Iglesia de San José en Navalcarnero
La recuperación de un antiguo templo desaparecido
Proyecto de reconstrucción y recuperación de la antigua iglesia de San José
Las primeras referencias documentales sobre el lugar figuran en el testamento de un vecino de Navalcarnero, que en el siglo XVII legó 1.000 reales para que se hiciera una escultura de San José destinada al llamado Humilladero de la Cruz de Aparicio o de San Francisco, donde más tarde se construiría un templo de una sola nave, con falso crucero cubierto con chapitel y ábside semicircular.
La ermita de San José debió ser levantada entre 1663 y 1668, año en que fue bendecida. Las trazas del templo se han atribuido al jesuita Francisco Bautista, que por aquellas fechas trabajaba en el chapitel de la torre de la iglesia parroquial de Navalcarnero. El campanario de la ermita, el torreón que contenía su escalera y la tribuna, se ejecutaron entre 1683 y 1692, esta vez a cargo del vecino de Navalcarnero Diego Sánchez, maestro de obras y carpintero.
En el año 1733, Agustín de Fuenlabrada hizo entrega a la cofradía de San José de una portada de piedra que había sido tallada en principio para la ermita de San Juan Bautista que se intentaba reedificar por las mismas fechas. En esa misma época la ermita recibió también un órgano y dos retablos para el crucero.
En 1858 se demolió el atrio del templo como consecuencia de la construcción de la fuente de San José en la plaza contigua y en 1877 se acometió en el edificio una importante reforma dirigida por el arquitecto diocesano Enrique María de Repullés y Vargas.
La ermita de San José fue progresivamente abandonada. Durante la Guerra Civil se utilizó como almacén, sufriendo entonces los mayores desperfectos. Finalmente, sus restos fueron demolidos a principios de los años 60.
Actuación arqueológica
La intervención tenía como objetivo la excavación arqueológica del solar en el que se ubicaba la antigua ermita de San José, desaparecida en los años sesenta del siglo XX, como apoyo y asesoramiento para el proyecto arquitectónico de reconstrucción de dicho edificio religioso barroco.
Descripción de la actuación arqueológica
La intervención arqueológica permitió documentar la planta completa del templo. En 1998 ya se habían realizado tres sondeos previos que permitieron confirmar la existencia de restos significativos del edificio.
Los restos de la cabecera de la iglesia, cuya planta circular ya se conocía gracias al plano de obra de Repullés de 1877, aparecieron con una cimentación de calicanto de unos 0,90 m. de espesor. También se puso al descubierto la cimentación de los muros que conformaban la nave de la iglesia, con los restos de la solera de barro que conformaban la planta del templo. El acceso principal se encontraba en el lado sur del edificio, hacia la mitad de la nave.
En el centro del crucero se descubrió una losa de granito que ya fue detectada en la prospección arqueológica anterior. Presenta una inscripción de trazo muy rústico dedicada a un presbítero protector del templo, que fue enterrado aquí en el año 1770.
El vestigio de mayor antigüedad se documentó a los pies del crucero, donde se identificó el cimiento del primitivo humilladero que se erigió en el lugar, sobre el que más tarde se construyó la ermita de San José.
En el año 2008, la Iglesia de San José fue totalmente reconstruida siguiendo el proyecto del arquitecto Raimundo Estepa, quien ha tratado de recuperar su primitiva fisonomía, haciendo especial hincapié en el ábside circular, la portada de piedra y el chapitel.