



La iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos en Prádena del Rincón
Bien de Interés Cultural
En la localidad de Prádena del Rincón se sitúa la Iglesia de Santo Domingo de Silos. Este pequeño templo, que responde al modelo del románico rural, ha sido declarado como Bien de Interés Cultural el pasado 3 de agosto de 2021
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Valores que justifican la declaración del bien
La iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos constituye uno de los ejemplos de arquitectura religiosa medieval más interesantes de la Comunidad de Madrid, en el que se muestran, en mismo edificio, los dos estilos más característicos en las construcciones que se levantaron durante la etapa de repoblación de la zona, llevada a cabo durante el siglo XII y XIII: románico rural y mudéjar, por lo que adquiere una notable importancia tanto arquitectónica como histórica.
Se trata de uno de los escasos ejemplos con importantes restos de arquitectura románica en la región madrileña. Responde al modelo habitual en la arquitectura románica popular de la época en toda Castilla, construido con fábrica de mampostería y formado por una sola nave cubierta con techumbre de madera, fechable en el siglo XII, y cabecera formada por un ábside semicircular precedido por un tramo recto, cubiertos con bóveda de cuarto de esfera y cañón apuntado respectivamente, que fue levantada en el siglo XIII en sustitución de otra anterior. La nave conserva interesantes restos de pintura mural de estilo gótico lineal, que pueden fecharse en la primera mitad del siglo XIV, que cubrirían toda la nave.
Es destacable también la galería porticada de estilo mudéjar, datada a finales del siglo XIII, que se adosa a la fachada norte del templo. Construida en ladrillo, se cubre con techumbre de madera y alberga una interesante portada también de ladrillo relacionada con el mudéjar castellano. A pesar de que este tipo de estructuras porticadas de ladrillo debió de ser frecuente en las regiones limítrofes a la región madrileña, sin embargo, los ejemplos son muy escasos y fragmentados (Fuentepelayo en Segovia, Órbita en Ávila), por lo que este de Prádena, que constituye el caso más completo y mejor conservado, adquiere un especial valor patrimonial.
Bajo el pórtico se localiza una interesante necrópolis rupestre medieval, que se relaciona con los primeros momentos de la repoblación y con la primera construcción de la iglesia. Está formada por sesenta y cuatro tumbas de tipo antropomorfo excavadas en roca, que se han fechado entre los siglos XII al XV.
Otro elemento de gran interés es el horno de fundición de campanas, situado junto al templo, fechado en la segunda mitad del siglo XVI. Está formado por un vaciado en la roca para la fosa de fundición, en la que se localizaron cinco moldes de campanas sobre zócalos de ladrillo, un conjunto excepcional tanto por la escasez de ejemplos conservados tan completos, como por su buen estado de conservación.
La iglesia ha sido objeto de una restauración integral que ha recuperado su aspecto original. Asimismo, se ha musealizado exponiendo las piezas encontradas durante las obras del templo en varias vitrinas situadas en el coro. También se ha adaptado para hacer visitable la necrópolis y el horno de campanas.
La iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos en Prádena del Rincón
El actual edificio presenta una planta constituida por una sola nave rectangular y cabecera formada por un ábside semicircular precedido por un tramo recto sobre el que se alza una torre campanario con un cuerpo de acceso junto a ella; dos pórticos adosados a la nave, uno en la fachada sur y otro en la fachada norte; y una pequeña sacristía junto a la cabecera en el lado sur. A ello hay que añadir una necrópolis junto al muro norte de la nave, bajo el pórtico, y un horno de campanas en la zona suroeste exterior del templo.
Los trabajos arqueológicos efectuados en la cabecera de la iglesia han permitido conocer la existencia de restos de un primitivo ábside, que parece corresponder a una primitiva iglesia. Realizado en mampostería y de menores dimensiones que el actual presenta un trazado semicircular que se continúa en un espacio rectangular tras un ligero acodamiento.
A esta primera construcción pertenecen también los muros norte y sur de la nave actual, construidos en mampostería de piedra del lugar con argamasa de cal. La nave muestra un espacio rectangular iluminado por dos saeteras situadas en el muro sur y cubierto con techumbre de madera.
Asimismo, se conservan dos jambas de ladrillo y un dintel de madera pertenecientes al primitivo acceso localizado en el muro norte, que comunicaba la nave con la necrópolis. La datación del ladrillo por termoluminiscencia ha permitido establecer una fecha entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII, que puede aplicarse a esta primera fase.
Se trataría, por tanto, de una primera edificación formada por una nave rectangular y cabecera semicircular prolongada en un pequeño tramo recto, toda ella levantada con fábrica de mampostería, erigida durante la etapa de repoblación de la zona llevada a cabo principalmente durante la segunda mitad del siglo XII y XIII.
