IESP - Estado de Salud
Informe del Estado de Salud de la Población (IESP) de la Comunidad de Madrid. Indicadores de los principales datos sobre mortalidad, morbilidad y factores de riesgo, junto con otros indicadores relevantes para analizar la salud de la población.
El estado de salud de una población depende de una variedad de factores interrelacionados, denominados de forma genérica “determinantes”, que interactúan entre sí y no pueden ser considerados de forma aislada. Una población, para ser saludable, requiere abordar múltiples aspectos, incluyendo tanto intervenciones a nivel individual como medidas de salud pública a nivel comunitario. La promoción de la salud y la prevención de enfermedades son fundamentales para mejorar el estado de salud general de una población. A continuación, se analizan los principales indicadores que permiten monitorizar el estado de salud de la población de Madrid.
Indicadores generales
En 2021 han fallecido un total de 49.857 personas residentes en la Comunidad de Madrid, lo que supone una tasa bruta de 738,5 por 100 mil habitantes. Ambos indicadores, al igual que el resto de los que aparecen en la tabla, están todavía afectados por la mortalidad pandémica por covid-19. En 2021 la esperanza de vida al nacer se recuperó en relación con la de 2020, alcanzando los 87,3 años en las mujeres y los 81,8 años en los hombres.
La siguiente tabla resume los principales indicadores de salud para la población de la Comunidad de Madrid, por sexo, para el último año disponible (ver el apartado Metodología para profundizar en la descripción de cada indicador y las respectivas fuentes de información utilizadas).
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE. RAE-CMBD.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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Mortalidad
En 2021 los tumores fueron la principal causa de defunción en la población madrileña. Las mayores tasas brutas en los hombres y el conjunto de ambos sexos corresponden a los tumores, las enfermedades circulatorias y las enfermedades respiratorias. En las mujeres las enfermedades circulatorias ocupan el primer lugar, por encima de los tumores.
Una vez ajustadas por edad (para superar el efecto de confusión que supone las diferencias de estructura por edades entre hombres y mujeres y entre distintos años) se aprecia que las principales causas de defunción en la población madrileña son, por este orden: los tumores, las enfermedades del sistema circulatorio, y las enfermedades respiratorias, sin que varíe el orden en función del sexo.
La mortalidad por coronavirus se presenta aquí diferenciada del resto de capítulos de CIE10 para evidenciar la magnitud de su impacto. Pese a ser una causa específica de muerte, está en tercer lugar por orden de importancia, por encima del resto de capítulos de la CIE10. Para el resto de grandes grupos de causas, la distribución es semejante a la observada en años anteriores.
En la tabla siguiente se observan la tasa bruta de mortalidad (número de fallecimientos entre población a riesgo por 100 mil habitantes) y la tasa ajustada de mortalidad (tasa de mortalidad ajustada por edad con la población estándar publicada por Eurostat en 2013, por sexo y grandes grupos de causas.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
La mortalidad general (todas las causas reunidas) en la Comunidad de Madrid ha tenido en los últimos años una evolución claramente favorable en los hombres. En el año 2020 se aprecia el efecto en la mortalidad de la pandemia por covid-19. Salvo en ese año, las tasas madrileñas se encuentran siempre por debajo de las del total de España.
En las siguientes figuras se observan las tasas ajustadas de mortalidad por todas las causas (tasa de mortalidad ajustada por edad con la población europea definida por Eurostat) para hombres y mujeres de España y la Comunidad de Madrid. Se analiza la serie histórica desde 1980.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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La mortalidad general (todas las causas reunidas) en la Comunidad de Madrid ha tenido en los últimos decenios una evolución claramente favorable en las mujeres. En el año 2020 se aprecia el efecto en la mortalidad de la pandemia por covid-19. Salvo en ese año, las tasas madrileñas se encuentran siempre por debajo de las del total de España.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Morbilidad
En 2021 se han registrado en la historia clínica electrónica de Atención Primaria AP-Madrid un total de 17.136.969 episodios activos (que han recibido al menos un apunte a lo largo del año), lo que supone una tasa de 2.533,7 episodios por 1.000 personas que constan en Tarjeta Sanitaria. Esta tasa fue marcadamente más elevada en las mujeres.
