Mieloma múltiple
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Las células plasmáticas malignas producen niveles elevados de anticuerpos de mieloma o proteínas “M”, que el cuerpo no necesita. Estos anticuerpos proteínicos se acumulan en la médula ósea y pueden causar que la sangre se espese o pueden dañar los riñones.
En el Mieloma múltiple las células plasmáticas malignas se acumulan en la médula ósea, formando tumores en varios huesos del cuerpo.
Plasmacitoma
Otro tipo de neoplasia de células plasmáticas es el Plasmacitoma, en el que las células malignas se acumulan en un sitio y se forma un tumor único. Un plasmacitoma puede formarse en la médula ósea o puede ser extramedular (situarse en los tejidos blandos, fuera de la médula ósea). El plasmacitoma de los huesos se convierte a menudo en mieloma múltiple. Los plasmacitomas extramedulares generalmente se forman en los tejidos de la garganta y los senos nasales.
Macroglobulinemia
En la macroglobulinemia, las células plasmáticas malignas se acumulan en la médula ósea, ganglios linfáticos y el bazo. Éstos producen demasiada proteína M, que hace que la sangre se espese. Los ganglios linfáticos, el hígado y el bazo pueden inflamarse. La sangre espesa puede ocasionar problemas con el flujo de la sangre a los vasos sanguíneos pequeños.
Ganmapatía monoclonal de significación indeterminada
En la Gammapatía monoclonal de significación indeterminada (MGUS), se encuentran células plasmáticas malignas en la médula ósea pero no hay cáncer. La cantidad proteína M permanece constante y no se presentan síntomas o problemas. En algunos casos La MGUS puede transformarse con el tiempo en Mieloma múltiple o Linfoma.