-/
tado a las criadas del dicho/
Excelentisimo Señor. Lleva 2 años y 4 me-/
ses con una conducta iregular.

condenas mujeres

La prisión femenina, aunque en ocasiones compartía con los hombres Hospicios, tal y como refleja el documento seleccionado, tenía sus establecimientos propios, como la Galera o cárcel de mujeres, único instituto penal que desde principios del siglo XVII funcionaba con un discurso moralizador y correccional, además del estrictamente represivo. También, existían numerosas 'Casas de Mujeres Arrepentidas' o 'Arrecogidas', que proliferaron en el siglo XVII con advocaciones varias. Todas ellas albergaban una criminalidad femenina que, como ocurría en otras partes, tenía en el hurto su delito prioritario.

caso mujeres

TRANSCRIPCIÓN

[Lateral] Siga
205 Antonia Aguado, edad 32 años/
natural de Madrid, casada con Ju-/
lian de Chaves, rezibida en 6/
de Septiembre de 1804 por providencia/
de la Sala 2ª y causa for-/
mada por el señor Alcalde Don/
Francisco Gutierrez Vijil pre-/
sa con otros a quexa de/
su marido sobre amanceba-/
miento y tiempo de 3 años. 

CONDENAS DE MUJERES

El documento detalla motivos de reclusión y tiempos de condena de lo más diverso para las mujeres, que solían tener una media de edad entre 14 y 40 años.

CONDENAS DE HOMBRES

Los hombres que se detallan en el documento tenían una media de edad entre 10 y 46 años y sus condenas también son de lo más variopinto.

- Por ser simple y vaga: 4 meses (esta condena, muchas veces, se convertía en definitiva). 
- Por excesos y adulterio: 6 meses. 
- Por robar y vivir sin sujeción y amancebada: 4 años. 
- Por alcoholismo: 4 años. 
- Por adulterio y malos tratos al marido: 4 años. 
- Por interponer demanda de divorcio: sin tiempo determinado. 
- Por abandonada: 2 años y destierro a su pueblo natal. 
- Por robo y venta o empeño de ropas robadas: 2 años.
- Por defraudadora: 4 años. 
- Por robo con violencia: 2 años. 
- Por trato ilícito con hombres: 2 años. 
- Por robo de una sábana de lienzo casero de un tendedero: 2 años. 
- Por robo de una porción de trigo: 4 años. 
- Por estafa con cartas y lotería: 4 años.

- Por fugarse de la casa materna: 2 años. 
- Por raterías: 5 años. 
- Por holgazanería y excesos: sin tiempo determinado. 
- Por simple: sin tiempo determinado. 
- Por robar dinero de una cerería: 6 años. 
- Por fugarse de un hospital donde estaba enfermo: 4 años. 
- Por vago: 4 años. 
- Por no tener oficio ni domicilio: 4 años. 
- Para aprender un oficio honesto: sin tiempo determinado. 
- Por vivir abandonado y pedir limosna: 4 años. 
- Por inaplicado e infiel: el tiempo necesario para aprender un oficio. 
- Para corregirse de la embriaguez: sin tiempo determinado. 
- Por fugarse del Hospicio en Pascua de Resurrección: 4 años. 
- Por ir a los billares sin oficio ni domicilio: 4 años. 
- Por robar un par de zapatos: 2 años. 
- Por robar en la pescadería: 4 años.

 

 

> Perdonando a la esposa ante notario

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 6 de marzo de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 6 de marzo de 2018.


Apartamiento de injurias otorgado por José Antonio Gutiérrez a favor de su esposa Jerónima Velasco
El apartamiento de injurias era un documento privado que se formalizaba ante un escribano, el antecedente de los actuales notarios. Era una forma de “perdón privado” que se podía otorgar en los casos de delitos o conflictos estipulados en la ley (por ejemplo, no se podía realizar en casos de delitos de sangre), ya que la legislación penal permitía intervenir a los particulares en la resolución de un conflicto privado a través del perdón. Lo habitual es que este perdón lo otorgara la persona ofendida en el conflicto o la víctima de un delito, pero, en casos extremos, podía ser concedido por el propio Rey.

La escritura notarial que se comenta, fechada en 1726 y conservada en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, es un apartamiento de injurias otorgado por José Antonio Gutiérrez a favor de su esposa, Jerónima Velasco. Refleja el perdón que concede el marido a su esposa y comienza explicando los problemas domésticos que existían en el matrimonio: había frecuentes discusiones entre ellos en el curso de las cuales se insultaban y proferían injurias y calumnias mutuamente. El propio marido expone en el documento que “…con su lexitima mujer ha tenido diferentes controversias y questiones de las que resultaron averse injuriado uno a otro de palabras indecorosas a su estado…”.

 

IMG 20180417 102135795 629 Vea el documento completo

A pesar de que el esposo reconoce que ambos cónyuges habían participado en los hechos, el resultado del enfrentamiento es una acusación dirigida únicamente contra la esposa: el esposo acude al “…Excelentísimo Señor Arzobispo de Toledo, protector de la Real Casa del Hospicio de esta corte, para que mandase poner en ella a dicha su esposa…y evitar los daños e inconvenientes que de estar juntos se pudiera causar”.

Como resultado de esta petición, Jerónima es encarcelada en el Hospicio de Madrid, ubicado en la calle Fuencarral, institución que, entre otras funciones, servía de cárcel para personas que hubieran cometido pequeños delitos y, al mismo tiempo, también como correccional donde se trataba de encauzar la vida de estas personas mediante la enseñanza y realización de un oficio.

Desde la perspectiva actual, se trata de una medida injusta y desproporcionada. Pero, era algo que estaba en concordancia con la mentalidad de esa época, en la que la mujer debía obediencia total al esposo, hasta el punto de no poder responder a los insultos o posibles malos tratos que recibiera de él.

