Vista de la Estancia 1

Yacimiento Los Palacios

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Un centro productivo romano de vino en Villanueva del Pardillo

Las estructuras localizadas aparecen dispuestas aparentemente en torno a un patio a cielo abierto, generando una planta en forma de U. Se ha denominado Recinto 1 al núcleo principal. Se trata de un gran edificio localizado en el sector occidental del área excavada, compartimentado en tres estancias que en su día se dedicaron a la elaboración del vino.

La Estancia 1 es una habitación de forma cuadrangular con una superficie interior de 22 m2, sellada por el nivel de derrumbe de las tejas de la techumbre. Una vez retirados los niveles que rellenaban el interior de la habitación se localizó una fosa de forma circular irregular que contenía un contrapeso fijo de granito, de forma trapezoidal y con un peso aproximado de 675 kg. Formaría parte del mecanismo de accionamiento de la prensa. Se situaba en la parte anterior de la viga y servía para subirla o bajarla, permitiendo controlar la fuerza de prensando. Se trata de un contrapeso para prensa de torno manual con encajes laterales en forma de cola de milano y hendidura transversal para afianzar el cabrestante, una variante del tipo 13 de Brun.

Las dos construcciones localizadas al sur corresponden a las salas de prensado. Están compartimentadas por un muro y conservan parcialmente un pavimento de opus signinum. La sala norte se interpreta como un espacio para el pisado de la uva antes de ser prensada o Calcatorium. Presenta el pavimento de mortero en muy mal estado de conservación debido a las labores agrícolas. El espacio contiguo se interpreta como la sala de prensado. Mantiene una cota inferior a la sala norte, lo que permitía que el mosto se trasvasase por gravedad a la pileta. Se trata de un espacio sobreelevado respecto a las demás estancias, lo que aseguraría un incremento en la capacidad de prensado y facilitaría el vertido del líquido obtenido hacia la pileta, situada a una cota inferior. Es habitual en estos enclaves de producción que los espacios destinados al prensado se ubiquen en cotas distintas para asegurar la circulación del producto elaborado. Así, en la Estancia 1 se localizarían los mecanismos de accionamiento de la viga de madera o praelum, y en la Estancia 2 la pileta de recogida del producto o lacus. El volumen máximo de almacenamiento sería de 2.920 litros.

 

Para confirmar el uso al que fue destinado este enclave se realizaron análisis químicos sobre cuatro muestras del mortero que recubría la pileta, llevadas a cabo por el Laboratorio Nicolas Garnier. La analítica ha confirmado su uso como contenedor de vino, destacando la alta concentración de taninos, lo que nos indica el uso de uvas tintas en la elaboración del vino en estas instalaciones y descartando su uso como almazara de aceite. 

El derrumbe de la techumbre de la Estancia 2 selló los restos de la última ocupación del edifico. Se han documentado abundantes materiales cerámicos y metálicos, destacando entre ellos los utensilios de uso agrícola como hoces de hierro, asas de calderos o acetres, puntas y clavos de hierro procedentes de las vigas de la techumbre, así como el hallazgo de nueve monedas de bronce acuñadas entre los años 375 y 395. 

 

Se han recuperado en el yacimiento abundantes restos de cerámica, entre la que se identifican producciones de terra sigillata hispánica, terra sigillata hispánica tardía, terra sigillata hispánica brillante y terra sigillata africana. Las formas cerámicas hispánicas más comunes se encuentran bien representadas en el espectro formal de finales del siglo I después de Cristo hasta finales del siglo III, mediante las Drag. 27, Drag. 24/25 (muy escasas) y Drag. 15/17 para las formas lisas y la Drag. 37 para las formas decoradas, designando esta forma el nexo de unión y continuidad entre el Alto y Bajo Imperio. Únicamente se encontró un sello de alfarero correspondiente a Tritium Magallum, lo que indica que al menos una parte de este material cerámico procede de los alfares de La Rioja. Otra parte de la producción debió de proceder de otros alfares aún no identificados de la Meseta.

 

El registro material documentado en el yacimiento ha permitido fechar la construcción del asentamiento y su desarrollo más intenso entre la mitad del siglo I y finales del siglo III después de Cristo, existiendo una ocupación residual en el siglo IV concentrada únicamente en el edificio del torcularium.