Restauración de modelos anatómicos del Gabinete de Historia Natural del I.E.S. Cardenal Cisneros
Restauración de doce modelos anatómicos de finales s. XIX y principios XX
La Comunidad de Madrid cuenta con una red de Institutos Históricos, centros de enseñanza secundaria, creados en el siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX, que custodian y conservan bienes de patrimonio cultural de indudable valor. La denominación Institutos Históricos hace referencia a su importancia patrimonial, en unas ocasiones por el edificio que los alberga y en otras, por las piezas documentales o instrumentales que han conseguido preservar.
En estos institutos se conservan colecciones de muy variada índole, con objetos históricos empleados en la enseñanza de materias como Biología, Geología, Física o Química. Se encuentran desde modelos anatómicos, botánicos y zoológicos, como animales naturalizados, hasta colecciones de fósiles y minerales e instrumental científico-tecnológico, pasando por los mapas históricos para la enseñanza de Geografía, modelos para explicaciones de Física o Matemática, instrumentos musicales y obras de arte.
Todas estas colecciones constituyen un importante fondo del patrimonio histórico de competencia de la Comunidad de Madrid que es muy desconocido para el público en general. Al objeto de su protección, conservación y puesta en valor, la Dirección General de Patrimonio Cultural comenzó en 2019 una línea de trabajo con intervenciones de restauración sobre bienes de estas colecciones, que se mantiene a día de hoy y que atiende también a sus necesidades de conservación preventiva.
El Instituto Cardenal Cisneros nace en 1845 con el nombre de Instituto del Noviciado, tras el establecimiento de los Estudios de Segunda Enseñanza Elemental en el Plan de Pedro José Pidal en 1845, durante el reinado de Isabel II. Es el primero de Madrid, junto con el de San Isidro.
El Gabinete de Historia Natural de I.E.S. Cardenal Cisneros de Madrid cuenta con una nutrida colección de modelos anatómicos humanos realizados en papel maché –cartón piedra o papelón-, datados entre el último tercio del S.XIX y la primera década del S.XX. Gran parte de ellos fueron adquiridos como materiales didácticos en la tienda parisina del Dr. Auzoux por Manuel María José de Galdo, catedrático de Historia Natural del instituto.
Modelos restaurados
Se han restaurado los siguientes modelos didácticos fabricados en papel maché:
- Glándula de Brunner
- Estómago
- Pared estómago
- Microvellosidad intestinal
- Fragmento de intestino delgado (yeyuno)
- Páncreas con duodeno y yeyuno (yeyuno)
- Microvellosidades intestinales
- Glándula mucosa gástrica
- Glándula de Liebenkuhn (tubo digestivo)
En papel litográfico se han restaurado dos láminas de anatomía humana.
El soporte o material base de estas obras es el papel-maché policromado, con aplicaciones de cáñamo o membranas conjuntivas de buey con un armazón interno metálico (alambre), como estructura para recrear vasos y nervios. Para conseguir la fabricación seriada se preparaban unos moldes de plomo que permitían comprimir la pasta de cartón hasta adquirir la forma y espesor deseados. Posteriormente, con la pieza seca, se policromaban para su identificación, recalcando su valor didáctico.
Cada modelo anatómico está formado por varias piezas desmontables, a modo de mecano, unidas por anclajes metálicos. Los modelos iban acompañados de un manual impreso, donde se explicaba el significado de las etiquetas, muchos todavía las conservan: los números más grandes que van acompañados de una mano señalando, indican que la pieza es susceptible de ser extraída; los números más pequeños y las letras indican detalles anatómicos.
Louis Thomas Jerôme Auzoux (1797-1880) fue un médico anatomista y naturalista normando a quien se debe la técnica de fabricación de los modelos didácticos en papel maché, partiendo en sus inicios de modelos anatómicos del cuerpo humano.
Modelo didáctico de la glándula de Liebenkuhn después de la intervención
Lámina de anatomía humana del sistema nervioso después de la intervención
Estado de conservación
Los modelos anatómicos restaurados presentaban un aspecto oscuro y colores apagados. El polvo en superficie y a la suciedad grasa adherida junto con la fuerte oxidación de protecciones, impedían apreciar el verdadero valor cromático de las piezas.