En la siguiente tabla se representa la morbilidad total en atención primaria de la Comunidad de Madrid, por sexo. Se ofrecen los episodios en orden de frecuencia y la tasa por 1.000 habitantes (nº de episodios por 1.000 personas que constan en Tarjeta Sanitaria).
Fuente: AP-Madrid.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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Las mayores tasas por patología crónica se observaron en la población adulta y especialmente en los mayores. En todos los grupos de edad, exceptuando los más pequeños y los de 85 y más años, las tasas fueron superiores en las mujeres.
Fuente: AP-Madrid.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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El capítulo de problemas generales ocupa el primer lugar de forma destacada al incorporarse en este capítulo los códigos CIAP utilizados para el registro de situaciones relacionadas con la infección por covid-19 (contacto, sospecha, infección confirmada...), lo que desplaza a la cuarta posición al capítulo de patología respiratoria, que ocupaba tradicionalmente el primer lugar. Dentro de las patologías crónicas incluidas en el seguimiento por protocolos de Atención Primaria, la más frecuente en la infancia es el asma, y en adultos la hipertensión arterial, los trastornos del metabolismo lipídico y la diabetes mellitus tipo 2.
Fuente: AP-Madrid.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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La principal causa de ingreso en los hospitales de la Comunidad de Madrid en el año 2021 son las neoplasias con el 11,8% del total de las altas, la segunda causa son las enfermedades del aparato digestivo con el 11,2% y la tercera causa son las enfermedades del ojo y anexos con un 10,5% de todos los ingresos. La distribución por edad muestra que la primera y tercera causas de ingreso se producen en los pacientes de mayor edad, estando la segunda causa más distribuida entre todas las edades. Las enfermedades del aparato respiratorio son especialmente relevantes entre la población infantil. Los ingresos en los que se registró como diagnóstico principal al alta la infección por covid-19 supusieron el 4,5%, afectando especialmente a población a partir de los 35 años.
En la siguiente tabla se presentan indicadores de morbilidad hospitalaria por capítulo de la CIE-10-ES y la distribución porcentual por grupos de edad.
*Altas hospitalarias con el código U07.1 COVID-19 en el diagnóstico principal.
Fuente: RAE-CMBD.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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Fuente: RAE-CMBD.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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La frecuentación hospitalaria aumenta fuertemente con la edad. En las edades fértiles se aprecia un incremento de la frecuentación en las mujeres, debido a la atención hospitalaria al parto. A medida que aumenta la edad las tasas van siendo progresivamente mayores en hombres que en mujeres.
En la siguiente figura se presenta la morbilidad hospitalaria por grupos quinquenales de edad en el eje vertical y las tasas por 1.000 habitantes en el eje horizontal.
Fuente: RAE-CMBD.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
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En la siguiente figura se presentan las tasas de morbilidad hospitalaria según diagnóstico al alta y sexo por mil personas. En las causas de alta hospitalaria las neoplasias es el grupo que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, seguido por las enfermedades de ojos y anejos, superando ambos al de embarazo, parto y puerperio, que venía siendo el más frecuente en los años previos a la pandemia por covid-19. En los hombres destacan las enfermedades digestivas y las neoplasias, seguidas por las enfermedades de ojos y anejos.
Fuente: RAE-CMBD.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Esperanza de vida
La esperanza de vida ha tendido a aumentar, tanto desde el nacimiento como a los 65 años de edad, pasando de 70,6 años en hombres y 76,0 en mujeres en el año 1975 a 81,76 y 87,28 en 2021, respectivamente. En los últimos años la expectativa de vida ha mejorado más en los hombres que en las mujeres, de modo que la diferencia entre ambos sexos, que había llegado a ser de más de 8 años a inicios de los años noventa el siglo XX, se ha reducido hasta menos de 5 en 2019.
En términos relativos, la esperanza de vida a los 65 años crece más rápidamente que la esperanza de vida al nacer. En 2016, por primera vez, los hombres de 65 años de edad superaron los 20 de expectativa de vida, y los 24 en caso de las mujeres de esa edad. La tendencia de mejora ha sido persistente a lo largo de todo el periodo, salvo en la segunda mitad de los años ochenta e inicio de los noventa, debido al efecto negativo, sobre todo en los hombres, de la mortalidad por accidentes de tráfico, VIH-sida y abuso de drogas.
