Síndrome de salida torácica
Es la compresión del paquete vascular y nervioso que se dirige al brazo a su paso por el desfiladero torácico (región anatómica situada en la base del cuello). Los síntomas son variables en presentación y gravedad dependiendo de si afectan a los nervios, la vena o la arteria de forma aguda o crónica. Hay una predisposición para padecer este síndrome en las personas que desarrollan mucho la musculatura de cuello y hombro o que trabajan con los brazos en alto. El tratamiento inicial es conservador, mediante ejercicios de descompresión. En caso de no tener éxito, puede plantearse la intervención quirúrgica que suele consistir en la extirpación de estructuras óseas de la zona: primera costilla o costillas cervicales anómalas.
Patología linfática. Linfedema
La circulación linfática (o tercera circulación) sirve para trasportar al torrente circulatorio moléculas de gran tamaño que no pueden vehiculizar los capilares sanguíneos. El sistema linfático lo componen un gran número de capilares linfáticos con pequeñas válvulas en su interior dispuestos de forma reticular que van drenando en estaciones ganglionares. Acaban dando conductos linfáticos más gruesos que confluyen con el sistema venoso profundo a nivel del cuello.
El Linfedema sucede por el acúmulo regional excesivo de linfa y puede deberse a un número bajo de capilares linfáticos (hipoplasia), a un mal funcionamiento de estos (fallo valvular), a una afectación de las estaciones ganglionares.
El Linfedema es una enfermedad crónica que no tiene cura. Las medidas terapéuticas son de contención y deben mantenerse de por vida. Este aspecto informativo es especialmente importante desde el punto de vista psicológico en los pacientes jóvenes y en los Linfedemas de miembro superior secundarios a tumores de mama con afectación ganglionar.
El tratamiento descompresivo inicial incluye: masajes específicos de drenaje linfático, presoterapia y vendajes multicapa. Una vez conseguida la máxima reducción, deben utilizarse medias (o mangas) de compresión elástica (grado IV) de forma constante para su mantenimiento.
Síndromes de la microcirculación: enfermedad de Raynaud, acrocianosis…
Los capilares de la piel son los responsables de que nuestra temperatura corporal sea constante (termorregulación). Para ello, se dilatan cuando hace calor y se cierran cuando hace frío, manteniendo nuestra temperatura alrededor de los 36,5°. Esta fina respuesta fisiológica puede estar alterada por una causa orgánica que lesione los capilares (enfermedad o agresión) o, sin lesión, por un problema sólo de funcionamiento (alteraciones funcionales), dando lugar a cuadros de vasodilatación o vasoconstricción que pueden ser mantenidos (permanentes) o con aparición y desaparición súbitas (paroxísticos).
La enfermedad de Raynaud es una respuesta exagerada a la exposición a frío que provoca palidez, amoratamiento y enrojecimiento posterior en lo dedos de las manos (también puede darse en los dedos de los pies, punta de la nariz y orejas). La eritromelalgia, mucho menos frecuente, es la situación de vasodilatación exagerada por exposición al calor. Otras enfermedades que pertenecen a este grupo de síndromes son: la acrocianosis, la livedo reticularis y el eritema pernio (llamados popularmente sabañones).
En general, los acrosíndormes son de carácter leve y desaparecen con el tiempo. Un pequeño porcentaje se asocia a enfermedades generales y puede evolucionar hacia formas más graves. Como norma general, debe evitarse la exposición al frío y los cambios bruscos de temperatura.
Anomalías vasculares congénitas. Angiodisplasias.
Las angiodisplasias son infrecuentes. Hay dos tipos:
- 1) Hemangiomas (tumores benignos presentes al nacer que presentan, de forma característica, una fase de crecimiento seguida de una fase involutiva)
- 2) Malformaciones vasculares (nunca involucionan y crecen con el paciente y con el tiempo).
Hay cinco tipos: capilares, linfáticas, venosas, arteriovenosas y combinadas o complejas.
Su presentación clínica varía desde problemas meramente estéticos como manchas violáceas de extensión variable (malformaciones capilares) hasta situaciones patológicas muy graves que exigen un manejo diagnóstico y terapéutico en centros superespecializados (malformaciones arteriovenosas de alto grado y síndromes combinados). Estas últimas deben sospecharse ante la aparición de trayectos “varicosos” en lugares atípicos que soplan, laten o se calientan.
Tumores vasculares o relacionados con los vasos.
Hay tumores vasculares primarios compuestos por células dependientes de las células que componen las capas de los vasos. Son extraordinariamente infrecuentes. Los tumores vasculares secundarios están originados en otros tejidos, pero invaden la pared del vaso o crecen dentro de su luz.
El paraganglioma carotídeo es un tumor dependiente de una estructura llamada cuerpo carotídeo, un receptor-regulador de la tensión arterial situado en la bifurcación de la arteria carótida. Crece en la pared del vaso aunque no pertenece a él. Su tratamiento es la extirpación quirúrgica.
El cirujano vascular es requerido como colaborador en cirugías de extirpación de tumores del cuello, retroperitoneales, digestivos, urológicos o de extremidades que infiltran o invaden la luz de los vasos adyacentes.