Yacimiento romano de Camino de Seseña
Asentamiento rural de época romana
Camino de Seseña (Torrejón de Velasco)
Se localiza en la margen izquierda del arroyo Peñuelas, tributario del Guatén y muy cercano a su cauce. La extensión aproximada del yacimiento es de una hectárea, si bien no se ha excavado en su totalidad. La fase más antigua documentada era de época carpetana, siendo definida principalmente por la cerámica.
Es en época romana cuando se construyeron una serie de estructuras que conformaban un complejo productivo de transformación de materias primas, similar a otros localizados en la Comunidad de Madrid. Esta explotación pudo formar parte de un complejo de mayor entidad o funcionar como una pequeña factoría independiente. Su inicio se fecha en torno al siglo II d. C., teniendo en cuenta las cerámicas asociadas, si bien la gran densidad de restos de estructuras permite identificar al menos tres momentos constructivos diferentes. Estas fases constructivas se establecen gracias a la identificación de diferencias en las técnicas constructivas basadas en la mampostería en seco y parecen ser el resultado de modificaciones de un mismo espacio durante su uso, mediante obras tanto de reestructuración como de ampliación.
Se pueden diferenciar dos recintos principales. Se trata de dos factorías con diferentes estancias, con un espacio para el prensado de las materias primas, denominadas torcularia donde se elaboraría vino o aceite o tal vez las dos cosas. El torcularium de la fase más antigua tendría forma de ‘L’. Contaría con una zona de almacenamiento de la materia prima, una zona en la que se encontraría la prensa y otra zona que podría ser un lagar. Cuando este espacio se abandonó, sus materiales constructivos fueron expoliados para la construcción del siguiente complejo, por lo que su interpretación es compleja. El segundo torcularium es más moderno y se encuentra mejor conservado. Como el anterior tiene zonas diferenciadas.
El área de almacenamiento tiene una ventana que da paso a una rampa cónica que facilitaría el volcado de la materia prima al interior de la estancia. El área de prensado conserva el acabado impermeabilizante y no parece tener comunicación directa con la siguiente zona, en la que se encuentra la pileta. El conjunto se complementa con un gran patio a cuyos lados hay pequeñas habitaciones que pudieron servir de lugar de almacenamiento. El espacio excavado seguramente se corresponde con la pars fructuaria (área dedicada al almacenamiento y transformación) u otro tipo de explotación agraria romana, dónde igualmente se realizarían actividades para la transformación de las materias primas en vino o aceite.
Tras el abandono del complejo agrícola alrededor del siglo IV d.C. en este mismo espacio se construyeron dos estructuras con un uso totalmente diferente: la primera de ellas es de planta rectangular, con una cabecera semicircular y una entrada orientada al sur. De esta construcción únicamente se han conservado los cimientos. Al oeste de esta primera estructura y muy próxima a la misma, se localizó una fosa rectangular que conservaba una hornacina excavada en su perfil este. En el interior de la fosa se encontraron una serie de materiales que por sus características parecen corresponder a una tumba que tendría un carácter ritual, puesto que no se localizaron restos humanos. Estos materiales son un caldero y una pátera de bronce, un cazo de hierro, una punta de lanza, un posible cuchillo de hierro, una espada de hierro, cuatro hebillas (una de ellas de oro) y cuatro plaquitas remachadas. Dentro de la hornacina se encontraron un gran plato de cerámica (Terra Sigillata Hispánica tardía), una jarra y un platito de vidrio, un cuenco de bronce, una cuchara y los restos de un ave. Este último conjunto se ha interpretado como los materiales necesarios para realizar el ritual de enterramiento, que habrían sido ofrendados una vez concluido este. Por todo ello los directores de la excavación han interpretado los restos de esta fase como un posible mausoleo o recinto de culto vinculado con el enterramiento ritual de un personaje de cierta importancia.
Galería de imágenes
Actuación arqueológica
El yacimiento de Camino de Seseña forma parte de las actuaciones arqueológicas que se llevaron a cabo con motivo de las obras de edificación en el Sector 13 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU 13) del término municipal de Torrejón de Velasco. La excavación fue la última fase de un proceso de estudios en el que previamente se realizó una prospección intensiva y una campaña de sondeos.