 

IMG 20180417 102152782 629 Primera página de las dos de que consta el documento, fechado el 13 de septiembre de 1726.
IMG 20180417 102024741 629 Segunda y última página del documento con la firma del notario, Fernando Calvo Velasco, al pie.

Sin embargo, Jerónima no se conforma ni resigna con su situación y consigue escapar del Hospicio, aunque rápidamente es apresada y encarcelada de nuevo: “…[Jerónima] se salió del Hospicio sin licencia del Excelentísimo Señor Arzobispo ni del otorgante [el marido], con cuyo motivo a su instancia se volvieron a hacer diversas diligencias a fin de volverla a su recogimiento…”.

En este momento, la historia da un giro inesperado: el esposo, asesorado por religiosos y otras personas, decide perdonar a su esposa para evitar escándalos mayores y preservar su buen nombre, reconociendo, por un lado, que las palabras injuriosas se dijeron sin ánimo de ofender y, por otro, que el origen de las peleas fue la falta de medios económicos. Así, el documento dice “…que habiéndose careado y tratado con su mujer sobre conservar la paz y quietud…se le ha pedido por dicha su mujer y por algunas personas eclesiásticas y seglares de su estimación, cese en dichas diligencias para evitar el escándalo; que, de proseguirlas se pueden ocasionar graves perjuicios y daños al buen crédito y opinión suyo y de dicha su esposa…”. Por esa razón, “…desiste, quita y se aparta de las quejas que tenía dadas contra Dª Jerónima, su mujer…” y decide también no denunciarla por haberse escapado del Hospicio, a pesar del derecho que tenía a hacerlo.

El documento finaliza con la excarcelación de Jerónima y la reconciliación de los cónyuges.

 

 

> Cuando el Príncipe de Gales buscó esposa en Madrid

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 20 de febrero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 20 de febrero de 2018.


Se suspende la prohibición de vestir con lujo
Documentos en la onda nos trae un documento impreso, de 1623, perteneciente al fondo histórico municipal de San Martín de la Vega. Se trata de un pregón mandado dar por el rey Felipe IV en el que se anuncia que se suspende la prohibición de vestir con lujo y ornato durante el tiempo que dure la estancia del Príncipe de Gales en Madrid, que llegó a la capital al objeto de conocer a la infanta María Ana, hermana del monarca.

 

Pregon PORTADA 629 Vea el documento completo

Desde el reinado de Carlos V, a principios del siglo XVI, los monarcas emiten diversas leyes, pragmáticas y ordenanzas en las que se prohíbe vestir con lujo y utilizar ornamentos excesivos en los trajes y vestidos. Así, por ejemplo, en 1534, se prohíben los bordados, recamados y toda cosa hecha con bastidor, y en 1548, realizar guarniciones de oro y plata en sayas, calzas, capas y jubones. Estas prohibiciones se basaban en razones ‘morales’ (vivir con humildad de acuerdo a un profundo espíritu cristiano) y también en razones socio – económicas, como era el tratar de evitar el despilfarro en una época en la que llegaba mucho dinero y metales preciosos procedentes de las colonias.

A pesar de ello, las normas que trataban de contener el lujo no se respetaron en su totalidad y éste no sólo siguió existiendo, sino que en algunos momentos se dio de forma tan exagerada que provocó la ruina de algunas personas. A la hora de buscar un culpable de esta situación, las acusaciones se cruzaban, de forma que unos decían que los responsables eran los sastres, que siempre encontraban formas de burlar las normas e inventar ornamentos que no estaban prohibidos, y otros decían que los culpables eran los cortesanos y ricoshombres que ‘exigían’ ropas cada vez más lujosas y ornamentadas para lucir ante los demás.

Agasajo a los nobles invitados
Esta es la situación general que había en el vestir cuando, a principios de 1623 y sin previo aviso, aparecen en Madrid el Príncipe de Gales, Carlos Estuardo, acompañado de George Villiers, Duque de Buckingham. Ambos personajes viajaron de incógnito desde Inglaterra, sin el conocimiento ni consentimiento del Parlamento inglés, aunque parece que sí con el del rey Jacobo I Estuardo. El motivo de este extraño viaje era forzar la conclusión de las negociaciones diplomáticas que se habían iniciado en 1611 para concertar el matrimonio entre el Príncipe de Gales y la Infanta María Ana, hermana del rey Felipe IV, como forma de establecer una alianza entre España e Inglaterra, eternos rivales desde hacía más de un siglo.

a-la-entrada-del-principe-de-gales-en-madrid-por-marzo-del-ano-1623-antonio-d 400 Retrato ecuestre de Carlos I con el señor de Saint Antoine, por Anthony van Dyck, representación del poder absoluto a que aspiraba el rey inglés.

Ambos personajes permanecieron en Madrid casi seis meses y durante ese tiempo Felipe IV se esforzó por agasajar y halagar a sus huéspedes, mostrándoles el afecto de los madrileños. Con esa idea, se liberó a presos ingleses acusados de piratería; se celebraron algunos de los espectáculos públicos más importantes del reinado de Felipe IV (bailes, teatro, mascaradas, cacerías, toros, juegos de cañas); se concedieron préstamos a los nobles para que pudieran estar a la altura de las circunstancias; y, como refleja el documento que se comenta, se suspendió la prohibición de vestir con lujo y ostentación, pues se entendió que las normas contra el despilfarro no se podían mantener en estas circunstancias extraordinarias.

El documento explica que “en significación del contento de haber venido a estos Reinos el Príncipe de Gales… se permite el uso de oro, plata y sedas en telas, guarniciones, bordaduras de vestidos de hombres y mujeres y en las libreas de fiestas y en las gualdrapas y generalmente en todas cosas de traje. Y las mujeres pueden llevar en las lechuguillas, puños y mantos puntas y guarniciones…”.