Posteriormente, a esta sencilla estructura se añadió un pórtico de ladrillo adosado a la fachada norte, formado por una arquería de cinco vanos de medio punto doblados, el central de acceso, que se prolongan por las jambas mediante una imposta con perfil de nacela. Entre ellos una fina pilastra recorre los machones desde el suelo hasta la cornisa, formada por una fila de ladrillos dispuestos a sardinel con perfil de nacela, sobre la que descansa el tejado a un agua.
Estas galerías porticadas, consideradas como unas de las estructuras más características del románico castellano, se localizan generalmente en la fachada sur por ser la más abrigada. En este caso, el hecho de situarse en la fachada norte podría estar en relación directa con la necrópolis existente en esta zona de la iglesia, por lo que su finalidad sería la de albergar bajo techo las sepulturas. Sin embargo, el pórtico se cita por primera vez en el Libro de Visitas del año 1526 refiriéndose a él como “la cilla”, lo que sugiere que, en ese momento, era utilizado como almacén de cereales, función que continuó cumpliendo durante siglos, ya que en XVIII se le denomina “tercia” o “panera”.
Aunque los pórticos construidos en ladrillo debieron de ser frecuentes en tierras castellanas en torno a la región madrileña, sin embargo, se conservan escasos ejemplos y fragmentados (Fuentepelayo en Segovia, Órbita en Ávila), por lo que este de Madrid, que es el más completo y mejor conservado, adquiere un notable valor histórico.
Bajo este pórtico también se ha documentado la existencia de un cementerio medieval, con sesenta y cuatro tumbas de carácter rupestre y de tipo antropomorfo. De acuerdo con esta tipología y la existencia de unas monedas que abarcan desde el reinado de Alfonso VIII hasta el de los Reyes Católicos, se ha podido establecer una cronología entre los siglos XII y XIII hasta entrado el siglo XVI. Bajo el suelo de la sacristía se han encontrado también seis tumbas de tipología similar, lo que ha hecho suponer que la extensión inicial de la necrópolis, anterior a la actual cabecera, era mayor.
Restauración
En 2011 la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid decidió impulsar la restauración integral de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, a fin de recueperar sus características históricas, al tiempo que se mejoraban las instalaciones. Las obras afectaron tanto a las cubiertas como al interior de la nave y a el coro, la sacristía y la torre.
De este modo se procedió a reconstruir la armadura de la cubierta, recuperando piezas que estaban en buen estado y empleando otras de nueva factura donde fue necesario.
También los muros interiores de la nave peresentaban grietas que fueron cosidas y revocadas, consolidándolos y restaurando las pinturas murales aparecidas en esta intervención.
Por otro lado, se desmontó el coro y el sotocoro para adaptarlos a su nueva funcionalidad, un nuevo espacio acondicionado para la exposición de los restos arqueológicos descubiertos durante la excavación y una capilla de día, respectivamente.
Extracto del folleto Restauración. Iglesia de Santo Domingo de Silos. Prádena del Rincón
Galería de imágenes
Pintura mural en la Comunidad de Madrid
La publicación recoge lo más representativo del rico patrimonio que constituye la pintura mural de nuestra comunidad, abarcando todos los períodos históricos, y recopilando los ejemplos más destacados existentes en bienes culturales de titularidad pública y privada, tanto de carácter religioso como civil. En total, muestra más de 150 representaciones, ordenadas cronológicamente y analizadas de forma detallada.
Iglesia de Santo Domingo de Silos, Prádena del Rincón
La escena mejor conservada corresponde a una Crucifixión o Deésis, sobre la que se superpone una representación de San Cristóbal siguiendo su iconografía tradicional. La realización de un nuevo enmarque, con una variación cromática para la figura del Cristobalón y el hecho de que dicho enmarque seccione visualmente la figura de María en la Crucifixión, aislándola del crucificado, hace pensar en una pintura sobrepuesta. Sin embargo, esta nueva pintura carece de preparación alguna, por lo que también puede interpretarse como un cambio compositivo y temático inmediato, a modo de pentimento.
De la escena de la Crucifixión tan solo es apreciable la silueta tocada y nimbada de la figura de la Virgen sobre fondo rojizo, con la cabeza ligeramente inclinada, y la cabeza nimbada de Cristo crucificado, ubicada exactamente sobre la copa de árbol que Cristobalón porta como cayado. Dado que la composición de esta escena es paradigmáticamente simétrica en el arte medieval, la figura de San Juan, que la completaría al otro lado de Cristo, debía disponerse donde hoy percibimos la de San Cristóbal.
Santiago Manzarbeitia Valle
Extracto del libro Pintura mural en la Comunidad de Madrid