El European Regional Competitiveness Index (RCI) mide los principales factores de competitividad para las diferentes regiones de la Unión Europea, permitiendo tener una imagen de cómo se distribuye ésta entre las diferentes regiones de UE y sus países miembros, así como, ver la evolución de todos y cada uno de ellos a lo largo de los últimos años, siendo, por tanto, una herramienta clave en la toma de decisiones en cuanto a políticas de integración regional dentro de la UE.
Las regiones de Austria, Benelux, Alemania y los Estados miembros nórdicos presentan unos índices de competitividad regional por encima de la media de la UE. Lo contrario ocurre en las regiones orientales (salvo algunas regiones con la capital), con puntuaciones inferiores a la media de la UE. Idéntica realidad para las regiones del sur, con sólo cinco excepciones: Cataluña, Madrid y País Vasco en España, Lombardía en Italia y Área Metropolitana de Lisboa en Portugal. El estudio muestra, además, una mayor competitividad de las regiones que albergan las capitales nacionales vs el resto de regiones, brecha que es particularmente importante en Francia, España y Portugal y países del este de la UE.
Este índice (RCI) se apoya en 68 indicadores, 48 de los cuales son regionales. Estos indicadores se organizan en tres categorías principales, cada una de ellas con sus correspondientes subíndices, tal y como se recoge en la siguiente figura.
RU RCI-2 mostrado por los tres Subíndices
EU RCI-2 versus UE, Nacional y otras CCAA con altos índices de competitividad