Teléfono móvil defectuoso
El consumidor:
Compra un teléfono móvil reacondicionado en una oferta en la que especifica que el terminal tiene 10 horas de duración de la batería y 3 horas de tiempo de carga. Comprueba que no es así, y al contactar con un servicio técnico autorizado de la marca, le indican que la batería está al 56% y le facilitan presupuesto para instalar una batería nueva.
La empresa:
Ofrece al consumidor una parte del coste de la sustitución de la batería o la devolución del producto, pero el consumidor insiste en solicitar una batería nueva.
El colegio arbitral:
Da la razón al consumidor, por cuanto considera acreditado que el producto no es conforme a las características y especificaciones de la web. Obliga a la empresa a sustituir la batería por una nueva.