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Radiología de la Mama

Servicio de Radiodiagnóstico

Coordinación: Dra. Myriam Montes Fernández

Facultativos:

Dra. María José Ciudad Fernández

Dra. Beatriz Lannegrand Menéndez

Dra. Nancy Sánchez Rubio

Dra. Cristina Álvarez Sánchez

 

En la  sección de Radiología de la Mama nos dedicamos al diagnóstico mediante técnicas basadas en la imagen. Nos encargamos de gestionar y realizar todas las pruebas necesarias para alcanzar un diagnóstico definitivo, momento en el cual se remite a la paciente a la consulta del especialista correspondiente, o en caso del cribado poblacional sin incidencias se incorpora nuevamente a la mujer al circuito de cribado.

Realizamos seguimiento de pacientes operadas de cáncer de mama y de mujeres de alto riesgo de padecer cáncer de mama. Formamos parte de la Unidad de Mama del Hospital Clínico San Carlos en la que se trabaja de manera multidisciplinar y coordinada, con asistencia al comité semanas para toma de decisiones en conjunto, así como resolviendo las interconsultas diarias que surgen.

Técnicas de imagen

  • Mamografía

    La mamografía es la técnica inicial en el diagnóstico de la patología mamaria. El técnico adquiere las imágenes y posteriormente los médicos las interpretan en monitores especiales.

    Se trata de una prueba que utiliza rayos X. Se realizan dos proyecciones de cada mama de manera que se visualice todo el tejido mamario. Es necesario realizar compresión de la mama, por lo que la prueba puede resultar algo molesta. La compresión de la mama es imprescindible para hacer un buen diagnóstico y además contribuye a que la dosis de radiación que recibe la mama sea mínima.

    Disponemos de:

    •  tomosíntesis, que es una técnica tridimensional que obtiene cortes finos de la mama. Esto disminuye la superposición de estructuras y facilita que detectemos posibles lesiones.
    • mamografía con contraste, una técnica novedosa que se realiza como una mamografía convencional pero requiere administración de contraste yodado por una vía venosa (generalmente en el brazo).

    Ecografía Mamaria

    La ecografía mamaria es una técnica que permite obtener imágenes gracias a la emisión de ondas de ultrasonidos. El médico adquiere e interpreta las imágenes.

    Es una prueba indolora y sencilla y su principal ventaja es que no aporta nada de radiación. Por ello la utilizamos en primera línea en pacientes jóvenes y en embarazadas, y también en mujeres con mastectomía. En general, en el resto de casos se trata de una prueba complementaria a la mamografía, y la realizaremos siempre que nos resulte necesaria para alcanzar un diagnóstico.

    Resonancia Magnética

    La resonancia magnética (RM) se basa en la utilización de un campo magnético y ondas de radiofrecuencia para generar imágenes del cuerpo. El técnico adquiere las imágenes y posteriormente los médicos las interpretan y procesan en estaciones de trabajo.

    La RM no utiliza rayos X, de modo que no produce exposición a la radiación, únicamente produce un ruido intenso durante la adquisición de imágenes. Su principal inconveniente es la posición, crucial para obtener imágenes con una calidad adecuada: la paciente debe permanecer  tumbada boca abajo y muy quieta durante el tiempo que dura la prueba (aproximadamente 30 minutos). Además, es necesario administrar contraste por una vía venosa. Por todo ello, valoramos individualmente la necesidad de realizar esta prueba.

    Biopsias

    En algunas ocasiones, no es posible llegar a un diagnóstico definitivo sólo con las pruebas de imagen, y entonces es necesario tomar una biopsia. Una biopsia es un procedimiento mediante el cual se obtendrá una muestra de tejido de una lesión para analizarla al microscopio. Este análisis permitirá confirmar o descartar el cáncer, y en el caso concreto del cáncer de mama, determinar su tipo para que el equipo de profesionales sanitarios pueda elegir el tratamiento óptimo. La biopsia mamaria se realiza de forma sencilla, sin ingreso hospitalario y sin necesidad de cirugía. Si no se trata de una lesión palpable, tu radiólogo la podrá realizar guiado por una técnica de imagen.

    Según el objetivo y el tipo de información que se necesita obtener del tejido, existen diferentes tipos de biopsia.

