El nuevo texto pretende adaptar las disposiciones legales referentes al libro como sector económico a la realidad del entorno digital, que afecta tanto a la creación, como a la edición, distribución y comercialización del libro. También aborda la creación de conceptos no existentes en las normas anteriores en este campo, como la calidad, los estudios de evaluación y la edición digital, así como regular la edición institucional de la Comunidad de Madrid. En lo referente a lectura se pretende establecer un marco institucional que regule las redes de lectura pública, tanto las dependientes de la Comunidad de Madrid, como las de los entes locales y educativos. Sobre el patrimonio bibliográfico, establece un referente en la Biblioteca Regional de Madrid como coordinadora y supervisora de todas las acciones encaminadas a la protección y difusión de este, dada la ausencia de normativa específica hasta el momento. La norma persigue adaptar a nuestros tiempos el concepto de fomento de la lectura y el papel de la administración regional como impulsora de los hábitos lectores en todo tipo de soportes. También se pretende, dentro de su ámbito de actuación, la protección y el impulso al sector del libro, entendido como bien cultural y sector económico básico, ya que Madrid abarca casi la mitad del mercado editorial de nuestro país. Por último, se busca favorecer la protección, conservación, investigación, enriquecimiento, difusión y disfrute del patrimonio bibliográfico ubicado en el territorio de la Comunidad de Madrid, de forma que se preserve y se difunda desde una perspectiva actual.