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Consulta de reproducción

  • Definiciones y criterios de derivación a consultas:

    Esterilidad se define como la dificultad que tiene una pareja para lograr gestación tras un año de intento manteniendo relaciones sexuales con regularidad. El límite establecido en un año de intento se modifica en casos de mujeres con edad avanzada (por encima de los 35 años) o con patología médica que pueda condicionar un peor pronóstico reproductivo (procesos oncológicos previos, cirugías ginecológicas previas…), en cuyo caso habría que valorar antes.

    Infertilidad es un término que se refiere a aquellas parejas que logran gestación, pero en las que ésta no llega a término, presentándose pérdidas de gestación recurrentes.

    Ambos criterios son suficientes para ser derivados a nuestras consultas para evaluación y asesoramiento reproductivo, así como las indicaciones de preservación de fertilidad.

    Pruebas diagnósticas:

    El estudio básico de fertilidad consiste en la evaluación de ambos miembros de la pareja en casos de esterilidad, realizando una exploración ginecológica y ecográfica a la mujer, así como una analítica de sangre para determinaciones hormonales y serologías de enfermedades de transmisión sexual, obligatorias antes de realizar cualquier proceso reproductivo; para el varón se solicitará un seminograma, junto a una analítica de sangre para serologías igual que en el caso de la mujer. Con ello se pretende conocer el estado de la reserva ovárica de la mujer y la existencia de una muestra seminal apta o no para un tipo de técnica reproductiva u otra.

    Si el pronóstico de la pareja es bueno tras el estudio básico, se realizará un test de permeabilidad tubárica, para comprobar integridad y permeabilidad del aparato genital interno, y en caso afirmativo se optará por inicio de tratamiento reproductivo, si la pareja así lo desea, mediante inseminación artificial.

    En casos de esterilidad con edad de la mujer por encima de los 38 años, en casos de esterilidad con diagnóstico de factor masculino severo, de factor tubárico o tras fracaso de inseminaciones artificiales, se valorará la realización de tratamiento reproductivo mediante Fecundación In Vitro.

    En casos de mujeres sin pareja, o con pareja de mismo sexo, con deseo de gestación (con o sin esterilidad previa), se realizará a la mujer que vaya a ser la que realice el tratamiento y futura gestante, el mismo estudio básico descrito anteriormente para las mujeres con esterilidad previo al inicio de los tratamientos.

    Tratamientos reproductivos:

Inseminación artificial
  • Consiste en introducir una muestra seminal (ya sea de pareja o de donante), preparada previamente en el Laboratorio de Andrología, en el útero de la mujer en el momento de la ovulación, momento que se ha estimado previamente en las consultas mediante controles ecográficos seriados, tras estimulación ovárica controlada. Con este procedimiento se pretende aumentar las probabilidades de gestación dado que se aproxima el espermatozoide al ovocito en el momento justo de la ovulación.

    La inseminación artificial estaría indicada en mujeres sin pareja o con pareja de mismo de sexo que deseen gestación, por debajo de los 40 años, constatando previamente permeabilidad tubárica,  así como en parejas heterosexuales que no logren gestación, siempre que la mujer sea menor de 38 años, el seminograma del varón sea apto para inseminaciones y se haya comprobado permeabilidad tubárica.

Fecundación In Vitro
  • La Fecundación In vitro es el procedimiento mediante el cual se unen ovocito y espermatozide a nivel del laboratorio. Se comienza con un tratamiento hormonal de estimulación ovárica controlada, cuyo objetivo es lograr crecimiento de varios folículos a nivel ovárico. Se programa la punción folicular bajo anestesia cuando ya se piensa que puedan dar lugar a ovocitos maduros, tras los sucesivos controles foliculares. El mismo día de la punción folicular, se procesa la muestra seminal (de pareja o de donante) para poder realizar la fecundación de los ovocitos por el espermatozoide. Día tras día se va valorando la fecundación (primer día tras la punción folicular) y el desarrollo de los embriones, que se cultivan en los incubadores dentro del laboratorio. Una vez alcanzado el estadio de blastocisto (día +5 o +6 tras la punción folicular) los embriones se consideran aptos para transferir o criopreservar.

