Las colecciones científicas del IES Cardenal Cisneros

La monumental escalera realizada en mármol blanco, iluminada por vidrieras decoradas con grecas y el escudo del Cardenal Cisneros, es el elemento arquitectónico más representativo. Símbolo de ascenso social para los alumnos aplicados, tiene claras referencias formales con la escalera de notables del Liceo Enrique IV de París.

Las vidrieras del instituto se realizaron entre 1898 y 1905 y son obra de Joseph Jules Mauméjean Lalanne (1869-1952), artista francés afincado en España, conocido sencillamente como José Mauméjean.

Fue el miembro más destacado de la prestigiosa casa de vidriería artística, fundada en Pau en 1860. A lo largo de su historia tuvo sucursales en Anglet, Biarritz, Hendaya y París. Su ingente producción se extendió por toda Europa, fundamentalmente por Francia y España.

Instalado en Madrid desde 1897, Mauméjean colaboró con diversos arquitectos y desarrolló una inmensa actividad caracterizada por su versatilidad estilística y técnica: emplomado, grisalla, cloisonné...

Muestra de ello son las múltiples obras civiles y religiosas con vidrieras simbolistas, modernistas, neogóticas, neobarrocas, neorrenacentistas, neoplaterescas o art déco. A través de ellas, se puede hacer un singular recorrido por las principales tendencias estéticas desarrolladas en la arquitectura española, y particularmente, madrileña.

El IES Cardenal Cisneros es uno de los seis Institutos Históricos, junto con el de San Isidro, pionero en aplicar la reorganización de los estudios de Secundaria conforme al Plan de José Pidal de 1845 y, posteriormente, la ley Moyano de 1857.

El instituto fue un laboratorio de pedagogía en el que se ponían a prueba los planes educativos. Su funcionamiento interno se organizaba y discutía en la sala de juntas, espacio de poder en el que se reunía, periódicamente, el claustro de profesores.

Amplia y austera, esta estancia se convirtió en escenario de discusiones en torno a las políticas educativas y a su puesta en práctica. La dual tradición ideológica española siempre estuvo presente y enfrentó a profesores progresistas y conservadores.

El Cardenal Cisneros, fundador de la Universidad de Alcalá de Henares en 1499, está presente en buena parte del edificio a través de su escudo y la leyenda ilustrada «Perfundet omnia luce» («Todo lo inunda con su luz»), en referencia al poder del conocimiento.

En reconocimiento de los méritos del centro y de sus muchas aportaciones al progreso del país, el rey Alfonso XII concedió al instituto el privilegio excepcional de plasmar en todos sus documentos, muebles y vidrieras un escudo en el que se entrelazan los blasones de Madrid y del Cardenal Cisneros.

La Real Orden, firmada en 1877 por el conde de Toreno, se hizo efectiva y el nuevo escudo se volvió omnipresente en el centro. Se trata del único instituto español que posee escudo propio otorgado por voluntad regia.

El mobiliario escolar del instituto permite reconstruir la historia de la educación secundaria de nuestro país y la evolución de la vida en las aulas a lo largo del tiempo.

En el despacho de dirección, se utilizan maderas nobles teñidas de oscuro, talladas con la efigie y el escudo del Cardenal Cisneros, como también la Sala de Juntas, el Gabinete de Historia Natural, el Laboratorio de Ciencias Naturales o el Aula Histórica.

Uno de los aulas del instituto conserva el mobiliario y aspecto general que tuvieron las aulas originariamente, siguiendo el Reglamento de los Institutos de Segunda Enseñanza de 1859, art. 117.

Se dividían en dos zonas: el espacio para los alumnos, con una disposición escalonada de bancos corridos en pendiente, y una zona de cátedra o estrado destinado al profesor, de un metro de altura para resaltar su autoridad y rodeado de una verja. Al profesor se le esperaba de pie antes de empezar la clase. 

Los modelos pedagógicos realizados en escayola, madera, cartón piedra, plástico y otros materiales, servían para ilustrar las explicaciones del profesor.

Manuel M. J. de Galdo López de Neira concibió el conjunto del Gabinete como un museo vivo del que los alumnos pudieran entrar y los objetos pudieran salir, para ser mostrados en las aulas.

Especialmente llamativas son las colecciones de modelos florales y zoológicos compradas en París a finales del siglo XIX y principios del XX. Además de su utilidad, estos objetos tienen un componente estético y artístico y su elaboración implicaba una serie de oficios que incrementan su valor patrimonial.

En los armarios de la segunda sala se muestran una importante cantidad de animales de distintas especies, vertebrados e invertebrados, naturalizados o en formol, de esqueletos, conchas, cajas entomológicas, fósiles, minerales y rocas.

El Gabinete cuenta con una serie de modelos anatómicos realizados en papel maché, obra del francés Louis Thomas Jérôme Auzoux (1797-1880), médico anatomista y naturalista. Sus modelos, reconocidos internacionalmente, fueron exportados al mundo entero durante ciento cincuenta años. A él debemos la técnica de fabricación de los modelos didácticos en papel maché, partiendo en sus inicios de modelos anatómicos del cuerpo humano.

