Un colchon demasiado duro

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El consumidor: 
La consumidora compró un colchón de firmeza baja que necesita por problemas en la cadera. Probó el artículo en la exposición de la tienda y comprobó que era blando al tumbarse. El que le entregaron en su domicilio, por el contrario, era muy firme, avisó a la tienda y abrieron una incidencia indicando que lo probara durante un mes (en la factura ponía que se disponía de 15 días para la devolución). Tras el mes de prueba aún era bastante duro. La empresa envió a dos trabajadores para comprobarlo, que confirmaron que estaba duro, sin darle ninguna solución. Solicita que le devuelvan el precio de 254 € que pagó por el colchón y lo retiren de su domicilio.
La empresa: 
La empresa reclamada presenta un escrito alegando que fueron a ver el colchón al domicilio y este estaba igual de duro que el de la exposición de la tienda, es un colchón con una firmeza dura, y no se ha cambiado por estar usado y no ser un defecto del fabricante.
El colegio arbitral: 
Teniendo en cuenta la documentación aportada y ante las manifestaciones de las partes, el tribunal decidió estimar parcialmente las pretensiones de la reclamante ya que considera probado que el colchón no responde a las características descritas por la empresa que motivaron que la consumidora lo comprar. Se ha acreditado que la reclamante solicitó un bien con unas características muy concretas que el reclamado conoció, pero luego el bien suministrado no responde a dichas características. Por tanto la empresa reclamada debe recoger el colchón en el domicilio de la reclamante sin coste para esta, y le reembolsará el precio del colchón, 274 € (IVA incluido).