La policromía de las piezas presentaba muchas zonas craqueladas, encrestadas, levantadas por pérdida de adhesión al soporte y con alto riesgo de desprendimiento, apreciándose pérdidas polícromas y, en las zonas donde ha quedado la suciedad de la superficie atrapada, se han creado superficies con efecto mancha. La capa de protección superficial es la más vulnerable y, a su vez, recae sobre ella la importancia de su conservación ya que el etiquetado de montaje, numeración de elementos anatómicos y denominación de las piezas se encuentran sobre ella.
Se observaban pérdida de volumen en algunas piezas y también problemas de cohesión en el soporte de cartón piedra como exfoliaciones, desgarros etc. Algunas piezas estaban desencajadas y sueltas, otras presentaban holgura con necesidad de ajuste.
Láminas de Anatomía Humana restauradas. Dimensiones: 160 cm. x 54 cm.
El primer ejemplar se compone de dos láminas de papel grueso litografiado, anverso y reverso de la ilustración anatómica, unidas entre sí por una fina maya textil que les aporta cuerpo estructural. El anverso nos muestra el sistema circulatorio del cuerpo humano y el reverso un corte longitudinal donde vemos el sistema nervioso.
El segundo ejemplar es una lámina de papel grueso litografiado con la imagen del esqueleto óseo humano, adherida por el reverso a un cartón fino que le aporta estructura y soporte. En la superficie del tronco, a modo de desplegables, se pueden ir abriendo los órganos: pulmones, corazón, aparato digestivo y urinario; todos ellos, con imagen litografiada a dos caras unidas entre ellas por una finísima maya textil.
Las láminas se encontraban en un estado muy avanzado de deterioro, motivado por la fragilidad de su material, el desgaste natural por su uso didáctico y, principalmente, por el sistema de almacenaje.
Ofrecían un aspecto sucio y apagado de los colores debido a polvo y suciedad grasa adherida junto con la oxidación lógica del papel y sus tintas por el paso del tiempo. Presentaban roturas, desgarros y fragmentaciones. Se apreciaban pérdidas, localizadas generalmente en las manos y en los pies.
Trabajos de restauración
En primer lugar, se realizaron pruebas de solubilidad con el fin de testar los productos y disolventes a utilizar en el tratamiento y conocer el grado de oxidación y disgregación que tenían las tintas y el soporte.
A continuación, se eliminaron las cintas adhesivas y los residuos cristalizados resultantes. Para ello se utilizó una metodología mixta, químicamente con empacos de acetona rebajada en etanol y mecánicamente con la ayuda de la punta de bisturí.
Se llevaron a cabo las siguientes acciones:
- Eliminación de todos los refuerzos de cinta adhesiva.
- Adhesión del papel a su soporte.
- Limpieza de suciedad superficial adherida.
- Corrección de deformaciones y vicios de plegado.
- Consolidación estructural mediante la adhesión de fragmentos, desgarros y refuerzos.
- Reintegración matérica para conseguir una adecuada lectura de las piezas.
- Reintegración cromática discernible del original a corta distancia.
- Protección final por pulverización compatible con aspecto y técnica originales y encapsulado transparente de las piezas para su buen almacenamiento.
En la lámina de los desplegables, aquellos órganos que se encontraban con reparaciones defectuosas y cintas adhesivas por rotura, se retiraron del mismo modo para acometer este proceso. Aprovechando los tiempos de presión que requerían estos apartados, se corrigieron las deformaciones y vicios de plegado humectando de forma controlada las superficies que lo requerían.
Una vez retirados los residuos de cintas y adhesivos cristalizados, la limpieza se realizó mecánicamente en seco con el uso de diferentes gomas-borradores en función de la debilitación del papel.
Como fijación o protección final se utilizó una resina sintética en aerosol adecuada para papel, técnica insaturadas y tintas de impresión. Con el fin de proteger los modelos y evitar su proceso de degradación por oxidación y plegados en su almacenaje, se optó por encapsularlos en PVC flexible y transparente.
Los tratamientos practicados han devuelto a las piezas su correcta lectura, realzando su valor didáctico original.