De entre todas las piezas, sobresale, especialmente, el modelo anatómico humano a escala natural. Fue adquirido, junto con otros materiales didácticos, directamente, en la tienda parisina del Dr. Auzoux por Galdo López de Neira, quien fue a Paris, con ocasión de asistir a la Exposición Universal celebrada en 1878. Acudía como representante del Gobierno español y aprovechó la visita para adquirir material de enseñanza.

Estos modelos son desmontables para facilitar su estudio y comprensión didáctica, están compuestos por centenares de piezas que encajan perfectamente unas en otras y, cada una de ellas, está identificada con un número y una cartela que describen la parte representada.

En la tercera sala del Gabinete, se custodia la colección de instrumentos científicos y el material de la primitiva cátedra de Agricultura. Está integrada por un considerable volumen de objetos desde microscopios, balanzas, hasta modelos de arado, semilleros, herbarios de plantas secas o de tela.

Entre las colecciones destaca el epidiascopio («Epi-dia-skope», «ver a través de») y la colección de placas de vidrio adquiridas, a partir de 1880, por Galdo López de Neira. Servía para proyectar las placas de linterna o epidoscópicas.

La utilización de proyecciones luminosas sobre vidrio, al servicio de la enseñanza, comenzó en 1880 y duró hasta 1940. Las primeras placas fueron compradas en París (E. Mazo, C. Houlbert y Bezinger). Varias casas españolas adquieren su representación comercial en el primer cuarto del siglo XX (Sogeresa, Cultura y Eimler- Basanta –Haase) distribuyéndolas por todos los institutos y universidades españolas.

El Laboratorio está presidido por un enorme mural, pintura de un paisaje de helechos y cícadas poblado por diplodocus, iguanodones, triceratops y arqueópterix. El autor es Emiliano Redondo, antiguo alumno que lo realizó en 1954 como regalo al Centro. Fue restaurado en el 2008 por la Escuela Superior de Restauración.

La colaboración con la Escuela Superior de Restauración de la Comunidad de Madrid también ha permitido restaurar algunas láminas y grabados de animales y plantas.

Son láminas con comentarios explicativos que acompañan las imágenes naturalistas. La vocación artística de las láminas evoca y contribuye a la formación del alumnado.

Algunas piezas restauradas han sido el hombre clástico, varias láminas de anatomía humanas y modelos de ojo, encéfalo, lengua o estómago, entre otras partes anatómicas.

El soporte o material base de los modelos anatómicos es el papel-maché policromado, con aplicaciones de cáñamo y un armazón interno metálico como estructura para recrear vasos y nervios. Para conseguir la fabricación seriada se preparaban unos moldes de plomo que permitían comprimir la pasta de cartón hasta adquirir la forma y espesor deseados. Posteriormente, con la pieza seca, se policromaban para su identificación, recalcando su valor didáctico. 

Cada modelo anatómico está formado por varias piezas desmontables, a modo de mecano, unidas por anclajes metálicos. Los modelos iban acompañados de un manual impreso, donde se explicaba el significado de las etiquetas, muchos todavía las conservan: los números más grandes que van acompañados de una mano señalando, indican que la pieza es susceptible de ser extraída; los números más pequeños y las letras indican detalles anatómicos.

Puedes ver algunas estas restauraciones en detalle en el siguiente enlace: Restauración de modelos anatómicos del Gabinete de Historia Natural del IES Cardenal Cisneros

El IES Cardenal Cisneros cuenta también con una colección de mapas de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, de gran interés cultural y patrimonial. Todos ellos están incluidos en Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico. Entre 2022 y 2024, se han restaurado un Mapa de Corrientes Marítimas (1913), un Mapa de Asia Política, un Mapa Estadístico y Monumental de España, un Mapa Geográfico de España (1932), un Mapa del Planisferio, Mapa Geologische Karte der Erde y un Mapa americano siguiendo el modelo de Juan de la Cosa (finales siglo XIX).

Los mapas están litografiados en papel y adheridos a un tejido textil natural que les aporta soporte estructural. Las obras se encontraban en un avanzado grado de deterioro, motivado principalmente por la fragilidad de su material, su incorrecto almacenaje y su uso didáctico.

Los mapas presentaban suciedad, manchas de humedad con signos de ataque biológico, pliegues, deformaciones, craquelados, desgarros (algunos de ellos unidos con cintas adhesivas) y pérdida de adhesión al soporte.

El proyecto de restauración ha consistido en el desmontaje de los listones de madera que los sustentan, eliminación de residuos y cintas, limpieza y consolidación estructural de desgarros, reposición matérica con papel japonés y reintegración cromática reversible.

Los trabajos de restauración han estado dirigidos por Mª del Pilar Sendra Pons, bajo la coordinación de la Dirección General de Patrimonio Cultural.