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Unidad de polo anterior y Cataratas

Esta unidad se dedica al diagnóstico y tratamiento de las patologías y alteraciones del segmento anterior del ojo siendo la catarata la patología más frecuente y es realizada de forma compartida por todos los oftalmólogos del servicio.

  • La catarata La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, una de las lentes que forman el sistema óptico del ojo. A través de esta lente transparente y elástica que se encuentra detrás de la pupila, pasan los rayos de luz para enfocarlos en la retina; por ello, cuando el cristalino pierde transparencia e impide el paso nítido de la luz a la retina, el paciente presenta una pérdida progresiva de la visión.

    Causas La causa más frecuente en nuestro medio es la catarata senil originada por el envejecimiento y deterioro de las proteínas del cristalino, volviéndose más opaco. Sin embargo, existen otros factores que pueden producir cataratas como traumatismos, enfermedades metabólicas como la diabetes, el consumo de ciertos fármacos. En algunos casos, la catarata es congénita, es decir, se presenta desde el nacimiento.

    Catarata
  • Síntomas La mayoría de los pacientes comienzan con síntomas iniciales como la visión borrosa o nebulosa y el deslumbramiento o fotofobia en situaciones de exposición lumínica importante con dificultad en la conducción nocturna. En ocasiones, la catarata puede modificar la graduación produciendo miopía y mejorar transitoriamente su visión de cerca. A medida que la opacidad del cristalino va avanzando se va acentuando la pérdida de agudeza visual dificultando las tareas cotidianas.

    Tratamiento Un examen oftalmológico básico es todo lo que se necesita para diagnosticar las cataratas y la única solución definitiva a este problema es la cirugía. Una detección precoz y operación a tiempo, sin dejar que la catarata se desarrolle en exceso, nos permite realizar una cirugía en condiciones óptimas y minimizando riesgos. En la actualidad, la técnica más adecuada es la facoemulsificación, que consiste en la disolución mediante la energía ultrasónica del núcleo del cristalino para proceder a su aspiración. El cristalino será sustituido por la lente intraocular. La facoemulsificación es una cirugía que habitualmente se realiza con anestesia tópica (gotas) o local en aproximadamente 20 minutos y que permite una recuperación rápida anatómica y visual. Durante el postoperatorio, puede notar escozor o alguna molestia transitoria y debe utilizar colirios de antibióticos y antiinflamatorios durante unas semanas. Pese a los buenos resultados, no hay que olvidar que es una cirugía y que, como tal, no está exenta de riesgos.