    Punción de aspiración con aguja fina (PAAF)

    Es la punción con una aguja de pequeño calibre conectada a una jeringa y aspiración enérgica. Se hace mediante guía ecográfica. Generalmente, permite obtener células aisladas del tejido que se quiere estudiar, que posteriormente se extienden sobre una laminilla de cristal y se tiñen con distintas sustancias para su observación a través del microscopio. La información que se obtiene, al no proceder del tejido sino de células aisladas, es algo limitada.

    En el contexto del cáncer de mama, este tipo de biopsia se utiliza para analizar los ganglios de la axila y saber si existe afectación de la zona. En caso de un nódulo sospechoso en la mama, esta técnica ha sido sustituida por otros tipos de biopsia que ofrecen más información.

    ¿Qué debo saber antes? El procedimiento dura tan solo unos minutos. No es necesaria ninguna preparación ni es necesario que acudas en ayunas. En algunas ocasiones se administrará anestesia local en la zona.

    ¿Qué debo hacer después? Podrás notar una ligera molestia tras la punción y aparecerá un pequeño hematoma en la zona similar al que puede formarse tras una analítica de sangre. Si la molestia es intensa puedes aplicar frío local y tomar un analgésico común (excepto aspirina).

    Biopsia por punción con aguja gruesa (BAG)

    Es la obtención de una muestra de tejido mediante una aguja gruesa que se introduce en la piel y llega a la lesión que se pretende estudiar. Se administrará anestesia local en la zona. Este procedimiento se puede realizar guiado por una ecografía, mamografía o resonancia magnética según las características de la lesión. Si es posible, tu radiólogo elegirá la guía ecográfica porque suele ser la más sencilla y cómoda. La duración es de unos 10-15 minutos.

    Por mamografía (también llamada biopsia por estereotaxia): Algunas lesiones o tipos de cáncer sólo se manifiestan por la aparición de microcalcificaciones, sólo visibles en la mamografía, por lo que la biopsia debe realizarse guiada por esta técnica. Es un procedimiento algo más laborioso y molesto ya que se realiza en el mamógrafo con la mama comprimida. Aún así, no durará más de unos 20 minutos.

    Por resonancia magnética: se realizará la biopsia guiada por resonancia magnética en caso de lesiones que sólo sean visibles a través de esta técnica. La duración es variable y dependerá de la localización de la lesión, siendo aproximadamente entre 20-30 minutos en total entre la preparación y la realización de la punción.

    ¿Qué debo saber antes? El procedimiento se hace con anestesia local, por lo que debes informarnos si tienes alguna alergia. Si la biopsia se va a realizar guiada por resonancia magnética, es necesario que acudas en ayunas de 4-6 horas. Si estás tomando Sintrom o cualquier otra medicación para la coagulación, debes acudir a tu médico de cabecera para cambiar Sintrom por heparina unos días antes de la biopsia y suspender si es posible la medicación antiagregante unos días antes.

    ¿Qué debo hacer después? Es probable que la zona moleste algo una vez que pasa el efecto de la anestesia. Esta molestia pasará con un analgésico de los que tomas habitualmente, (nunca aspirina porque favorece el sangrado). Es recomendable que al llegar a casa apliques hielo en la zona durante unas horas (siempre a través de un paño o gasa para no quemar la piel). Es frecuente que salga un hematoma al día siguiente y notes cambios de coloración en la piel relacionados con el traumatismo que supone la biopsia, no te alarmes, se irá reabsorbiendo progresivamente de forma lenta.

    Biopsia con aguja gruesa asistida por vacío (BAV)

    Es un procedimiento muy similar a la BAG, pero el calibre de la aguja que se puede utilizar es mayor. Se administrará anestesia local en la zona. Al igual que la BAG, se puede realizar guiado por ecografía, mamografía y resonancia magnética. La diferencia con la BAG es que se podrá extraer mayor cantidad de tejido para analizar, por el mayor calibre de la aguja y por realizarse aspiración. Por este motivo, actualmente es la técnica que más se utiliza en el caso de microcalcificaciones y lesiones que sólo se pueden ver por resonancia magnética, ya que pueden ser lesiones más complejas de analizar, y es frecuente que el patólogo necesite más material. Mediante esta técnica, además, tu radiólogo puede aspirar el hematoma y  realizar exéresis completa de lesiones sin necesidad de cirugía, fundamentalmente de lesiones que es mejor quitar pero no son cáncer.

