Yacimiento Santa Lucía
Asentamiento de la Edad del Hierro en Redueña
Descripción del yacimiento
La inspección del terreno permitió detectar la presencia de uno o varios yacimientos en un tramo del trazado de la obra que afectaban a algo más de 4.000 m2. En el resto el trazado no se localizaron indicios arqueológicos.
Se identificaron un total de 63 estructuras arqueológicas pertenecientes al yacimiento de Santa Lucía, que se asienta en los terrenos situados a ambos lados de la carretera de Venturada a Redueña (N-230) y en las márgenes del arroyo de Las Huertas o de Santa Lucía, áreas en las que, según la Carta Arqueológica del municipio, se han descrito restos de ocupaciones que cubren un amplio arco cronológico que va desde el Paleolítico Medio a la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII), pasando por la Edad del Hierro, época romana, Altomedieval y Plenomedieval.
El control del movimiento de tierras reveló la presencia de un yacimiento arqueológico caracterizado por la disposición de depósitos aislados y bien diferenciados de tierras con abundantes inclusiones orgánicas (carbones, cenizas y hueso) que conformaban un conjunto estructuras encuadrables en la Edad del Hierro, por el tipo de material cerámico que contenían. Se trataba, posiblemente, de áreas habitacionales con tipología de cabañas y estructuras anejas en las que se documentaron zonas con abundantes cenizas, indicios de tierras rubefactadas, junto a fragmentos de adobes quemados y alineaciones de cantos rodados como vestigios de las antiguas construcciones.
En base a los datos preliminares se pudo determinar que se trataba de un asentamiento de la Segunda Edad del Hierro, constituido por cabañas rectangulares y fosas excavadas en el terreno. Este tipo de asentamientos suelen estar situados en el llano, al borde las terrazas fluviales o sobre pequeños promontorios próximos a los cursos de los ríos. En la Comunidad de Madrid se han constado yacimientos de este tipo como los de Arroyo Culebro y Fuente de la Mora (Leganés), la Laguna del Campillo (Rivas), El Baldío (Torrejón de Velasco) o La Ribera, en la zona del aeropuerto de Barajas.
El estudio del yacimiento de Redueña deparó el hallazgo de vestigios de hasta cuatro cabañas dispersas entre zona de la vega y un pequeño cerrete que corona el paraje. Todas las cabañas contaban con suelo de guijarros, pero sólo las que estaban situadas en la zona alta presentaban zócalos de piedra o pies derechos. Se localizaron también abundantes estructuras excavadas en el terreno, de formas y tamaños variados, cuya función pudo ser la de posibles áreas de habitación, basureros o usos no determinados. Todos estos elementos se han datado a lo largo del siglo II antes de Cristo.
Las cabañas tenían planta rectangular. Una de ellas tenía dos estancias con pavimentos de diferente grosor. Solamente en un caso se ha detectado la entrada a la vivienda, ya que el nivel de arrasamiento de las mismas es muy elevado. Las cabañas próximas al arroyo de Santa Lucía presentan, además, indicios de destrucción debido a las riadas.
Los materiales arqueológicos se encuentran aún en fase de estudio, pero se puede adelantar que en su mayoría pertenecen a la Segunda Edad del Hierro, aunque también se han documentado algunas piezas que podrían tener mayor antigüedad. Predomina el material cerámico, seguido de los restos óseos pertenecientes a la cabaña ganadera del asentamiento.
La cerámica predominante es la de tipo común, elaborada a torno. Se recuperaron también restos de cerámicas finas grises y algunos fragmentos de cerámica de engobe o barniz negro. Las decoraciones más frecuentes son a base de pintura, incisiones y acanaladuras. Dentro de las primeras destacan los motivos de bandas o circunferencias concéntricas de color ocre rojizo y engobe de tonos marrones rojizos. Las incisiones se detectan en algún fragmento con bandas paralelas probablemente realizadas a peine. En algunos bordes realizados a mano se han detectado incisiones, ungulaciones y escisiones decorando el perímetro exterior, en lo que parecen ser algunos de los fragmentos más arcaicos de la muestra. Se han encontrado dos piezas que parecen ser fichas de algún tipo de juego.
De cronología más tardía, ya de adscripción romana, sólo se ha detectado la presencia de un fragmento de Terra Sigillata y de una pesa de telar marcada con un aspa. Un fragmento de borde de vidrio decorado completa el conjunto de piezas más recientes documentadas por el momento.
El material lítico consiste casi exclusivamente en fragmentos de molino de granito. Se trata de piezas portátiles de dimensiones pequeñas para uso doméstico, de unos 35-40 cm de largo, de tipo barquiforme. También hay algunos guijarros que sirvieran como afiladores.
Las piezas de metal son escasas, se reducen a fragmentos informes de cobre o aleación de este metal de pequeño tamaño, fragmentos de placas o varillas y alguna aguja o lezna. Sólo se ha recogido un trozo informe muy pequeño de hierro.
Motivo de la excavación
La construcción de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) de Redueña e impulsión a la Estación Depuradora (EDAR) de Venturada.