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La subida de la luz. Conozca las claves

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En los últimos meses venimos asistiendo a constantes subidas del precio de la luz que están afectando al bolsillo de los consumidores. Pero ¿en qué consiste esta subida? ¿Cuáles son los motivos? ¿Realmente se van a ver afectados todos los consumidores? Contestamos a todas estas preguntas y explicamos cómo evitar que encarezca nuestra factura.

No todos los consumidores tienen la misma tarifa de luz, ya que el suministro en España se puede contratar por dos mercados diferentes: el mercado regulado y el mercado libre. Cualquier consumidor puede cambiar de un mercado a otro en el momento que quiera, de forma rápida y sencilla, llamando al teléfono de Atención al Cliente de su compañía.

El mercado regulado funciona con unos precios para el kilovatio por hora fijados por la Administración, que varían según la demanda que exista de energía en cada momento. Cuando se anuncia una subida de la luz tiene que ver con las tarifas de este mercado, al que pertenece casi la mitad de la población.

En el mercado libre se ofertan las tarifas de casi 100 empresas, que publicitan precios, al igual que sucede con las tarifas de telefonía. El precio del kilovatio por hora lo fijan libremente las empresas y será el que ponga en el contrato.

Podemos saber si nuestra compañía es del mercado regulado o del libre consultando en este enlace.

¿Por qué sube la luz?

El precio de la electricidad, medido en kilovatios por hora (kWh), cambia según la oferta y la demanda del mercado regulado, en el que intervienen las multinacionales generadoras de energía y las empresas comercializadoras, que les compran a los anteriores.

La tarifa habitual de este mercado es la de Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y es regulada por el Ministerio. Los precios se pueden consultar a diario en la web de Red Eléctrica Española.

Las principales subidas del precio de la luz en el mercado regulado vienen determinadas por tres principales motivos: el aumento del precio del gas, el aumento del precio de los derechos de emisión de CO2 y la subida del impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica.

La incidencia de estos factores se explica porque, en épocas de mayor consumo (como el verano por el calor o el invierno por el frío), se agotan las fuentes de energía renovables y las multinacionales generadoras de energía tienen que recurrir a combustibles fósiles, que venden cada vez más caros por causas como la subida del gas o de los derechos de emisión de CO2.

Si quiere calcular cuánto pagará de luz para una tarifa PVPC en un periodo determinado, puede hacerlo a través del simulador de factura de la web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

En el mercado libre el precio del kilovatio se fija en el contrato. Compárelo con el precio del kilovatio en el mercado regulado en distintos periodos del año y compruebe si le compensa o no. Lea detenidamente el contrato para saber si el precio que le ofertan se mantiene a través del tiempo o está sujeto a cambios. Recuerde que el mercado libre no tiene las condiciones del mercado regulado y por tanto dependen de lo dispuesto en el contrato.

A partir del 1 de junio de 2021 se aplican 3 franjas horarias con distintos precios para el peaje de acceso al suministro eléctrico. Este peaje de acceso o tarifa de acceso es el coste del uso de la red de distribución o transporte de la energía. Supone el 40% de la factura, y depende del consumo que hacemos y de la potencia que tenemos contratada.

Cómo entender la factura

A menudo, entender la factura de la electricidad se hace complicado para los consumidores. Independientemente de si contratamos al mercado regulado o al mercado libre, el recibo de la luz se divide en dos partes fundamentales:

El coste fijo. Se calcula según la potencia contratada, multiplicando los kilovatios contratados por cada día de suministro. Este coste fijo es el que pagamos por el mero hecho de disponer del suministro, incluso si no consumimos nada en todo el mes.

El coste variable. Es lo que pagamos por el consumo que realizamos en el mes, y se mide en kilovatios por hora.

A estos cargos hay que añadir los impuestos, el alquiler de los contadores eléctricos y los servicios adicionales que se tengan contratados.

Cómo pagar menos

Los consumidores pueden llevar a cabo algunas prácticas para reducir costes, que les permitirán que la subida de la luz no se vea reflejada en su factura:

  • Bombillas LED: La tipología de las bombillas influye en el coste final. Apostar por las LED en lugar de las incandescentes supone un ahorro de más del 80%
  • Reducir bombillas: En ocasiones, una misma lámpara tiene en funcionamiento más bombillas de las que necesita. Reducir el uso de bombillas al consumo necesario nos permitirá ahorrar en la factura.
  • Ahorro electrónico: No dejar los aparatos en stand by (el típico piloto de la tele) nos permitirá ahorrar hasta un 10%. Otras técnicas, como sustituir pantallas normales por LCD nos permitirá reducir el gasto hasta un 37%.
  • Bajar la potencia contratada: En ocasiones, tenemos contratada más potencia de la que necesitamos. Un truco para saberlo es sumar el consumo en vatios de todos los aparatos eléctricos que tenemos en el hogar. Esa suma nos dará la potencia mínima que podemos contratar sin que salte la luz al conectarlos todos a la vez.
  • Discriminación horaria: Otra fórmula para abaratar la factura es concentrar el consumo de electricidad en las horas más económicas, entre las 24.00 y las 8.00 horas en los días laborables, así como en los fines de semana o festivos nacionales.
  • Calefacción eficiente: En ocasiones, consumimos calefacción a más grados de los que necesitamos para caldear el ambiente. De media, por cada grado menos, se ahorra entre un 7% y un 11%. La temperatura ideal está entre los 19 y los 21 grados y se recomienda no pasar de los 16 por la noche.
  • Buen uso de los electrodomésticos: Otras prácticas para abaratar coste de electricidad son evitar abrir el horno varias veces (pierde temperatura y tiene que calentarse otra vez); aprovechar el calor residual y si tiene una cocina vitrocerámica apagar el fuego minutos antes de que la comida esté lista; evitar abrir el frigorífico con frecuencia y mantenerlo a 5 grados para refrigeración y -18 grados para congelación; o poner la lavadora a una temperatura de entre 40 y 60 grados (implica un ahorro de un 40%).
  • Aprovechar la luz natural: Abrir persianas y mantener las luces apagadas mientras podamos hacer uso de la luz del sol.

 

La Fundación para la Energía de la Comunidad de Madrid ofrece también una guía para sobre cómo ahorrar energía en casa.