Dieta Mediterránea
La Dieta Mediterránea es una filosofía de vida, buen ejemplo de dieta sostenible, prudente, saludable, nutritiva y agradable al paladar. Además de ser una forma correcta de alimentarse, es símbolo de historia, cultura y de buen comer.
La UNESCO inscribió la Dieta Mediterránea como uno de los elementos de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Numerosos estudios corroboran que los países del Mediterráneo gozan de tasas de morbilidad por enfermedades crónicas más bajas y con una esperanza de vida más elevada.
¿Qué características tiene la Dieta Mediterránea?
La Dieta Mediterránea tiene abundantes propiedades y características que hace de esta forma de alimentarse una de las más variadas, equilibradas y completas del planeta.
La composición nutricional de los alimentos de la Dieta Mediterránea, unida a la forma de combinarse todos ellos, proporciona abundantes propiedades y características que hacen que sean numerosos los beneficios que esta forma de alimentarse aporta a la salud.
¿Qué alimentos constituyen la Dieta Mediterránea?
La Dieta Mediterránea es una forma de alimentación basada en el consumo elevado de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales, incluyendo pescado y aceite de oliva como fuente principal de grasa para cocinar.
¿Qué beneficios nos aporta la Dieta Mediterránea?
La Dieta Mediterránea es:
- Muy adecuada para cubrir las necesidades nutricionales por el aporte de vitaminas y minerales, de ácidos grasos monoinsaturados, el contenido en hidratos de carbono complejos y el alto contenido en fibra.
- Sabrosa: aunque el sentido del gusto se educa y depende también de factores culturales, en general la Dieta Mediterránea es muy bien aceptada por sus sabores, por su variedad y por las formas de elaboración y preparación en la cocina.
- Económica, ya que gran parte de los alimentos que la forman no tiene un precio elevado: legumbres, cereales y sobre todo productos locales y de temporada que hace que tengan mejor precio que otros que no lo son.
Decálogo Dieta Mediterránea
Consumir alimentos vegetales en abundancia: frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos. Se recomienda tomar al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, priorizando las de temporada.
Los cereales: pan, pasta, arroz en su forma integral, son alimentos imprescindibles por su alto contenido en hidratos de carbono complejos y deben consumirse diariamente.
Consumir pescado, preferentemente azul, regularmente y huevos con moderación.
Utilizar el aceite de oliva virgen extra como grasa de elección en la elaboración y preparación de todo tipo de platos.
Consumir diariamente una cantidad moderada de productos lácteos, especialmente yogur sin azucarar.
Tomar ocasionalmente carnes rojas en pequeñas cantidades y formando parte de platos a base de verduras y cereales.
Priorizar alimentos poco procesados, frescos y de temporada.
Elegir fruta fresca como postre habitual, y reservar los dulces y postres para ocasiones especiales, mejor si son caseros hechos con aceite de oliva, frutos secos, frutas y cereales de grano entero.
Beber agua es esencial en nuestra dieta.
Llevar una vida activa realizando actividad física diariamente contribuye a mantener un peso adecuado e incrementar los beneficios de este tipo de alimentación.
ES IMPORTANTE COMPARTIR Y FOMENTAR LOS VALORES DE LA DIETA MEDITERRÁNEA, SUS PRODUCTOS Y EL ESTILO DE VIDA SALUDABLE QUE REPRESENTA, SOSTENIBLE Y RESPETUOSO CON EL MEDIO AMBIENTE.