En el año 2020 se pone en evidencia el gran impacto de la pandemia por covid-19 en la mortalidad: en un solo año, en relación con el 2019, las mujeres pierden casi 2,5 años de esperanza de vida, y los hombres más de 3. Las esperanzas de 2021, pese a la recuperación, no alcanzan todavía los niveles registrados en 2019, antes de la pandemia.
En la siguiente figura se puede ver la esperanza de vida al nacer (número medio de años que espera vivir un ciudadano que nazca en la Comunidad de Madrid) y su evolución desde 1975 a 2021, por sexo.
Fuente: Tablas de mortalidad, IECM.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Entre los años 2016 y 2021 se produjo un descenso de la esperanza de vida como consecuencia de la pandemia por covid-19. La mortalidad por esta causa afectó a la población de más de cincuenta años de edad, y muy especialmente a la mayor de setenta. El impacto negativo en la esperanza de vida, que es de una magnitud inédita, ha sido algo mayor en hombres que en mujeres.
El balance general del resto de causas es claramente positivo, en términos de aumento de la supervivencia. Estas mejoras se concentran en la población de edades maduras. Destaca la aportación positiva de los tumores en los hombres, de las enfermedades del sistema circulatorio en mujeres mayores y de las causas respiratorias en mayores de ambos sexos. El aporte positivo de las causas mal definidas se relaciona con la mejora de la calidad del registro de mortalidad.
La siguiente figura representa la contribución de cada causa y grupo de edad al cambio de la esperanza de vida al nacer, según sexo en la Comunidad de Madrid en el periodo 2016-2021.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE, Tablas de mortalidad, IECM.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
La diferencia de esperanza de vida al nacer por sexo en 2021, 5,5 años mayor en mujeres que en hombres, se explica sobre todo por la mayor mortalidad en estos por encima de los 50 años de edad por tumores, covid-19, enfermedades respiratorias y enfermedades circulatorias.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE, Tablas de mortalidad, IECM.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Carga de enfermedad
En 2021, la mayor causa de Años de Vida Perdidos (AVP) tanto en mujeres como en hombres fueron las muertes por tumores, por encima de las enfermedades del sistema circulatorio, el covid-19, y las enfermedades del aparato respiratorio.
Fuente: Estadística de defunciones según la causa de muerte, INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Estado de salud percibido
La percepción “buena o muy buena” de la salud de 18 a 80 años es de 75,6% en 2021 y de 70,5% en 2022, el indicador es peor en las mujeres y empeora con la edad, como puede verse en las siguientes figuras.
* Alumnos de 4º ESO
Fuente: SIVFRENT-J, SIVFRENT-A y SIVFRENT-M, Dirección General de Salud Pública.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles.
Fuente: SIVFRENT-A y SIVFRENT-M, Dirección General de Salud Pública.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles.
En la siguiente figura podemos ver la evolución del indicador percepción de los dos años previos al inicio de la pandemia y de los años pandémicos, observando una mejora del indicador en el primer año pandémico, que puede ser consecuencia del contexto pandémico y un ligero empeoramiento en los dos años siguientes. Si tomamos como referencia 2019, la percepción de salud ha empeorado en 2022 en 3,2 puntos en hombres y en 8,1 puntos en mujeres.
Fuente: SIVFRENT-A y SIVFRENT-M, Dirección General de Salud Pública.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles.
Indicador multidimensional de Calidad de Vida
El Indicador multidimensional de Calidad de Vida (IMCV) es un indicador compuesto de medición de calidad de vida que el INE presenta con carácter experimental, con el objetivo de culminar en un indicador multidimensional de calidad de vida estable dentro de la producción oficial de INE.
El IMCV, se compone de 9 indicadores y uno de ellos es el indicador de salud que contiene los siguientes indicadores: esperanza de vida, esperanza de vida en buena salud, salud auto percibida, morbilidad crónica, limitaciones en la actividad diaria en los últimos 6 meses, acceso a cuidados sanitarios y determinantes en salud. En la siguiente figura puede observarse la serie de este indicador desde 2008 a 2022 en el componente salud en donde Madrid destaca en el componente de salud respecto a España.
Fuente: Indicador multidimensional de Calidad de Vida – dimensión de salud (IMCV)- INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.
