¿Cómo afecta el brexit a los consumidores?

La principal consecuencia del brexit es que el Reino Unido ya tiene la consideración de un tercer país en términos legales en la Unión Europea, por lo que no se le aplicará la normativa comunitaria de protección de los consumidores. Los principales efectos de esta situación son los siguientes:

Compras

La normativa europea establece una serie de normas de protección del consumidor, tales como la garantía de dos años en los productos adquiridos o el derecho de desistimiento en un plazo de 14 días para las compras online. ¿Cómo afecta el brexit a estos derechos?

En los casos en los que las personas consumidoras residentes en España compren un producto o contraten un servicio a un empresario establecido en Reino Unido, no será de aplicación la normativa europea de protección de los consumidores, y las condiciones del contrato se regirán por la normativa inglesa en vigor.

Sin embargo, si el establecimiento está ubicado en España, aunque el empresario esté domiciliado en Reino Unido, sí que se aplicará la normativa europea de protección de los consumidores.

En el caso de las compras online, es recomendable que las personas consumidoras revisen las condiciones de devolución cuando vayan a contratar con una web de Reino Unido. El derecho de desistimiento en 14 días podrá no ser de aplicación, excepto en aquellas webs cuya oferta vaya dirigida de manera inequívoca a consumidores europeos, por ejemplo, si los precios aparecen en euros.

Además, otra novedad es que en las compras online tendremos que pagar también aranceles o tasas de importación, así como el IVA.

En cuanto a la garantía de los productos, si la empresa tiene su sede Social en Reino Unido, igualmente debe diferenciarse entre si el producto se ha ofertado al consumidor español (porque la página esté en español o el precio esté en euros), incluso puede que existan establecimientos o si el consumidor ha adquirido el producto en una página dirigida a ingleses. En el primer caso se aplicarán los dos años de garantía que establece la legislación española y en el segundo caso se aplicará la legislación del Reino Unido. Si la empresa tiene establecimientos en España o Europa, también deberá ofrecer una garantía de dos años.

Roaming y llamadas desde España a Reino Unido

El uso del teléfono móvil en un país extranjero, conocido como roaming o itinerancia de datos, se ve también afectado por el brexit. Los residentes en la Unión Europea no sufren ningún recargo por el uso de su móvil en países comunitarios.

Sin embargo, esta normativa ya no se aplica en Reino Unido y, por tanto, las operadoras de telefonía no tendrán la obligación de mantener el roaming libre de recargos (llamadas efectuadas y recibidas, mensajes SMS enviados y servicios de datos) cuando los usuarios se desplacen del Reino Unido a la Unión Europea y viceversa.

No obstante, en el caso de que los operadores modifiquen los precios, deben comunicarlo a sus clientes con una antelación mínima de un mes. Es recomendable consultar con nuestra compañía a través del teléfono de atención al cliente o en su página web.

El brexit también afecta a las llamadas internacionales que se realicen entre España y Reino Unido. Entre los países de la Unión Europea, la normativa establece un precio máximo en las llamadas de voz de 19 céntimos por minuto y de 6 céntimos por SMS, pero esto ya no tiene por qué ser aplicable a Reino Unido, por lo que debe consultar con su compañía cual es el coste de las llamadas de voz y los SMS.

Viajes

El brexit también tiene sus consecuencias para las personas que se desplacen entre España y Reino Unido. En el caso de los vuelos procedentes de España, los derechos comunitarios del consumidor ante cancelaciones o retrasos se mantienen intactos para reclamar asistencia o compensaciones.

Lo mismo sucede si el vuelo parte de Reino Unido y la compañía aérea es europea. Sin embargo, si se trata de una compañía de Reino Unido o de un tercer país, los derechos del consumidor serán los que estén en vigor en ese país.

Del mismo modo, cuando las personas consumidoras contraten un viaje combinado o un servicio de viaje vinculado con una empresa establecida en Reino Unido y cuya oferta de servicios no vaya dirigida a España, no será de aplicación la normativa comunitaria. Así, en caso de insolvencia de los empresarios organizadores, no se aplicará la normativa de reconocimiento mutuo de protección entre estados frente a la insolvencia.

Reclamaciones

Las personas consumidoras residentes en España que suscriban contratos con empresarios establecidos o domiciliados en Reino Unido pueden presentar su reclamación en el Centro Europeo del Consumidor.

Sin embargo, no podrán utilizar la plataforma de resolución de litigios en línea (plataforma ODR) para la solución de sus posibles controversias, ni acudir a los organismos extrajudiciales de resolución de conflictos notificados a la Comisión Europea por Reino Unido (entidades ADR), porque su acreditación será revocada, a no ser que la empresa tenga establecimientos en España o dirija su oferta a personas consumidoras residentes en España.

También podrá acudir a los tribunales de Justicia Españoles.

Si su reclamación es por roaming u otros servicios telefónicos puede acudir a la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones:

En el caso de vuelos, puede tramitar su reclamación ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

En definitiva, antes de realizar la compra de un producto o contratar un servicio con una empresa del Reino Unido, es importante que tenga en cuenta si tiene establecimientos en Europa o si la oferta se realiza a personas consumidoras de España o de la Unión Europea, en cuyo caso se aplicará la legislación europea y española. En caso contrario tenga en cuenta que se aplicará la legislación del Reino Unido.

Si quiere ampliar esta información, puede encontrar más respuestas en el Centro Europeo del Consumidor, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y la Comunidad de Madrid.