    ¿Qué debo saber antes? El procedimiento se hace con anestesia local, por lo que debes informarnos si tienes alguna alergia. Si la biopsia se va a realizar guiada por resonancia magnética, es necesario que acudas en ayunas de 4-6 horas. Si estás tomando Sintrom o cualquier otra medicación para la coagulación, debes acudir a tu médico de cabecera para cambiar Sintrom por heparina unos días antes de la biopsia y suspender si es posible la medicación antiagregante unos días antes.

    ¿Qué debo hacer después? Se requieren los mismos cuidados que tras una BAG, siendo más frecuente la aparición de molestias y hematoma. Conviene mantener en reposo relativo la zona durante 24 horas.

    Tipos de Punciones y Biopsias de Mama

Otros Procedimientos Intervencionistas

  • Colocación de marcador (coil)

    Un marcador es un objeto metálico de muy pequeño tamaño que sirve para que, una vez que se ha diagnosticado una lesión, quede marcada de forma permanente. Se inserta a través de la piel, por medio de una aguja especial que contiene el marcador en su interior, y que permite liberarlo una vez que se accede al interior de la lesión. Es un procedimiento sencillo similar a la BAG, de menor duración.  Se puede colocar mediante guía ecográfica, mamográfica y por resonancia magnética. La duración aproximada del procedimiento es de 10 minutos.

    En el cáncer de mama, lo vamos a utilizar cuando el tratamiento de quimioterapia comience antes de la cirugía. En estos casos, durante el tratamiento, el tumor puede ir disminuyendo de tamaño, de manera que los radiólogos cada vez lo veremos más pequeño en todas las técnicas, hasta el punto de desaparecer completamente en muchos casos. En el momento de operar, aunque la lesión no pueda verse ya en las técnicas de imagen por haber respondido al tratamiento de quimioterapia, gracias al marcador los radiólogos podremos indicar al cirujano la zona donde previamente se veía el tumor, para que se pueda extraer y analizar. En ningún momento notarás molestias por llevar el marcador ni se activan detectores de metales.

    ¿Qué debo saber antes? El procedimiento se hace con anestesia local, por lo que debes informarnos si tienes alguna alergia. Además, los marcadores más comunes contienen níquel, por lo cual, si eres alérgica, debes advertirlo para que se utilice un marcador sin níquel. Si la biopsia se va a realizar guiada por resonancia magnética, es necesario que acudas en ayunas de 4-6 horas. Si estás tomando Sintrom o cualquier otra medicación para la coagulación, debes acudir a tu médico de cabecera para cambiar Sintrom por heparina unos días antes de la biopsia y suspender si es posible la medicación antiagregante unos días antes.

    ¿Qué debo hacer después? Se requieren los mismos cuidados que tras una BAG.  

    Localización prequirúrgica

    Gracias a los avances en las técnicas de imagen, cada vez es más frecuente la detección de lesiones tumorales no palpables, que sólo son visibles por mamografía, ecografía o resonancia magnética. Además de tomar las biopsias necesarias, los radiólogos nos encargamos de señalar estas lesiones no palpables para que el cirujano pueda localizarlas de forma más sencilla. Así, el cirujano interviene sólo la zona tumoral, evitando cirugías amplias innecesarias y reduciendo el tiempo de la intervención.

    El dispositivo que más empleamos en el Hospital es el “arpón”. Su nombre se debe a su forma. Consiste en un fino alambre que se introduce desde la piel y, una vez que se llega a la lesión, se libera el extremo con forma de gancho que queda fijo al tumor. El “arpón” se suele colocar el mismo día de la cirugía o el día de antes, con anestesia local y usando guía ecográfica, mamográfica o por resonancia magnética. La duración aproximada del procedimiento es de 10 a 20 minutos dependiendo del caso y la técnica de imagen por la que se deba colocar.

El Informe médico. ¿Qué es el BI-RADS?

  • En los informes de mamografía (en general, en todas las pruebas de imagen mamaria) es crucial que quede claro no sólo el tipo de hallazgos encontrado, sino también la importancia que tiene y la actitud a seguir.

