Las quemaduras son lesiones que pueden tener efectos devastadores en la zona del cuerpo que se ha quemado y pueden provocar alteraciones muy importantes en el organismo, que pueden comprometer la vida de la persona que las sufre cuando la quemadura es extensa.
La gravedad de una quemadura está determinada por: su extensión y profundidad; la presencia de inhalación de humos; la edad; las enfermedades preexistentes (p.ej.: diabetes, alteraciones cardiacas, renales,…); la coexistencia de traumatismos asociados a la quemadura producidos en el accidente (p.ej.: fracturas, roturas de vasos sanguíneos, traumatismos craneoencefálicos,…), y por la afectación de áreas especiales (cara, manos, genitales y pliegues).
Los factores que más influyen en el pronóstico vital de una persona que se quema son: edad, extensión de la quemadura y la presencia o no de inhalación de humos. A mayor edad y superficie quemada, con presencia de inhalación de humos, mayor gravedad.
Los factores que más influencian la gravedad de las secuelas ocasionadas por la quemadura son: la profundidad y la localización de las quemaduras.
Las personas quemadas más graves, que deben ser tratadas en unidades especializadas en el manejo de pacientes quemados según las recomendaciones de la Asociación Europea de Quemaduras (EBA: European Burns Association), son:
- Pacientes con quemaduras de grado IIA (dérmicas superficiales) de más de:
- 5% de superficie total quemada (STQ) en menores de 2 años.
- 10% de STQ en niños de 3 a 10 años y en mayores de 65 años.
- 15% de STQ en niños de 10-15 años.
- 20% de STQ en adultos.
Las quemaduras de grado IIA correctamente manejadas van a evolucionar a la curación en pocos días, pero si son muy extensas provocan alteraciones generalizadas en el organismo que pueden ocasionar un shock, por lo que requieren un tratamiento especializado.
- Pacientes con quemaduras en áreas especiales: cara, manos, genitales o articulaciones mayores.
Estas quemaduras pueden producir secuelas funcionales o estéticas importantes, por lo que es fundamental diagnosticar correctamente su profundidad y tratarlas adecuadamente. Por lo tanto, deben ser al menos valoradas en centros especializados o por cirujanos plásticos con experiencia en quemaduras si existe la mínima duda sobre su profundidad y pronóstico.
- Pacientes con quemaduras de grados IIB, III y IV de cualquier edad y extensión. La gran mayoría de estas quemaduras requieren cirugías para su tratamiento.
- Pacientes con quemaduras circunferenciales de cualquier edad. Pueden producir, por el edema que ocasionan en los tejidos, lo que conocemos con el nombre de síndrome compartimental, que consiste en un cuadro ocasionado al comprimirse las estructuras profundas que se ven afectadas: nervios, vasos sanguíneos, músculos, tendones, etc. Ejemplo: una quemadura de grado IIB circular en el antebrazo puede producir un síndrome compartimental en el mismo que se manifestará, entre otros, por: dolor intenso que va aumentando, dificultad para mover la mano y el codo, sensación de hormigueo o acorchamiento progresivo en la mano (aunque no esté quemada), cambio de color de la piel de la mano y del antebrazo, falta de pulsos,….
- Pacientes con quemaduras y traumatismos o enfermedades que puedan complicar el tratamiento o prolongar su recuperación o que puedan ensombrecer su pronóstico vital.
- Pacientes con sospecha de inhalación de humos.
- Pacientes con cualquier quemadura en la que existan dudas en su tratamiento.
- Pacientes que requieran especial soporte social, emocional o de rehabilitación.
- Pacientes con quemaduras químicas.
- Paciente con quemaduras eléctricas.
- Paciente con enfermedades similares a quemaduras en las que se producen pérdidas de piel extensas que afecten a un 10% de la SCT en niños y ancianos o a un 15% de la SCT en adultos o en los que existan dudas en su tratamiento. Ejemplos de estas enfermedades son las conocidas con los nombres de necrolisis epidérmica tóxica, síndrome de Lyell, fascitis necrotizantes, síndrome de escaldadura estafilocócica,… Son enfermedades poco frecuentes de diverso origen y en las que la pérdida de piel extensa provoca en ocasiones que los pacientes requieran cuidados y tratamientos similares a los que necesitan los pacientes quemados extensos.