El Clínico San Carlos investiga para reducir la cirugía en pacientes coronarios

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EN EL 40 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA ANGIOPLASTIA

El doctor Javier Escaned del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos ha dirigido el estudio Syntax II que demuestra que con una selección adecuada de pacientes y de los dispositivos intracoronarios más recientes se pueden evitar la realización de cirugías en los afectados por enfermedad coronaria. Este estudio se ha presentado en el Congreso Europeo de Cardiología realizado en Barcelona y publicado en el European Heart Journal.

https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/doc/sanidad/comu/escaned.jpg1200700ESTUDIO SYNTAX II
25 septiembre 2017

La enfermedad de las arterias coronarias es el tipo más común de enfermedad cardiaca. Es la principal causa de muerte entre los hombres y las mujeres en los países desarrollados. Ocurre cuando las arterias que suministran la sangre al músculo cardiaco se endurecen y se estrechan. Esto se debe a la acumulación de colesterol y otros materiales llamados placa en la capa interna de las paredes de la arteria. Como consecuencia, el músculo cardiaco no puede recibir la sangre o el oxígeno que necesita. Con el tiempo, también puede debilitar el músculo cardiaco y contribuir a la presencia de insuficiencia cardiaca y arritmias.

El doctor Javier Escaned, del Instituto Cardiovascular  del Hospital Clínico San Carlos, ha dirigido el estudio SYNTAX II, en colaboración con el doctor Adrian Banning del Hospital John Radcliffe de Oxford, Reino Unido, que han demostrado que la adecuada selección de los pacientes y la utilización conjunta de dispositivos tipo stents de nueva generación y de nuevas técnicas de imagen intracoronaria, por equipos de alta cualificación, pueden evitar la realización de muchas cirugías en afectados por enfermedad coronaria. Este estudio se ha desarrollado en 22 centros europeos y ha analizado los datos de 465 pacientes. Del total de estos pacientes, sólo el 37% tuvieron que ser tratados con cirugía. Además, el tratamiento de las oclusiones coronarias crónicas con esta nueva estrategia ha logrado una tasa de éxito del 87%.

Mayor eficacia y seguridad

“El objetivo principal de SYNTAX II, ha sido incorporar una serie de desarrollos que se han producido y una mejor valoración del riesgo para mostrar cuál es realmente la eficacia y seguridad del intervencionismo percutáneo hoy en día”, añade este especialista. “Además proporciona una perspectiva actual de cómo puede mejorarse el tratamiento de los pacientes si se integran distintos avances en el campo, y refuerzan la importancia de una adecuada estratificación de los pacientes y de no realizar intervenciones innecesarias; de utilizar stents de nueva generación y de asegurarse que la implantación es óptima mediante la imagen intracoronaria”, puntualiza Escaned.

También “estos resultados revelan que, en manos expertas y utilizando técnicas específicas, es posible obtener una altísima tasa de éxito en las oclusiones crónicas, tan frecuentes en los pacientes con enfermedad coronaria y que motivan, en muchas ocasiones, la elección de cirugía cardiaca como técnica de tratamiento”. Por último, añade que “un hallazgo muy importante del estudio es que si se aplican sistemáticamente los avances realizados en el tratamiento percutáneo de la enfermedad coronaria, la angioplastia coronaria no sería hoy en día inferior en resultados clínicos a la cirugía coronaria”.

40 aniversario de la primera angioplastia

El pasado 16 de septiembre, se cumplió el 40° aniversario de la primera angioplastia transluminal coronaria, la técnica más empleada en la actualidad para volver a irrigar el músculo cardiaco, realizado por el médico alemán Andreas Grüntzig en Zurich (Suiza), en un paciente despierto. A ese hito se le sumó años después, el aporte de un argentino, Julio Palmaz, que fue quien desarrolló el primer stent aprobado por Estados Unidos y significó un crecimiento exponencial de las angioplastias en todo el mundo.

Hasta ese momento, las intervenciones coronarias se realizaban “a corazón abierto”, abriendo el esternón. Y para las obstrucciones en las arterias coronarias se recurría al bypass, hito conseguido diez años antes por el doctor René Favaloro. “Pasamos de abrir el pecho con un serrucho a un pinchazo en la pierna o en la muñeca”, declara el doctor Javier Escaned.