05-llegada principe de gales al alcazar de madrid 1623 s Llegada del Príncipe de Gales al Alcázar de Madrid (23 marzo 1623). Juan Ruiz de Alarcón publicó, en colaboración con diversos poetas, un Elogio descriptivo (Madrid, 1623), sobre las fiestas que se celebraron en Madrid con motivo de la visita. Estampa alemana de la época en la que se puede ver, a la izquierda, un tablado de comediantes.
fiesta-de-cancc83as-1623 “Fiesta Real en la Plaza Mayor de Madrid (1623), atribuido a Juan de la Corte y expuesto en el Museo de Historia de Madrid, reproduce, en perspectiva caballera, la Plaza Mayor de la ciudad con motivo de los juegos ecuestres celebrados el 21 de agosto de 1623 en honor de la entonces comprometida pareja.
800px-Diego Velázquez - Maria Anna of Spain - Prado 300 Retrato de la emperatriz María Ana de Austria (1606-1646), pintada por Diego Velázquez. Pese a su fallido matrimonio con el Príncipe de Gales, fue emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico por su matrimonio con el emperador Fernando III de Habsburgo.

Sin embargo, el viaje no consiguió el objetivo pretendido, ya que las negociaciones matrimoniales fracasaron estrepitosamente, a pesar de que se dice que el Príncipe se encaprichó sinceramente de la Infanta. Uno de los requisitos que se impuso fue la conversión del príncipe inglés a la fe católica, exigencia que no fue aceptada. Por otro lado, parece que el Príncipe, animado por el Duque de Buckingham, tuvo un comportamiento considerado inapropiado por la Corte española. Se llegó a comentar que, en cierta ocasión, trepó por la tapia de un jardín para ver a su prometida paseando con sus damas y acompañantes, lo que provocó que la Infanta huyera. 

Al fracasar las negociaciones, los dos personajes regresaron a Inglaterra y, curiosamente, después de pasar seis meses en armonía en Madrid, se agravaron las tensiones entre los dos países. El embajador español en Londres pidió que se ejecutara a Buckingham por su comportamiento en Madrid. Pero, a su vuelta a Inglaterra, tanto él como el Príncipe de Gales ganaron mucho renombre por la aventura de su viaje y pidieron al rey Jacobo que declarara la guerra a España. Poco después, se inició la guerra entre ambos países que se prolongaría hasta 1630.  

Personajes históricos y de ficción
Además de personajes históricos, los nobles ingleses de esta historia son dos personajes muy conocidos por aparecer en dos de las obras más famosas de Alejandro Dumas. El Duque de Buckingham es uno de los protagonistas de “Los tres mosqueteros”, ya que se trata del caballero al que la Reina Ana de Francia regala unos herretes que los mosqueteros deben recuperar. Por su parte, el Príncipe de Gales fue coronado como Rey de Inglaterra tres años después de este viaje, iniciando un reinado problemático, pues intentó gobernar bajo los dictados de un férreo absolutismo. Su reinado provocó una guerra civil en Inglaterra que acabó con su propia decapitación en 1649. La prisión y muerte del rey se recogen en la obra “20 años después”, también de Alejandro Dumas, y segunda parte de “Los tres mosqueteros”

GeorgeVilliers 450 George Villiers, retratado por Rubens (Palacio Pitti de Florencia).

Repercusiones culturales históricas
Asimismo, este viaje tuvo consecuencias culturales importantes. Entre ellas, cabe destacar el regalo que el rey Felipe IV realizó al Príncipe de Gales, obsequiándole con numerosos ejemplares de caballos de raza española, lo que contribuyó a que surgiesen en Inglaterra los “pura sangre”. Otra de las consecuencias, fue que el Príncipe de Gales conoció en Madrid la impresionante colección artística de la Corona española, lo que despertó en él un interés y afición por el arte que le llevó a gastar cuantiosas sumas de dinero para crear su propia colección, siendo éste uno de los motivos que le acarreó gran impopularidad en su país. Y, a esto, hay que añadir que, tanto los escritores españoles como los ingleses hicieron referencia a este viaje en diversas obras. Valga como ejemplo, este famoso cuarteto que escribió Lope de Vega: 

“Carlos Estuardo soy 
que, siendo Amor mi guía, 
al cielo de España voy 
por ver mi estrella María”.

 

    

> Concesión de licencia para un servicio de ómnibus en Madrid

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 13 de febrero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 13 de febrero de 2018.


Un vehículo de transporte público
El documento que se presenta, fechado en 1869, es una escritura notarial conservada en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid. En ella se recoge la concesión por el Ayuntamiento de Madrid de una licencia para el establecimiento de un servicio de ómnibus en la ciudad. El ómnibus era un vehículo de cuatro o más ruedas destinado al transporte público con capacidad para un gran número de pasajeros. En este caso, la escritura notarial adjunta un dibujo a mano de cómo sería el ómnibus al que se concede la licencia, lo que nos permite saber con exactitud cómo era este antepasado de los actuales autobuses.

 

AHPM DG.951 [24 de mayo de 1868. Madrid]. Dibujo de un ómnibus. Cartulina. Tinta y aguadas color. 16,7x30,6. AHPM, DG. 95.

El ómnibus tenía cuatro ruedas, las delanteras más pequeñas que las traseras, e iba tirado por dos caballos que eran guiados por un conductor desde el pescante. El lugar para los viajeros era muy similar a un vagón de tren, pero de menores dimensiones, y en la parte superior se situaba el “imperial”, una zona de asientos al aire libre al que se accedía por una escalera situada en la trasera, es decir, algo similar a los actuales autobuses turísticos. 

Cuatro líneas en Madrid
El Ayuntamiento de Madrid decide establecer en la ciudad cuatro líneas de coche ómnibus y se acuerda otorgar la correspondiente licencia por medio de una subasta pública que se regía por un pliego de condiciones. La concesión se otorga por un plazo de diez años, pasados los cuales se repetiría la licitación para un nuevo período de otros diez. Gana la subasta una empresa francesa integrada por tres miembros: Henry D’Enneval, jefe de otra empresa de ómnibus con sede en París; Antoine Delrieu, cuya dedicación estaba en la industria del carruaje; y Pierre Pelons, veterinario.

