Restauración de humedades y sillería de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena en Torrelaguna

Su construcción se realizó en varias etapas entre los años 1430 y 1530, siendo la cabecera su parte más antigua, datada a mediados del siglo XV. Se trata de una iglesia de tres naves, con cinco tramos, sin crucero y rematada en ábsides poligonales comunicados entre sí y reforzados con contrafuertes.

La nave central, la más alta, presenta al exterior arbotantes para contrarrestar sus empujes, y al interior pilares con capiteles de decoración vegetal y bóvedas de crucería. A los pies del templo se dispone el coro con balaustrada y tribuna para el órgano, decorado profusamente con figuras que sustentan escudos.

La portada principal, situada a los pies, se abre entre dos contrafuertes rematados en pináculos, realizándose el acceso a través de un arco carpanel decorado con cordón franciscano. A ambos lados se abren otras dos pequeñas portadas góticas que dan acceso a las naves laterales. En el lado del evangelio, en la fachada principal hacia la plaza, se eleva la torre de tres cuerpos, con contrafuertes y pináculos, y todo ello con cornisas que repiten los escudos de Torrelaguna y Cisneros.

Se tiene constancia de que el edificio adolecía desde hace décadas, al menos desde los años 30 del s. XX, de un proceso patológico de importantes eflorescencias y disgregación de la piedra de dolomía en que está construida hasta su disgregación y rotura en algunos casos, debido principalmente a la presenciad e humedades. A pesar de las reparaciones realizadas en todos estos años, la mayoría de carácter parcial, el proceso continuaba sin detenerse.

Previamente a la intervención, se realizaron varios estudios de su problemática, abarcando trabajos petrológicos, hidrogeológicos, técnicos e históricos, concluyendo como origen la presencia de agua por diversas causas y los aportes químicos de los morteros originales y utilizados en reparaciones posteriores. Como primera actuación, desde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español se realizó la restauración completa de las cubiertas de la nave central.

En la reciente actuación de ha intervenido en las causas de las humedades y en la restauración de los daños que habían causado, comprendiendo los siguientes trabajos:

• Ejecución de una cámara ventilada en el perímetro de sus fachadas principal y sur, así como una solera ventilada en la zona interior bajo el coro. La operación ha permitido crear además un acceso para personas con movilidad reducida desde el exterior.
• Impermeabilización de cubiertas de naves laterales con plomo y zinc, y reparación del sistema de evacuación de aguas.
• Restauración de la fachada principal y lateral, incluyendo la limpieza, eliminación de sales, reintegración y consolidación de sus fábricas, sus elementos escultóricos y restos de policromías. Destacan la eliminación de añadidos modernos y la recuperación del grupo escultórico de la portada central en la fachada principal.
• Restauración de las fábricas interiores y bóvedas de las naves y capillas laterales, recuperando sus decoraciones pétreas y pictóricas.
• Renovación de la iluminación en la zona interior bajo el coro.

El desarrollo de los trabajos ha contado con un seguimiento arqueológico que ha permitido documentar el arranque de elementos estructurales en el encuentro entre la torre y la nave norte, y la recuperación de restos óseos dispersos bajo el pavimento del interior del templo.