La Comunidad de Madrid inicia una campaña informativa para incrementar la donación de plasma

En la región hay al menos 6.000 pacientes necesitados de este tipo de terapias. Concretamente, casi 2.000 son tratados con inmunoglobulinas por estar aquejados de diferentes trastornos de la inmunidad primarios y secundarios; en torno a 3.000 al año necesitan recibir albúmina como tratamiento de soporte cuando están sometidos a cirugías o tienen infecciones severas o quemaduras graves; y más de 400 están en tratamientos por padecer trastornos de la coagulación (hemofilia o enfermedad de Von Willebrand).

Una sola persona con inmunodeficiencia primaria necesita 130 donaciones de plasma para poder ser tratado. Por su parte, un afectado por hemofilia 900 y cada enfermo con una neuropatía de origen autoinmune, entre 400 y 800, en todos los casos, anualmente.

Por ello, la campaña del Centro de Transfusión madrileño busca informar a la población sobre qué es el plasma y cuáles son sus usos, así como incrementar el número de procesos de plasmaféreis, tal y como se denomina a las donaciones directas de este componente. Si 2022 va a acabar con 8.000 procesos de este tipo, el objetivo para 2027 es alcanzar la cifra de 43.000. Se trataría de sumar 7.000 más de manera escalonada durante los próximos cinco años.

Destinada a la población general y donantes de sangre 

Cada año, además, se obtienen a partir de las donaciones de sangre 200.000 unidades de plasma que se destinan a este fin (el 85% frente al 15% que se necesitan para transfusión). Este plasma no se puede incrementar dado que no se pueden aumentar las donaciones de sangre con el único fin de extraer más, debido a que el resto de componentes no se necesitarían y caducarían.

La campaña se dirige tanto a la población general como al donante de sangre para que alterne esta actividad con la de plasma. Consta de carteles, trípticos, un vídeo explicativo y otros testimoniales protagonizados por pacientes y personas comprometidas, así como infografías e imágenes para redes sociales y un espacio web con información básica: www.madridonaplasma.org

Además, se han instalado materiales en el Centro de Transfusión: una gran lona de 12 metros en el exterior del edificio con la imagen de campaña, un vinilo en la pared de la sala de donación y una llamativa bolsa de plasma en cartón pluma que capta la atención de los que acuden y les invita a informarse recogiendo un folleto.

Donar plasma, un proceso sencillo 

El plasma es el componente de la sangre en el que están suspendidos los glóbulos rojos, las plaquetas y los leucocitos. Está formado por agua (90%) y proteínas esenciales para la vida -con las que se elaboran los fármacos- y sales minerales (10%). 

Su extracción es un proceso sencillo, que dura unos 35 minutos. La sangre sale de la vena y entra en una máquina separadora que selecciona el plasma y devuelve el resto de componentes. Los criterios para estas donaciones son los mismos que en el caso de la sangre: tener 18 años, pesar más de 50 kilos y estar bien de salud. En este caso, al no extraerse hematíes o glóbulos rojos, es posible hacerlo con mucha más asiduidad que en el caso de la sangre.

En este momento, la sede principal para poder contribuir al incremento de las unidades de plasma en la Comunidad de Madrid es el Centro de Transfusión, situado en el barrio de Valdebernardo de la capital.

En otra fase de esta campaña, el Centro rotará por los distintos hospitales públicos de la región, desplegando puntos informativos y máquinas itinerantes, con el fin de contribuir a alcanzar los objetivos. La petición de cita se realiza en la página www.comunidad.madrid/donarplasma o bien a través de la dirección de correo electrónico donarplasma@salud.madrid.org

En busca de la autosuficiencia 

La autosuficiencia en plasma destinado a fármacos o hemoderivados plasmáticos es en Madrid de un 46%. En cuanto a los medicamentos concretos, la suficiencia en albúmina es de un 69%, la de inmunoglobulinas está en un 30% y en el factor VIII (se administra a pacientes con trastorno de coagulación) en un 25%. El resto que se necesita, tanto en España como en las distintas comunidades autónomas, se compra a laboratorios que los obtienen del importado, fundamentalmente de EE.UU.

El déficit de este componente es general, no solo en España (más de un 50%), también en Europa. La dependencia de otros países se ha revelado preocupante durante la pandemia, pues en EE.UU. las donaciones cayeron un 30%, algo que no ocurrió, sin embargo, en España y tampoco en Madrid, donde se aumentó en algo más de un 3%.