    Para unificar el lenguaje, el Colegio Americano de Radiología (ACR), elaboró en el año 1992 el Breast Imaging and Data System (BI-RADS). El éxito y acogida de este sistema fue inmediato, tanto por los radiólogos como por ginecólogos y oncólogos dedicados a la mama. La quinta y última edición, vigente hasta el momento, se publicó en el año 2013. De forma que BI-RADS es el lenguaje que debemos utilizar los radiólogos en nuestros informes. Incluye los hallazgos concretos que pueden verse en una mamografía, ecografía o resonancia de mama, y también su descripción específica, para que cualquier médico lo pueda entender. Gracias a la estandarización de este lenguaje, se evitan muchas confusiones derivadas de las diferentes formas de expresarnos.

    Además del vocabulario, en función de los hallazgos el sistema BI-RADS da una categoría final al informe, y esta categoría lleva implícita una probabilidad de malignidad y una recomendación para actuar. Es importante comprender que esta probabilidad es un dato estadístico, que se basa en el análisis de miles de mamografías realizadas a otras mujeres y que nos ayuda a tomar una decisión, pero que tendremos que individualizar a cada caso concreto.

    Hay 7 categorías, que van del 0 al 6. No son “escalones”, sino que cada una de ellas está perfectamente definida por el ACR.

    BI-RADS 0

    Esta categoría quiere decir que el estudio es incompleto aún. Además de la mamografía, hay que hacer alguna otra prueba para aclarar algo (puede ser una ecografía, una proyección especial…), o comparar con los estudios previos si no los tenemos en ese momento.

    Generalmente, los radiólogos intentaremos hacerte todas las pruebas necesarias en el momento para no tener que dar una categoría 0. No obstante, a veces surgen dudas al revisar minuciosamente la mamografía y necesitaremos llamarte de nuevo.

    BI-RADS 1

    Esta categoría significa que tienes una exploración normal, y no te vemos ningún hallazgo. Puedes continuar con el seguimiento que te corresponda por tu edad y grupo de riesgo.

    BI-RADS 2

    Quiere decir que tienes una exploración normal, y que vemos algún hallazgo cuyas características son definitivamente benignas. En la mama son frecuentes las lesiones benignas, como por ejemplo los quistes. Como en la categoría BI-RADS 1, puedes continuar con el seguimiento que te corresponda por tu edad y grupo de riesgo.

    BI-RADS 3

    Esta es una categoría que puede generar confusión o inquietud. Quiere decir que se ha detectado un hallazgo que casi con toda seguridad es benigno (probabilidad de malignidad de un 2% o menos). No es necesario realizar una biopsia, pero por precaución se indica un control un poco más estrecho, que suele consistir en una revisión a los seis meses en primer lugar.

    Esta categoría tiene una duración máxima en el tiempo de 24-36 meses; una vez transcurrido este tiempo y si todo sigue estable, se considerará que el hallazgo es benigno y pasará a una categoría BI-RADS 2. Del mismo modo, si durante el seguimiento hay algún cambio (detectado por la paciente, por el médico en consulta o por los propios radiólogos), habrá que considerar cambiar la categoría y hacer una biopsia.

    Es importante destacar que los hallazgos que se incluyen en esta categoría están descritos con mucha precisión por el sistema BI-RADS y que no es en ningún caso una decisión subjetiva del radiólogo. De esta forma podemos estar seguros de que no realizaremos seguimientos innecesarios dando esta categoría a hallazgos benignos “por precaución”, pero que tampoco retrasaremos biopsias necesarias “por no alarmar”. Por tanto, un radiólogo experto  dará esta categoría en contadas ocasiones, y fundamentalmente en mujeres muy jóvenes.

