En la lucha contra la COVID-19, los profesionales sanitarios pueden experimentar una serie de manifestaciones como son el estrés, ansiedad, irritabilidad, síntomas depresivos, insomnio, y síntomas de estrés postraumático. Estas alteraciones psicológicas pueden estar asociadas con la alta carga de trabajo, el temor de convertirse en agente de contagio o ser contagiado, los dilemas éticos a los que se enfrentan a la hora de tomar decisiones, una situación clínica que evoluciona rápidamente, es nueva y excede con frecuencia sus competencias, y el estado de expectación, inseguridad o incertidumbre sobre el futuro que conlleva la situación de pandemia (Shanafelt, Ripp, & Trockel, 2020).
Este programa permite el tratamiento individual y grupal en los profesionales sanitarios de los efectos a corto y medio plazo producidos por la pandemia y otros derivados de la misma, dando continuidad al Programa de Interconsulta COVID desempeñado en los primeros meses de pandemia, durante la primera ola.
1.- Objetivo principal
El objetivo principal es prevenir la aparición de trastornos mentales de mayor gravedad, que acaben siendo tratados masivamente en la red de salud mental. Es importante señalar que los efectos de la pandemia en los profesionales sanitarios pueden ser tanto a corto como a medio y largo plazo, por lo que es necesario garantizar que esta necesidad puede ser adecuadamente cubierta. Además, otro objetivo que se persigue con este programa es el de normalizar y evitar estigmatizar el acceso a un primer recurso de salud mental entre profesionales.
2.- Objetivos generales
- Facilitar la expresión de emociones dolorosas y normalizar las reacciones emocionales.
- Proteger al individuo de estrés adicional, reduciendo los sentimientos de anormalidad o enfermedad.
- Promover la integración de los aspectos emocionales relacionados con la experiencia vivida.
- Fomentar recursos de afrontamiento con el objetivo de incrementar la percepción de dominio sobre los elementos perturbadores de la experiencia potencialmente traumática.
- Identificar a las personas con síntomas de trastorno por estrés postraumático que precisen una atención individual a largo plazo.
- Habilitar un espacio de autocuidado y facilitar el mantenimiento de este autocuidado en el tiempo.
3.- Derivación
La derivación al programa se realiza por el propio profesional interesado, ya sea contactando por teléfono con la unidad o por el email institucional.
Criterios de inclusión: Profesionales sanitarios que necesiten de una atención psicológica relacionada con los múltiples efectos directos e indirectos de la pandemia por COVID-19, así como por otras causas que puedan interferir en su funcionamiento.
4.- Recursos
En el programa colaboran dos psicólogos clínicos de la Unidad de Interconsulta, con agenda de consulta tres días por semana y dos horarios reservados para grupos de profesionales, uno en horario de mañana y otro de tarde.
5.- Tipos de intervención
La intervención grupal está destinada a ser un primer recurso de atención psicológica, en el que se trabaja de forma breve (4 sesiones) y desde un formato fundamentalmente psicoeducativo y terapéutico, tanto el conocimiento de las diferentes reacciones a la situación potencialmente traumática vivida como recursos de afrontamiento.
En algunos casos esto será suficiente, pero en otros será necesario un trabajo adicional en tratamiento individual, en el que profundizar en aspectos que no pueden ser abordados en el grupo. Además, debido a que muchas veces los profesionales sanitarios serán compañeros de trabajo, por motivos de confidencialidad, puede ser necesario su atención individual.
5.1.- Intervención grupal
El enfoque de grupo en situaciones traumáticas presenta múltiples ventajas que podrían resumirse en, al menos, las siguientes: dar sentido a lo ocurrido, reconstruir la memoria personal y construir una memoria colectiva, compartir reacciones emocionales, expresándolas o viéndolas en otros, normalizar las reacciones como respuestas normales a situaciones anormales, evitar contextos de incomprensión o culpógenos, establecer vínculos positivos, y tener un espacio donde discutir y buscar soluciones comunes, fomentando la integración y cohesión del grupo. En este contexto, parece que trabajar las situaciones traumáticas desde un modelo que se basa, precisamente, en establecer vínculos con otras personas que han pasado por una situación similar, puede resultar especialmente significativo y útil.
Las sesiones de intervención grupal tienen la siguiente estructura general:
- En la primera sesión: presentación de los terapeutas, participantes, normas, duración y objetivos del grupo.
- Práctica de Mindfulness.
- Repaso de la sesión anterior.
- Abordaje de los temas establecidos para cada sesión.
- Cierre y recapitulación de lo trabajado.
En la primera y última sesiones: evaluación psicométrica pre y post intervención. Cuestionarios GHQ-28 (General Health Questionnaire), DTS (Escala de Trauma de Davidson), STAI (State-Trait Anxiety Inventory).
En las sesiones se abordarán los siguientes temas y contenidos:
- Introducción al modelo de trauma, características y reacciones.
- Regulación emocional.
- Pérdidas y cambios.
- Autocuidado.
5.2.- Intervención individual
Por otra parte, ya sea para aquellos profesionales que han asistido al grupo y que necesitan seguimiento, como para los que, debido a la gravedad clínica o a otros factores como por privacidad, se valore que se beneficiarían más de un tratamiento individual, existe una consulta dedicada a la atención individual de profesionales sanitarios. Además, se puede derivar a un determinado profesional de la consulta individual a uno de los grupos si se estima que esto también podría beneficiarle. Esto permite profundizar en las técnicas de regulación emocional aprendidas en el grupo y abordar las necesidades individuales de cada persona.