Una urgencia es aquella situación clínica que necesita de asistencia médica dentro de un margen de tiempo relativamente corto. Los niños que presentan síntomas que hacen prever una enfermedad potencialmente grave tienen prioridad asistencial. Por ello desde el Servicio de Urgencias les recomendamos:
- Evite traer a urgencias un niño con problemas no urgentes. Las visitas no urgentes, aquellas que podrían ser atendidas en el centro de salud por el médico de su hijo/a, representan más de la mitad de las visitas. Estas visitas pueden retrasar la atención a los niños que presentan una verdadera urgencia.
- Es preferible, siempre que sea posible, que el niño sea valorado por su pediatra que es quien puede realizar una asistencia continuada. La atención que el médico lleva a cabo en el Servicio de Urgencias está dirigida a solucionar un problema agudo y concreto, no es una asistencia continuada.
- El Servicio de Urgencias no puede adelantar las visitas programadas y tampoco es el lugar para solicitar una segunda opinión. Puede resolver una urgencia pero no puede saltarse la lista de espera que cada especialidad tiene en el hospital o en otros hospitales ni realizar una segunda opinión en pocos minutos.
- En caso de que el paciente esté controlado por otro especialista es recomendable, en la medida de lo posible, contactar con él para solucionar problemas derivados de su patología y no utilizar el Servicio de Urgencias.