    BI-RADS 4

    Significa que se ha visto una lesión que es necesario analizar a microscopio. Incluye un amplio rango de probabilidad de malignidad entre 2 y 95%. Para poder afinar más dentro de esta categoría, la dividiremos en tres grupos:

    • 4a: Sospecha de malignidad baja (> 2% a ≤ 10%)
    • 4b: Sospecha de malignidad intermedia (>10% a ≤ 50%)
    • 4c: Sospecha de malignidad alta (> 50% a < 95%)

    El hecho de que indiquemos una biopsia no equivale a cáncer de mama. Realizaremos biopsia a todo hallazgo cuya probabilidad de malignidad sea superior al 2%, es decir, a muchos nódulos con una probabilidad baja de malignidad. De hecho en muchas de las biopsias el resultado será benigno, pero eso no significa que sean procedimientos innecesarios. Dado que las biopsias de mama son, en general, procedimientos sencillos, con muy buena fiabilidad diagnóstica y con pocas complicaciones, lo crucial es no dejar de diagnosticar un cáncer.

    BI-RADS 5

    En este caso, la probabilidad de malignidad de los hallazgos vistos en la imagen es mayor del 95%. Es posible que se te soliciten otras pruebas de imagen, como una resonancia magnética. Se trata de lesiones tan sospechosas que, si el resultado de la biopsia es benigno, insistiremos en una nueva biopsia o incluso en que la lesión se quite en quirófano.

    BI-RADS 6

    Esta categoría corresponde a un diagnóstico de cáncer ya establecido. La prueba se realiza para realizar un seguimiento durante el tratamiento (por ejemplo para valorar la respuesta a la quimioterapia) o para completar el estudio de cara a la cirugía.

    ¿Cómo Interpretar e¿Cómo Interpretar el Informe de tu mamografía?

¿Qué es la Mama Densa?

  • El concepto de mama densa es radiológico, y se refiere exclusivamente a la mamografía.

    La mamografía, como todas las pruebas que utilizan rayos X, nos permiten diferenciar los tejidos del órgano a estudio ya que cada tejido atenúa de forma diferente el paso de los rayos X. Así, podemos diferenciar varias densidades que, en orden de menor a mayor, son: aire, grasa, agua o tejido blando, calcio y metal.

    La mama, está compuesta fundamentalmente por dos tipos de tejido: tejido fibroglandular (glándula y tejido fibroso) y grasa. En la mamografía, el tejido fibroglandular es más denso y lo vemos blanco (densidad agua) y la grasa presenta menor densidad y la vemos gris (densidad grasa). Cada mujer tiene una cantidad determinada de grasa y tejido fibroglandular, con una distribución particular. Según la proporción entre ambos tejidos podemos diferenciar cuatro patrones característicos en la mamografía::

    • Densidad a (Predominantemente grasa): Las mamas están compuestas por grasa casi en su totalidad. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres tiene este tipo de mama.
    • Densidad b (Tejido fibroglandular disperso): Hay algunas áreas dispersas de densidad, pero la mayor parte del tejido mamario es no denso. Aproximadamente 4 de cada 10 mujeres tiene este tipo de mama.
    • Densidad c (Heterogéneamente denso): Hay algunas áreas de tejido adiposo, pero la mayor parte del tejido mamario es denso. Aproximadamente 4 de cada 10 mujeres tiene este tipo de mama.
    • Densidad d (Extremadamente denso): Casi todo el tejido mamario es denso. Aproximadamente 1 de cada 10 mujeres tiene este tipo de mama.

    Con la edad, la mama va cambiando, de manera que las mujeres jóvenes suelen tener una mama densa, y con el tiempo, el tejido fibroglandular mamario va disminuyendo y se sustituye por grasa por lo que iremos viendo la mama menos densa en las sucesivas revisiones. Sin embargo, esto no siempre es así, ya que hay mujeres jóvenes que no tienen la mama densa mientras otras mujeres persisten con mama densa toda la vida.

    Otros factores además de la edad  pueden influir en el aumento de la densidad mamaria, como la lactancia y los tratamientos de terapia hormonal sustitutiva (que se utilizan para paliar los síntomas de la menopausia). La densidad mamaria no está relacionada con el peso de la mujer.

    Mama densa y cáncer de mama

    Se ha demostrado que la densidad mamaria alta es un factor de riesgo de cáncer de mama, es decir, que las mujeres con mama densa tienen ligeramente más riesgo de padecer cáncer de mama que las mujeres que tienen una mama grasa. Además la mama densa se asocia a  mayor dificultad para el diagnóstico de cáncer. Es más fácil de entender de forma gráfica.