    Los embriones serán transferidos después a la cavidad uterina mediante un procedimiento ecoguiado que puede ser en el mismo ciclo en el que se han obtenido los embriones (“transferencia en fresco”) o en ciclos posteriores (en cuyo caso los embriones son criopreservados, y el procedimiento lo llamamos “criotransferencia”).

    La decisión de realizar transferencia en fresco de inicio o diferir la misma a ciclos posteriores depende de varios factores, fundamentalmente el número de ovocitos obtenidos, el aspecto ecográfico endometrial para el momento de la transferencia y los niveles hormonales de estradiol y progesterona previos a la inducción de la ovulación antes de la punción folicular. Los médicos le indicarán cuál de las opciones es mas adecuada en su caso, siempre pensando en la seguridad del tratamiento y en intentar mejorar la tasa de gestación de los mismos.

    La criopreservación embrionaria surge para dar solución a distintos problemas que pueden derivar de un tratamiento de Reproducción asistida y se debe personalizar en función del paciente.

    1. El Síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO), como consecuencia de los tratamientos de estimulación ovárica para tratamientos de Fecundación in Vitro, ha provocado en el pasado ingresos hospitalarios y complicaciones médicas en pacientes de FIV. Al tener la opción de congelar los embriones, esto se reduce y es una mejora notable de la técnica, en la práctica clínica diaria.
    2. Permite reducir la transferencia de embriones en fresco, en un momento que puede no ser el idóneo. Se pospone
    3.  la transferencia en fresco, se sincroniza el endometrio con el estadio embrionario y se obtienen mejores resultados.
    4. En el caso de pacientes con transferencia en fresco, permite la selección del mejor embrión para transferir en fresco (transferencia de embrión único) y mantener el resto para un segundo intento.
    5. Nos permite guardar el excedente de embriones generados para otras oportunidades.

     

Vitrificación de ovocitos
  • La vitrificación de ovocitos es una técnica que se emplea como método de preservación de fertilidad, que consiste en vitrificar ovocitos en mujeres que van a ser sometidas a tratamientos potencialmente gonadotóxicos (que van a dañar la función ovárica) o en pacientes que desean postponer la maternidad, para su posible uso posterior en el momento en el que se dese gestación. Dentro de las indicaciones de preservación de fertilidad en Centros Públicos no está contemplada la vitrificación ovocitaria por motivo de deseo de postponer maternidad.

    El tratamiento consiste en la administración de un tratamiento hormonal para estimulación ovárica, cuyo objetivo es favorecer un crecimiento folicular múltiple, que precisa controles ecográficos seriados en nuestras consultas, hasta el momento de la programación de la punción folicular en quirófano, ecoguiada, bajo anestesia. En el mismo día de la punción se informa del número de ovocitos obtenidos, y del número de ovocitos maduros que han podido ser criopreservados. El éxito de la técnica es directamente proporcional al número de ovocitos vitrificados e inversamente proporcional a la edad de la paciente en el momento de la vitrificación de los mismos.

Criopreservación de corteza ovárica
  • La criopreservación de corteza ovárica se emplea como técnica de preservación de fertilidad en pacientes prepúberes (en las que no es posible realizar vitrificación de ovocitos) y en pacientes en las que no es posible demorar el inicio de un tratamiento gonadotóxico generalmente por motivos oncológicos.

    Es un proceso multidisciplinar en el que colaboran varios servicios del Hospital, que deben estar bien coordinados para la planificación del procedimiento, en un plazo breve de tiempo, así como el SUMMA 112 (que se encarga del traslado de las muestras) y del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid (que criopreserva las muestras, como banco de tejidos).

    Consiste en la realización de una cirugía generalmente laparoscópica, mediante la cual se realiza ovariectomía o hemiovariectomía, en función de la edad de la paciente, del tamaño ovárico y del grado del potencial riesgo gonadotóxico del tratamiento que se vaya a recibir. El tejido ovárico es trasladado al laboratorio inmediatamente, donde es procesado, para poder liberar la corteza ovárica (parte del ovario con mayor dotación folicular) que es el tejido que va a criopreservarse. En medios de cultivo adecuados, el tejido es trasladado por el SUMMA 112, y criopreservado en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, hasta su posible reimplante a futuro.