 

IMG 20180315 114803589 629B Vea el documento completo

El pliego de condiciones define los itinerarios de las cuatro líneas: Paseo de la Florida-Barrio de Salamanca, Estación de Atocha-Barrio de Pozas (fue este un barrio muy famoso que ocupaba el espacio triangular que formaban las calles Princesa, Alberto Aguilera y Serrano Jover y se desmanteló en los años 60 del siglo XX debido al mal estado en que se encontraba tras la Guerra Civil), Fábrica de cigarros (Embajadores)-Plaza de Chamberí, y La Fuentecilla (actual calle Toledo)-Plaza de Quevedo. Todos estos itinerarios tenían en común su paso por la Puerta del Sol, que ya desde entonces funcionaba como punto de intercambio de líneas de transporte. 

El pliego también establecía otras cuestiones como el horario del servicio. Se especificaba que los viajes deberían comenzar a las seis de la mañana en los meses de mayo a agosto y a las siete el resto del año y finalizar a las doce de la noche. También se especificaba que, durante los seis primeros meses, la frecuencia de viajes fuera de treinta minutos; pasado ese tiempo, sería de quince.

Otros asuntos relativos al funcionamiento del ómnibus que aparecen en el documento son, por ejemplo, el precio del billete, que se establecía en un real para los que viajaran en el interior del vehículo y de medio real para los que lo hicieran en el 'imperial', o también, la penalización con cinco duros a la empresa si alguno de los coches no realizaba el trayecto. Por su parte, los niños menores de cinco años no pagaban asiento, pero debían ir en brazos de sus padres o de las personas encargadas de ellos. 

 

IMG 20180315 115255462 629 Primera de las 34 páginas de las que consta esta escritura notarial de 1869, por la que el Ayuntamiento de Madrid concede una licencia para el establecimiento de un servicio de ómnibus en la capital.
IMG 20180315 114944527 629 Última página de la escritura otorgada por Nicolás María Rivero, Alcalde de Madrid, en nombre de la Villa de Madrid, y Enrique D’Enneval, Antonio Delrieu, Pedro Pelons y León Martínez Vallejo, en nombre de Juan Esteban Noguera, proindivisamente, como adjudicatarios de dicho servicio. 24 de mayo de 1869. Al pie, la firma del notario, José García Lastra.

Además, el documento comtempla que cada coche debía ir identificado y, para ello, era obligatorio que llevara en el imperial un tarjetón con el número del mismo. Debajo de las ventanillas habría de colocarse un rótulo en el que aparecieran enumeradas las principales calles por las que transitaba. Cada vehículo debería disponer de un conductor y un cobrador y ambos debían ir vestidos con uniforme y 'decentemente'. El cobrador se situaba siempre en el estribo y de espaldas a los pasajeros con el fin de observar las indicaciones de los transeúntes de la calle. A las señoras se les prohibía subir a los asientos del imperial, ya que para acceder a esa zona había que subir por la escalerilla posterior, lo que resultaba bastante complicado teniendo en cuenta lo aparatoso de los vestidos que se llevaban en esa época y, aun de poder realizarse esta maniobra, sería una acción poco recatada. 

El pliego de condiciones también especifica que cuando todos los asientos estuvieran ocupados, habría de ponerse en el estribo una tarjeta que dijera “completo”. Tampoco se permitía la entrada a personas ebrias ni a las que llevaran bultos u objetos que pudieran manchar o molestar al resto de pasajeros.

Finalmente se fija que es posible hacer 'correspondencia' con otras líneas al llegar a la Puerta del Sol sin que se tuviera que pagar nada por este cambio. La única condición era avisarlo al subir al primer ómnibus. En todo caso, la parada en la Puerta del Sol no podía durar más de cinco minutos. Esta correspondencia estaba prohibida en días festivos, de toros o romerías porque no se efectuaba parada.

 

 

> 1816, el año sin verano en Europa. Noticias de la Gaceta de Madrid

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 6 de febrero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 6 de febrero de 2018.


Llegaba el fin del mundo
1816 es conocido como “el año sin verano” o “el año de pobreza” por mal tiempo que reinó en gran parte de Europa durante el estío. Las noticias que recoge la Gaceta de Madrid comentan que el país más perjudicado por la mala climatología fue Suiza, pero también se vieron seriamente afectados Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Italia, Hungría y Turquía. Según reseña el periódico, en esos países hubo un frío exagerado, hasta el punto de que fueron frecuentes las nevadas, lluvias extraordinarias que provocaron grandes inundaciones y evacuaciones de las personas en barcas, tormentas eléctricas y de granizo excepcionales y vientos con velocidades cercanas a las de un huracán. Por si todo esto fuera poco, este mal tiempo coincidió con la aparición de manchas solares, lo que avivó los rumores que afirmaban que el sol se estaba extinguiendo y el fin del mundo estaba próximo.

 

Fin del mundo Información aparecida en la 'Gaceta de Madrid' el 13 de julio de 1816 en la que se teme el fin del mundo.

 

Las noticias informan casi a diario de las graves consecuencias que tuvo todo ello. Por ejemplo, en Suiza, se tuvo que bajar el ganado de los montes a los llanos y allí perecieron gran parte de los animales por falta de pastos con los que alimentarse. Sólo se salvaron lo que pudieron ser alimentados con cebada y su propia leche. Los Cantones de Berna y Neuchatel tuvieron pérdidas por valor de 24.000 francos y, en general, había tanta agua que no se distinguía el cauce de los ríos. Mientras tanto, en Francia, los pastos quedaron arrasados o podridos por el agua, lo que provocó pérdidas por valor de casi 14.000 francos. Las cosechas de patatas, valoradas en 6.000 francos, quedaron destruídas; y los pueblos quedaron inundados y arrasados por el agua.

 

pérdidas Noticia aparecida en 'La Gaceta de Madrid' el 16 de julio de 1816 en la que se explican los daños causados por el mal tiempo.  

