Restauración retablo San Felipe Neri del Convento de las Trinitarias Descalzas
Último tercio del siglo XVII
El retablo de San Felipe Neri forma parte de un importante conjunto de retablos barrocos que se conservan en la iglesia del convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso. Se encuentra situado en el tramo de la nave central más cercana al transepto, en el lado del evangelio.
Proyecto de restauración
La obra presentaba repintes generales de pintura plástica imitando marmoleado en tonos claros, que ocultaban de forma casi completa la policromía original del retablo-hornacina, desvirtuando la apreciación de la obra y el sentido estético original. Los únicos elementos que no mostraban repinte eran las tallas decorativas, aunque sí presentaban retoques parciales de purpurina, y otras reintegraciones en mica, en buen estado de conservación.
Estructuralmente, el retablo no se encontraba en mal estado de conservación. Presentaba suciedad y se observaron lagunas en la policromía original que impedían la apreciación completa de la obra, además de elementos añadidos no originales: mesa de altar y gradas.
Tras un estudio de las alteraciones que presentaba la obra, se realizaron las siguientes intervenciones:
- En primer lugar, se realizó una limpieza superficial de suciedad no adherida por medio de aspiración controlada y empleando una brocha de cerda extra-suave. Posteriormente, hechas las correspondientes pruebas de solubilidad, se procedió a una limpieza química de suciedad adherida en superficie, utilizando una disolución de citrato de amonio en agua destilada. Para la limpieza de los dorados se he empleado alcohol aplicado por medio de hisopos de algodón.
- Posteriormente se procedió a la eliminación de repintes con medios químicos y mecánicos, extremando la atención en proteger las zonas adyacentes, donde la policromía era original, para evitar cualquier daño involuntario en la obra.
- Se eliminaron los barnices oxidados y se llevó a cabo la saturación de la policromía y la reintegración volumétrica de lagunas, con resinas epoxi, tras lo cual se ha procedido a la reintegración cromática, coloreando con polvo de mica para imitar dorados, y con acuarelas y colores acrílicos las policromías.
La intervención realizada ha permitido recuperar la estética original del retablo, habiéndose trabajado únicamente en su estructura. No han sido objeto de intervención los lienzos que acoge.