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Marcado CE. ¿Qué es y cómo identificarlo?

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El marcado CE es una etiqueta que estamos acostumbrados a ver en los productos, pero ¿qué significa y para qué sirve a los consumidores?. En el siguiente reportaje, le enseñamos a conocer cómo es y cómo se interpreta.

El marcado CE es un símbolo por el que el fabricante o responsable legal declara bajo su responsabilidad que el producto que está comercializando, tras llevar a cabo un procedimiento de evaluación, ha cumplido con los requisitos esenciales de seguridad y salud que vienen recogidos en el reglamento correspondiente al producto.

No es una marca de origen. Es decir, no significa que ha sido fabricado en la Unión Europea, en adelante UE, sino que ese producto que se ha puesto en el mercado de la UE cumple con la legislación europea en materia de seguridad.  

Afecta a los productos que tengan una directiva que defina unos requisitos de diseño, seguridad y fabricación específicos.

El marcado CE es obligatorio, excepto para productos que no tengan una directiva, denominadas directivas de nuevo enfoque, que los regule y que obligue a que el producto deba incluir el marcado CE. El momento en el que hay que colocarlo es justo antes de que sea comercializado o puesto en servicio en la Unión Europea.

Es independiente de que el producto tenga un beneficio económico o sea gratuito; e independiente también de la técnica de venta, tanto en catálogo como en comercio electrónico, siempre y cuando el mercado final sea la UE.

Es responsabilidad principalmente del fabricante, pero también parcela de responsabilidad del representante, importador y distribuidor. Todos tienen que asegurar que ponen en el mercado un producto seguro para el usuario final.

Marco legislativo

El objetivo del marcado CE es que todo el mundo juegue con las mismas reglas, tanto los fabricantes como los usuarios finales. Hay que tener en cuenta que estamos poniendo productos en un mercado constituido por 27 países distintos, con 27 legislaciones, y la idea es unificar criterios. Por eso, se busca la armonización tanto técnica como normativa.

Para ello, se crearon las Directivas de Nuevo Enfoque para determinados productos, las cuales establecen unos requisitos de seguridad que son los mismos en todos los países; así como un entorno técnico común que garantice la confianza de que los ensayos realizados en cualquiera de estos países tengan la misma validez.

Los productos que deben llevar el marcado CE son los que se establecen en las Directivas de Nuevo Enfoque, cuyo origen son el Reglamento 765/2008 y la Decisión 768/2008, que recogen los procedimientos de evaluación.

La relación de productos afectados por Directivas de Nuevo Enfoque viene recogida en este enlace.

Si el marcado CE se coloca en un producto que no tenga una Directiva de Nuevo Enfoque, se considerará un engaño al consumidor, ya que este podría pensar que el producto cumple con unos requisitos legales que en realidad no existen. Eso no significa que no deba cumplir ninguna normativa, ya que cualquier producto que pueda ser adquirido por un consumidor en la UE deberá cumplir con la Directiva 2001/95/CE, relativa a la seguridad general de los productos

El marcado CE se tiene que colocar en el producto, pero si el producto es pequeño puede ir en el embalaje o en la documentación que lo acompaña. Cuando se coloque un marcado CE en un producto, el fabricante tiene que asegurarse de que es visible, legible e indeleble.

Un producto, constituido por componentes o piezas que de manera individual tengan su marcado CE, no garantiza que se dé automáticamente a ese producto el marcado CE. Cada producto debe ser analizado, bien por el fabricante o por un laboratorio acreditado y tener el certificado que acredite que cumple con la normativa europea.

Productos afectados

Se coloca el marcado CE cuando el producto ya ha sido fabricado, se ha analizado su cumplimiento con respecto a la normativa de seguridad que le corresponda y se han elaborado los documentos correspondientes que acreditan que el producto se ha fabricado cumpliendo con los estándares de seguridad establecidos

Entre los productos afectados por Directivas de nuevo enfoque podemos encontrar productos de construcción (estructuras metálicas, ventanas, puertas industriales, áridos…); productos sanitarios (equipos médicos, software y app sanitarias, aparatos de medicina estética…); chimeneas y aparatos de gas (estufas y calderas, hornos y chimeneas, cocinas…); juguetes (artesanos o electrónicos); equipos de protección individual (cascos y guantes de trabajo, ropa laboral, gafas, arneses, mascarillas y otros protectores); maquinaria (industrial, líneas de producción, agrícola, robots…) o dispositivos (aparatos eléctricos, dispositivos electrónicos…)

Agentes económicos implicados

Uno de los actores determinantes en el proceso es el fabricante, que es la persona física o jurídica que manufactura un producto o lo manda a diseñar para introducirlo en el mercado con su nombre o marca comercial. El fabricante será el responsable de seguir el proceso del marcado CE, sin importar si está ubicado dentro o fuera de la UE.

Las personas que aplican cambios en el producto original o que colocan su marca para suministrar el producto, adquirirán las mismas obligaciones legales que el fabricante.

Otras figuras a tener en cuenta en el proceso son el representante autorizado, que deberá estar establecido dentro de la UE; el importador, que es quien introduce el producto en la UE procedente de un tercer país y que deberá asumir la responsabilidad de que el producto cumpla con la legislación; y el distribuidor, que adquiere el producto para comercializarlo y que también tendrá la obligación de comprobar que el producto es seguro.

Siempre el etiquetado de un producto debe indicar quién se hace responsable del mismo dentro de la Unión Europea, y esta figura puede ser el fabricante, el importador o un representante legal. Debiendo constar también en la etiqueta su nombre comercial y dirección de contacto en el embalaje o en el propio producto.