Esporas de hongos

Las esporas de hongos son un factor de riesgo ambiental que afecta a la salud, entre otras cosas, porque algunas pueden producir alergia. Se encuentran en el aire junto a otras muchas partículas (virus, bacterias, granos de polen, partículas minerales en suspensión, etc.).

La alergia a los hongos es una reacción que se produce por exposición e inhalación de sus esporas. Al ser partículas microscópicas que flotan en el aire, pueden provocar síntomas en las personas sensibilizadas cuando se inhalan.

Las reacciones alérgicas que pueden provocar las esporas fúngicas son: rinitis alérgica, rinoconjuntivitis, asma, traqueítis y traqueobronquitis, bronquitis crónica, alveolitis crónica, etc. Todavía se tiene un gran desconocimiento sobre la incidencia de estas respuestas alérgicas frente a la exposición de esporas fúngicas ambientales. También pueden producir otras enfermedades alérgicas más raras, como las neumonitis por hipersensibilidad y las micosis broncopulmonares alérgicas.

Cuando se respira una gran cantidad de esporas se pueden presentar síntomas agudos evidentes. Si se respira una cantidad menor, pero de manera repetida, se origina una inflamación interna de los bronquios de tipo crónico, igual que con otras alergias. La inflamación crónica aumenta la reacción de los bronquios frente a otros estímulos como infecciones, aire frío, ejercicio, tabaco, etc., y entonces la relación con la alergia a los ácaros no resulta tan evidente.

Entre las esporas fúngicas con más interés para la salud pública, porque se pueden inhalar tanto en el aire exterior como interior, destacan las esporas de Alternaria, Cladosporium, Aspergillus y Penicillium.

Las más importantes por su capacidad para producir alergias son Alternaria y Cladosporium. 

• Alternaria es un hongo cosmopolita, patógeno de vegetales, que se encuentra principalmente en el suelo, en vegetales en descomposición (madera, frutas, cereales, hortalizas), en papel y tejidos (ropa, alfombras). Para crecer necesita humedad, en torno al 25%-30%, aunque prolifera mejor a humedades más altas (superiores al 90%), pudiendo crecer en un amplio rango de temperaturas (2 ºC a 33 °C).
• Cladosporium normalmente se encuentra colonizando las plantas o en el suelo. Puede crecer en paja y madera húmeda, alimentos, combustibles fósiles, cosméticos (cremas), pinturas, plásticos, papel y tejidos (ropa, alfombras, cuero). Su temperatura óptima de crecimiento presenta un intervalo más estrecho (18 ºC a 28 ºC), la mayoría de las especies no crecen a temperaturas superiores a 35ºC, pero algunas como C. herbarum pueden crecer a bajas temperaturas hasta los -6 ºC. Normalmente requieren humedad relativa alta,del 80% al 90%.

En ambos casos, las esporas se encuentran en el aire como bioaerosoles y alcanzan las concentraciones más altas a finales del verano y en otoño. La inhalación de las esporas puede producir procesos de sensibilización o alergia y se ha relacionado también con infecciones en el sistema respiratorio.

Otros géneros de interés sanitario son Aspergillus y Penicillium por su importancia en infecciones adquiridas durante ingresos hospitalarios y en personas con sistema inmunitario debilitado. Las esporas más pequeñas, como las de la familia Aspergilliaceae, pueden causar importantes afecciones respiratorias pues son capaces de alcanzar los alvéolos pulmonares.

Desde el punto de vista sanitario, resulta importante conocer la concentración diaria de esporas existentes en la atmósfera y su estacionalidad, así como la difusión de esta información a los sectores interesados.

Las esporas fúngicas se analizan como los granos de polen atmosférico y mediante el mismo procedimiento. Se recogen sobre una superficie donde impactan las partículas presentes en el aire y se observan al microscopio óptico por personal experto en análisis aerobiológico.

En la Comunidad de Madrid se han realizado recuentos de esporas y se han identificado numerosas especies. Estudios realizados en la atmósfera de Alcalá de Henares, como punto centinela en la vigilancia de esporas fúngicas de la Red Palinológica de la Comunidad de Madrid, demostraron que su presencia en el aire es mayor en cantidad que la de granos de polen. 

Desde enero de 2025, se analizan esporas de Alternaria alternata en las muestras de los captadores de Collado Villalba, Arganzuela y Ciudad Universitaria.

En el estudio realizado en el captador de Alcalá de Henares desde el año 2005 hasta 2023, se observó que las esporas de Alternaria están presentes en la atmósfera durante todo el año, a concentraciones atmosféricas relativamente bajas, alcanzando su máximo estacional en primavera/verano. Las de Cladosporium son las esporas fúngicas más abundantes y su presencia también es constante a lo largo del año. En el transcurso del año ambos muestran dos periodos de mayor incidencia, que coinciden con los periodos húmedos y templados de primavera-verano y otoño-invierno.