Yacimiento arqueológico El Burrillo
Yacimiento de época romana y medieval en San Sebastián de los Reyes
Yacimiento arqueológico de El Burrillo
El área de actuación se encuentra sobre la terraza más baja del río Jarama, en una planicie de suelos arenosos con una ligera pendiente descendiente hacia el norte. Las extensas vegas del rio Jarama y del cercano Henares influyeron en la estructuración del poblamiento de la comarca, ya que garantizaban el regadío y el suministro de agua necesaria para el funcionamiento de los molinos y las termas.
La excavación arqueológica permitió documentar dos fases de ocupación diferenciadas del yacimiento de El Burrillo, una de época romana y otra altomedieval.
Época romana (Siglos I - II y IV después de Cristo)
Los restos de época romana documentados permiten otorgar al yacimiento un carácter de asentamiento rural, cuya fase inicial de ocupación se sitúa en el siglo I después de Cristo, prolongándose hasta bien entrado el siglo siguiente. Le sigue una etapa de despoblamiento del lugar a lo largo de los siglos III y IV y una reocupación ya en época tardorromana, tal y como indica la última fase constructiva que amortiza la anterior y el contexto material asociado.
Además de las estructuras descubiertas, se pudieron documentar diferentes materiales, en su mayor parte cerámicos. La tipología más documentada corresponde a la cerámica común, seguida por la de tipo terra sigillata, las cerámicas pintadas y en menor medida, las cerámicas de paredes finas y con engobes. Otros materiales documentados son los objetos de hierro y bronce: clavos, una punta de jabalina, un fragmento de podadera, restos de un cuchillo, dos campanillas y dos monedas. Se hallaron también algunos fragmentos de vidrio correspondientes a jarras, cuencos y botellas.
Época altomedieval (Siglo VIII - X)
Durante la excavación arqueológica de los vestigios altomedievales del yacimiento se registraron varios tipos de estructuras. Se contabilizaron 12 fosas, 14 enterramientos y 6 improntas. Las estructuras tipo fosa son circulares en su mayoría, sin material o muy escaso. Tan solo una de ellas contenía restos de fauna y otra el asa de una jarrita de cerámica. En la base estas oquedades presentaban una acumulación de cantos de gran tamaño. En cuanto a los enterramientos, se trata de inhumaciones sin ajuar con una orientación este-oeste, en las que el cadáver está en posición decúbito lateral derecho, con las extremidades inferiores flexionadas y los brazos recogidos hacia delante sobre la región púbica.
Conclusiones
En base a los restos documentados es posible afirmar que la fase romana del yacimiento de El Burrillo correspondería con un área dedicada al almacenamiento y transformación de los productos agropecuarios (pars fructuaria), en plena relación con la fértil vega del río Jarama y perfectamente relacionada con la red de comunicaciones que existía entonces en esta parte de la región, ya que los materiales encontrados atestiguan que el asentamiento participó de las principales redes comerciales de carácter regional y local de la época.
Los vestigios altomedievales de El Burrillo corresponden a una época en la que se establecieron pequeños núcleos de población islámica en la vega del Jarama. Los elementos documentados en el yacimiento sugieren la existencia de una alquería de la que únicamente se han localizado la necrópolis y una zona de actividad agropecuaria debido a las limitaciones de la intervención.
Imágenes
Actuación arqueológica
El yacimiento arqueológico de El Burrillo estaba catalogado en la Carta Arqueológica de la Comunidad de Madrid, motivo por el cual fueron necesarias las actuaciones arqueológicas que se desarrollaron en el mismo a petición de la Dirección General de Patrimonio Histórico. En primer lugar, en el año 2007, a causa del trazado del Segundo Anillo Principal de distribución de Agua Potable de la Comunidad de Madrid (Tramo I) y Ramal 10 y en 2008, debido a la duplicación de la carretera M-111 en el Tramo R-2 a M-100 y M-106.