En general, en todos lo lugares afectados hubo una grave pérdida de cosechas, especialmente las de cereal. Esto, además de suponer un desastre económico para los labradores, provocó una gravísima carestía de alimentos básicos para toda la población durante el otoño e invierno, lo que generó revueltas y altercados en los países afectados.

La Gaceta también recoge los informes de varios astrónomos, como el de Mr. Delalande, con los que tratan de tranquilizar a la población y explicar que las manchas del sol son normales, pues reflejan la actividad interna del Sol y que no tienen ninguna influencia en el tiempo atmosférico, pues lo impide la distancia de "34 millones de leguas" que le separa de la Tierra.

 

astrólogo Noticia aparecida en 'La Gaceta de Madrid' el 3 de agosto de 1816 en la que el astrólogo Mr. Delalande explica las causa de los fenómenos climatológicos que están aconteciendo. 
A00841-00843-1 629 Noticia aparecida en la 'Gaceta de Madrid' el 6 de agosto de 1816 en la que se habla de las supuestas manchas solares aparecidas.  

Las noticias también informan de que, curiosamente, otras partes de Europa no estaban afectadas por este mal tiempo, sino por lo contrario, de forma que todo el Mar del Norte estaba sufriendo una gran sequía y ola de calor, siendo la ciudad de San Petersburgo una de las ciudades más afectadas por esta situación.

En aquel momento, no se supo cuál era la causa de esta alteración climática, pero hoy sí se sabe que en ese momento se combinaron dos factores. La causa principal fue la erupción del volcán Tambora un año antes, en abril de 1815. Este volcán, que se encuentra en una de las islas de Indonesia, está clasificado dentro de la categoría de los supervolcanes y la erupción que tuvo en 1815 parece que fue la más grande conocida en 1.300 años, alcanzando el nivel 7 de un máximo de 8. La explosión se escuchó a más de 2.000 kms y la columna de cenizas alcanzó una altura de entre 30-40 kms. Esas cenizas se dispersaron con gran rapidez por todo el planeta y creó un “invierno volcánico” en gran parte del mismo. El segundo factor que influyó en el mal tiempo es que hubo un descenso en la actividad solar, lo que pudo provocar una disminución de la temperatura del planeta. 

A00913-00916-1 El 24 de agosto, la 'Gaceta de Madrid' se hacía eco de una información aparecida el 10 de julio sobre San Petersburgo donde se habla de la sequía extraordinaria que afecta a los países septemtrionales.  

Curiosamente, ese mal tiempo del verano de 1816 tuvo también efectos culturales importantes. Los rayos del sol, al atravesar la capa de ceniza, adoptó tonalidades rojizas, lo que dio lugar a atardeceres espectaculares. Esos atardeceres fueron inmortalizados en cuadros por el pintor inglés, William Turner, precursor del impresionismo, famoso por sus paisajes.

Por otro lado, un grupo de amigos ingleses decidieron pasar ese verano de 1816 en una villa suiza cercana a Ginebra, Villa Diodati. Entre ellos estaban Lord Byron y Mary Shelley. El mal tiempo les obligaba a quedarse en casa, ya que no era posible realizar actividades en el exterior. Para no aburrirse, tenían que buscar pasatiempos y una de las cosas que se les ocurrió fue hacer una especie de “concurso” para ver quién de todos ellos escribía el mejor relato de terror. Mary Shelley escribió en este momento la primera versión de una obra que ha pasado a la posteridad, “Frankestein”, que se publicó en su versión definitiva dos años más tarde.  

La Gaceta de Madrid

gaceta de Madrid La Gaceta de Madrid comenzó a editarse en 1661.

La Gaceta de Madrid  es una publicación periódica oficial que empieza a editarse a partir de 1661. Durante el período comprendido entre su creación y el año 1886 tuvo un doble cometido: por un lado, recogía todas las disposiciones que daban tanto la Corona como el propio gobierno y, por otro, insertaba las noticias que llegaban de Europa y otras partes del mundo. Estas noticias unas veces se copiaban de otros periódicos o gacetas (en ese caso, se citaba la fuente origen de la información) y otras las mandaban “corresponsales” que había en otros países.

A partir de 1886, la Gaceta de Madrid dejó de publicar noticias y sólo incluyó en sus páginas las disposiciones oficiales y documentos del gobierno. Finalizada la Guerra Civil se convirtió en el actual Boletín Oficial del Estado que todos conocemos hoy en día.

Por estas razones, la Gaceta de Madrid es un documento histórico de primera magnitud y una importante fuente de información. En el Archivo Regional se pueden consultar las Gacetas desde el siglo XVIII, pero en distintos soportes: las de los siglos XVIII y XIX se pueden consultar en soporte microfilm y las del siglo XX y primeros años del XXI (tanto Gacetas como BOE) se pueden consultar en papel. Desde 2008, el BOE se conserva en soporte digital.

 

 

> Expediente de solicitud para depositar a una joven en una casa imparcial

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 30 de enero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 30 de enero de 2018.


Un pleito iniciado por el padre de la novia
El documento, fechado en 1788, forma parte del Fondo Histórico Municipal de Fuentidueña de Tajo y nos cuenta cómo hubo que depositar a una joven en lo que se denominaba 'casa imparcial' hasta que se celebrara su matrimonio. El expediente se inicia con una certificación en la que el Escribano de Cámara del Rey en lo Civil en la Real Chancillería de Valladolid nos pone en antecedentes y explica el pleito que inició el padre de la novia al oponerse al futuro matrimonio de su hija. El documento no explica las razones que argumentó el padre para justificar esta oposición, tan sólo indica que los novios contaban con la conformidad del Nuncio del Papa, ya que la novia había estado casada anteriormente con el hermano del novio, ya difunto. Es decir, que los futuros novios eran cuñados.

