El papel del laboratorio clínico es producir información que sirva para diagnosticar, clasificar, monitorizar o tratar al paciente enfermo, para promocionar la salud y para identificar factores o poblaciones de riesgo .
Dicha información debe ser:
- Exacta (con un nivel de incertidumbre definido) y trazable (inequívoca).
- Clínicamente útil (inteligible para el clínico, integrable en la historia del paciente).
- Ajustada en el tiempo (la información esta disponible en el tiempo pactado).
- Coste-efectiva (los costes están definidos y pactados y son los costes necesarios para generar una información exacta, útil y con un tiempo de respuesta adecuado).
La prestación del servicio debe realizarse en un entorno establecido y planificado de calidad, para pruebas/servicios de eficacia probada y cuya efectividad pueda ser demostrada en nuestro medio.
Una vez fijados los puntos anteriores, se seleccionará el modelo más eficiente.