- Contribuir a que los planes de formación sean un medio para dotar a los profesionales de las competencias necesarias para conseguir y fortalecer una cultura de excelencia clínica: saber, saber como, mostrar y hacer.
Para ello … un compromiso:
- Elaborar plan formativo que responda a las necesidades formativas reales, sentidas y expresadas por nuestros profesionales, sin olvidar las líneas estratégicas y los objetivos de la dirección / gerencia.
- Potenciar y estimular las sesiones dentro de las diferentes unidades, potenciando la participación e implicación de nuestros propios profesionales convirtiéndose así en parte activa.
- Facilitar la adaptación de los profesionales a los nuevos cambiantes entornos, potenciando la innovación tecnológica y los sistemas de información (TICs) como dinámica de evolución y mora continua.
- Valorar el grado de satisfacción conseguido con la oferta formativa planificada con el fin de detectar oportunidades de mejora y proponer acciones correctoras. ¡Siempre podemos mejorar!. No olvidar evaluar la transferencia del conocimiento al puesto de trabajo.
- Mantener un plan de comunicación y apoyo a la dirección y resto de compañeros, mandos intermedios informando de resultados relevantes para mejorar la calidad de la formación.
- Vigilar el cumplimiento de la legislación vigente en relación a la formación continuada, sin olvidar el compromiso ético y humano.