 

IMG 20180202 131549092 HDR 629 Vea el documento completo

El pleito lo ganó en primera instancia el padre del novio, que sí está a favor del matrimonio, pero el padre de la novia no estuvo de acuerdo con esta sentencia y apeló ante la Real Chancillería de Valladolid. Esta instancia judicial (la más alta a la que se podía recurrir) ratificó la primera sentencia, es decir, dio la razón al padre del novio, autorizó judicialmente el matrimonio y estableció que la novia no tendría ninguna de las penas fijadas en la legislación, ya que, aunque se casaba sin el consentimiento paterno, sí disponía de la licencia judicial exigida en esos casos.

A partir de ese momento, el documento detalla que el padre del novio comienza a tener miedo de que se produzcan “excusas” por parte del padre de la novia que retrasen la boda. De ahí que realice una solicitud ante el Alcalde Ordinario de Fuentidueña de Tajo para que la novia salga de su casa paterna y sea depositada en una casa imparcial de la villa hasta que se celebre el matrimonio. De ese modo, según su suegro, se evitaría que la permanencia en la casa paterna fuera un pretexto para retrasar o impedir la boda. La justicia en este caso no le da la razón y deniega la solicitud del suegro argumentando que no hay quejas de la joven y que tampoco hay constancia de opresión, amenazas o malos tratos por parte de su padre. En consecuencia, la novia permanecería en su casa paterna hasta el momento de salir de ella para casarse. 

IMG 20180202 131744562 HDR 629 El documento, fechado en 1788 pertenece al Fondo Histórico Municipal de Fuentidueña de Tajo.

 

Juicios de Disenso
Para poder entender el documento hay que situarlo en el marco en el que se encuadra: los llamados “Juicios de Disenso”, que se producían cuando uno de los padres de los novios se opone a su boda. En ese momento se iniciaba un pleito en el que era la Justicia la que decidía la procedencia o improcedencia del matrimonio propuesto. El origen de estas situaciones se encuentra en la Real Pragmática Sanción que promulgó Carlos III en 1776 y afectó a todas las clases sociales del reino, desde los reyes hasta los plebeyos. El objetivo que tenía esta norma era evitar el abuso en los llamados “matrimonios desiguales”, aquellos en los que los contrayentes tenían una condición social y/o económica diferente. Es decir, buscaba limitar el número de “aprovechados” (por decirlo de una forma coloquial) que intentaban casarse con la otra persona sólo por conseguir una mejor condición social y/o económica, pero lo cierto es que limitaba enormemente la libertad de elección de cónyuge, sobre todo entre las clases sociales medias y bajas.

La Pragmática establecía que los menores de 25 años estaban obligados a pedir y obtener el consentimiento paterno para poder casarse, tanto si eran hombres como si eran mujeres. En caso de no tener padre, el consentimiento debían darlo las madres, los hermanos o los tutores. Si los novios se casaban sin este consentimiento eran penalizados de acuerdo a la legislación: perdían su condición y derechos de herederos, los derechos de dote, etc. Y los curas que los casaban también eran castigados por la Iglesia. 

IMG 20180202 131804426 HDR 629 Última página del documento que ordena la permanencia de la novia en la 'casa donde se halla'.  

Matrimonio sin dilación
Ahora bien, los mayores de 25 años sólo estaban obligados a pedir el consentimiento paterno, pero podían casarse aunque alguno de los padres no se lo concediese. ¿Por qué la Pragmática establece esa diferencia en función de la edad de los contrayentes?. Porque 25 años se consideraba una edad en la que el estado del matrimonio no admitía dilación y, por tanto, se propiciaba y potenciaba el matrimonio por encima de cualquier otra consideración (posiblemente, por detrás de esta defensa del matrimonio, se encuentre la necesidad de potenciar la natalidad legítima).

Según la Pragmática, los padres de los novios debían consentir el matrimonio, salvo que tuvieran una causa que, en su opinión, fuese justa y racional para oponerse al mismo (por ejemplo, que ofendiese gravemente el honor de la familia). En esos casos, se iniciaban los juicios de disenso en los que era la Justicia la que decidía si autorizaba o no el matrimonio. En caso de que no los autorizase, los novios no podían casarse (salvo que se arriesgasen a hacerlo y a ser castigados por ley). En caso de que sí los autorizase, la justicia también eximía al contrayente cuyo padre se hubiera opuesto a la boda de las penas que la legislación pudiera imponerles, puesto que, aunque no contaban con el consentimiento paterno, sí disponían de autorización judicial. Y, además, en estos últimos casos, la justicia podía autorizar que el contrayente saliera de la casa paterna y viviera en una casa imparcial hasta el momento de la boda (es decir, en casa de personas que no apoyaban ni a la familia del novio ni a la familia de la novia).

Por raro que parezca, hasta hace bien poco (años 50 del siglo XX) se han realizado depósitos de contrayentes en casas por no estar de acuerdo el padre de uno de ellos con ese matrimonio, algunas imparciales y otras, curiosamente, en la propia casa del novio.

 

 

> Multas y condenas que financiaban el Hospital General y de la Pasión

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 23 de enero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 23 de enero de 2018.


Historia del edificio
Felipe II decide instalar la Corte de forma continuada en la ciudad de Madrid en 1561 y, pocos años más tarde, entre 1566 y 1567, aborda un asunto de gran importancia para la vida de la ciudad: la reunión en un solo centro de muchas de las instituciones hospitalarias que existían en la villa y, desde finales del siglo XVI, recibirá el nombre de Hospital General y de la Pasión. Su primera ubicación estuvo en una zona muy próxima a donde hoy se levanta el Congreso de los Diputados, aunque se trasladó poco tiempo después a lo que fue su ubicación más conocida en la zona final de la calle Atocha. Allí permaneció hasta los años 60 del siglo XX, en edificios que se fueron cambiando y ampliando a medida que pasaba el tiempo. La reforma constructiva más importante fue la realizada por Fernando VI en el siglo XVIII con diseño de Sabatini.