    En estas  ilustraciones podéis ver los cuatro patrones de densidad mamográfica de la “a” a la “d”. La figura con los bordes irregulares espiculados simula un cáncer de mama, que presenta una densidad similar al tejido glandular, el resto de las figuras nodulares de bordes redondeados corresponden al tejido fibroglandular que se distribuye por la mama, y en gris, vemos la grasa de la mama. A mayor densidad en la mama por mayor cantidad de tejido fibroglandular, mayor dificultad para detectar el cáncer, hasta el punto de camuflarse casi completamente en la mama de densidad “d”. Debido a un efecto de superposición de los tejidos y enmascaramiento en las mamas con densidad “d”, es posible que un cáncer pase desapercibido en una mamografía.

    El sistema BI-RADS incluye en los informes el tipo de mama según la densidad, y es habitual que en caso de mamas densas se decida hacer otra prueba complementaria a la mamografía como una ecografía de mama, una mamografía con tomosístesis (mamografía 3D), una mamografía con contraste, o incluso en casos muy complejos, una resonancia de mama.

    Mama densa y cáncer de mama

Preguntas Frecuentes

  • ¿Cuál es el objetivo de las revisiones por mamografía?

    El objetivo de las revisiones con mamografía es detectar las lesiones malignas en la mama en mujeres sanas mediante una prueba de imagen, antes de que aparezcan síntomas, como un bulto o retracción del pezón. Al detectar las lesiones antes de que sean lo suficientemente grandes como para producir sintomatología, estaremos haciendo un diagnóstico precoz. De esta forma, será más probable que la enfermedad se detecte en un estadio temprano, lo cual permitirá un tratamiento menos agresivo y la posibilidad de curación será mayor.

     

    ¿Puedo sustituir la mamografía por una ecografía?

    Hay clara evidencia científica de que el cribado (screening) con mamografía cada dos años en mujeres de entre 50-70 años disminuye la mortalidad por cáncer de mama. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la reducción de la mortalidad es del 40% entre las mujeres que aceptan la invitación a las revisiones. Ni la exploración física por el clínico, ni la autopalpación mamaria han demostrado mejorar las tasas de detección de cáncer mamario, el pronóstico o la mortalidad por cáncer de mama. Gracias a esta evidencia científica demostrada en ensayos clínicos, la mayoría de poblaciones de Occidente, incluyen la mamografía bianual como programa de cribado poblacional, y en España, se oferta a la población dentro del sistema de salud pública.

    Hay lesiones que se detectan con facilidad en la mamografía, como las microcalcificaciones, que pueden ser un signo precoz del cáncer de mama, y que con la ecografía no se pueden ver. Este es uno de los motivos para que la ecografía no esté aceptada como método de cribado.

     

    ¿Cuánta radiación supone una mamografía?

    La radiación por una mamografía realizada en los mamógrafos modernos digitales, equivale a la dosis que recibe una persona en unos meses por el hecho de vivir en este planeta (radiación natural). Dado el beneficio en cuanto a reducción de la mortalidad, la mínima dosis de radiación que supone una mamografía está más que justificada.

     

    ¿Es necesario un protector de tiroides para realizar una mamografía?

    El tiroides es una glándula del cuello que no está expuesta directamente a la radiación de la mamografía, por lo que únicamente va a recibir una mínima radiación dispersa. La radiación que utilizamos para hacerte la mamografía es muy baja, tanto por la técnica utilizada como por la compresión de la mama, la dosis de radiación que recibe el tiroides es, por tanto, no significativa. Además, existe la posibilidad de que el protector del tiroides salga superpuesto en la mamografía y por tanto impida que se vea el tejido mamario en esa zona, o que la mamografía no resulte de calidad para ser diagnostica. Si esto ocurriese, tendríamos que repetir la mamografía, por lo que la radiación total aumentaría.

    La ACR (American College of Radiologist) y la SBI (Society of Breast Imaging), la ATA (American Thyroid Association) , la SEPR (Sociedad Española de Protección Radiológica) y la SEDIM (Sociedad Española de Diagnostico por Imagen de la Mama), y también la bibliografía científica más reciente coinciden en recomendar que: “Durante la realización de la mamografía no es necesario utilizar el protector plomado de tiroides, y que su uso puede ser perjudicial para la paciente desde el punto de vista del correcto diagnóstico y de la optimización de la protección radiológica”.

