Clásicamente, el Síndrome antifosfolipídico SAF se ha descrito como una enfermedad autoinmune sistémica, que se caracteriza por trombosis recurrentes y/o fallo reproductivo recurrente (abortos de repetición, muertes fetales, preeclampsia o crecimiento intrauterino retardado).
Esta clínica está asociada a presencia de anticuerpos antifosfolipídicos de forma persistente, al menos en dos determinaciones separadas como mínimo 12 semanas entre sí. Estos anticuerpos son los dirigidos contra la cardiolipina, Beta-2-glicoproteína de isotipo IgG o IgM, y el anticoagulante lúpico.
Se trata, sin embargo, de una especialidad en constante expansión gracias a la fuerte labor de investigación que se está realizando para conocer mejor esta enfermedad.
- Desde el punto de vista clínico, se están describiendo numerosas manifestaciones clínicas no incluídas previamente en los criterios de clasificación como puede ser el fallo de implantación de embriones a la pared endometrial, o alteraciones a nivel de pequeño vaso, que no es objetivable en pruebas de imagen convencional.
- En el laboratorio, también se están produciendo numerosos avances, los últimos años se han descrito nuevos anticuerpos no incluidos en el consenso, pero que se han asociado a clínica de SAF, como son los anti beta-2-glicoproteína de isotipo IgA, anti fosfatidilserina/protrombina IgG e IgM, y los anti Anexina IgG e IgM.
El Servicio de Inmunología es referencia tanto a nivel nacional como internacional en el SAF, en la actualidad cuenta con proyectos de investigación avalados con numerosas publicaciones en revistas internacionales. Además de ello, estos conocimientos se amplían constantemente gracias a la investigación clínica que realiza en pacientes procedentes de nuestra consulta, donde realizamos el espectro ampliado de anticuerpos antifosfolipídicos, ampliando de forma notable la capacidad de diagnosticar pacientes con SAF que no son portadores de anticuerpos clásicos.