Extensiones que no vienen al pelo

AddToAny

El consumidor: 
La consumidora compró unas extensiones de pelo natural abonando 240 euros, pero reclamó al comercio por considerar que no estaban en buen estado, ya que se enmarañaban. Al no conseguir una solución satisfactoria, solicitó un arbitraje de consumo.
La empresa: 
La empresa explicó que cuando recibió la reclamación, a pesar de explicar al cliente que el producto estaba en perfecto estado, se lo cambió por otro igual para intentar solucionar el conflicto. La consumidora, sin embargo, volvió a la tienda insistiendo en que quería recuperar el dinero abonado porque las nuevas extensiones seguían presentando los mismos problemas que las primeras.
El colegio arbitral: 
Tras estudiar el caso y analizar los argumentos aportados por escrito por ambas partes, el tribunal desestimó la pretensión de la reclamante, ya que no constaba que las extensiones estuvieran en mal estado y porque la empresa había actuado correctamente.