Iglesia de San Pedro Mártir
Convento, Teologado e Iglesia de San Pedro Mártir de los Padres Dominicos
Iglesia de San Pedro Mártir de los Padres Dominicos

Convento Teologado e Iglesia de San Pedro Mártir de los Padres Dominicos

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Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento

Convento, Teologado e Iglesia de San Pedro Mártir de los Padres Dominicos

La obra de Miguel Fisac (Daimiel, 1913- Madrid, 2006) es trascendental por sus aportaciones a la historia de la arquitectura española. Sus vivencias determinaron en gran parte su concepción de la arquitectura, especialmente la destinada a un uso religioso y en concreto del inmueble que nos ocupa. 

Esta obra se considera clave en su producción arquitectónica, puesto que se engloba en su período de avance formal en el que plantea una relectura de la tradición, una concepción de la arquitectura como integradora de las artes y el dinamismo aplicado al espacio interior que tiene su origen en sus viajes a los países nórdicos. 

El conjunto ha preservado a lo largo del tiempo la concepción arquitectónica original de Fisac, manteniendo sus valores originales intactos. Los espacios significativos que organizan el conjunto, como claustros y patios, el espacio eclesial, paradigmático del inicio de una etapa fundamental en la obra religiosa de Miguel Fisac y la sinceridad constructiva aplicada a los diversos edificios, son algunos de los rasgos distintivos de este proyecto que se conservan hoy en día.

Creador heterodoxo, visionario y apasionado de la arquitectura, su obra se caracterizaría por la sinceridad constructiva, la expresividad de la arquitectura desde su misma esencia y la investigación tecnológica y formal, a través de su predilección por el empleo del hormigón y el ladrillo.

Fisac consideraba que la concepción de un templo católico exigía unas peculiaridades específicas y, siguiendo la línea de su idea de arquitectura como «trozo de aire humanizado», estimaba que las iglesias debían acoger o moldear un «trozo de aire sagrado» que reconectase al usuario con el misterio de lo divino.

La belleza del espacio debía emanar de la propia arquitectura cuyos elementos principales debían ser la luz, la forma y el color. La forma y la luz que en este conjunto se verán complementadas por el tratamiento cromático de los espacios en los que intervienen importantes figuras de las artes plásticas del S. XX como Adolfo Winternitz, Pablo Serrano y Jose María de Labra.

Para saber más

Edificio Capitol
10XX Arquitectura Contemporánea Protegida