Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid. Asociación de Auxilios Mutuos de los Empleados. Memoria

Contexto social: pobreza y beneficiencia en el Madrid del siglo XIX, el pauperismo urbano

A lo largo del siglo XIX, especialmente en la segunda mitad, la ciudad de Madrid experimentó profundas transformaciones debidas, entre otros factores, al crecimiento de su ciudad. Con el plan de Ensanche trazado por Castro (1860) se triplicó el espacio urbano, lo que trajo consigo un fuerte proceso de polarización social: residencias de lujo frente a chabolas en numerosos barrios del sur o del extrarradio e infraviviendas en el casco histórico. Madrid se convirtió en un foco de atracción de trabajadores procedentes de otras provincias españolas que, sin apenas recursos y con gran dificultad para integrarse en el mercado laboral, se fueron estableciendo en asentamientos degradados del extrarradio o en los barrios bajos de la ciudad.

Ante esta realidad social el concepto de “pobreza” se amplió, abarcando a estos sectores de la población que mantenían una relación precaria con el mercado de trabajo, y se pusieron en marcha nuevos medios para combatir la pobreza y marginación a través de nuevas ideas sobre asistencia y beneficencia. Esta se reorganizó legislativamente quedando configurada en un complejo sistema integrado por establecimientos de titularidad pública y privados pertenecientes a instituciones eclesiásticas, congregaciones religiosas o asociaciones caritativas.


Caja de Ahorros - Monte de Piedad de Madrid: Orígenes

Francisco Piquer y Rudilla (1666-1739), sacerdote aragonés, inició el proyecto de Nuestra Señora del Monte de Piedad en Madrid en 1702 e introdujo algunos aspectos novedosos con respecto a otras entidades benéficas españolas: el socorro a los difuntos, la supresión del interés en los préstamos y la aceptación de una limosna voluntaria. El Monte de Piedad de Madrid sirvió de modelo para otros que se fundaron en el mismo siglo y fue el primer pilar en que se basó la existencia en España de las Cajas de Ahorros.

El binomio Monte-Caja se hizo realidad con la fundación de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid el 22 de abril de 1869 y, aunque en los primeros tiempos no puede hablarse de gasto de obra social propiamente dicho, sí va a ostentar una función filantrópica y de educación sobre el ahorro dirigiendo su atención a las personas más necesitadas de la sociedad.


Sociedades de auxilio mutuos: el mutualismo

Con la promulgación de la Real Orden de 28 de febrero de 1839 se abrieron las puertas al ejercicio de la solidaridad popular por medio de la constitución de asociaciones como los socorros mutuos cuya función básica consistía en asumir entre todos sus miembros las pérdidas económicas que sufrían algunos, en un régimen de igualdad de derechos y deberes. Su funcionamiento dependía de la posibilidad de reunir un número suficiente de socios con una pequeña capacidad de ahorro para pagar las cuotas. A pesar de sus limitadas prestaciones, el mutualismo generó efectos positivos tanto para los trabajadores, al convertirse en un cauce legal para defender sus derechos y mejorar su pésima subsistencia, como para el Estado ya que no generaba costes para las arcas públicas y paliaba en parte las carencias institucionales en el terreno social.

Como ejemplo de este mutualismo incipiente, presentamos en nuestra Biblioteca Digital de Madrid as memorias de la Asociación de Auxilios Mutuos de los empleados del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Madrid donde podemos estudiar la gestión realizada entre 1896 y 1929 y conocer los pormenores de los auxilios concedidos, los donativos recibidos y el aumento progresivo del número de socios.

Acceso al documento en la Biblioteca Digital de Madrid