Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio

Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio, en La Cabrera

Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento

El Convento-Monasterio de San Julián y San Antonio es el testimonio del importante papel que las órdenes monásticas y religiosas tuvieron en el proceso de repoblación, así como desde el punto de vista histórico, social, arquitectónico, económico y cultural. El conjunto monástico está formado por una iglesia, numerosos restos de diferentes dependencias que se fueron construyendo a lo largo del tiempo y una zona de terrazas dedicadas a huerta y jardín dotados de un sistema hidráulico de riego.

La iglesia románica, posiblemente perteneciente a un monasterio benedictino, y construida hacia finales del siglo XI, responde a un proyecto de gran originalidad y valor arquitectónico. Está formada por una cabecera de gran desarrollo, constituida por cinco ábsides semicirculares escalonados que se abren a una nave de transepto, y un cuerpo de tres naves de corta longitud. Para algunos especialistas responde a una tipología en relación con el primer románico catalán, ajena a la arquitectura que se estaba realizando en Castilla.

En estrecha relación con el monasterio se conserva una red hidráulica de conducción y distribución de agua desde cuatro manantiales hasta el interior del recinto monástico, que se efectúa a través de canales, estanques, pilas y fuentes que se distribuyen para abastecer al monasterio y regar huertas y jardines dispuestos en terrazas. Se trata de un proyecto realizado durante los siglos XV al XVII, aunque su origen posiblemente es anterior, unido a la construcción y desarrollo del convento. Constituye el único ejemplo conservado de este tipo de infraestructura hidráulica ligada a un complejo monástico en la Comunidad de Madrid.