La circuncisión es una técnica quirúrgica que permite eliminar la estrechez de la piel que cubre el pene (prepucio) y que dificulta su descenso (fimosis). En ocasiones sólo es preciso un corte dorsal de la piel del prepucio o prepucioplastia. En ambos casos se suele asociar la sección del frenillo, que une el glande al prepucio. Su cirujano Pediátrico le explicará los riesgos generales y específicos de la intervención.
La intervención precisa anestesia local o general en función de la edad y colaboración del niño que suele valorar el anestesista pediátrico.
Generalmente se realiza en un procedimiento de Cirugía Mayor ambulatoria en la que el paciente después de la intervención se marcha a casa en pocas horas.
Tras la intervención el niño presentará una herida a nivel del pene que precisará de alguna cura local durante una o dos semanas. Los puntos se caen solos y la actividad diaria será, en general, completa en tres-cuatro semanas.