Indicadores de dependencia y fragilidad en mayores de 65 años (65-79)
Problemas crónicos de salud
Un 57,4% de la población de 65 a 79 años tiene uno o más problemas crónicos de salud, 56,6% de los hombres y 58,0% de las mujeres.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Indicadores de dependencia
Limitación de la actividad (GALI) – limitación últimos 6 meses por problema de salud
Una de cada cuatro o cinco personas de entre 65 y 79 años refiere algún grado de limitación de la actividad (GALI). La prevalencia de limitación grave de la actividad por un problema de salud en los últimos 6 meses es de 3,6% en los hombres y de 5,6% en las mujeres, casi el doble y aumenta con la edad. Esta limitación de actividad se debe a causas físicas en su mayoría y en menor grado por causa mental o ambas.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD)
Para las ABVD se aprecia algún grado de dependencia en un 11,8%, es mayor en las mujeres (14,2%) respecto de los hombres (8,9%); también existe un gradiente por aumento de la edad, como puede verse en la figura siguiente. El ítem más elevado fue la dificultad para sentarse o levantarse de una silla o cama o acostarse.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Actividades Instrumentales de la vida diaria (AIVD)
Para AIVD, los porcentajes de dependencia moderada, grave o total son del 7,8% para el total de la población, 10,4% en mujeres y 4,6% en hombres. En cualquier grado de dependencia, desde ligera a moderada, grave y total los resultados son mucho mayores en las mujeres en relación a los hombres. Una de cada cinco mujeres y uno de cada 10 hombres de 75 a 79 años presenta alguna dependencia para la realización de actividades instrumentales de la vida diaria.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Caídas
Un 10,2 % de las personas (13,3% en mujeres y 6,5% en hombres), sufrieron una o más caídas en el último año que requirió asistencia sanitaria, cifra el doble en mujeres que en hombres y casi se duplica en el grupo de mayor edad.
Vive con miedo a caerse un 32,2% de las personas de 65 a 79 años (un 17,1% de los hombres y un 44,8% de las mujeres). Este hecho es importante, ya que el miedo a caerse es un buen predictor de caídas en el futuro. El riesgo de caídas en esta población provoca inseguridades y malestar, además de que este tipo de accidentes en población que comienza a ser físicamente más vulnerable puede tener consecuencias.
Apoyo Social (OSSLO-3)
La falta de apoyo social, entendido como presencia de recursos provenientes de otras personas, es uno de los factores de vulnerabilidad. La gran mayoría pueden contar con 3 o más personas en caso de un problema grave. La puntuación de la escala OSSLO-3 muestra que, aunque en un alto porcentaje tienen un fuerte apoyo social, que supera a la mitad de la población, en 1 de cada 11 personas el apoyo social es pobre o nulo. Es llamativo el aumento de casi 10 puntos porcentuales en los años duros de la pandemia 2020/21, en donde la población de 65 a 74 años se sentía con un mayor apoyo social.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
La soledad sentida, no querida “siempre o casi siempre”, es del 9,2% en mujeres y del 4,6% en hombres; vuelve a repetirse la gran diferencia entre hombres y mujeres.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Fragilidad
La fragilidad es un síndrome geriátrico caracterizado por pérdida de peso, cansancio, debilidad, marcha lenta y disminución de la actividad física. La sarcopenia, pérdida de la masa muscular, es característica de la fragilidad. El indicador de fragilidad, se estima en el 14% de la población de 65 a 79 años (10,0% en hombres y 17,4% en mujeres), la prevalencia aumenta con la edad, y es superior en las mujeres, como puede verse en la figura siguiente, llegando a alcanzar casi el 30% en mujeres de 75 a 79 años.
Fuente: SIVFRENT- M, DGSP.
Elaboración: Unidad Técnica de Vigilancia de las Enfermedades No Transmisibles.
Datos Interactivos
Panel interactivo de morbilidad (RAE-CMBD y Atención Primaria) y mortalidad por grandes grupos de enfermedad: nº y proporción, tasas por 100 mil estandarizadas y específicas, evolución temporal para Madrid y España, por grandes grupos de enfermedad, grupos de edad, sexo y año/s.
Fuente: RAE-CMBD Comunidad de Madrid y estadística de defunciones según la causa de muerte, INE.
Elaboración: Unidad Técnica de Informe de Estado de Salud y Registros.