Gafas de sol y cremas

Productos para el sol: protección también en las compras

Durante el verano, las ventas de productos como las cremas solares o las gafas de sol aumentan considerablemente. Los consumidores buscan estar protegidos durante sus vacaciones en la playa o la montaña de las radiaciones que produce el sol y que pueden llegar a ser muy perjudiciales para la salud.

Es muy importante fijarse en los requisitos de seguridad y salud que deben cumplir este tipo de productos y no dejarse guiar por cuestiones como la estética, en el caso de las gafas de sol, o creer que todas las cremas solares son iguales y protegen de la misma manera del sol.

 

Gafas de sol

 

Las gafas de sol se encuentran reguladas por la legislación europea. Estos productos se pueden comprar en establecimientos muy variados, desde ópticas hasta mercadillos o tiendas de souvenirs en zonas de playa, por lo que es recomendable que, siempre que pueda, se deje aconsejar en la compra por un profesional de la visión. Exija siempre, además, que le entreguen la factura y la garantía correspondiente del producto.

Unas gafas de sol adecuadas deben tener cristales protectores que absorban las radiaciones que puedan ser perjudiciales para el ojo. Además, para que la lente proteja de forma adecuada, la montura debe estar perfectamente adaptada al rostro.

Es muy importante comprobar el etiquetado de las gafas de sol antes de comprarlas, ya que le facilitará gran cantidad de información sobre su calidad. A continuación, le detallamos la información en la que debe fijarse:

  • Marcado CE. Todas las gafas de sol deben llevarlo, si es posible, impreso en la gafa, o en la información que proporcione el fabricante.
  • Nivel de protección ultravioleta. Protección que tienen contra los rayos UVA y UVB.
  • Tipo de filtro solar que las protege. Si es polarizado o fotométrico.
  • Categoría del filtro. Existen 5 categorías que van de 0 para la luminosidad muy baja, hasta 4 para la más fuerte. La categoría 4 es para gafas muy oscuras, utilizadas en condiciones extremas y no son aptas para conducir.
  • Restricciones de uso. Deberá incluir indicaciones como “no aptas para la orientación directa al sol” o “no protegen contra radiaciones artificiales, como las cabinas de rayos UVA”.
  • Si es relevante, incluirá instrucciones de cuidado de las gafas, así como información acerca de los productos de limpieza que pueden dañarla.
  • Además, el etiquetado debe facilitarnos información sobre la identificación del fabricante, el número y el año de la norma que cumplen, así como de las instrucciones de uso y conservación y las advertencias de seguridad.

Puede consultar más información sobre gafas de sol en la siguiente guía sobre gafas de sol incluida dentro del Portal del Consumidor de la Comunidad de Madrid o en el siguiente folleto informativo editado por el Ministerio de Consumo.

 

Cremas solares

 

En relación a las cremas solares, no se debe obviar su importancia en la protección de la piel frente a los rayos ultravioletas. Pensar que protegerse del sol no es necesario es un grave error que puede causar problemas a medio-largo plazo.

Los protectores solares son considerados productos cosméticos y como tal están regulados por legislación europea que establece las obligaciones de información y etiquetado. No deben ser perjudiciales para la salud y es responsabilidad de las autoridades nacionales, la vigilancia y la toma de medidas pertinentes para que, en las etiquetas, en la presentación, en la venta o en la publicidad de estos productos no se les puedan atribuir características de las que carecen.

En este sentido, y para proteger la seguridad y la salud de los consumidores, la Comisión Europea estableció una serie de directrices, donde se establecen ejemplos sobre precauciones de uso, instrucciones recomendadas, o declaraciones que no deben hacerse en el empleo de las cremas solares:

  • La radiación solar está compuesta, entre otros, por la radiación ultravioleta B (UVB) y la ultravioleta A (UVA). Los protectores solares deben proteger frente a ambas radiaciones.
  • Ninguna crema solar garantiza al 100% una protección total frente a las radiaciones dañinas. Por ello, no deben contener mensajes en la etiqueta como “protección total” o “prevención durante todo el día”.
  • Los productos solares deberían contener siempre mensajes preventivos como “repita con frecuencia la aplicación del producto”, “no permanezca mucho tiempo al sol, aunque emplee un producto de protección solar”, “mantenga a los bebés y niños pequeños fuera de la luz solar directa”.
  • La protección contra los UVB se identifica en el etiquetado de los productos solares a través del Factor de Protección Solar (FPS o SFP en inglés), que lleva una numeración entre 6 y 50+, y descriptores como “protección baja”, “media”, “alta” o “muy alta".
  • Para proteger la piel de las quemaduras solares, es fundamental repetir con frecuencia la aplicación de los productos de protección solar, así como aplicarse la cantidad adecuada en cada aplicación, unos 35 gramos de crema, que equivale a 6 cucharadillas de café.
  • Las declaraciones sobre la eficacia de los productos de protección solar han de ser sencillas, no ambiguas y basarse en criterios normalizados.
  • Cuidado al utilizar cremas solares abiertas que tengan más de un año: pierden su eficacia (se oxidan) y podrían no protegerle adecuadamente. Consulte el período de utilización recomendado tras su apertura (PAO), que figura en el dibujo en forma de tarro abierto del envase.

Recomendaciones sobre las exposiciones solares

 

También la AEMPS (la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) ofrece una serie de recomendaciones con respecto a las exposiciones solares y a las medidas de seguridad que es conveniente tomar cuando se va a disfrutar de un día al sol: 

  • Evite las exposiciones al sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas) y procure no dormirse al sol. 
  • Ningún protector solar ofrece máxima protección solar frente a los riesgos de las radiaciones, por lo que no se exponga muchas horas al sol. 
  • Utilice un protector solar adecuado a su tipo de piel que proteja al menos de la radiación UVB y UVA, y aplíquelo media hora antes de la exposición y repita cada dos horas. Utilice un protector labial con un factor de 15 o más. 
  • Beba abundante agua y utilice protección solar incluso aunque el día esté nublado
  • Consulte con un especialista cualquier cambio en el color, la forma o el tamaño de los lunares y manchas.
  • Recurra a métodos de protección, como la aplicación SunSmart de la Organización Mundial de la Salud para estar informados de los niveles de exposición en cada momento.

 

Reclamaciones

 

En caso de no estar conforme con la compra de alguno de los productos puede presentar una reclamación a través de los organismos de consumo: las Oficinas de Información al Consumidor, la Dirección General de Comercio, Consumo y Servicios, o a través de Internet.