Durante la hospitalización y al alta hospitalaria nuestro primer objetivo es que te recuperes de la cirugía y capacitarte para la autonomía en los cuidados de tu estoma.
Pronto controlarás todo lo relativo al cuidado físico del estoma y es en ese momento cuando se inicia la necesidad de adaptarte al cambio en la imagen corporal, en la vida social y también en tu vida sexual.
Es fundamental establecer relaciones de confianza, si tu pareja ha vivido el proceso de la enfermedad será más fácil romper la barrera del miedo al rechazo, a los posibles incidentes con la bolsa, olores, ruidos, miedo al dolor o a no sentir placer.
La comunicación es la clave para que la relación fluya y ambos miembros de la pareja expresen sus sentimientos y sus miedos. En muchas ocasiones esa falta de comunicación da lugar a malos entendidos y erróneas interpretaciones que perjudican a la relación y acentúan las inseguridades.
Un nuevo reto es iniciar una relación, el temor a una reacción negativa es normal, pero si crees que alguien merece la pena encontrarás el momento para hacerle saber sobre tu ostomía. Hablarlo e intercambiar información aliviará tu estrés y ansiedad, y además reforzará la relación.
Tras la cirugía es conveniente tomarse la práctica sexual con tranquilidad, teniendo una mentalidad abierta hacia nuevas prácticas en las que se genere y se reciba placer. Es importante no tener prisa, y aplazarla si existe cansancio o dolor físico.
Puede resultar útil retomar la práctica sexual con caricias en la que cada miembro de la pareja toque el cuerpo del otro, explorarse, buscar nuevas motivaciones, nuevas formas de vivir y sentir la sexualidad, identificar zonas erógenas. El sexo es mucho más que la penetración.
Es normal el temor a hacer daño a la persona ostomizada, o a que el dispositivo se desplace, pero ni el movimiento ni el contacto estrecho supone riesgo de lesión y la mayor parte de posturas sexuales no alterarán la fijación de la bolsa colectora.
Con la práctica elegirás las posturas más cómodas y satisfactorias.
El sexo continúa siendo un tema cargado de prejuicios y desinformación, por lo que es frecuente que tanto personal sanitario como pacientes no traten los problemas sexuales con naturalidad.
Es importante plantear los problemas para establecer el especialista más adecuado así como el tratamiento individualizado más correcto.