Pedimos repensar el modelo de docencia universitaria de cara a futuros imprevistos
La Comunidad de Madrid ha defendido hoy la adaptación “en tiempo récord” que han tenido que hacer las universidades madrileñas por el COVID-19, con la docencia online como “airbag” para salvar el curso académico. No obstante, ha hecho un llamamiento a “repensar el modelo”, para no limitarnos a incorporar la tecnología como repositorio de contenidos y plataforma de difusión. De ahí, su apuesta por no olvidarse de que el aprendizaje “también requiere de estímulos donde el profesor sigue siendo clave”.
Así lo ha dicho el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid, Eduardo Sicilia, en las Jornadas sobre la necesaria revolución digital de las universidades por la crisis del COVID-19, organizada por Unidad Editorial y la Universidad Ceu-San Pablo, en la que ha defendido que las universidades madrileñas han dado ejemplo estos días en capacidad científica y compromiso social.
“Han sido modélicas, avanzadas, solidarias, dinámicas y abiertas. Si mantenemos en marcha y potenciamos todo lo aprendido en estos dos meses, este motor será imparable, primero para la reconstrucción social y económica después del COVID-19 y más adelante para construir un futuro anclado en la universidad y la Ciencia”, ha señalado. Al mismo tiempo, ha alabado el talento científico e innovador, y “la inteligencia colectiva de la región”, que ha demostrado “su enorme capacidad para resolver los desafíos de la sociedad y abordar los problemas de todos”.
La universidad en el centro de nuestras vidas
En este sentido, Sicilia ha subrayado que este escenario de “extraordinaria complejidad e incertidumbre” como ha sido el de la crisis del coronavirus ha vuelto a demostrar que “la universidad no es sólo el lugar en el que se forman nuestros jóvenes sino donde encontramos las soluciones y los referentes que la sociedad necesita en cada momento”. Por ello, ha enfatizado que “esta crisis ha recolocado a la universidad en el centro de nuestras vidas”.
“Su esfuerzo ha sido admirable y quiero reconocérselo: han seguido impartiendo su docencia a la vez que se movilizaban y coordinaban para hacer PCRs a la población, para fabricar equipos de protección 3D y para anticiparse a futuros escenarios económicos y sociales”, ha indicado, para destacar que la universidad ya no volverá a ser la misma después del COVID-19, “de la misma manera que tampoco serán los mismos los estudiantes”.
Durante su intervención, el consejero también ha defendido al talento universitario como “el escudo protector de la sociedad y la vía de salida cuando se cierran los caminos convencionales”. “El talento es la apuesta estratégica, pero con un valor añadido con respecto a la era predigital, porque la hibridación de saberes está dando lugar a una especialización profesional mucho más singularizada, que ofrece respuestas concretas a problemas concretos y conecta de una forma mucho más directa con el tejido productivo”, ha incidido.
De este modo, ha apostado por que “esto tiene que propiciar cada vez más la diferenciación individual de las capacidades de cada universitario”. “La hibridación nos conduce hacia una formación cada vez más personalizada”, ha considerado Sicilia, quien ha asegurado que “hoy nuestro ecosistema universitario tiene que responder a la velocidad de los cambios”. “Estudiantes y profesores se enfrentan estos días a problemas reales, a retos que van a transformar la sociedad”, ha añadido.
“Esto forma parte de ese nuevo modelo donde hemos visto de nuevo a la universidad, el estudiante, o al profesor en el centro sobre el que han girado la investigación volcada al COVID-19, la innovación abierta (Hackathon #VenceAlVirus), retos que el virus nos pone a todos para redefinir un nuevo modelo, o Start-ups que nacen pegadas a la universidad, colaboración con empresas que aportan su realidad del día a día. En definitiva, un potente ecosistema integrador de conocimiento e iniciativas orientadas para la sociedad”, ha concluido.