El fallecimiento del Marqués de Salamanca en la prensa
El 21 de enero de 1883, recién pasadas las cinco de la tarde, fallecía en su palacio de Vista Alegre, en Carabanchel Bajo, José de Salamanca y Mayol, pionero e influyente hombre de negocios. La muerte le sobrevino de forma inesperada, después de una breve enfermedad que desembocó en una “pulmonía serosa aguda”. A punto de cumplir los 72 años, había nacido en Málaga el 23 de mayo de 1811.
La noticia de su muerte causó una profunda impresión en la España de la época. Ocurrida solo siete días después del fallecimiento del marqués de Comillas, este segundo deceso produjo una amarga sensación de pérdida nacional. La prensa se hizo eco del suceso, publicando durante días detalles del fallecimiento, del funeral y de la agitada biografía del que fue primer marqués de Salamanca y primer conde de los Llanos. Parte de esas noticias fueron recogidas en un Álbum que, actualmente, forma parte de los fondos conservados en la Biblioteca Regional de Madrid.
El álbum necrológico
Las noticias sobre el marqués de Salamanca fueron recopiladas y cuidadosamente pegadas en hojas de gran tamaño. Concluida esa tarea, las páginas fueron decoradas con orlas y escenas realizadas con acuarela, tinta o lápices de colores. Algunas de estas composiciones son puramente decorativas, mientras que otras contienen escenas alusivas a las actividades promovidas por el marqués, a las aventuras de sus años jóvenes y a las anécdotas que circulaban sobre sus “rasgos de carácter”.
En total, el álbum está formado por 114 hojas en las que se han pegado las noticias necrológicas aparecidas en 109 publicaciones periódicas: 49 de Madrid capital, 53 de otras localidades de España y 7 del extranjero. El conjunto incluye cinco composiciones pictóricas a toda página con las que se presenta el contenido: tres índices con los títulos de las publicaciones de cada sección, una hoja final con el “resumen” de lo incluido y una acuarela inicial, de presentación, con el título de “Álbum necrológico”. Finalmente, la obra se encuadernó en el taller madrileño de la Viuda de Martín. El resultado fue la lujosa cubierta que el Álbum conserva actualmente: en piel negra, con letras, cantos y cortes dorados.
Acceso al documento en la Biblioteca Digital de Madrid
Pero... ¿quién hizo el álbum?
La portada impresa que da comienzo al álbum lleva el título de “Homenaje tributado por la prensa periódica a la memoria del Excmo. Sr. D. José de Salamanca”. Dado el contenido del álbum es posible pensar que, en efecto, la idea del proyecto pudo surgir entre periodistas. De ello parece dar fe una noticia publicada el 23 de enero de 1883 en la Gaceta Universal, en ella se menciona cómo el escritor y compañero Manuel Palacios “se ha ofrecido a la familia del finado para coleccionar todos los trabajos que la prensa publique referentes a tan deplorable desgracia”.
A pesar de la información anterior, el laborioso trabajo de ejecución del álbum y el lujo con el que finalmente se encuadernó nos hablan de una obra costosa en tiempo y dinero, algo difícil de atribuir en exclusiva a uno o varios periodistas. Páginas adelante, dentro del Álbum se encuentra un testimonio que confirma esta idea. Así, el 13 de mayo de 1883 El Heraldo complutense escribe sobre “un precioso Álbum necrológico” propiedad de José de Cárcer y Salamanca, “el cual ha sido formado por D. José Gómez Pallete” e ilustrado por Lagarde, María Teresa de Cárcer, Joaquín Tavera y Pablo Parellada.
El dueño del álbum, José de Cárcer y Salamanca, era sobrino del marqués de Salamanca y su representante en San Sebastián, era también el padre de María Teresa de Cárcer, citada como ilustradora, y el hermano de María Dolores de Cárcer y Salamanca, esposa del responsable de la formación del álbum. Entre los ilustradores se cita a Pablo Parellada, cuya participación no ofrece dudas, ya que firmó con su apellido tres acuarelas del Álbum, en cuyas hojas, por otra parte, aparecen también los nombres de otros artistas como Eugenio Arruti o Rodolfo Sprenger.
En consecuencia, se puede afirmar que el Álbum fue un trabajo realizado por y para la familia del marqués de Salamanca, con la colaboración de amigos y artistas. El resultado constituye una pequeña colección de dibujos y acuarelas representativa del desarrollo de dichas técnicas a finales del siglo XIX.