Aventura en la naturaleza

Ya desde pequeños, los cuentos y fábulas que nos leían nos empujaban a subir a árboles mágicos, a atravesar bosques habitados por duendes y gigantes o nos hacían ponernos en la piel de un sin fin de animales que podían hablar. No había límite a la imaginación.

La naturaleza aparece como una de las principales protagonistas de la literatura universal y puede manifestarse de muchas formas, tanto en la Tierra como en la literatura, variando enormemente su representación dependiendo de la época, del estilo y del escritor.

Por ejemplo, si fueras un escritor romántico de la primera mitad del siglo XIX, tu narración tendría lugar en un bosque en penumbra, en medio de una tormenta eléctrica, y tus personajes estarían buscando refugio en un castillo abandonado.

Para los escritores románticos, la naturaleza no solo es el marco y el escenario sino un ente en sí mismo con personalidad propia. El romántico se siente dominado e hipnotizado por la naturaleza, estrechando sus lazos y comunicándose con ella a través de los sentimientos.

Ahora, si estuvieras escribiendo a finales de ese mismo siglo y fueras un escritor modernista como Rubén Darío, lo más seguro es que escribieras un poema sobre un jardín francés con pavos reales, jazmines y un lago con cisnes.

Pero no solo existen visiones evocadoras de la naturaleza, la literatura nos ofrece también otras muchas obras que la abordan desde un carácter investigador, buscando el conocimiento del entorno que nos rodea.

Este afán descubridor empezó con la novela histórica de expediciones científicas, con el estudio de lugares no visitados por el hombre; las Crónicas de Indias que recogen las expediciones de la conquista de América, los viajes de Marco Polo o más tarde las expediciones del gran naturalista Humboldt o del Capitán Richard Burton por los países islámicos son muestra de ello.

Por supuesto, no nos podemos olvidar de las novelas de aventuras y viajes donde los personajes se sitúan en zonas geográficas alejadas de la civilización y en contacto estrecho con la naturaleza: Robinson Crusoe (Daniel Defoe) , El libro de la selva (Rudyard Kipling) Moby Dick (Herman Melville), La llamada de la naturaleza (Jack London), Tarzán o los héroes de Julio Verne.

Como hemos visto, las novelas sobre naturaleza se dirigían hacia su conocimiento o estaban orientadas hacia la evocación y la espiritualidad que producía pero los tiempos que vivimos han cambiado mucho.

Ahora, amenazados por el cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad, la literatura centrada en este tema suele abordarlo a través del ecologismo, los desastres medioambientales o el necesario equilibrio del entorno.

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