Inicialmente, se realiza un estudio detallado de la patología vascular mediante tomografía computarizada, resonancia magnética y arteriografía. De esta forma, se obtiene un diagnóstico preciso de las características de la lesión. Posteriormente se reúne el equipo multidisciplinar para decidir el mejor tratamiento para cada paciente. El tratamiento puede llevarse a cabo mediante embolización, cirugía abierta o tratamiento combinado. En algunos casos se pueden tratar con radiocirugía.
Disponemos de una tecnología avanzada para poder realizar el mejor tratamiento. Las cirugías se realizan con microscopio óptico de alta precisión, así mismo dispone de una fluorescencia que permite teñir los vasos sanguíneos para poder identificarlos con seguridad. También disponemos de un sistema de neuronavegación que nos guía hasta el área de interés. Por último, disponemos de tecnología para comprobar el cierre de la lesión vascular mediante ecografía doppler intraoperatoria que utiliza una sonda que permite medir el flujo sanguíneo dentro de los vasos para comprobar que los vasos sanos continúen presentando flujo sanguíneo. Se dispone también de un escaner intraoperatorio que nos permite realizar una arteriografía al finalizar la intervención en el quirófano para confirmar el cierre completo del vaso afecto.
El servicio de neurocirugía está implicado en líneas de investigación (instituto investigación i+12) relacionadas con la patología vascular. Entre los objetivos generales en las diferentes líneas de investigación se encuentra el establecimiento de modelos pronósticos y el descubrimiento de nuevos factores pronósticos biológicos y estructurales en imagen y el establecimiento de su papel en relación con estas patologías.