En los años 60 del siglo XX, el hospital se trasladó a la calle Doctor Esquerdo, donde sigue funcionando en la actualidad. Durante estos más de 400 años de existencia ininterrumpida, esta institución ha tenido varias denominaciones: Hospital General y de la Pasión durante los siglos XVI-XVIII; Hospital Provincial de Madrid durante los siglos XIX y parte del XX; Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco durante parte del siglo XX; y Hospital General Universitario Gregorio Marañón desde finales del siglo XX hasta la actualidad (la denominación actual del centro recupera el nombre original del hospital). Hoy en día queda un vestigio de lo que fue el edificio que albergó el hospital en la zona de Atocha: el actual Museo de Arte Reina Sofía

el-edificio-y-el-contorno-del-antiguo-hospital-general-de-madrid-2-638  

Ayuda social para el mantenimiento de los enfermos más pobres
El Hospital General y de la Pasión tenía distintas fuentes de financiación: parte de la recaudación de las obras representadas en los corrales de comedias; parte de la recaudación obtenida de las fiestas y corridas de toros; porcentajes de tasas e impuestos; y la impresión y venta de la “Gramática” de Nebrija, entre otras. Una de estas fuentes es la que detalla este documento seleccionado: el dinero que se recaudaba por las multas impuestas a diferentes personas por cometer infracciones y pequeños delitos, dinero que se destinaba a la atención médica de los enfermos pobres que se atendían en el hospital. Se trata, por tanto, de una relación de asientos del dinero que se recaudaba por imposición de multas y condenas y que se destinaba al sostenimiento del Hospital General y de la Pasión de Madrid, fechada entre 1746 y 1817.

El documento seleccionado permite saber varias cuestiones. Primero, quién era la persona que imponía la multa: en unos casos es el Corregidor; en otros, el Alcalde de Barrio (una figura creada por Carlos III tras el “Motín de Esquilache” para mantener el orden y prevenir alborotos); a veces, el propio Rector del hospital; y, en ocasiones, los Comisarios de Policía de los distintos cuarteles en que estaba dividida la ciudad (el cuartel era un división administrativa que, a su vez, se subdividía en barrios). Segundo, a quién se pagaba la multa que, en todos los casos, era el tesorero del hospital, que era quien recaudaba el dinero de forma efectiva. Y, finalmente, la persona a la que se multa, el motivo del castigo y la cuantía de la multa impuesta. 

IMG 20180125 102253959 HDR El documento, fechado entre el 6 de abril de 1749 y el 4 de noviembre de 1817, es una relación de asientos del dinero que se recauda por imposición de multas y condenas y que se destina al sostenimiento del Hospital General y de la Pasión de Madrid.  

EJEMPLOS DE LAS MULTAS IMPUESTAS

IMG 20180125 102722133 HDR 1 Multa de 220 reales impuesta por el Corregidor a varios vecinos de la villa por contravenir el bando del alumbramiento de faroles. Los bandos de la primera mitad del siglo XVIII imponían a los vecinos la instalación de faroles en sus casas y les hacía responsables de su mantenimiento y encendido.
IMG 20180125 102901975 HDR Multa de 275 reales impuesta al boticario de la villa de San Salvador, en la Diócesis de Palencia, por defectos que se le notaron en el cumplimiento de las obligaciones de su arte de boticario.
IMG 20180125 104706944 red HDR Multa de 100 reales impuesta a cinco caleseros de la ciudad de Toledo por desobedecer a su comisario.

Otros ejemplos de las multas que aparecen en la relación son:

- 11 reales a una persona que proporciona perros de presa para las corridas de toros, porque suministró para la corrida del 26 de abril de 1790 más perros de los que previamente se habían determinado.
- 110 reales a un tratante en limones por incumplimiento del contrato que tenía firmado para el suministro de este cítrico al hospital.
- 80 reales al practicante del hospital por sustraer dos mantas y venderlas fuera del centro.
- 253 reales a varias enfermeras y a la cocinera del hospital por la falta de sábanas nuevas y usadas, manteles, tableros de comidas, cubos y camisas.
- 90 reales a una enfermera por el extravío de 6 sábanas del hospital.
- 183 reales a un mancebo por la venta de medicamentos y géneros de botica del hospital (en este caso, además, el documento especifica que se siguió contra él causa criminal).
- 44 reales a un soldado de las Guardias Españolas (en este caso no se especifica el motivo de la multa).
- 110 reales al panadero que abastece al hospital de pan español de buena calidad por reincidir, después de varias reconvenciones, en elaborar y entregar un pan de mala y perjudicial calidad. El documento avisa que cada vez que reincida en este delito se le multará con el pago de 50 ducados.
- 220 reales impuestos a un hombre por comerciar con grano (cereales) en el Lugar de Vallecas sin tener foliado y rubricado el libro en el que se deben anotar todas las operaciones comerciales que se realicen con el grano.
- 220 reales impuestos a una mujer por comprar parte de una porción de plomo extraído del Convento de San Francisco. 

IMG 20180125 102425341 HDR Recibi, de 2.860 reales, firmado por Santiago de Aramburu, Tesorero de los hospitales civiles de Madrid.

 

 

> Cómo ser hidalgo de bragueta

Emisora: Onda Madrid
Programa: Buenos Días Madrid
Fecha: 16 de enero de 2018

onda madrid nieves
ENTREVISTA A NIEVES SOBRINO EN ONDA MADRID
'Buenos días Madrid', 16 de enero de 2018.


Expediente de solicitud y concesión para un vecino de Navaelespino
Además de los hidalgos de sangre, aquellos que lo eran por nacimiento y linaje, en el siglo XVII se podía acceder a la hidalguía de diferentes maneras. Una de las más curiosas era la conocida como hidalgo de bragueta, que era aquel que podía demostrar que había engendrado en matrimonio legítimo al menos siete hijos varones. Miguel Jiménez envía esta información a la Real Chancillería de Valladolid en 1654 para que le sea reconocido este privilegio al cumplir los requisitos exigidos. 

