La extirpación de los ganglios del cuello o disección cervical se realiza para extirpar los ganglios que pudieran estar afectados por el cáncer. Según la afectación de los mismos, situación del tumor y tamaño se harán diferentes tipos de disecciones cervicales en uno o en ambos lados. En la mayoría de los casos es posible preservar las estructuras más importantes por lo que las secuelas que quedan son: cicatrices en el cuello, pérdida de la sensibilidad en el cuello (sensación de pesadez en el cuello) y cierta dificultad para elevar el hombro de ese lado o llevar la mano lateralmente por encima de la cabeza. Tras realizar la disección se le dará un protocolo para mejorar la función muscular y que recupere lo más posible la misma. Tiene que pensar también que las secuelas de la cirugía pueden aumentar si precisara radioterapia o esta se hubiera dado antes de realizar la cirugía.