Si bien el implante de dispositivos de marcapasos/desfibrilador suele ser practicado en unidades específicas dependientes de los servicios de Cardiología, algunos centros de nuestro país llevan a cabo estos procedimientos.
Los implantes convencionales no requieren procesos quirúrgicos complejos, pero algunos que involucran a cirujanos cardiacos implican la necesidad de realizar abordajes torácicos, similares a los de los drenajes pericárdicos (subxifoideo y/o toracotomía izquierda) para el implante de los electrodos directamente en la superficie del corazón, particularmente cuando el acceso a través de los vasos sanguíneos venosos no es factible.
Salvo que exista afectación de los electrodos con grandes verrugas de endocarditis, los procedimientos de extracción se llevan a cabo de forma mínimamente invasiva.
Los electrodos desarrollan múltiples adherencias en el interior de los vasos sanguíneos y la superficie interna del corazón, que deben ser liberados para su extracción completa. Para ello, han sido desarrollados diferentes dispositivos para traccionar y liberar dichas adherencias.
Por norma general, los procedimientos son tanto más complejos cuanto más tiempo haya transcurrido desde el implante previo, mayor sea el número y el calibre de los electrodos y si estos son de desfibrilador. Aunque sea una “simple” extracción del sistema de marcapasos/desfibrilador, se trata de un procedimiento con anestesia general, con complejidad y riesgo muy superior a la del implante previo.