IMG 20180117 132020810 HDR Vea el documento completo


Contexto histórico
El documento forma parte del Archivo Histórico del municipio de Robledo de Chavela, ya que, en el momento en que se fecha el documento, las tierras de Navaelspino (actual Navalespino) formaban parte de la jurisdicción de Robledo, razón por la que el proceso se instruye ante el Alcalde Ordinario de esta localidad. Entre otras funciones, este alcalde era la persona encargada de tramitar las causas civiles y criminales que se producían en los términos de su jurisdicción.

El hidalgo es el estrato más bajo de la nobleza y no tiene títulos. La palabra procede del término “hijosdalgo”, cuyo significado viene a ser “hijo de algo/hijo de alguien”, por lo que viene a ser un sinónimo de hombre rico, hombre que tiene algo. En general, el hidalgo solía disponer de pocos bienes y, de hecho, la imagen tradicional que ha llegado hasta nuestros días es la de una persona con muy pocos medios o, incluso, arruinado. Pero, hasta principios del siglo XIX, el hidalgo gozó de importantes privilegios, principalmente, el estar exentos de pagar ciertos tributos e impuestos. Además, no podían sufrir tormento; no podían ser encarcelados por tener deudas; y, en el caso de ser condenados a la pena capital, no eran ahorcados, sino decapitados (el ahorcamiento era una pena propia de gente de baja condición).

Esto hizo que toda aquella persona que pudiera intentara ser hidalgo por cualquier medio, aunque eso implicara recurrir a la picaresca, y la hidalguía se extendió de tal forma que en 1787 cerca del 8% de la población era hidalga (el caso más curioso es el de Cantabria, pues el 83% de su población en el siglo XVI era hidalga).

Cómo conseguir la hidalguía de bragueta
Una de las formas de obtener la hidalguía era demostrar que se habían tenido siete hijos varones consecutivos dentro de un legítimo matrimonio, lo que popularmente empezó a conocerse como “hidalguía de bragueta”. De alguna forma, podría decirse que esta forma de concesión de la hidalguía incentivaba y premiaba la natalidad con la vista puesta en un fin claro: disponer de hombres que pudiesen nutrir los numerosos ejércitos que en los siglos XVI-XVII batallaban en distintos puntos de Europa y América. En todo caso, era un premio condicionado al cumplimiento de dos condiciones estrictas: la primera es que en el cómputo de los siete hijos sólo se incluían los varones y la segunda es que los nacimientos debían producirse dentro de un matrimonio legítimo, de manera que se excluían las mujeres nacidas en matrimonio legítimo y los varones nacidos de relaciones no matrimoniales (muy habituales por otro lado). Dado que la mortalidad en los partos era muy elevada en aquella época, sí se permitía que los siete varones fueran hijos de distintas mujeres. 

IMG 20180117 133530431 HDR Detalle de la firma del escribano.

Esta forma de obtener la hidalguía provocó el malestar y oposición de la “nobleza y los hidalgos de sangre”, de aquellos cuya dignidad le venía por méritos militares de sus antepasados o por haber prestado servicio a la Corona. Para ellos era difícil compartir su condición social y los privilegios que conllevaba con personas muy heterogéneas y generalmente de más bajo estrato social (zapateros, campesinos, etc.) cuyo único mérito era procrear siete varones. De ahí que empezaran a oponerse y poner toda clase de impedimentos, bloquear el acceso a cargos de las Órdenes Militares y otras instituciones y presentar pleitos en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada, que eran las encargadas de dirimir en última instancia los pleitos de los hidalgos.

La nobleza de sangre también se quejaba de que conceder la hidalguía de bragueta implicaba reducir el sector de población que pagaba impuestos, hecho al que se añadía otra cuestión no menos importante: parece que muchos de los hidalgos de bragueta, una vez conseguían su nuevo estatus social, no querían ejercer oficios que habían practicado con anterioridad por considerarlos deshonrosos, lo que provocó que Carlos II tuviera que promulgar un decreto en el que se establecía que la hidalguía era compatible con la realización de actividades comerciales y artesanales, ya que no degradaban al hidalgo que las ejercía. 

Petición de Miguel Jiménez
El expediente que se comenta es muy sencillo. Se inicia con la petición que presenta Miguel Jiménez, vecino de Navaelespino, “para gozar de las exenciones, privilegios y libertades de que gozan los hidalgos” por tener 6 hijos varones habidos en dos matrimonios legítimos. El documento habla de seis hijos, no siete, porque parece ser que Felipe IV redujo el número exigido en la recopilación de leyes que hizo en el siglo XVII. El Alcalde Ordinario de Robledo de Chavela inicia un proceso de información para determinar si los datos son exactos o no en el que declaran 3 testigos procedentes de Navaelespino y Santa María de la Alameda, los cuales confirman que conocen al solicitante, que conocen que ha estado casado en dos ocasiones y que están en condiciones de afirmar que, dentro de ambos matrimonios, el solicitante es padre de los 6 hijos que se citan. También se hace alusión durante el proceso a las hijas habidas en los dos matrimonios, aunque no se las incluye en el cómputo para obtener la hidalguía. A la vista de la información obtenida, el Alcalde Ordinario dicta un auto concediendo la petición solicitada.

El de Robledo de Chavela es uno de los 37 Archivos Históricos Municipales que están depositados en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid en virtud de las subvenciones que la Comunidad concede a los municipios madrileños. El objetivo es que todos aquellos municipios que no dispongan de medios materiales para la conservación de sus documentos los depositen en el Archivo Regional, donde podrán permanecer el tiempo que sea preciso. Mientras tanto, el municipio dispondrá de una copia en soporte digital de estos documentos. De este modo también, el Archivo Regional funciona como un centro de referencia en el que, de alguna manera, se centraliza la información de gran parte de los municipios madrileños, lo que facilita la labor de investigación sobre estos documentos.

 

Volver al listado