Para tratar de conseguir dichos objetivos se vale de tres posibilidades, bien la estimulación, bien la lesión de determinadas zonas del sistema nervioso o bien la cirugía abierta.
-. Estimulación del sistema nervioso. Consiste en la colocación de electrodos de estimulación cerebral o medular, unidos por cables a un generador de corriente. Mediante la corriente eléctrica generada se puede re-equilibrar las funciones alteradas, de forma que los síntomas de los pacientes mejoran. Se trata de una técnica reversible pero que precisa de una programación periódica, un recambio del generador cuando este se agota y una participación del paciente en su cuidado y mantenimiento.
-. Lesiones en el sistema nervioso. Consiste en la realización de lesiones en determinadas zonas del cerebro y de la medula mediante distintos mecanismos: radiofrecuencia, láser, ultrasonidos de alta frecuencia (HiFU), radiación (radiocirugía) o quirúrgica. Con dicha lesión también se produce dicho re-equilibrio de las funciones, mejorando los síntomas del paciente. Se trata de una técnica irreversible pero que no requiere programación, recambio de generadores ni participación del paciente en su cuidado y mantenimiento.
Habitualmente estas patologías se tratan inicialmente con medicación, pero cuando la enfermedad no responde a la misma o los efectos secundarios de los fármacos son inaceptables, se plantea la cirugía si el paciente reúne unas condiciones determinadas. Entre las patologías que se pueden beneficiar dentro del ámbito de la N. Funcional se encuentran las siguientes: