Actualmente hay dos vacunas autorizadas por la Agencia Europea para el Medicamento (EMA) y disponibles para su utilización: la desarrollada por Pfizer-BioNTech y la desarrollada por Moderna.
Las dos tienen semejante seguridad y eficacia y utilizan ARN mensajero. Usan una molécula de material genético (100 microgramos por dosis la de Moderna y 30 la de Pfizer) con instrucciones para generar temporalmente proteína S, como la que hay en la superficie del SARS-CoV-2.
Previsiblemente se autorizarán más en los próximos meses. Las vacunas que se están desarrollando frente al SARS-CoV-2 están basadas en la proteína Spike, que se une al receptor de la célula que va a infectar y media la fusión de membranas. Además de conocer la eficacia, la seguridad y el coste de las vacunas frente a la COVID-19 es fundamental valorar la capacidad de producir a gran escala el número de dosis necesarias sin perder eficacia y seguridad.