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Hiperplasia benigna de próstata y litiasis

  • Hiperplasia benigna de próstata

    La HBP o hiperplasia benigna de próstata es un crecimiento benigno de la glándula prostática, siendo la enfermedad prostática más frecuente y afectando a más de la mitad de los varones mayores de 60 años. Aunque a veces el cáncer de próstata puede coexistir con ella, son dos enfermedades totalmente diferentes que no se relacionan entre sí.

    No se conocen métodos de prevención de la hiperplasia benigna de próstata. Desarrollar la HBP esta fundamentalmente en relación con tener familiares que la hayan sufrido.

    Aunque a veces la HBP no produce ninguna molestia, los síntomas pueden llegar a ser muy incómodos y condicionar tremendamente la calidad de vida de los pacientes. La mayoría de los hombres con HBP presenta al menos uno o varios de los siguientes síntomas, denominados síntomas del tracto urinario inferior (STUI):

    • Despertarse y levantarse frecuentemente durante la noche para orinar
    • Dificultad para comenzar a orinar o para mantener la micción
    • Chorro de orina débil, con poca fuerza o entrecortado durante la micción
    • Sensación de no poder vaciar totalmente la vejiga
    • Necesidad de orinar con bastante frecuencia
    • Sensación de tener que orinar de forma imperiosa
    • Tener pérdidas de orina antes de poder llegar al lavabo a orinar

    Los STUI no siempre son causados por el crecimiento prostático, a veces los causan problemas de la vejiga o de la uretra. Sin embargo, lo más normal es que en un paciente de cierta edad sean debidos a la obstrucción que genera la próstata sobre la salida de la vejiga. Es importante saber que casi nunca se relacionan con el cáncer de próstata.

    En el Servicio de Urología de La Paz podrá consultar con su urólogo el método más eficaz y seguro para solucionar el problema. Puede ser a través de tratamientos médicos o cambios de su estilo de vida o bien tratamientos quirúrgicos si la enfermedad es más severa o asociada a complicaciones.

    Litiasis

    La patología litiásica es una afección frecuente en nuestra sociedad que está aumentando su prevalencia en las últimas décadas. Especialmente preocupante es su alta probabilidad de recidiva tras un primer episodio.

    La etiopatogenia de la litiasis es un proceso multicausal, por lo que en nuestra evaluación en conuslta debemos realizar una exhaustiva historia clínica del paciente con especial atención a los aspectos dietéticos, un correcto estudio cristalográfico del cálculo y radiológico del paciente y por último un estudio analítico de sangre y orina que nos oriente sobre qué tipo de litiasis y cuál es su posible origen.

    En la unidad de litiasis del Hospital Universitario La Paz realizamos un estudio para conocer el origen y evitar que las piedras que tengan nuestros pacientes crezcan o vuelvan a aparecer. Todo esto lo conseguimos mediante la utilización de tratamiento médicos y de consejos dietéticos.

    Pero en el caso de padecer litiasis de gran tamaño o que produzcan molestias: dolor en el costado, sangrado al orinar o fiebre, debemos intervenir al paciente para su eliminación.

    En nuestra unidad disponemos de todos los métodos existentes para su tratamiento:

    1.   Litotricia extracorpórea: indicada para piedras de pequeño tamaño en pacientes delgados. Consiste en unas ondas que se aplican desde el exterior del paciente para la destrucción de la piedra. La ventaja es que no requiere ingreso, pero por otra parte los restos debe expulsarlos el propio paciente.

    2.   Ureteroscopia: Método endoscópico que nos permite a través de la uretra llegar al lugar donde está la piedra y destruirla con láser. La ventaja es que realizamos la intervención por un orificio natural sin practicar ninguna herida externa al paciente. La mayor desventaja es que precisa de un catéter doble J que posteriormente debe retirarse en consulta.

    3.   Cirugía percutánea: reservada para piedras de gran tamaño (por encima de los 2 cm). La mayor ventaja es que permite extraer piedras grandes a través de un tubo alojado de forma temporal en la espalda del paciente. La principal desventaja es el mayor riesgo de sangrado.