     

    ¿Es necesario comprimir para realizar una mamografía?

    Más que necesario, es imprescindible. Permite que la imagen sea diagnóstica y que la radiación sea la menor posible. Esto hace que la prueba sea molesta e incluso dolorosa en algunos, aunque con los equipos actuales el 40% de las mujeres no experimentan dolor, y solo un pequeño porcentaje refieren dolor intenso.

    Muchas veces la causa del dolor está en los pliegues de la piel o en las posturas forzadas más que en la compresión. Una colocación adecuada puede ayudar a disminuir las molestias de la prueba, así que te recomendamos que te dejes guiar por nuestros técnicos.

     

    ¿Puede hacerse una mamografía durante la lactancia?

    La lactancia materna no es una contraindicación para ninguna técnica de imagen. No obstante, produce cambios importantes en la imagen de la mama, tanto en mamografía como en ecografía, por lo que no es el momento ideal para realizar una revisión y debe valorarse si es posible retrasar la prueba para que su valor diagnóstico sea mayor.

    No obstante, si una mujer se nota un bulto durante la lactancia materna, debe hacerse una prueba de imagen y empezaremos por una ecografía de mama, ya que lo más probable es que se trate de algo relacionado con la lactancia. Si consideramos indicado realizar mamografía, no es necesario descartar la siguiente toma.

     

    ¿Es suficiente con la mamografía para detectar el cáncer de mama?

    Generalmente la mamografía por si sola es capaz de descartar o confirmar la presencia de lesiones sospechosas, sin embargo, tiene sus limitaciones. Hay mujeres que tienen lo que llamamos los radiólogos una «mama densa». Son mamas que presentan más dificultad para el diagnóstico en la mamografía. En estos casos, no debe extrañarte que te indiquemos también una ecografía de mama u otra técnica (como una mamografía 3D, una mamografía con contraste o una resonancia magnética).

     

    ¿Se requiere preparación para la mamografía o la ecografía?

    Se recomienda acudir sin desodorante ni cremas, porque algunos productos contienen agentes radiopacos que pueden verse en la mamografía o dificultar la ecografía. Si no es la primera vez que te haces una mamografía, es importante que lleves los estudios previos ya que la comparación entre estudios de diferentes años es necesaria para detectar anomalías. 

    Además, en caso de que ya se te diagnosticara algún tipo de hallazgo previamente, el radiólogo podrá cerciorarse de que se trata de algo conocido y no de nueva aparición, en cuyo caso requeriría biopsia. Si llevas implantes o has notado algún hallazgo nuevo (bulto, retracción de la piel, secreción…) indícaselo al profesional que te vaya a hacer la exploración.

    No se requiere ninguna otra preparación especial. No es necesario acudir en ayunas. Tampoco se requiere planificar la prueba para un momento concreto del ciclo menstrual (sí es importante estar segura de que no estás embarazada).

    ¿Se requiere preparación para la resonancia magnética?

    Sí, hay varias cosas que saber antes de hacerte una resonancia magnética.

    • Deberás acudir en ayunas de 4-6 horas.
    • Es necesaria la utilización de contraste intravenoso para el diagnóstico del cáncer de mama y la caracterización de lesiones, por lo que debes informar de antecedentes de alergias o de insuficiencia renal. El único estudio sin contraste es el que se realiza para valorar prótesis mamarias.
    • Es importante que no exista contraindicación para la realización de la RM, como por ejemplo algunos de los dispositivos de estimulación cardiaca, implantes cocleares incompatibles, bombas de infusión de medicamentos, etc.  Por lo que todo paciente con cualquier tipo de dispositivo debe traer la tarjeta identificativa del implante para poder saber si es reso-compatible.
    • Siempre que sea posible, conviene programar el estudio en la segunda semana del ciclo menstrual, para mejorar la sensibilidad del estudio.
    • Si estás dando el pecho, es recomendable desechar la leche después de la prueba durante 24h ya que el contraste pasa a la leche.
    • Las pacientes que sufren ansiedad o claustrofobia pueden requerir previamente administración de ansiolíticos, o incluso sedación durante el procedimiento.

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